martes, 31 de octubre de 2006

La vuelta de Javier Guillamón a Murcia


El actual vicepresidente murciano de la CAM, Javier Guillamón Álvarez, cesará en breve tras las negociaciones entre el PP y el PSPV-PSOE para cubrir los puestos vacantes en el consejo de administración de la entidad a comienzos de 2007. Ni en Valencia ni en Murcia tiene suficientes apoyos ahora como para mantenerse en el puesto. Su vuelta a casa como docente e investigador universitario no tiene retorno.

El vicepresidente alicantino, Armando Sala, muy relacionado con el sospechoso sector de la promoción inmobiliaria, tampoco repetirá ante su insensibilidad manifiesta con la Obra Social y sus peligrosas amistades, conservadas en su calidad de viejo aparejador. Su antigua relación personal con Zaplana también ha servido para descartar desde Valencia su continuidad. Un alicantino en la órbita de Camps será ahora su sustituto.

En total, el catedrático de Historia de la UMU ha estado casi una década en su actual cargo gracias al apoyo político recibido en su día de los diputados y ex ministros de Aznar, Federico Trillo y Eduardo Zaplana, y por la fuerte aportación previa de su suegro, el especulador Miguel Vivancos, a los recursos ajenos de la CAM. Sin embargo, su aportación intelectual a la actividad ordinaria ha sido casi nula y errática las más de las veces por su desconocimiento del negocio bancario y por no dar nunca la talla en la concepción de la actividad cultural.

Su fuerte concurso político, además, en el espinoso asunto de “Nova Cartago”, junto al Mar Menor, que ha enredado a la CAM en una investigación sobre presunta corrupción urbanística, ha terminado de una con Guillamón, quien también llegó a ser presidente de la cuestionada empresa promotora-inmobiliaria “Hansa Urbana”, hoy con polémica presencia en Mazarrón. Los sindicatos presentes en la entidad tampoco han aprobado nunca sus fuertes gastos en dietas y viajes, a cargo de la partida de representación, pagados finalmente por todos los impositores. Su imagen interna ha terminado siendo desastrosa.

El actual presidente de la Generalidad, Francisco Camps, del PP, no piensa ahora, pues, en Guillamón para mantenerlo como consejero elegido por las Cortes Valencianas y, por tanto, al no ser tampoco, por falta de confianza política, el candidato de Ramón Luis Valcárcel, ha de salir y dejar paso a otro de consenso esta vez, que muy bien pudiera ser en enero uno de los actuales consejeros del gobierno autónomo o persona muy próxima (como su hermano Carlos, el verdadero“cerebro” de la familia) en lugar del empresario Ángel Martínez, tal como se deseaba en 2003. (Sus relaciones con el Presidente están muy deterioradas por la libertad de crítica que ejerce el ex dirigente de la UCD murciana y su enorme pérdida de peso en un PP regional controlado “de facto” por el concejal y también íntimo amigo, Antonio Sánchez Carrillo).

La manejada candidatura del ex consejero Patricio Valverde, aparte de estar fuera de tiempo, resulta ya prácticamente inviable ante las investigaciones policiales sobre el fuerte incremento experimentado por su patrimonio en 300 millones de pesetas, valor de tasación de su actual residencia en la exclusiva urbanización “Monte Príncipe”, junto a “Altorreal”, construida por el cuestionado empresario cartagenero Alfonso García, quien antes recibió cuantiosas subvenciones del INFO para el parque eólico de La Unión cuando Valverde era director general o consejero de Industria e Innovación. Su parentesco con Egea Krauel hace también desconfiar en la sede central de la CAM en Alicante.

Durante la permanencia de Guillamón en la CAM, sus enfrentamientos frecuentes con el presidente y potentado Vicente Sala (nombrado en su día por los socialistas de Juan Lerma) y el vicepresidente valenciano, Gil Terrón, han sido el denominador común y el más notable balance del murciano en las reuniones del Consejo, que él siempre iniciaba con divagaciones para luego nunca concretar nada tras exasperar al presidente Sala. Sus relaciones con "Polaris World" tampoco eran bien vistas.

Ariete de Zaplana contra esa Presidencia y su principal valedor para conseguir los arriesgados créditos a “Terra Mítica”, Guillamón se ha “quemado” en su misión institucional para Madrid, Murcia y Vega Baja del Segura, precisamente por ser agente del hoy muy cuestionado cartagenero más que hombre en la CAM del otro asesor de Aznar en La Moncloa, el vallisoletano Carlos Aragonés, hoy en la órbita de Rajoy, en excedencia registrador de la Propiedad en Santa Pola. ¿Irá ahora su colega y sustituto Riquelme, también de consejero a la CAM?

Las relaciones nada discretas de Guillamón con la extrema derecha mediática de Alicante y sus extrañas alianzas con felones dentro de la nómina de la CAM para preparar la conjura de Zaplana contra el ex director general, Juan Antonio Gisbert, socialista, pronto le valieron la desconfianza de círculos económicos alicantinos históricamente relacionados con la entidad. El paso de Guillamón por Alicante le ha proporcionado numerosos detractores, entre quienes le han conocido personalmente, por mantener una postura demasiado identificada públicamente con sus dos mentores políticos de fuera. Para el empresariado clásico ha resultado ser un fiasco.

En su década prodigiosa, este catedrático nacido en la Ronda de Garay, en el seno de una conocida familia murciana (es hermano del decano del colegio de Ingenieros de Caminos, Juan Guillamón), tampoco supo granjearse las simpatías de los círculos económicos de la Región mientras la CAM ha seguido cediendo cuota de mercado en Murcia a favor de otras cajas, entre ellas “Cajamar” por ser la que más ha crecido a su costa. (En Alicante siempre lo consideraron como un infiltrado de “Cajamurcia” en la CAM por su vieja amistad y proximidad con su eterno director general, Carlos Egea).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Amigo de la extrema derecha mediática de Alicante...y de la de Murcia, y de la de Valencia, y de la de Madrid. Menudo trincón. Que los sindicatos de la CAM hagan público lo que ha costado el paso de este tipo por la Caja y veremos lo que algunos clientes tardan en cerrar sus cuentas y libretas. Y por si eso fuera poco, gran amigo de Zaplana y de Trillo, dos buenos sujetos de cuello blanco y mano larga.

Anónimo dijo...

Este es un "chorizo" de marca mayor que alcanzó la cátedra por ser del Opus. ¿Cuántos libros ha publicado en su vida? ¿Cuál es su especialidad en Historia? Un jeta sin puta idea, al que salvó dar el "braguetazo" con una alumna.

Desde ahí a la CAM... y a viajar por todo el mundo con dinero de los clientes: jubilados, viudas y estudiantes que pensaban que se dedicaba a obras sociales. Y este inmoral gastándolo a manos llenas en hoteles de cinco estrellas aunque tenga un suegro más que multimillonario. Que hablen ahora los sindicatos para desenmascarar a este corrupto de comunión diaria.

Anónimo dijo...

El día que se sepa todo sobre el paso de Guillamón por la CAM se comprobará lo inútil que ha resultado para Murcia este vivo ilustrado con verdadera ansia de figurar y vivir de los demás.

Él se ha dedicado a procurar créditos a los amigos de Zaplana y al propio ex ministro. ¿De dónde ha salido el enorme piso de la Castellana, en Madrid? El crédito lo procuró la CAM por la presión de este y otros consejeros puestos por Zaplana.

Esa es la corrupción de Guillamón y el dineral gastado en viajes por el mundo con sus correspondientes dietas desde que sale de Murcia en un coche con chófer que también le han pagado durante diez años todos los clientes de la CAM.

Anónimo dijo...

Zaplana y trillo dos murcianos que no quieren ser murcianos salvo por interes .En fin estos del PP de murcia se sabe que funcionan por el euro y los tratos de favor a sus amigos que luego nos quieren hacer creer que es casualidad ,se piensan que somos gilipollas y resulta el ser un mafias para ellos es ser un democrata español.pues mis cataplines no son TONTOS.

Anónimo dijo...

Este señor ha tenido la poca vergüenza de decirme sinvergüenza, por haber errado cuatro preguntas en un examen tipo test. Cuando leyendo mi examen ante mi, ha reconocido que tengo conocimientos de su asignatura (ha utilizado expresiones tales como "Yo lo entiendo todo"), luego se ha negado a sumarme la mitad del examen. Me ha suspendido teniendo un cinco, más de hecho, pero con esa nota me conformo por la beca...

Gracias a él tengo que apoquinar doscientos euros en una segunda matrícula de Historia Moderna de España. Al final, sabe tanto como yo, pero ser catedrático le da potestad de jugar con la vida de los demás. Pues eso ha hecho toda su vida, y sigue haciéndolo desde su cargo. Gracias a él, posiblemente no obtenga beca y no pueda cursar el cuarto y último curso de mis estudios.