MADRID.- Un avión de Spanair (vuelo JK-5022) con 166 pasajeros a bordo, diez tripulantes y dirección a Las Palmas de Gran Canaria, en un vuelo de código compartido con el de Lufthansa LH 255, ha sufrido una salida de pista cuando se disponía a despegar por segunda vez, tras tener problemas en el primer intento, poco antes de las 14.45, en el aeropuerto de Barajas, y ha terminado estrellándose al fondo de la pista de la Terminal 4, provocando un incendio en uno de los pastos, del que salía una gran columna de humo blanco, pero ya extinguido.
Como resultado del accidente hay, al menos, 153 víctimas mortales y 18 heridos, 6 de ellos muy graves, según fuentes sanitarias. La nave, ya partida en tres, estuvo ardiendo y produjo una enorme columna de humo. En el momento del accidente todos los pasajeros permanecían a bordo, entre ellos tres niños que se encuentran con vida, y habían embarcado en la T-2.
Según testigos presenciales, el motor izquierdo del avión ha empezado a arder poco después del despegue, tras estrellarse contra el suelo. El aeropuerto de Barajas está en estado de emergencia y ha suspendido todos los despegues. Sólo se están produciendo aterrizajes en una zona alejada a la pista 36, en la que se ha registrado el siniestro.
Según los primeros datos, cuando el aparato estaba en carrera, en un segundo intento de despegar, ha superado el punto de rotacion en el que tiene que empezar a elevar el morro, pero la maniobra no ha tenido éxito y se ha precipitado a tierra desde unos 40 metros de altura.
El avión accidentado es un modelo MD que sufrió un incidente en pista al parecer momentos después de realizar alguna maniobra al despegar desde cerca de la Terminal-4 del aeródromo madrileño. Pasó su última revisión el pasado 24 de enero.
Como resultado del accidente hay, al menos, 153 víctimas mortales y 18 heridos, 6 de ellos muy graves, según fuentes sanitarias. La nave, ya partida en tres, estuvo ardiendo y produjo una enorme columna de humo. En el momento del accidente todos los pasajeros permanecían a bordo, entre ellos tres niños que se encuentran con vida, y habían embarcado en la T-2.
Según testigos presenciales, el motor izquierdo del avión ha empezado a arder poco después del despegue, tras estrellarse contra el suelo. El aeropuerto de Barajas está en estado de emergencia y ha suspendido todos los despegues. Sólo se están produciendo aterrizajes en una zona alejada a la pista 36, en la que se ha registrado el siniestro.
Según los primeros datos, cuando el aparato estaba en carrera, en un segundo intento de despegar, ha superado el punto de rotacion en el que tiene que empezar a elevar el morro, pero la maniobra no ha tenido éxito y se ha precipitado a tierra desde unos 40 metros de altura.
El avión accidentado es un modelo MD que sufrió un incidente en pista al parecer momentos después de realizar alguna maniobra al despegar desde cerca de la Terminal-4 del aeródromo madrileño. Pasó su última revisión el pasado 24 de enero.
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