MADRID.- Los expertos se niegan a hablar de nueva burbuja —y lo cierto es que los
precios aún están lejos del esplendor vivido por el ladrillo hace una
década— pero el sector inmobiliario experimenta crecimientos de dos
dígitos que reaniman extraordinariamente una actividad hundida hace
pocos años a juicio de 20minutos.es.
El último informe de Tinsa ilustra de nuevo esta recuperación. El metro cuadrado en el primer trimestre de 2018 se pagó a 1.285 euros de media,
según la mayor sociedad tasadora del país. Es un 3,8% más que hace un
año y sin embargo, remarca Tinsa, aún supone un 37,2% menos de lo que se
abonaba en 2007, el año en que el sector se desplomó con la Gran
Recesión.
Evidentemente, la recuperación de precios difiere según la zona geográfica. Comunidades con alta demanda de vivienda como Madrid, Baleares, Navarra y Cataluña muestran revalorizaciones en el último año del 15,5%, 12,1%, 10,5% y 7,3%, bastante por encima de la media nacional.
En otras regiones como Castilla-La Mancha, Extremadura y Galicia, sin
embargo, los pisos han perdido un -1,3%, -0,6% y -0,1% de valor,
respectivamente. Fuera de estas tres autonomías, el abaratamiento de la
vivienda también ha afectado a provincias gallegas como Lugo y Orense,
castellanas como Palencia, Zamora y Salamanca... e incluso a las dos
provincias catalanes menos turísticas, Gerona y Lérida.
El motor de recuperación de precios, consecuentemente, acelera más en
unos lugares que en otros. Castilla-La Mancha, La Rioja y Aragón
ofrecen viviendas a la mitad del valor que en la burbuja —en esas tres
regiones la brecha con la época de esplendor supera el 50%—, pero las
viviendas madrileñas han encogido el descalabro a un 32,1% del precio en
2017 (el metro está a 2.159 euros) y las baleares a apenas un 24%
(ahora, 2.068 euros).
Los precios en Cataluña acusan aún el miedo inversor y al retraimiento de demanda derivados del procés
independentista. Especialmente su capital. "La principal amenaza sobre
el mercado de vivienda en Barcelona reside en el potencial deterioro
económico asociado a la incertidumbre política", explica Jorge Ripoll,
director de Estudios en Tinsa.
La vivienda en la ciudad condal, epicentro en los últimos seis meses
de las protestas a favor de la independencia, estanca su precio desde
hace tres trimestres, según Tinsa. La tasadora lo justifica en dos
factores: las menores ganas de comprar y una oferta que se drena más
lentamente.
"Por eso allí se ha ampliado el tiempo medio de venta de 3,4
meses en el tercer trimestre de 2017 a 4,8 meses durante el primer
trimestre de 2018", afirma Ripoll.
Barcelona, en todo caso, sigue siendo Barcelona. Es la capital de
provincia más cara (3.174 euros por metro cuadrado) y su precios crecen
un 11%. Por encima de la media nacional, pero por debajo de otras
capitales de provincia como Palma (+14,7%) y, sobre todo... Madrid
(+17%).
La revalorización de la vivienda en la capital balear —
que también se vive en el mercado de alquiler—
se explica por el turismo disparado en España. En el caso de Madrid,
los expertos subrayan que falta stock de obra nueva, se concede poco
suelo finalista para nuevas promociones y, claro, el turismo también
ayuda a elevar precios. Todo esto mezclado, puede provocar un problema
futuro en la capital de España.
"En Madrid habrá un posible desajuste entre ingresos familiares y
precio si los valores evolucionan con la misma intensidad en próximos
trimestres, lo que podría mermar la capacidad de acceso a la vivienda",
advierte Rosell. Y no es algo de zona particulares. Es algo generalizado
en toda la ciudad. "En 15 de los 21 distritos el precio crece por
encima del 10%", señala el informe.
Los distritos madrileños que más han aumentado su precio en el último
año son Salamanca (+22,9%), Moratalaz (+22,3%) y Centro (+20,8%). Los
4.734 euros que cuesta un metro cuadrado en el barrio de Salamanca, de
hecho, lo colocan al frente de la lista de distritos más caro de España,
por delante del barcelonés Sarriá-Sant Gervasi, que se queda en 4.182
euros.
Otros dos barrios madrileños (Centro y Chamberí) también superan los
4.000 euros por metro cuadrado. En Cataluña, en cambio, ningún otro se
eleva por encima de esta cifra. De nuevo, la huella del procés.
Desde el 1-0, seis distritos madrileños elevan sus precios por encima
del 10%, pero en Barcelona las mayores alzas se reducen al 7,1% de Sant
Martí; el barrio más caro, el de Sarrià-Sant Gervasi, la vivienda pierde
incluso un 2,9% de valor.