martes, 27 de junio de 2006

La conexión Olivo-Valcárcel


El presidente Valcárcel Sisó, según cuentan sus próximos, está muy inquieto desde la tarde de ayer tras conocer la detención en Málaga del magnate murciano Tomás Olivo López (no es cartagenero sino de la pedanía rural murciana de Lobosillo, donde tiene una casa), enredado finalmente en la "trama de Marbella", esa misma que, nuestro todavía presidente, dice que nada tiene que ver con lo que sucede en la Región de Murcia. ¡Qué casualidad que el epicentro de la supuesta delincuencia regional de cuello blanco esté siempre próximo, según fuentes de la Guardia Civil, a Pozo Estrecho, La Unión, Torre Pacheco, Los Alcázares, San Javier, San Pedro y Lobosillo!. Es para no fiarse ya ni de Pedro Saura por el mero hecho de ser natural y vecino de la zona cuando se escuchan cosas parecidas a que si Olivo "canta" aquí caé hasta el "rubio del hipódromo". Entónces, ¿estamos ante un testaferro de gente mucho más importante? No se puede descartar. Por cierto, ¿con que entidad financiera suele trabajar Olivo en nuestra región?

Desde la presunción de inocencia a que tiene derecho nuestro paisano, frente al cargo de cohecho que se le imputa, lo cierto es que los hechos que se le conocen en Cartagena no son un ejemplo para la economía libre y de mercado. La alcaldesa, Pilar Barreiro, del PP, también tiene motivos de preocupación si a los investigadores policiales se les ocurre buscar los mismos presuntos delitos en su consistorio. No arrendamos la ganancia a esta ferrolana, y sus sucesivos responsables de urbanismo, de las probables conclusiones de esas, por otra parte, necesarias pesquisas, vista la rotundidad presidencial al negar conexiones, presuntamente criminales, Murcia-Marbella, o mejor dicho en este caso, Cartagena-Marbella. ¿Irá, también aquí, alguien a la trena por haber sucumbido, más de una vez, a los encantos ocultos de don Tomás, hasta hacer de su capa un sayo con todo aquello que toca y convierte en oro?¿Para él sólamente o reparte ganancias con notables ocultos entre bambalinas? Roca trabajó primero para Olivo en Marbella y luego parece, sólo parece, comenzó a ir aparentemente por libre. ¿Por qué no se detuvo a Olivo hace tres meses? Para confirmar sus relaciones y conexiones, siguiéndole y, probablemente, interviniendo también sus teléfonos.

Pues pronto vamos a ver si es que no va todo aquello con nuestra región y tiene razón Valcárcel Sisó, por encima de lo que piensa la Fiscalía Anticorrupción, presta a destacar a uno de los suyos en nuestro TSJ para aliviar de trabajo al fiscal-jefe, López Bernal. La investigación en marcha por la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de la Comisaría General de Policía Judicial derivará, con toda seguridad, en ramificaciones en Cartagena y Murcia, si no lo ha hecho ya y ahora viene la traca gorda. Y eso es lo que inquieta al presidente. ¿Por qué? ¿Hablamos de la sorprendente recalificación municipal, y volumetría, de la parcela de la antigua Fábrica de la Pólvora de la calle Acisclo Díaz, en la capital de la Región? ¿Lo hacemos, o no, y recordamos, de paso, la resistencia del alcalde Cámara ante las insistentes presiones de San Esteban?

Valcárcel Sisó se ha mostrado, personalmente, como valedor de Tomás Olivo ante políticos del PP allá donde el promotor inmobiliario, y de otros negocios, tenía interés en tener intereses. En una ocasión, al menos, se puso en contacto telefónico con dirigentes de su partido en la Comunidad Valenciana para que no se opusiesen a sus pretensiones en un gran municipio gobernado por otros y donde eran oposición. Adujo ante sus compañeros del PP que Olivo era un gran benefactor del partido en la Región de Murcia. ¿Se debe entender benefactor como sinónimo de financiador? Y si es así, ¿a cambio de qué? ¿O Tomás Olivo hace ahora desinteresadas obras de caridad entre partidos políticos con dirigentes de mucha avidez?. Difícil de explicar tanto amor interesado. Y difícil explicarse ante tanto rastro dejado desde la falsa seguridad que emana de una larga impunidad, que ahora puede trascender y tornarse en jaque mate.

Es comprensible, pues, la preocupación de Valcárcel. No gana para tanto problema junto en año preelectoral, después de aparecer su hermano Carlos relacionado a fondo con "Polaris" (hasta acudir de boda al desierto), y de él mismo con "Hispania", al conseguir el chollo de un piso de 260 m2, en plena Gran Vía de Murcia, a un precio de saldo. ¿Es eso un presunto delito de tráfico de influencias o, tal vez, de negociación prohibida a funcionario público? Si llega a ser candidato de nuevo en 2007, extremo que parece ahora más improbable, la opinión pública regional no va a dar abasto para asimilar tanta nueva información jugosa sobre este inadecuado cabeza de cartel. Veremos si le afecta, o no, lo de Marbella. Y si no termina declarando, como Collado, ante el TSJ.