GUADALAJARA.- Maria Dolores de Cospedal, por lo que respecta a las diferencias de opinión entre el presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y ella misma en torno al trasvase Tajo-Segura, afirmó que "tanto el presidente de Murcia como yo estamos de acuerdo en no dejar de pedir un Plan Hidrológico y si dicho Plan no hubiese sido derogado por los socialistas no estaríamos enfrentados".
De todos modos, quiso dejar claro que, aparte de ese acuerdo sobre la necesidad de un Plan Hidrológico, "él tiene que defender los intereses de los múrcianos y yo representar los intereses de los castellano-manchegos".
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Las primas riojanas de Cospedal
«Fotografiar a esa señora vale dinero, ¿que es una Cospedal!», advierte un amigo mientras se aproxima a las puertas de la finca, en lo alto de El Rasillo de Cameros. «Sí, ya lo saben, ¿por qué crees que están aquí?», responde Emilia, quien pasa unos días con su hermana Mamen en la pintoresca localidad riojana, donde se establecieron sus padres hace algunos años. Atiende a las puertas de lo que hoy es 'Casa Cospedal', un alojamiento rural con mucho encanto bautizado con el apellido que estos días más suena en el panorama político nacional. «María Dolores García de Cospedal», dice remarcando todas y cada una de las sílabas del nombre de la nueva secretaria general del PP, 'número dos' de la Ejecutiva de Mariano Rajoy. «Hija de una prima, y por tanto, prima», aclara Emilia. «Y el apellido tanto a ella como a nosotras nos viene por parte femenina», sentencia orgullosa.
«Ella es García de primero igual que mis hijos son Pérez, sin embargo siempre se les ha llamado Cospedal», añade. «E igual que ella mantiene el 'de' que mi abuelo optó por quitárselo, pero originariamente sí que lo llevaba», agrega para aclarar los equívocos que estos días ha detectado en la prensa. Emilia, de 86 años, es la mediana de tres hermanas, hijas del conocido doctor Cospedal, quien allá por los años 40 regentase el sanatorio quirúrgico San Bernabé en el desaparecido palacete junto a la sede actual del Gobierno de La Rioja, en Vara de Rey, pleno corazón de Logroño.
Boda en Torrecilla
Cuenta Emilia cómo su padre, médico madrileño, contrajo matrimonio con su madre, natural de Torrecilla en Cameros, y ambos, grandes enamorados de la comarca, decidieron, no sin cierta guerra familiar, optar por adquirir una residencia en El Rasillo. «A mi padre le encantaba esta zona», comenta. «Yo no conozco personalmente a María Dolores, pero mi hermana Mamen sí, aunque todos los Cospedal provenimos de un primitivo notario de Valladolid llamado Francisco», explica. Recuerda Emilia que hubo un tiempo en que la rama mayoritaria de los Cospedal residía en Santander, «que entonces era Castilla». «Mi hermana tiene mucha relación con algunos de ellos», apostilla, «que incluso la han llegado a preguntar si María Dolores es hija mía».
«Sé que nació en Madrid y que muy pequeña se marchó a Albacete», comenta mientras precisa que la sigue desde hace años y se confiesa una apasionada de la lectura en general y de las noticias referentes a la 'prima' en particular. «Me cae muy bien y además es muy mona. Siempre ha tenido buenos cargos... Me gusta y mucho», asevera. Aparece el perro de la casa, mientras Emilia tira de recuerdos haciendo gala de gran lucidez y narra un 'casi encuentro' con María Dolores hace algunos años. «Estando yo en Ceuta, donde tenía a uno de mis hijos, me enteré de que ella estaba allí justo cuando lo de la toma de Perejil, en un hotel a cuya propietaria conocía. La llamé pensando en ir a verla, pero cuando me decidí me dijeron que ya se había ido», rememora, algo apenada.
En aquellos días de julio, la ahora 'brazo derecho' de Rajoy ocupaba la Subsecretaría del Ministerio de Interior, recién abandonada otra Subsecretaría, la de Administraciones Públicas. «Ella es Abogada del Estado», añade acertadamente la 'prima' riojana.
«Me gustaría mucho conocerla pero hasta ahora no ha sido posible». ¿Se le ha resistido? «Sí, eso parece», finaliza para volver a retomar la conversación. «Lo que pasa es que cuando alguien ocupa un cargo, pues a una no le gusta ir y presentarse de golpe», manifiesta. Sin embargo, y pese a su edad, Emilia, quien da muestras de un extraordinario estado de salud, no descarta nada. «Y esa es la historia», concluye sonriente.
(De "La Rioja")
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