BARCELONA Los modelos meteorológicos anunciaban un otoño para la península ibérica más bien cálido y con precipitaciones normales o con tendencia a estar por debajo de la media. Podemos echar un vistazo a lo que nos anuncia la Agencia Española de Meteorología (AEMET) de octubre a diciembre donde en su predicción estacional nos indican que la temperatura será algo más alta de lo normal y la precipitación será la que toca, según recoge La Vanguardia de Josep Tomàs en www.polfred.com
Mapa de probabilidades de temperaturas hasta diciembre. Fuente AEMET
Mapa de anomalías de precipitación hasta diciembre. Fuente AEMET
Pero ¿los modelos meteorológicos nos están despistando? ¿Qué
podemos esperar para otoño e invierno? Vamos a analizar de forma breve
qué nos indican:
Los centros oficiales, ya hemos visto AEMET, de modelos estacionales (tengamos
presente que su fiabilidad es baja) hablaban de un verano fresco y
lluvioso y evidentemente fallaron. Para el mes de octubre (ahí sí que
acertaron hasta el día 15) y también noviembre apuntan a un tiempo seco y con temperaturas altas, aunque nosotros discrepamos absolutamente y reiteramos nuestra idea de que toda la energía acumulada en el Mediterráneo va a salir en forma de tormentas fuertes en algún momento (de hecho ya ha sucedido), seguramente durante lo que queda de octubre y noviembre.
Los años que se produen muchos huracanes en el Atlántico de forma correlativa, hay bastantes ondulaciones atmosféricas en Europa y eso hace prever unas precipitaciones que irán a más
en los dos próximos meses con un descenso de las temperaturas, con lo
que para finales de otoño la nieve deberá estar presente en muchas
sierras.
Pensemos que esta máxima ya se ha cumplido. ¿Cómo? sencillamente el huracán Ophelia
desplazó el anticiclón cálido provocando una fuerte ondulación que dio
como resultado la formación de dos frentes de lluvias que cruzaron la
Península ayudando a paliar la sequía y sobre todo a apagar los fuegos
de Galicia y Portugal entre otras zonas. Por lo tanto, ya tenemos un primer indicio que lo que pronostican los modelos y lo que ocurre no están a la par.
Huracán Ophelia al entrar en contacto con Irlanda. Fuente Meteosat
Lo mismo podemos extrapolar para los Alpes. Los
modelos de largo plazo apuntan a pocas precipitaciones, pero pensamos
como ya ha pasado, que están equivocados por los indicios que hemos
explicado. Pongamos un ejemplo, nos vamos a la nieve caída en septiembre en el hemisferio norte,
este año se está mostrando generoso en nieves, con valores bastante por
encima de la media, al contrario del año pasado. Lo más probable para
el resto del otoño, y del año es una tendencia positiva. Se están enfriando muy rápidamente el Ártico y Siberia, ya con nevadas y formación de anticiclones muy fríos de bloqueo.
Cobertura de nieve y hielo hasta el 18 de octubre. Fuente NOAA-NESDIS
Vayamos ya al inicio de temporada. Estas situaciones
de paso de borrascas han de continuar afectándonos, aunque los modelos
de medio y largo plazo no lo vean. Si los miramos con detenimiento
podemos observar que estos indican unas temperaturas ligeramente altas en toda Europa especialmente en el Este y con unas precipitaciones dentro de la normalidad o ligeramente más altas en los Alpes.
Anomalía de temperatura hasta enero en Europa. Fuente NOAA
Anomalía de Precipitaciones en Europa hasta enero. Fuente NOAA
En cambio, si nos vamos a Norteamérica, en Canadá y el norte de EEUU se pronostica un invierno muy frío y con nevadas abundantes especialmente en el este, mientras que en California volvería la sequía y las temperaturas serían más altas de lo normal.
Anomalía de temperatura, diciembre hasta febrero 2018 en América del Norte. Fuente NOAA
Anomalía de precipitaciones desde diciembre hasta febrero 2018. Fuente NOAA
Aquí pensamos que están en lo cierto puesto que los modelos son americanos y afinan mucho más que en Europa. Así en Canadá y el norte de EUA
las temperaturas serán -según los modelos estacionales- mucho más frías
de lo esperado. En el sur de EUA las temperaturas serian altas.
Las nevadas en los grandes Lagos, la zona Este y las Rocosas serán abundantes. Por el contrario, en California esperamos poca nieve y temperaturas altas. Este patrón obedece a un típica Niña
con un enfriamiento del norte del continente y con algunas zonas más
húmedas. Ved el parecido entre lo previsto por los modelos y lo que
sucede con la Niña.
Afectación de la Niña en América del Norte. Fuente NOAA
Si volvemos a Europa, según nuestro parecer, el inicio de temporada podrá incluso adelantarse unos días al previsto del 1 de diciembre
con lo que ya seria entrar con muy buen pie. Mirad este mapa para este
inicio de noviembre (salida 23 de octubre), las piezas empiezan a
indicar un desalojo del frío del Ártico hacia latitudes más bajas que al fin y al cabo significa frío y precipitaciones de nieve tarde o temprano.
Mapa isobárico previsto para el 2 de noviembre. Fuente GFS
Si la nieve en ciertas zonas no llega sí que lo haría el frío y consecuentemente los cañones de nieve podrán funcionar sin problemas.
Por otro lado, el invierno apunta con correlaciones que no
concuerdan con los mapas. La sensación y las características de estos
indicios indican que el invierno será frio tipo años 80 pero con pocas precipitaciones,
pero la mayoría en forma de nieve con muchos flujos del noreste secos.
Con lo que la nieve llegaría a finales de otoño y el frio en invierno.
Los mapas estacionales de inverno de la mayoría de Agencias indican todo
lo contrario, anticiclones con presencia del sur.
Anomalia de temperatura para enero hasta marzo segun NOAA.
Anomalia de precipitaciones para enero hasta marzo según NOAA.
Conclusiones:
En resumen, arriesgando y según mi particular análisis: otoño frío a partir del mes de noviembre con algunas precipitaciones en forma de nieve e invierno frío o muy frío y poco nivoso en la Península, más nivoso en los Pirineos de cara norte y Cordillera Cantábrica, y con nieve abundante en los Alpes. En América del Norte -muy influenciados por una Niña (débil)- tendrán un patrón fácil de seguir.