Ser presidente, aunque sea territorial, de una caja de ahorros parece hoy más un castigo que un premio. Era un premio cuando nombraron, no hace tanto aunque se nos figure que han transcurrido siglos (en efecto, estamos viviendo siglos en pocos meses, desde que tenemos esta situación de crisis que se adivina pavorosa en que vas a pedir un crédito a un banco y desde allí te aconsejan que mejor acudas al prestamista de la esquina o al Monte de Piedad), a Ángel Martínez como responsable en la demarcación de Murcia con todos los beneplácitos del poder político levantino, tanto el de Valcárcel como el de Camps, cautivo y desarmado el ejército zaplanista en Valencia.
En la actualidad, por contra, uno de los puestos más desagradables para un alto profesional es estar al frente de una caja de ahorros, porque las cajas en España deben ser muy finas para capear una situación delicada en la que desde el año 2000 han aumentado por dos sus recursos, pero han incrementado por diez sus créditos, muchas veces sobre valores inmobiliarios hinchados, créditos que en no pocos casos no se podrán devolver.
Lo de poner ahí a Ángel Martínez era como digo el premio a una larga paciencia mantenida, que es la definición que daba de la inspiración no me acuerdo si Baudelaire o Flaubert o algún francés decimonónico de esos. Ángel Martínez, que es una especie de gurú económico, ha mantenido la paciencia durante años y años, en los que ha hecho de todo, al menos los que van desde que Valcárcel se subió al coche oficial en el 95. Ha estado en la sombra del poder, ha estado al sol, ha vuelto a la sombra, ha entrado y salido del Palacio de San Esteban como asesor de prácticamente todo menos de “asuntos taurinos” (dicen que Carlos Collado, cuando era presidente regional, tenía un asesor de toros o que al menos le elegía los puros en la contrabarrera, pero él me lo negó en su día).
Ha “sonado” para cosas que finalmente no han llegado. Incluso quiso ser metido con calzador en la propia presidencia territorial de la CAM, aunque él se desentendió de toda aquella operación no sé si porque preveía mal final (así evitó quemarse), cuando el ex portavoz del PP y ex presidente de la generalidad valenciana Eduardo Zaplana todavía controlaba ciertos resortes del poder interno en la caja y se podía permitir el lujo de imponer a su candidato en Murcia, Javier Guillamón, contra absolutamente todas las instancias políticas murcianas.
Aquel desgraciado affaire en el que incluso llegaron a perderse las buenas formas y se publicaron lamentables insultos “ad hominem” demostró dos cosas: que Murcia todavía no tenía músculo suficiente para ganarle el pulso a Valencia y que jamás perdonarían a Eduardo Zaplana por el desplante (bueno, ni a Zaplana ni a sus adelantados en Murcia). Pero si algo bueno se puede decir del presidente Valcárcel es que aprende rápido de sus errores, y ya para la siguiente vez que hubo cambio de cromos en la CAM estaba en situación de que no lo volvieran a desairar, ni a él ni al Ayuntamiento de Murcia.
Ángel Martínez pudo ser presidente territorial de la CAM, y desde que está ahí la caja en Murcia ha sido un balneario porque evidentemente Ángel Martínez es un hombre de confianza del Palacio de San Esteban, o, si quieren, el Palacio de San Esteban un organismo de confianza de Ángel Martínez (ya hemos dicho que allí es un auténtico gurú o archimandrita económico).
En tiempos incuestionablemente malos, podemos decir que la CAM en Murcia está en buenas manos. Porque Martínez en estos tiempos es donde puede brillar más: es un gestor de ideas, y ve venir las jugadas de estrategia económica cuando todavía faltan dos turnos para que lleguen. Seguro que no se va a limitar a representar honoríficamente a la caja en inauguraciones. Quiere ejecutar y de momento le están dejando que lo haga, no sé si por algún pacto de no agresión entre Valcárcel y Camps. Ahora que hay una profunda crisis y que la Región ha perdido en parte el modelo (acertado, a mi ver) sobre el que quería crecer estos años es cuando escuchar las recetas de Martínez (o leer sus habituales tochos) se vuelve más interesante que nunca.
Biografía
Es "ucedeo". Citar todos los cargos que ha tenido reclamaría otra página de periódico, y de momento no la hay. Es más sencillo citar los cargos que no ha tenido: sabemos de buena fuente que no ha sido vendedor al por menor de "hula hoops". Casi todo lo demás lo ha sido, al menos en Murcia. Como ahora se ha puesto de moda comparar a todo el mundo con la dinastía Kennedy, diremos que siempre ha llevado el pelo con flequillo como el senador Robert Kennedy, el que fue asesinado en el hotel Ambassador hace cuarenta años. La verdad es que pensándolo bien siempre ha tenido un no sé qué de político norteamericano, en versión bolsillo.
Ha “sonado” para cosas que finalmente no han llegado. Incluso quiso ser metido con calzador en la propia presidencia territorial de la CAM, aunque él se desentendió de toda aquella operación no sé si porque preveía mal final (así evitó quemarse), cuando el ex portavoz del PP y ex presidente de la generalidad valenciana Eduardo Zaplana todavía controlaba ciertos resortes del poder interno en la caja y se podía permitir el lujo de imponer a su candidato en Murcia, Javier Guillamón, contra absolutamente todas las instancias políticas murcianas.
Aquel desgraciado affaire en el que incluso llegaron a perderse las buenas formas y se publicaron lamentables insultos “ad hominem” demostró dos cosas: que Murcia todavía no tenía músculo suficiente para ganarle el pulso a Valencia y que jamás perdonarían a Eduardo Zaplana por el desplante (bueno, ni a Zaplana ni a sus adelantados en Murcia). Pero si algo bueno se puede decir del presidente Valcárcel es que aprende rápido de sus errores, y ya para la siguiente vez que hubo cambio de cromos en la CAM estaba en situación de que no lo volvieran a desairar, ni a él ni al Ayuntamiento de Murcia.
Ángel Martínez pudo ser presidente territorial de la CAM, y desde que está ahí la caja en Murcia ha sido un balneario porque evidentemente Ángel Martínez es un hombre de confianza del Palacio de San Esteban, o, si quieren, el Palacio de San Esteban un organismo de confianza de Ángel Martínez (ya hemos dicho que allí es un auténtico gurú o archimandrita económico).
En tiempos incuestionablemente malos, podemos decir que la CAM en Murcia está en buenas manos. Porque Martínez en estos tiempos es donde puede brillar más: es un gestor de ideas, y ve venir las jugadas de estrategia económica cuando todavía faltan dos turnos para que lleguen. Seguro que no se va a limitar a representar honoríficamente a la caja en inauguraciones. Quiere ejecutar y de momento le están dejando que lo haga, no sé si por algún pacto de no agresión entre Valcárcel y Camps. Ahora que hay una profunda crisis y que la Región ha perdido en parte el modelo (acertado, a mi ver) sobre el que quería crecer estos años es cuando escuchar las recetas de Martínez (o leer sus habituales tochos) se vuelve más interesante que nunca.
Biografía
Es "ucedeo". Citar todos los cargos que ha tenido reclamaría otra página de periódico, y de momento no la hay. Es más sencillo citar los cargos que no ha tenido: sabemos de buena fuente que no ha sido vendedor al por menor de "hula hoops". Casi todo lo demás lo ha sido, al menos en Murcia. Como ahora se ha puesto de moda comparar a todo el mundo con la dinastía Kennedy, diremos que siempre ha llevado el pelo con flequillo como el senador Robert Kennedy, el que fue asesinado en el hotel Ambassador hace cuarenta años. La verdad es que pensándolo bien siempre ha tenido un no sé qué de político norteamericano, en versión bolsillo.
www.elfaro.es
5 comentarios:
Amos anda, Italia lleva ya cuatro recesiones en el último decenio y no vive pavorosa como tú, mastuerzo.
!que lástima me dan las cajas de ahorro. Las pobres no han ganado dinero suficiente durante la burbuja inmobiliaria y ahora tenemos que llorar por lo mal que lo están pasando!. !Venga ya!.
Este articulista todavía no se ha enterado que la culpa de la actual crisis la tienen las entidades financieras (sobre todo las cajas de ahorro) que han hecho lo que no tenían que haber hecho antes y que ahora están haciendo lo que no deben hacer. Y además, Valcarcel no se ha enterado tampoco.
Si este periodista es una muestra de lo que tenemos en la nuestra querida Región vamos apañaos. No se entera de nada, va de progre y enterado, moderno pero en las nubes, habla de oido y además tergiversa la realidad, siempre a favor del P.P. y con citas dignas de olvidar (...cautivo y desarmado el ejercito.....)
Por favor, que Murcia es pequeña y ya sabemos quién es cada cuál.
Queridos amigos,
Os obsequio con un artículo que publicó el señor Angel Martínez en La Verdad hace unos meses proponiendo medidas para combatir la crisis. Entre sus afirmaciones, destaco algunas muy buenas:
- Pide reducir el Impuesto de Sociedades y las cotizaciones sociales y compensarlas con subidas del IVA. Pero es que resulta que al ser el IVA un impuesto proporcional sobre el consumo y ser el consumo una función decreciente de la renta (a más renta, menos porcentaje de ésta va a consumir), pues resulta que el IVA es ¡un impuesto regresivo si lo consideramos sobre el nivel de renta! Este señor es además la primera persona a la que oigo proponer solucionar una crisis gravando el consumo.
- Para justificar la rebaja impositiva, indica que la presión fiscal difiere mucho en España de la UE, y en eso tiene razón, pero lo que se olvida de decir es que estamos en el 36% del PIB, 4 puntos por debajo de la UE (40%).
- También habla del diferencial de inflación como fuente de pérdida de competitividad, si bien España junto con Alemania es el único país europeo que mantiene su cuota de mercado en el comercio internacional. Incluso un ultraliberal como Xavier Sala i Martin reconoce que los diferenciales de inflación no tienen por qué ser necesariamente malos (Véase "Economía liberal para no economistas y no liberales").
Ahí está el link del artículo:
http://www.laverdad.es/murcia/20080303/opinion/acaba-ciclo-economico-20080303.html
¿A quién quiere engañar este?
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