miércoles, 2 de julio de 2008

La Politécnica de la Región de Murcia / Juan Redondo

La Universidad Politécnica de Cartagena (UPTC) es una de las cuatro públicas que existen en España. En la década que lleva implantada ha conseguido un reconocimiento y prestigio, tanto por la formación de las promociones de titulados, como por los proyectos de investigación desarrollados, aspectos que avalan la idoneidad de sus instalaciones y la calidad del profesorado.

Sin embargo, cuando llegan estas fechas donde se ofertan las plazas universitarias, la UPCT se encuentra con que la demanda por parte de los alumnos no supera las previsiones. “Necesitamos más alumnos”, apuntan desde la UPCT.

El rector, Félix Faura, recientemente reelegido por aclamación, dice que también espera más apoyo y protección del Gobierno Regional a la hora de implantar nuevos títulos de grado. La apreciación puntual de Faura viene por la preinscripción para Arquitectura, de próxima implantación.

En esta disciplina van a competir en captación de alumnos la UPCT y la privada UCAM. De momento en está última, la de la polémica titularidad entre Obispado y la Fundación San Antonio de la familia Mendoza, las solicitudes ya han superado ampliamente los puestos ofertados. La duplicidad de la oferta docente, pública y privada, no tiene porque ser cuestionable, ya que ambas cuentan con los correspondientes requisitos legales.

Sin embargo quizás sea el momento de empezar a plantearse el por qué del estancamiento de la UPCT, de su baja competividad frente a ofertas privadas o publicas, como las de Alicante. Su ubicación en Cartagena debe considerarse la más idonea debido a que ahí se encuentra el gran polo industrial de la Región.

Sin embargo no acaba de considerarse como la Politécnica de la Región de Murcia. A veces por la distancia o quizás por la falta de promoción por las instituciones regionales. Faura habla sensatamente de más proteccción por parte de la Comunidad. La UPCT no puede ni debe quedarse limitada en su expansión e incluso, como apuntan analistas, no debería descartar ampliar su campus a Murcia. Un debate que queda abierto.

Y Saura tiene la culpa del “agujero sanitario”

La situación financiera de la Sanidad regional es más que preocupante, sino no presentan la concursal es porque las entidades públicas no pueden acudir a esta medida. Con una deuda actual de 300 millones de euros a unos proveedores que les tienen con la soga al cuello. Con un libramiento de 70 millones por parte de la tesorería regional, que apenas cubre un mes, y con la amenaza de no librar más euros hasta final de año, con lo que la deuda se irá a los 600 millones, sale la consejera Palacios echando la culpa a Pedro Saura.

Las transferencias las negoció en su día Francisco Marqués, la jornada de 35 horas y el incremento salarial de los funcionarios del SMS lo firmó el Gobierno Regional. A la actual consejera la trajo Valcárcel de Cartagena para sustituir a Teresa Herranz, como teórica experta en control del gasto. Y ante una situación sino caótica, al menos preocupante, sale con la coyuntura y con Princesa. Disculpas que a los acreedores no les harán mucha gracia.

www.elfaro.es

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Palacios ya tuvo sus más y sus menos en la UPCT (que no UPTC) y menos mal que se la llevaron (para desgracia de algunos murcianos) a Murcia.
La UCAM tiene mas matriculaciones, no por la calidad de la misma, sino por su ubicación en Murcia, y porque más de uno piensa que es más fácil obtener el título ahí que en la UPCT o en cualquier otra universidad politécnica española con esta carrera de arquitectura.

La UPCT necesita una profunda reforma, y Faura no es la persona más adecuada para liderarla. Le faltan ideas y ser más combativo con la administración regional, dando alternativas y trabajando más con el desleal ayuntamiento de la ciudad, que no dota a la misma de las infraestructuras adecuadas para tener una universidad. Porque tampoco lo hace con los barrios perifericos o no señoritos de la misma. Y por supuesto si este municipio no colabora, otros municipios esperan. Por qué todo tiene que estar en Murcia y Cartagena?

Anónimo dijo...

El mayor monstruo: los celos