MADRID.- La dirección de Bankia ya ha traslado a los sindicatos la información sobre el cierre de sucursales debido a su integración con Banco Mare Nostrum (BMN).
Según se muestra en la documentación aportada por la entidad a los
sindicatos el 72,72% de las sucursales
bancarias que cerrará Bankia a partir del próximo mes de febrero en el
marco de su fusión con BMN corresponden a la red comercial de esta
última.
En total, Bankia cerrará 99 oficinas, 72
sucursales corresponden a BMN y 27 a Bankia. Sin embargo, anteriormente
BMN ya había anunciado el cierre de 24 de sus oficinas en diciembre y
de otras 22 en enero, por lo que el ajuste total asciende a 145 cierres.
El grueso del ajuste se concentra en la Comunidad Valenciana,
con un total de 49 cierres (33,79%), mientras que 35 corresponden a
Baleares (24,14%) y 31 a Andalucía (21,38%).
En la Región de Murcia se
clausurarán 16 sucursales (11,03%), en la Comunidad de Madrid 13 (8,97%)
y en Canarias una (0,69%).
Por ciudades, Palma de Mallorca es la localidad más afectada, con el cierre de 21 oficinas, por delante de Granada, con 11, Murcia, con 9, y Madrid, con 7.
De
este modo, los 118 cierres de oficinas de BMN supondrán la clausura del
14,55% de su red, que antes del ajuste estaba compuesta por 811
sucursales. Bankia, por su parte, echará el cierre al 1,54% de las 1.751
sucursales de las que disponía al final del tercer trimestre.
El planteamiento inicial del proceso de reestructuración de Bankia también contempla la salida de 2.510 trabajadores, de los que de los que 1.118 corresponderían a la red comercial y otros 817 a los servicios centrales.
Además, se prevé el recorte de 200 puestos de trabajo con motivo de la digitalización y la salida de unos 375 empleados que actualmente se encuentran en excedencia voluntaria por la aplicación de otros ERE y que se incorporarán a partir de 2018.
El planteamiento inicial del proceso de reestructuración de Bankia también contempla la salida de 2.510 trabajadores, de los que de los que 1.118 corresponderían a la red comercial y otros 817 a los servicios centrales.
Además, se prevé el recorte de 200 puestos de trabajo con motivo de la digitalización y la salida de unos 375 empleados que actualmente se encuentran en excedencia voluntaria por la aplicación de otros ERE y que se incorporarán a partir de 2018.