LORCA.- Los inmigrantes sudamericanos comienzan a abandonar lentamente la Región de Murcia ante el empeoramiento de la situación económica y laboral que ha traído la crisis, y un sufrimiento moral de todos los colectivos en presencia (magrebíes, subsaharianos, europeos orientales e hispanoamericanos), que parece no importar a nadie.
Todavía el censo de extranjeros dados de alta en la Seguridad Social ronda los 100.000 entre nosotros aunque puede haber otros tantos en la economía sumergida de la agricultura, la hostelería o el servicio doméstico, fundamentalmente. Así, aguantan un poco más los magrebíes.
Pero la presencia de inmigrantes sigue siendo necesaria para la economía regional y el mercado laboral. Sin ellos, hubiera sido incapaz de mantener su ritmo anual de crecimiento. En estos momentos, sin embargo, la desaceleración ha frenado la llegada de extranjeros, pese a que los expertos subrayan que esta mano de obra seguirá siendo necesaria para nuestro sistema productivo.
El paro entre los inmigrantes se ha duplicado en el último año, hasta llegar a los 9.400 desempleados. Cada vez hay más dificultades para encontrar ofertas de empleo, y eso puede generar problemas a la hora de renovar los permisos de trabajo, porque se exige haber cotizado a la Seguridad Social al menos seis meses al año.
El campo ha asumido parte de la mano de obra excedente de la construcción, pero hay una diferencia salarial importante, y eso causa inquietud. Sólo se trabaja de forma ocasional y como jornalero. Algunos latinos han optado por hacerse autónomos. Otros intentan encontrar trabajo en la industria, el turismo y la atención a la dependencia.
Los problemas que empiezan a aquejar a los inmigrantes han empujado a un grupo de 60 bolivianos sin papeles a pedir ayuda al Ayuntamiento de Jumilla para regresar a su país. Los inmigrantes solicitan alguna subvención que les permita costear los 800 euros que cuesta el billete de avión a Bolivia.
Y es que cada vez hay más inmigrantes que se plantean volver a sus países de origen ante las dificultades económicas que empiezan a encontrar en la Región. Por eso, los gobiernos español y ecuatoriano han puesto en marcha un programa de retorno voluntario, que ofrece facilidades para quienes deseen retornar.
Más de mil inmigrantes de esta nacionalidad, que viven en la Región de Murcia, han comenzado el proceso, que les permitirá regresar con su coche, sus muebles e incluso su maquinaría de trabajo sin pagar aranceles.
Además, el Gobierno ecuatoriano ofrecerá a partir de junio o julio microcréditos para abrir negocios en el país y subvenciones para acceder a una vivienda. Será entonces cuando, previsiblemente, aumente el interés por sumarse al programa de retorno.
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