MURCIA.- La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia aprobó hoy un Plan para ajustar las previsiones del presupuesto municipal a la crisis económica y a los criterios de contabilidad nacional.
Así, el ejercicio presupuestario se está viendo afectado por la evolución real de la economía en relación con las previsiones existente en el momento de la elaboración del documento, que ha pasado del 3,3 por ciento a situarse en el 2,3 por ciento, según datos del Gobierno Central.
Dicha alteración, unida a la previsión de que la situación económica siga empeorando en los próximos meses, hace necesario tomar una serie de medidas que garanticen equilibrio entre los gastos y los ingresos; es decir, una estabilidad entre que se establezcan en términos de contabilidad presupuestaria, de acuerdo con los criterios de contabilidad nacional -tal y como exige la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Dicha situación de crisis hace aún más urgente la necesidad de modificar el actual sistema de financiación de las corporaciones locales, al objeto de garantizar el principio de suficiencia, de forma que éstas puedan prestar los servicios de calidad demandados por los ciudadanos en el marco legal vigente.
El proceso de reforma ya está abierto entre el Gobierno Central y la Federación Española de Municipios y Provincias, y tal y como está comprometido, debería llegar a buen puerto, teniendo efectos a partir del 1 de enero de 2009.
Desde el Plan se aborda la necesidad de reforzar aquellas políticas que permitan, con la necesaria colaboración de la iniciativa privada, minimizar el impacto de la crisis y contribuir a la recuperación económica, para lo que será indispensable la efectividad del nuevo sistema de financiación local en el próximo ejercicio.
Las medidas que recoge el Plan son el control de los gastos de funcionamiento de la propia Administración. Este apartado contempla todas las medidas que contribuyan a mejorar la eficiencia de la Administración Pública, reduciendo sus costes de funcionamiento.
Así, se actuará sobre las partidas de gasto que tengan verdadera relevancia, buscando en todo momento el equilibrio entre el ahorro que pueda obtenerse y las dificultades de gestión que pudieran derivarse de la introducción de mecanismos de control adicionales a los existentes.
La segunda medida es la corrección de las estimaciones presupuestarias. Se introducen los correspondientes ajustes sobre el presupuesto inicial con el objetivo de garantizar el equilibrio entre los ingresos y los gastos, tanto en términos de contabilidad presupuestaria como de la contabilidad nacional.
Y la tercera es la redefinición de los objetivos presupuestarios. Se llevará a cabo un análisis de las actuaciones que queden por ejecutarse a lo largo del ejercicio; se establecerán prioridades de las mismas y se indicará cuáles podrían dejar de abordase o ejecutarse parcialmente.
Además, con carácter previo, se elaborará un catálogo de las actuaciones que en ningún caso podrán verse sometidas a restricción en el gasto; se trata del servicio de Ayuda a Domicilio, Teleasistencia, Gestión de los Centros de Día y las escuelas públicas, entre otros.
Además, las bajas de adjudicación que se generen en las diferentes licitaciones se centralizarán en una única partida, cuya gestión corresponderá al área de Hacienda y Administración Pública; a quién también se les encomendará la supervisión de la ejecución de dicho plan y la adopción de las actuaciones necesarias para garantizar la correcta adecuación entre ingresos y gastos en el transcurso de la ejecución del presupuesto.
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