Ni las fiestas de Molina de Segura, donde no sé si yo estaba de fiesta o qué demonios anduleaba yo por Molina de Segura, me acerqué al alcalde de la localidad, Eduardo Contreras, buen amigo del presidente Valcárcel. "Para mí que, tanto que se habla de la crisis de Gobierno, el presidente pensará lo de la crisis la noche antes", me dijo.
"Eso creo yo también".
Me asombra que desde hace muchos meses toda la prensa esté especulando con que si el equipo de Gobierno no aguantaba una semana más, como si no conocieran a Valcárcel, experto en dilatar cambios sin que ocurra absolutamente nada, y como si no supieran que la administración va sola por el propio movimiento de rotación de los astros.
Tal vez a estas mismas horas, hoy viernes, Valcárcel por fin haya hecho su crisis que, aprovecho para apostillar al magnífico portavoz que es (o ha sido: escribir en decimonónico papel y no en "internet" tiene estas lentitudes horarias, y que sea por muchos siglos) Juan Antonio de Heras, es siempre que se producen cambios de Gobierno, por extensión, sin necesidad de que la cosa vaya mal, con lo cual "crisis" y "ajustes administrativos" ha acabado significando lo mismo.
Aunque me creo que De Heras lo dice para distinguir lo de Valcárcel de la crisis de las "hipotecas basura", que no hay que amontonarse.
Como digo, puede que a estas horas ya sea ocioso especular sobre la crisis de Gobierno, aunque yo hasta que no vea los nombramientos en el Boletín Oficial de la Región no me los creo. Pero si más o menos la crisis consiste en lo que ha avanzado la prensa toda, desde luego tiene toda la pinta de que Valcárcel se lo ha pensado no sólo la noche antes, porque tonterías aquí hay las justas.
Todo o casi todo parece cobrar sentido. El relevo del último de Filipinas, el consejero postrer que le quedaba (o que se quedaba más bien, porque Valcárcel por dos veces le ofreció puesto en Madrid, negándose José Pablo Ruiz Abellán, que durante muchos años fue para Valcárcel "el delfin" hasta que, por esas cosas que nos suelen ocurrir a todos menos a algunos que yo me sé que ya con canas en el pubis todavía se creen inmortales, se le pasó la edad).
La asunción de las competencias de Medio Ambiente por alguien que sin embargo cree que el Medio Ambiente debe servir al bienestar humano de la Región, y no al revés, como es el consejero de Agricultura Cerdá (los ecologetas fundamentalistas ya pueden conformarse con el alpiste que les va a seguir dando Cerdá para que no den mucho el follón, porque para paralizar las decisiones legales del poder sin haber sido elegidos por nadie van a tener primero que llamar a Al Gore).
Lo de Cerdá, además, descongelará la parálisis en que se han sumido todos los que manejan expedientes administrativos sobre declaración de impacto medioambiental, por temor reverencial, por no decir "jiñadera" insuperable, al qué dirán la UDYCO de los guardias civiles de Hernando, el fiscal del Tribunal Superior de Justicia o incluso el juez Calero.
Una cosa es el miedo a hacer algo ilegal, y otra que el miedo evite que se haga algo en absoluto, que es lo que está ocurriendo. "¡Gestionen ustedes!" les abroncará Cerdá. En tiempos de crisis, y no precisamente de Gobierno, hay que llamar a este tipo de hombres sin manías raras.
A María Pedro Reverte la he visto crecer prácticamente en la administración, de niña a dama: suena inquietante, pero nunca se la ha conocido ni un solo fallo en la profesión. No recuerdo un caso parecido.
En lo único que no estaría de acuerdo sería si Valcárcel no siguiera aprovechando las cualidades como orador y fino polemista de De Heras, lo ponga donde sea menester.
Aunque me creo que De Heras lo dice para distinguir lo de Valcárcel de la crisis de las "hipotecas basura", que no hay que amontonarse.
Como digo, puede que a estas horas ya sea ocioso especular sobre la crisis de Gobierno, aunque yo hasta que no vea los nombramientos en el Boletín Oficial de la Región no me los creo. Pero si más o menos la crisis consiste en lo que ha avanzado la prensa toda, desde luego tiene toda la pinta de que Valcárcel se lo ha pensado no sólo la noche antes, porque tonterías aquí hay las justas.
Todo o casi todo parece cobrar sentido. El relevo del último de Filipinas, el consejero postrer que le quedaba (o que se quedaba más bien, porque Valcárcel por dos veces le ofreció puesto en Madrid, negándose José Pablo Ruiz Abellán, que durante muchos años fue para Valcárcel "el delfin" hasta que, por esas cosas que nos suelen ocurrir a todos menos a algunos que yo me sé que ya con canas en el pubis todavía se creen inmortales, se le pasó la edad).
La asunción de las competencias de Medio Ambiente por alguien que sin embargo cree que el Medio Ambiente debe servir al bienestar humano de la Región, y no al revés, como es el consejero de Agricultura Cerdá (los ecologetas fundamentalistas ya pueden conformarse con el alpiste que les va a seguir dando Cerdá para que no den mucho el follón, porque para paralizar las decisiones legales del poder sin haber sido elegidos por nadie van a tener primero que llamar a Al Gore).
Lo de Cerdá, además, descongelará la parálisis en que se han sumido todos los que manejan expedientes administrativos sobre declaración de impacto medioambiental, por temor reverencial, por no decir "jiñadera" insuperable, al qué dirán la UDYCO de los guardias civiles de Hernando, el fiscal del Tribunal Superior de Justicia o incluso el juez Calero.
Una cosa es el miedo a hacer algo ilegal, y otra que el miedo evite que se haga algo en absoluto, que es lo que está ocurriendo. "¡Gestionen ustedes!" les abroncará Cerdá. En tiempos de crisis, y no precisamente de Gobierno, hay que llamar a este tipo de hombres sin manías raras.
A María Pedro Reverte la he visto crecer prácticamente en la administración, de niña a dama: suena inquietante, pero nunca se la ha conocido ni un solo fallo en la profesión. No recuerdo un caso parecido.
En lo único que no estaría de acuerdo sería si Valcárcel no siguiera aprovechando las cualidades como orador y fino polemista de De Heras, lo ponga donde sea menester.
www.elfarodemurcia.info
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