SAN JAVIER.- La zona de Las Encañizadas del Mar Menor, una de las principales
zonas de intercambio de agua entre la laguna y el Mar Mediterráneo, se
ha visto reducida significativamente en los últimos años y han emergido
más de 35 hectáreas de terreno por el depósito de más de 50.000 metros
cúbicos de arena. Además, la zona de conexión entre el Mar Menor y el
Mediterráneo en la zona de Las Encañizadas se ha reducido, al pasar de
unos 580 metros en 2009 a los 105 metros y a un calado de 12 centímetros
de media en 2017.
Así lo concluye el estudio encargado por la Comunidad sobre las
Encañizadas al Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y
Alimentario (Imida), institución encargada de elaborar la mayor base de
datos sobre parámetros que caracterizan el Mar Menor con el fin de
disponer de la más completa información que permita tomar las decisiones
necesarias para la recuperación total de la laguna salada.
El consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán,
asistió hoy a los trabajos que realiza el Imida en el Mar Menor y que
constatan su aislamiento.
Celdrán aseguró que "hemos solicitado al
Comité de Asesoramiento Científico de Mar Menor que nos indique de forma
urgente una planificación de medidas y acciones que eviten que el Mar
Menor se colapse por la falta de intercambio de agua con el Mediterráneo
y evite que sea un conjunto de agua estancada".
En los trabajos de obtención de datos, el Imida emplea la última
tecnología disponible y está desarrollando una propia con empresas
murcianas como Nido Robotics, especializada en drones. Precisamente, los
vehículos no tripulados se usan para realizar las batimetrías
detalladas de las zonas someras del Mar Menor, como la ya realizada en las Encañizadas y que se extenderá al conjunto de la laguna.
"Vamos a seguir colaborando con el Imida para realizar tareas de
teledetección y fotogrametría de alta resolución y para obtener una
batimetría de zonas someras, con técnicas similares a las que se
utilizaron para realizar los trabajos de las Encañizadas pero abarcando
todo el perímetro del Mar Menor.
Con este y otros trabajos que se llevan
a cabo en la actualidad, se pretende obtener una batimetría de detalle
actualizada para toda la superficie del Mar Menor, necesaria para
estudiar y modelizar la circulación de agua en la laguna", indicó Javier
Celdrán.
Colaboración con el Imida
La colaboración con el Imida consiste en crear y mantener una base de
datos con un conjunto de parámetros relevantes que caracterizan el Mar
Menor, tanto desde un punto de vista físico como químico o biológico,
con el objetivo de disponer de series históricas que puedan facilitar el
cruce de información para establecer relaciones entre los distintos
parámetros y elaborar escenarios predictivos para tomar decisiones.
En las labores de vigilancia y control del Mar Menor, el Imida se
encarga ya, mediante técnicas de fotogrametría y teledetección, de hacer
seguimiento de los niveles de concentración de clorofila y turbidez en
el agua. Asimismo, semanalmente y en colaboración con la Dirección
General de Pesca, toma los registros de temperatura, pH y salinidad del
Mar Menor.
Por último, también con una periodicidad semanal se realizan tomas de
muestras de agua para determinar la concentración de nutrientes
presentes en el Mar Menor (amonio, fosfato, nitrito y nitrato), que
determinan la calidad del agua. Las muestras se extraen en una red de 15
puntos distribuidos en el entorno de la Rambla del Albujón.