En los ya más de 25 años del Estatuto de Autonomía de crear la figura del Defensor del Pueblo de la Región de Murcia practicamente sólo se ha preocupado Izquierda Unida. La coalición ha sido reivindicativa en todas las eleccciones sobre esta figura independiente para canalizar las quejas de los ciudadanos de la Comunidad.
Socialistas y populares se limitaron a constituir una comisión menor dentro de la Asamblea Regional que se llama de Peticiones y Defensa del Ciudadanos. Y con esa fórmula cómoda se han conformado hasta ahora. Hernández Ros, Collado, y María Antonia Martínez, pasaron de puntillas sobre el tema. Tampoco a Ramón Luis Valcárcel en sus trece años de mandato parece haberle merecido un interese especial.
Y ahora, por aquello de la crisis económica y la remodelación del gobierno, el presidente de la Comunidad Autónoma decide crear la figura del Defensor del Pueblo dicen que “ad hoc” para Ruiz Abellán, el único consejero que acompañaba a Valcárcel desde su primer mandato. “Flaco favor a la figura del Defensor del Pueblo y flaco favor a Ruiz Abellán”, apunta un veterano analista de la evolucción del proceso autonómico regional.
Aunque ahora se hable de negociación y consenso entre grupos políticos en la Asamblea para concretar los cometidos y el nombramiento, lo cierto que la puesta en marcha nace un poco viciada y Ruiz Abellán no sale bien lanzado, sino cuestionado sin necesidad. Para sectores polícos, sociales y ciudadanos, las “quejas” pueden mediatizadas por las formas iniciales. Nadie olvida que la digura del Defensor del Pueblo la propone el Ejecutivo Regional, y el PP goza de una mayoría cercana a los dos tercios.
En esta primera experiencia, dicen los observadores, que el titular debería ser una persona con cierta independencia política, con ecperiencia, alejado de la gestión ejecutiva tan próxima, con talante mediador, con solidos conocimientos jurídicos. Sin restar méritos a la trayectoria política y al talante personal de Ruiz Abellán, quizás las primeras quejas surjan por las formas en su designación de facto.
Ruiz Vivo, hace peña con el nuevo equipo de Presidencia
José Antonio Ruiz Vivo parece encontrarse agusto con el nuevo equipo de la consejería de Presidencia y de Portavocía del Gobierno. Tras cierto alejamiento, no distanciamiento, en actos públicos con Juan Antonio de Heras. Ruiz Vivo vuelve a disfrutar con la compañía del nuevo equipo. En la fiesta del aniversario de Radio Murcia, salió haciendo peña, como uno maás, con María Pedro Reverte y Miguel Ángel Pérez.
Aunque ahora se hable de negociación y consenso entre grupos políticos en la Asamblea para concretar los cometidos y el nombramiento, lo cierto que la puesta en marcha nace un poco viciada y Ruiz Abellán no sale bien lanzado, sino cuestionado sin necesidad. Para sectores polícos, sociales y ciudadanos, las “quejas” pueden mediatizadas por las formas iniciales. Nadie olvida que la digura del Defensor del Pueblo la propone el Ejecutivo Regional, y el PP goza de una mayoría cercana a los dos tercios.
En esta primera experiencia, dicen los observadores, que el titular debería ser una persona con cierta independencia política, con ecperiencia, alejado de la gestión ejecutiva tan próxima, con talante mediador, con solidos conocimientos jurídicos. Sin restar méritos a la trayectoria política y al talante personal de Ruiz Abellán, quizás las primeras quejas surjan por las formas en su designación de facto.
Ruiz Vivo, hace peña con el nuevo equipo de Presidencia
José Antonio Ruiz Vivo parece encontrarse agusto con el nuevo equipo de la consejería de Presidencia y de Portavocía del Gobierno. Tras cierto alejamiento, no distanciamiento, en actos públicos con Juan Antonio de Heras. Ruiz Vivo vuelve a disfrutar con la compañía del nuevo equipo. En la fiesta del aniversario de Radio Murcia, salió haciendo peña, como uno maás, con María Pedro Reverte y Miguel Ángel Pérez.
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