Los resultados político-económicos de inversiones ventajistas de nuevo cuño no son, a veces, como se esperan tras las promesas del mediocre trepador de turno, dispuesto a vender a su padre por un sillón de primera fila. Ya son dos las empresas cartageneras, "Polaris World" e "Hispania", víctimas de esas promesas murcianas a cambio de cebar al protagonista, o a su entorno, con todo tipo de bienes y parabienes, que se han visto sorprendidas a medio camino de forzar la legalidad, no por incumplida menos vigente, creídas de contar con una cobertura política que su esfuerzo económico les costaba y que, a la hora de demostrarlo, se les niega el atajo prometido apelando a unas exigencias, que siempre se dieron por válidas como obstáculo que no debe serlo "estando nosotros aquí y siendo vosotros los afectados". Pase primero por caja, y luego por la Caja.
Tanto Meroño como Casanova han sido un par de pardillos por no saber con quien se la jugaban. En otro plano, igual que Zambudio, de ITT y Televisión Murciana. "Prometer, prometer hasta meter", que dicen en la Huerta, y luego, si te he visto, no me acuerdo. Si hubiesen preguntado antes a Calero, él sí que es un verdadero catedrático en cierta ciencia sobre tarados políticos. Ya no vale decir, porque no es tiempo, que se llevan de Murcia a Almería o Alicante las inversiones previstas. Se ha jugado con la codicia desde la ambición de poder y, de momento, va ganando la segunda lacra. La cosa es que, quien decía estar para jugársela por todos, ahora los deja tirados con créditos multimillonarios y suelo rústico comprado a buen precio pero sin posibilidad de colocar ni un ladrillo. Sucedió antes con "Polaris World" y ahora con "Hispania". Hay gente que presume de tener palabra y que es conocida de años por una retórica ridícula, grotesca y hueca.
Los que financian campañas políticas lo hacen a cambio de una alta rentabilidad por lo arriesgado siempre de esa inversión. No se puede cambiar de postura en 24 horas después de excitar durante meses a los ventajistas, con viajes de ayuda a Londres "in extremis" y apelaciones al "Agua para todos". Está muy bien conseguir un magnífico piso de 250 m2 en la Gran Vía Salzillo un 70% más barato de su valor de tasación pero alguien tendrá que cargar con la diferencia a cambio de fuertes compensaciones en otro orden de cosas. ¿Ahora qué? Si alguien canta, el murciano más conocido hoy se puede sentar en el banquillo por presunto tráfico de influencias. Que casi seguro las ha habido, en este y otros casos, a través del hermanísimo y colegas interpuestos para tomarle el pelo a pachequeros y unionenses. Eso, va a misa. Y el fiscal-jefe tiene pruebas encima de su mesa. Otra cosa es cuando y cómo las utilizará, si llega a hacerlo.
¿Para qué invertir tanto en medios-botafumeiro (100.000 ejemplares diarios de "Crónica del Sureste", según la OJD) si luego eso no se traduce en billetes del BCE por un trato de favor de quienes administran el grueso de la publicidad local desde la táctica del palo y la zanahoria? Podemos hablar de debilidad y de cobardía, pero también de caraduras. Se puede hablar de mentirosos pero también de falta de dignidad tras beneficiarse indirectamente de situaciones sobrevenidas de poder. "Nunca mais" un tipo así, que se ríe de la sociedad civil y de las sociedades mercantiles a las que promete el oro y luego les manda al "moro de Blanca" para que escupa un embuste tras otro. El prometedor está acabado por jugar a aprendíz de brujo pero falta el empujón para que se vaya por mentiroso y porque nada se hace sin que él lo decida.
Paralizar inversiones no productivas, no lo condena nadie. Pero lanzar complejos mediáticos contra un farsante, es una especie de purgatorio que redime y reinserta. No hay que castigar a los ciudadanos de San Javier, Mazarrón, Alhama o Águilas retirando el futuro prometido sino prescindir de los políticos parásitos, que todo lo encarecen e interceptan los retornos en su propio beneficio. Aquí ha subido el peaje en base a renovar temporada. Si quiere usted el "pelotazo" del que hablamos hace tres años, primero vuelva a financiar mis gastos de campaña y no tenga tentaciones de hacerlo también con mi competencia porque crea que ya está más fuerte que yo.
Eso de la inseguridad jurídica para los inversores, los engaños reiterados a un truhán, los actos de cobardía de un mentiroso compulsivo, la imagen negativa y de desconcierto, y la reserva de acciones legales por supuestos perjuicios, está muy bien pero ahora toca actuar y descubrir al felón antes de sentarse a la mesa a pactar buenas prácticas urbanísticas con la sociedad civil, que viene denunciando de meses el incumplimiento legal de la propia autoridad obligada a ello. No es preciso retirar inversiones pero hagánse las cosas bien y prescindamos de intermediarios comisionistas que todo lo encarecen arriesgando lo mínimo, y luego no cumpliendo lo prometido.
Ni Cope, ni Zerrichera, ni Corvera son planteamientos realistas. Hay quien le ha dicho al fiscal-jefe, que a él nunca le gusto el proyecto de La Zerrichera. Pero lo ha afirmado al saber que después del verano habrá en Murcia 50 fiscales dispuestos a meter en la cárcel a quien eche un pulso al Estado. Por eso ha salido corriendo y dejado en el camino a quienes saciaron su hambre. En el reparto del botín, alguien se ha llevado ya la única parte segura. Todavía se está riendo.
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