La participación dicen todos los analistas que será una de las claves para resolver el empate técnico con el que se ha empezado la campaña electoral, el otro vendrá del resultado de los tres grandes debates. Los socialistas abordarán el de esta noche con la ventaja inicial del holgado triunfo de Solbes frente a Pizarro.
En Murcia se aborda también la semana más intensa de la campaña con la presencia de los primeros espadas del cartel por los tres partidos, IU, PP y PSOE. Será una semana de gran movilización en la que posiblemente se vayan decantando parte de los indecisos.
La abstención preocupa más a los socialistas que a los populares, ya que dicen que la alta participación les podría dar hasta una mayoría absoluta a nivel nacional y el cuarto diputado en la Región.
Como en todas las campañas se incorporaran un nuevo contingente de votantes por primera vez. A los jóvenes se añaden los emigrantes nacionalizados que podrán ejercer su derecho al voto. Un sector poco organizado y sometido a las debilidades propias de su situación social y laboral.
Dicen los socialistas que ahí puede afectar el miedo que intentan introducir los populares con la situación económica y los augurios sobre un periodo largo donde el paro se puede ver incrementado. Un paro que castigaría más a los emigrantes, mujeres y primeros empleos. Según el PSOE se estaría jugando con el "voto secuestrado" por el temor al futuro.
En algunos emigrantes nacionalizados existe inquietud e interés por los próximos comicios. En una fiesta mitin socialista en Espinardo asistían dos familias de magrebíes que estaban orgullosos de poder ejercer su derecho al voto y anunciaban que así lo harían el 9-M. En los encuentros del PP también es frecuente ver a representantes o grupos de estos colectivos interesados por participar en las generales de marzo. El nuevo voto emigrante también cuenta en una Región donde el décimo diputado esta en juego.
El sector juvenil de nuevos votantes también contará, y aquí el fomento de la participación parece ser el objetivo de todas las fuerzas política. En unas elecciones cuando se habla de fomentar la participación incluye también que esta sea positiva para los intereses de la fuerza política que la impulsa. Porque eso de votar aunque sea al contrario, queda bien en las declaraciones de intenciones de cara a la galería.
El Real Murcia no entra en la campaña
Como cambian las cosas de un año a otro. En las pasadas autonómicas y municipales los buenos resultados del Real Murcia y el ascenso a primera era capitalizado por socialistas y populares. “Una Región de primera con un equipo de primera”, pregonaba Valcárcel cada dos por tres. “Un Ayuntamiento de primera con un equipo de primera”, insistía una y otra vez Miguel Ángel Cámara.
En esta campaña para las generales parece que los candidatos se han vuelto menos futboleros y las alusiones al Real Murcia brillan por su ausencia. Parece que nadie quiere hacer comparaciones ni capitalizar la floja marcha del equipo, porque no es oportuno. Son las utilizaciones oportunistas en las campañas.
En Murcia se aborda también la semana más intensa de la campaña con la presencia de los primeros espadas del cartel por los tres partidos, IU, PP y PSOE. Será una semana de gran movilización en la que posiblemente se vayan decantando parte de los indecisos.
La abstención preocupa más a los socialistas que a los populares, ya que dicen que la alta participación les podría dar hasta una mayoría absoluta a nivel nacional y el cuarto diputado en la Región.
Como en todas las campañas se incorporaran un nuevo contingente de votantes por primera vez. A los jóvenes se añaden los emigrantes nacionalizados que podrán ejercer su derecho al voto. Un sector poco organizado y sometido a las debilidades propias de su situación social y laboral.
Dicen los socialistas que ahí puede afectar el miedo que intentan introducir los populares con la situación económica y los augurios sobre un periodo largo donde el paro se puede ver incrementado. Un paro que castigaría más a los emigrantes, mujeres y primeros empleos. Según el PSOE se estaría jugando con el "voto secuestrado" por el temor al futuro.
En algunos emigrantes nacionalizados existe inquietud e interés por los próximos comicios. En una fiesta mitin socialista en Espinardo asistían dos familias de magrebíes que estaban orgullosos de poder ejercer su derecho al voto y anunciaban que así lo harían el 9-M. En los encuentros del PP también es frecuente ver a representantes o grupos de estos colectivos interesados por participar en las generales de marzo. El nuevo voto emigrante también cuenta en una Región donde el décimo diputado esta en juego.
El sector juvenil de nuevos votantes también contará, y aquí el fomento de la participación parece ser el objetivo de todas las fuerzas política. En unas elecciones cuando se habla de fomentar la participación incluye también que esta sea positiva para los intereses de la fuerza política que la impulsa. Porque eso de votar aunque sea al contrario, queda bien en las declaraciones de intenciones de cara a la galería.
El Real Murcia no entra en la campaña
Como cambian las cosas de un año a otro. En las pasadas autonómicas y municipales los buenos resultados del Real Murcia y el ascenso a primera era capitalizado por socialistas y populares. “Una Región de primera con un equipo de primera”, pregonaba Valcárcel cada dos por tres. “Un Ayuntamiento de primera con un equipo de primera”, insistía una y otra vez Miguel Ángel Cámara.
En esta campaña para las generales parece que los candidatos se han vuelto menos futboleros y las alusiones al Real Murcia brillan por su ausencia. Parece que nadie quiere hacer comparaciones ni capitalizar la floja marcha del equipo, porque no es oportuno. Son las utilizaciones oportunistas en las campañas.
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