sábado, 29 de diciembre de 2007

Andrés Ayala lleva muchas papeletas para el cartel del PP / Juan Redondo


A Valcárcel le encanta jugar al escondite, según reconoce su guardia pretoriana. Y está practicando este juego con las candidaturas populares para las generales, la misma táctica que utilizó en las autonómicas o en sus distintas remodelaciones de gobierno. Como el Pulgarcito del cuento va dejando marcas, apuntando adivinanzas para tener entretenido al personal.

“No te puedes confiar de las apariencias porque es un mago y al final te engaña y se saca un conejo de la chistera”, apuntan hasta sus centuriones. Comenta un estudioso político que los populares murcianos viven del “valcárcismo”, que les proporciona un nutrido caudal de votos, como los socialistas están instalados en el “saurismo”, que les coloca en una mengüe oposición. Y que el poder y el carisma del presidente de la Comunidad crece con los años, a pesar de anunciar su voluntad de retirarse en esta legislatura.

Con las listas cerradas en el PSOE, sin Raimundo Benzal, y con el previsible cambio de orden por el “efecto cremallera” en el Comité Federal, saltando Javier Mármol al tercero en beneficio de la cartagenera Sara García, y con IU apostando fuerte con Dólera al frente del cartel, sólo queda por conocer el que encabezará la candidatura que sale como ganadora en todas las encuestas. Y Valcárcel, en su juego de adivinanzas, dice que no será un “paracaidista”.

En los círculos populares todas las apuestas están con el cartagenero Andrés Ayala. Un diputado muy activo en el Congreso, amigo personal desde la infancia de Federico Trillo, secretario general que fue de la Consejería de Política Territorial cuando el titular era Bustillo. Las otras dos alternativas de nativos pasarían por el propio ex presidente del Congreso y ex ministro de Defensa, tradicional diputado por Alicante, donde esta siendo cuestionado por sectores del partido, que también piden un nativo, o Martínez-Pujalte, que se ha trabajado el puesto pero que todos los pronósticos le colocan en la lista en un lugar intermedio de la candidatura.

Aunque el cuñado de Cerdá es un diputado polémico y bronco, hace su trabajo en el Congreso y Génova no le va a dejar tirado tras ser repudiado en Valencia. El cartagenero Zaplana, que también encajaría en las adivinanzas de Valcárcel, parece que de momento no está ni se le espera.

Frente a Saura, que ha hecho machaca y limpia, Valcárcel apostará por los repetidores y en esta ocasión por primera vez no premiará a ninguno de sus consejeros, a pesar de que Inmaculada García ha circulado con fuerza en las apuestas del partido. “El jefe me ha asegurado que seguirá en el Consejo de Gobierno”, insiste uno de sus pretorianos. Alberto Garre, Lourdes Méndez, son fijos en las quinielas, lo mismo que una militante de Lorca.

En el Senado, donde no tienen problemas alfabéticos como los socialistas, ya que a priori los tres candidatos saldrán elegidos, la candidatura está cerrada. Dos repetidores y una alcaldesa: Peñarrubia, P. J. Pérez y Pilar Barreiro, que será la primera. La alcaldesa de Cartagena, que goza de una cómoda mayoría compatibilizará ambos puestos.

Barreiro, ex diputada regional, se ha ganado un peso especifico muy importante en el PP, convirtiendo la ciudad en un seguro feudo del Partido Popular. Con el escándalo de Totana al fondo, Valcárcel aprovechará las fiestas para hacer el regalo de Reyes a los nominados y dicen que Andrés Ayala tiene colocados los zapatos el primero.