Roma apoya hoy, sin fisuras, a Reig Plá (como no podía ser de otra manera), mientras el secretario de Estado, Tarsicio Bertone, ni siquiera habló con Zapatero sobre la UCAM en su reciente viaje a Madrid. Mendoza se presentó allí de 'motu propio' para dar la sensación de que todavía lleva la iniciativa pero no es así. Roma ya ha movido ficha en silencio ante las truculentas maniobras del cartagenero, lo que no impidió la cortesía diplomática del secretario de Estado del Papa con él y su esposa, pese a provocar enfrentamientos entre los obispos españoles en su propio beneficio.
Por eso los discretos testimonios particulares de cientos de murcianos llegados, uno a uno, a la Nunciatura en apoyo de su pastor durante los últimos meses, hacen aconsejable ahora evitar el escándalo y buscar una salida satisfactoria para ambas partes. Se trata de desactivar una escopeta aún hoy cargada para Roma. Y en eso se está por parte de los especialistas. De momento, Roma pasa la 'patata caliente' a Monteiro de Castro, por otra parte buen amigo de Mendoza y de Rouco Varela, y éste gran mentor del cartagenero.
Pero Benedicto XVI ha recibido públicamente, hace unos días en Roma, al obispo de Cartagena como muestra de que el Santo Padre está perfectamente informado de quien es quien en todo este conflicto, en el que se ha llegado a acusar en privado a Reig Plá de ser el mismo Satanás disfrazado con sotana. Pese a esa grave acusación, al parecer desde el entorno de la UCAM, Reig Plá viajo también poco antes a México, al Encuentro Internacional de las Familias, como representante máximo de la Conferencia Episcopal española. Era el primer signo de que no había sido abandonado a su suerte por la jerarquía, tal como ha querido dar a entender Mendoza.
El tema de la UCAM lleva camino de una solución definitiva de la mano de la Nunciatura. Y ese camino pasa por una fórmula salomónica. La Diócesis no sale derrotada ni Mendoza victorioso. Lo que queda en Murcia es de una y lo que ahora pueda desarrollar en Cartagena Mendoza será de la Fundación 'San Antonio'. El cartagenero se resistirá pero la alternativa B es mucho peor para él. Debe escuchar a las sotanas y obedecer para no complicar más las cosas. Desde hace días tiene en su poder la oferta oficiosa a través de una tercera persona.Por eso se mueve tanto en el papel-prensa: está oliendo el riesgo.
El Vaticano toma pues distancia del tema, o al contrario; aleja del desgaste del contencioso a Reig Plá, pone el diferendo en manos de la asesoría jurídica de la Nunciatura para evitar que Mendoza siga perturbando el trabajo diario de Bertone solicitándole cartas que legitimen relativamente sus propios intereses. Y, de paso, se evita la molestia de que Mendoza se presente en Roma, cada dos por tres, a dar la vara a los cardenales y entregarles algún obsequio pagado con fondos de la UCAM ó la Fundación 'San Antonio' que, por cortesía, tampoco suelen rechazar.
La confusión intencionada, en una maniobra a la desesperada, es que Roma le había quitado autoridad al obispo. Nada más lejos de la realidad. Reig Plá sigue siendo el gran canciller de la UCAM, le guste o no a Mendoza. Las famosas cartas de Bertone, la primera y la de ahora, son puras notificaciones a solicitud de Mendoza, que no implican ningún pronunciamiento contra la postura defendida y sostenida por Reig Plá en base a la documentación histórica dictaminada y en su poder. Y lo de la Nunciatura es una pura estrategia vaticana para solucionar jurídicamente la cuestión dentro del territorio donde se ha suscitado el litigio y en espera del pronunciamiento de la jurisdicción civil.
En algún momento del proceso, Mendoza ha cometido un error fatal. Quizás una precipitación con implicación de terceros contra su voluntad. Tal vez tensionar las relaciones España-Vaticano enfrentando posturas del Consejo de Estado y la Nunciatura. Y Roma no está por conflictos con la católica España después de que el Rey y Zapatero, autoridades legítimas de nuestros país, hayan sido mancillados desde medios de comunicación próximos a la Iglesia.
La visita de Bertone para fumar en Madrid la 'pipa de la paz' ha sido un mal síntoma para Mendoza y los que le apoyaban desde la púrpura. Los vientos de Roma han rolado ya y Mendoza tiene que amagar si no quiere sucumbir a manos de la justicia, humana pero democrática. Él verá si desacreditando a todo el que le dice la verdad, tachándolo de masón, hace un gran servicio a la iglesia de Pedro y Pablo.
Roma ya no se jugará por él la más mínima desafección en la Diócesis de Cartagena. Ahora pueden empezar a salir muchas cosas feas, que pueden dañar seriamente la imagen que Reig Plá trata de preservar, aún a costa de mucha incomprensión, más frialdad y de su hoy más que difícil defenestración. Si se marcha, será por el reconocimiento de su resistencia a la instrumentalización de la Cruz para fines puramente mercantiles.