Esto, Presidente, era la socialdemócrata en el PP / José Antonio Martínez-Abarca

Cuando Mariano Rajoy, muy enfadado, dijo en Elche aquello de que los conservadores y liberales que no estaban contentos con él y que quisieran podían abandonar el Partido Popular, sin decir lo mismo de los socialdemócratas, a los que por contra se daba por bienvenidos, le pregunté a Valcárcel, mi poco asustado, qué había en realidad de todo eso.

“El PP”, me decía Valcárcel, “es un partido con las señas de identidad muy claras, que son liberalconservadoras. Un socialdemócrata puede naturalmente darle el voto a este partido si considera que merece su confianza, pero por supuesto sin pretender alterar esas señas de identidad que forman nuestros más queridos valores y principios”.

Bien, pues hoy le digo a Valcárcel que ya no sé cuáles serán las señas y valores liberalconservadores tan queridos etcétera en el PP, pero sí sé perfectamente cuáles son los valores y principios socialdemócratas por los que muchos socialistas podrían dar perfectamente su confianza al PP: todos o casi todos o al menos muchos de los principios y valores de los que habló antes de ayer Valcárcel en la Asamblea Regional. Los que se propone aplicar contra la crisis.

Porque, vamos a ver, ¿es o no política socialdemócrata de pata negra, de cebo y con denominación de origen controlada lo de que el Gobierno Regional se reserva la posibilidad de crear sociedades mixtas con grandes empresas que quieran invertir en Murcia? ¿Otra vez el “Gobierno empresario” que tan desastrosos resultados dio con el presidente Hernández Ros “et al”, si se acuerdan ustedes del pimentón de color blanco, las langostineras marmenorenses y otros inventos?

Un liberal, y también un conservador, diría que el Poder Público no está para ser empresario, porque lo es siempre catastrófico, sino para favorecer que la iniciativa privada lo sea. En cambio, un socialdemócrata diría lo mismo que Valcárcel, quien está en su derecho, sobre todo si lo anunciado les parece bien (cómo les iba a parecer mal) a socialistas e incluso, con matices, a comunistas.

No todas las medidas que anunció Valcárcel contra la crisis son tan evidentemente de izquierdas (se las quitaría a Zapatero, que no anunció en el Congreso casi ninguna), pero no se escapan de tener un tufillo inequívoco para cualquier observador avezado: la creación de una agencia mayorista de turismo de la Región de Murcia, para que vengan turistas.

En mi opinión liberalconservadora, para que vengan turistas a admirar nuestro patrimonio cultural y playero lo único que hace falta no es una agencia mayorista, sino que tengan infraestructuras turísticas para quedarse. Lo que decía alguien tan poco sospechoso pero tan listo como Luis del Rivero en la inauguración del aeropuerto de Corvera: “el objetivo debe ser que medio millón más de turistas con alto nivel adquisitivo tengan su segunda residencia en la Región, y paguen impuestos”. Precisamente.

Es decir, que se complete el modelo de desarrollo que Saura llama “fallido” y que por nuestro bien como murcianos espero que no lo sea. O sea, el ladrillo y el golf, puro y duro. Como suena. Han leído bien. La mayoría de las medidas contra la crisis que anunció Valcárcel, no se me malinterprete, suenan bien y parecen adecuadas, incluyendo algo que ya se ha venido haciendo desde lo menos el Gobierno de Carlos Collado: dar facilidades de implantación a las grandes empresas nacionales e internacionales, si no se llega a la ingenuidad de pensar que eso nos va a solucionar la economía de la Región.

No sé si serán medidas que servirán para solucionar la crisis, pero al menos no perjudicarán más lo que ya hay, que no es poco. Tampoco parece inadecuado que el PP se acerque, no sólo por la crisis, sino por estrategia marianesca de partido, a esos votantes que nunca le han votado. Pero esto que habló usted antes de ayer, señor presidente Valcárcel, era lo que hablábamos de la socialdemocracia. La que en teoría no formaba parte del PP. Para no formar parte hay que ver lo mucho que la aplican.

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