MADRID.- España retrocedió durante la última legislatura dos puestos, hasta la posición 29, en el Índice de Libertad Económica elaborado por la Fundación Heritage, The Wall Street Journal y la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), según refleja la edición para 2008 de este indicador, presentado hoy en Madrid.
El secretario general de FAES, Jaime García-Legaz, además candidato del PP al Congreso por Murcia, destacó que España logró escalar 36 puestos en este indicador, hasta las posición 29, durante la etapa de Gobierno de José María Aznar y localizó la causa del retroceso de los último cuatro años en el aumento del gasto público, la presión fiscal y la inflación.
Asimismo, destacó el incremento del paro "en casi 300.000 personas" a lo largo de la legislatura, ciudadanos que, a su juicio han perdido también libertad para elegir, comprar, y tomar decisiones, hasta el punto de convertirse en "esclavos" del presupuesto público a través de las subvenciones.
Por este motivo, García-Legaz reclamó un "regeneración" de todas las instituciones reguladoras "para que la libertad económica permita avanzar en todos estos índices y que dentro de cuatro años veamos que hemos vuelto a la senda de la libertad económica".
El periodista Carlos Rodríguez Braun lamentó que la situación de España en el Índice de Libertad Económica sea peor que la de Alemania o Suecia o Austria, e incluso Taiwán, Lituania, Armenia, o Trinidad y Tobago". Según Rodríguez Braun, España vive bajo un "trilerismo fiscal" porque el Estado actúa como este tipo de timador al ir cambiando la presión fiscal "según la resistencia de la gente".
El investigador del Centro para Asuntos Internacionales y Económicos, Jim Roberts, reprochó al Gobierno socialista no haber continuado con las reformas iniciadas por el PP en su etapa de Gobierno, lo que a su juicio hubiera permitido a España "alcanzar a los niveles de PIB de los miembros más ricos de la UE", en lugar de llevar a cabo una "deconstrucción" y un "derroche" del legado recibido.
Otro de los colaboradores en la elaboración del índice, el escritor Guy Sorman, señaló que la globalización "ha destruido los últimos vestigios del sistema socialista", lo que ha permitido que el mundo esté entrando en una "nueva civilización basada en la libertad política y económica".
Por su parte, el director de Economía de FAES, Fernando Navarrete, lamentó que España "no se haya movido "lo suficentemente rápìdo" en el entono de una economía global y aseguró que los españoles han perdido la capacidad "de creer que son capaces de estar entre los mejores".
El secretario general de FAES, Jaime García-Legaz, además candidato del PP al Congreso por Murcia, destacó que España logró escalar 36 puestos en este indicador, hasta las posición 29, durante la etapa de Gobierno de José María Aznar y localizó la causa del retroceso de los último cuatro años en el aumento del gasto público, la presión fiscal y la inflación.
Asimismo, destacó el incremento del paro "en casi 300.000 personas" a lo largo de la legislatura, ciudadanos que, a su juicio han perdido también libertad para elegir, comprar, y tomar decisiones, hasta el punto de convertirse en "esclavos" del presupuesto público a través de las subvenciones.
Por este motivo, García-Legaz reclamó un "regeneración" de todas las instituciones reguladoras "para que la libertad económica permita avanzar en todos estos índices y que dentro de cuatro años veamos que hemos vuelto a la senda de la libertad económica".
El periodista Carlos Rodríguez Braun lamentó que la situación de España en el Índice de Libertad Económica sea peor que la de Alemania o Suecia o Austria, e incluso Taiwán, Lituania, Armenia, o Trinidad y Tobago". Según Rodríguez Braun, España vive bajo un "trilerismo fiscal" porque el Estado actúa como este tipo de timador al ir cambiando la presión fiscal "según la resistencia de la gente".
El investigador del Centro para Asuntos Internacionales y Económicos, Jim Roberts, reprochó al Gobierno socialista no haber continuado con las reformas iniciadas por el PP en su etapa de Gobierno, lo que a su juicio hubiera permitido a España "alcanzar a los niveles de PIB de los miembros más ricos de la UE", en lugar de llevar a cabo una "deconstrucción" y un "derroche" del legado recibido.
Otro de los colaboradores en la elaboración del índice, el escritor Guy Sorman, señaló que la globalización "ha destruido los últimos vestigios del sistema socialista", lo que ha permitido que el mundo esté entrando en una "nueva civilización basada en la libertad política y económica".
Por su parte, el director de Economía de FAES, Fernando Navarrete, lamentó que España "no se haya movido "lo suficentemente rápìdo" en el entono de una economía global y aseguró que los españoles han perdido la capacidad "de creer que son capaces de estar entre los mejores".
No hay comentarios:
Publicar un comentario