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martes, 16 de julio de 2024

A la memoria de Miguel Poveda Navarro (1955-2024), sociólogo y amigo / Andrés Pedreño Cánovas *


A la memoria de Miguel Poveda Navarro (1955-2024), sociólogo y amigo que falleció el pasado 3 de junio. Su fallecimiento ha venido a coincidir con esta reflexión sobre el proceso de creación de mi tesis doctoral. Tengo un inmenso agradecimiento y reconocimiento a todo lo que aportó a mi trabajo doctoral. 

Con Miguel, en los años de la tesis, compartí innumerables encuentros y vivencias. Un hombre generoso y leal, heterodoxo y cultivador de un marxismo abierto. Fuera de la academia creó una inmensa biblioteca particular de obras de sociología, economía política y geografía crítica. 

Disfrutaba de la conversación para generar intuiciones sociológicas aplicables al conocimiento histórico y empírico de la Región. Todos estos recursos los puso a mi disposición y nunca le agradeceré lo suficiente su compañía y afecto durante la travesía de la tesis y después.

 Tengo aún recuerdos vividos de aquellos viajes por las carreteras de la Región, aprendiendo a leer sociológicamente el paisaje. Siempre me insistía en la necesidad de articular la materialidad del trabajo con los modos de organización del territorio. 

En los últimos meses de su vida, en una Residencia, tras una delicada operación de corazón, seguía leyendo sociología con admirable disciplina. En las visitas que le hice seguimos conversando de la situación política y social del país, y también, mucho, sobre Gaza y Ucrania. 

En varias ocasiones repitió que ya no conseguía comprender el despiadado mundo que se levantaba a nuestro alrededor. Pero, nunca dejó de confiar en las posibilidades de una ciencia social cada vez más sólida, crítica y compleja. 

Se le echa mucho de menos.

(Introducción en su memoria en el ensayo Combates por la Sociología 2024 de Ed. Complutense). 

https://dx.doi.org/10.5209/stra.96658

Andrés Pedreño Cánovas

Profesor Titular de Sociología UMU

Murcia

lunes, 15 de julio de 2024

Tu hermano Miguel y la vida que sigue... / Cartas al fundador

 En primer lugar decirte lo mucho que lamento la muerte de tu hermano Miguel del que has sabido tan bien rescatar la memoria y, a través suyo, la del Taller de Sociología y de JVB. Sé lo mucho que contaba para ti y lo que hiciste por él.  Perdí ya un hermano y dos hermanas, mayores que yo. Y entiendo lo que puede significar para ti.

No tuve la suerte de haberle conocido personalmente pero sé lo valioso que era y su recuerdo para mi quedará ligado estrechamente a la relación que desarrolló con Pepín en torno a la sociología del conocimiento con esa dialéctica permanente entre teoría y práctica de double bind.

Me imagino que habrás avisado a Irene Liberia Vaya (esos últimos meses, estuvo muy atareada por sus clases en la Universidad Sevilla y por la niña). De todas formas espero poder hablar con ella esta semana y se lo comentaré. Ha sacado un articulo en Periférica Internacional de la Universidad de Cadiz al principio de este año que le pidieron y que te adjunto.

De hecho estoy hace tiempo ya en una carrera de obstáculos que no cesan, sin llegar a participar en los JO !

Menos mal que Vera sigue con su trabajo en la COOP des COMMUNS (France) en el campo de la Economía Social y Solidaria y de la plataformas colaborativas. Le queda por terminar de escribir (y defender) su tesis en Barcelona. Con lo cual vive entre ambos países. 

Ahora noticias para animarnos a todos en estos tiempos de incertidumbre:  celebramos la semana pasada en El Eliseo, los 103 años de Edgar Morin a quien Macron entregó la Grand’Croix de la Légion d'Honneur.
 
 Aparte de un nuevo libro que ha salido ahora, ha publicado una serie de artículos y entrevistas durante la campaña de las legislativas. Toujours droit dans ses bottes ! No se pierde y nos muestra el camino. Siempre claro y lúcido sin perder sus convicciones como otros que las han dejado en el camino.

Te transferiré materiales de las ultimas semanas al respecto (artículos, comentarios, programas y fotos sacadas en El Eliseo).
 
En correo aparte te transfiero el ultimo n° del Boletín que publica su Fundación.

 Espero que al año que viene lleguemos a presentar por fin la biografía de Pepín en España y aquí. Serán 15 años ya que desapareció (sin desaparecer). A pesar de varios intentos hasta ahora no lo hemos conseguido por una razón u otra.  Te tendremos al tanto.

Un abrazo fuerte,

Cécile Rougier de Vidal-Beneyto

París

domingo, 14 de julio de 2024

Por supuesto que no voté en las europeas / Pedro Costa Morata *


Ante la imagen de las masacres de civiles en Gaza y sabiendo de la muerte, abandono y desnutrición de miles de niños, lo último que se me iba a ocurrir era ir a votar y respaldar con ello a los amigos de Israel, entre los que destaca la Unión Europea (UE) junto a esa otra potencia criminal y genocida, los Estados Unidos de América. 
 
Una UE que no solamente no ha condenado todavía la matanza de inocentes, sino que sigue distinguiendo a Israel con armas (Alemania es su segundo suministrador, tras Estados Unidos), tecnologías, subvenciones y numerosos acuerdos en los que resplandece la más sincera amistad y admiración, con perfecto conocimiento de que buena parte de esa generosidad se convierte, una vez en la Tierra Prometida, en armas de aniquilación por el Pueblo Elegido. 
 
En un texto de advertencia, “¿Europa judaizable?” (cuartopoder.es, 21 de mayo de 2013), llamé la atención sobre un manifiesto de intelectuales europeos que quiso “colar” de forma oportunista, pero artera y cuando menos desproporcionada, el papel de lo judío (ignorando lo musulmán) en la formación de esta Europa que, en su alarmada opinión, parecía estar en las últimas, víctima de una incomprensión generalizada...

Entre la frialdad (de mente) y la adhesión (de corazón), las instituciones europeas dejan que Israel se ensañe con los palestinos, como hace desde decenios, sabiendo perfectamente que la opinión pública europea se siente mucho más próxima a los humillados palestinos que a los arrogantes israelíes: curiosidades de la democracia.

Alardea esa UE, mientras, de valores que dice ser “occidentales”, pero que son judeo-cristianos más propiamente: las instituciones europeas forman con Israel ese frente supremacista y neoliberal al que mueve el racismo y los negocios, con líderes conscientes y entregados a la causa criminal de Israel, insensibles a todo sentimiento personal o político hacia los palestinos... y que bloquean toda proximidad hacia el dolor y la compasión. 

No se puede dudar que sean valores occidentales y judeo-cristianos los que están en el trasfondo de prácticas tan nobles, derivadas de finas políticas migratorias, como esas que subvencionan el abandono en el desierto marroquí de los inmigrantes subsaharianos. 

Esos politicastros de la Comisión, que redactan las normas y los acuerdos, y esos comisarios y (altos) miembros del Consejo de Europa son unos miserables; y no seré yo quien condescienda, siquiera indirectamente, con sus infamias.

Todo lo más que produce esta UE son algunas críticas ―nunca condenas― que no llegan ni a tímidas, ya que quedan en una “petición de un alto el fuego”, sin más. Sin embargo, no duda en calificar a Hamás de grupo terrorista y se calla ante los crímenes mantenidos del Tsahal y del Gabinete israelí, lanzando sus sanciones sobre los escasos, y meritorios, apoyos del pueblo palestino asediado: Hamás, Hezbolá, Irán. 

Sin querer reconocer que terrorismo y violencia son cosas distintas, y que Hamás es un movimiento de liberación de los de toda la vida, que se enfrenta a una potencia colonial, que es Israel, cuya violencia es inconmensurable ya desde antes de su (auto) creación; y que practica el terrorismo de Estado como esencia de su política interior y exterior.

 Si hemos de interesarnos por el Mundo y su evolución no podemos dedicarle mucho aprecio a esta Europa colonial, neocolonial y poscolonial que siempre, también ahora, lanza el anatema de terroristas a quienes se han alzado contra sus presencia, opresión y saqueo. 

Atendiendo a la suerte de los movimientos de liberación no es posible prestar crédito a la justificación de la violencia, a las teorías antiterroristas o a la “misión civilizatoria” de las potencias coloniales (europeas); sino a las razones de los que las combaten. 

En consecuencia, la UE es, sin que quepan grandes dudas, cómplice de las masacres en Gaza, así como de todo el proceso criminal y escandaloso de limpieza étnica y genocidios de palestinos desde 1948, todo ello condenado por la comunidad internacional, sin el menor efecto. No me he sentido con el ánimo de apoyar con mi voto esta situación ni a estos comunitarios pro sionistas.

La sonriente, aunque perversa, Úrsula von der Leyen, el figurón Charles Michel, plenamente consciente de su inutilidad, o el patético Borrell, suerte de mamporreros que de forma tan convencida desempeñan su rol de lacayos del Imperio y del sionismo, me merecen el mayor desprecio. 

Y de la nueva tríada resultado del reparto de altos cargos comunitarios que ha hecho el alto mando europeo, la designación como sucesora de Borrell de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, directa y furiosamente enfrentada a Rusia, muestra bien a las claras el camino beligerante por el que se ha decidido esta UE, nido de irresponsables. 

Un camino de hostilidad, sanciones y amenazas iniciado por expresa imposición norteamericana cuando más pacífico, productivo y prometedor era el marco de relaciones de la UE con Rusia.

Me quedé corto, en efecto (me suele pasar), cuando lancé mis “Diez tesis contra la UE” (La Opinión, 10 de enero de 2014), pese a recibir numerosas críticas, dolidas en realidad, más que razonadas En aquel texto, en el que criticaba a las instituciones europeas, calificaba de especialmente desolador al “Parlamento Europeo, que no reúne las condiciones democráticas del más imperfecto de los parlamentos de los países miembros y que, dada la intención liberal-autoritaria de la UE, nunca las conseguirá”. 

Porque, ¿cuál es el papel de los representantes en el Parlamento Europeo (PE) en esta connivencia con Israel o en este enfrentamiento con Rusia? Pues el más perfecto sometimiento a las directrices de Estados Unidos, es decir, el alineamiento con una historia interminable de crímenes y desastres.

De las instituciones europeas, el Parlamento es la más grotesca. Porque las otras ―Consejo, Comisión― ejercen el dominio y el poder sin pudor ni disimulos, pero esta asamblea, democráticamente elegida por el voto universal, mantiene las alas cortadas, aunque parece que llega a creerse que dispone de dominio y poder, lo que nada tiene que ver con la realidad, más allá de ciertas intervenciones formales que nunca pueden indisponer y desafiar a los otros dos órganos: es mera fachada, farsa y trampa. 

Un PE que es la emanación de lo que hay: una gran coalición conservadora (populares, centristas, socialdemócratas...) que simplemente se dedica a gestionar los intereses del capitalismo dominante, incluidos muy especialmente, y sobre todo en los últimos años, su militarismo productivo (y desafiante); es decir, los negocios de los que, en realidad ―bancos, grandes corporaciones...― mandan. 

Un PE de privilegiados y agasajados que venden su alma al diablo de un conformismo político y una ineptitud social que debieran llevar al sonrojo ético. Un PE acorazado en un 80 por 100 de su confortable pesebre por esa amplia derecha que va desde los ultras y fascistoides hasta los socialdemócratas degradados, todos liberales, es decir, enemigos del pueblo (y de Europa). Y que nunca ―así está previsto― llegará a estar dominado por una izquierda transformadora.

Todo lo contrario, desde el PE, como desde Europa entera, se está asistiendo a una incontenible marea ultra de grupos que ya están activamente presentes en toda la geografía europea, comunitaria o no. 

Y que demuestran encaminarse fácilmente por una internacional fascista declaradamente pro sionista que, recordándonos parecido fenómeno de la década de 1930, acabará siendo asumido por el capitalismo en sus formas liberal, conservadora o socialdemócrata, desembocando inevitablemente en la guerra: cuanto antes tengamos esto en cuenta, tanto mejor será para los intereses de la verdadera Europa (que, como nadie debe ignorar, es y significa más, mucho más que la UE). 

Que no es el “cordón sanitario” lo que va a frenar esta peste parda. Hay que ser ingenuos para esperar que los cambios en Europa se hayan de hacer “desde dentro”, participando en sus instituciones, porque ese tipo de “acción política responsable” carece de realismo y prueba.

Pensando en la izquierda a la que me anclo, dejé estas confesiones para después del 9 de junio, aunque la primera intención fue hacerlas antes: no me he considerado con legitimidad suficiente ―aunque sí con ganas― como para poder influir, aunque fuera mínimamente, en tanto creyente europeísta. Pero me alarma esta falta de ideas diferenciadas y explicadas, ese seguidismo tan cómodo y estéril ante las instituciones europeas. 

Si tenemos en cuenta esto, nadie desde la izquierda deberá extrañarse de la defección hacia su voto, del desinterés de los jóvenes y del avance general de la incultura política (tengo por catastróficos, políticamente hablando, los últimos años de IU, con su “inmersión” en Podemos.)

Esta izquierda a la que me refiero y dirijo, ha de verse afectada por las causas del ascenso general de la ultraderecha, aunque solo sea por inacción, relajo o desinterés, es decir, por su separación progresiva de la sociedad; lo que influye en que tantos ciudadanos se dirijan a la ultraderecha y sus ficciones, a falta de referencias de calidad y atractivo ético. 

Y esto cuando, al mismo tiempo, debiera sentirse como la única fuerza capaz de frenar ese ascenso ultra recurriendo al trabajo y el ejemplo: a la pedagogía política en su más noble acepción, explicando qué es izquierda y qué es derecha/ultraderecha, cuál es el itinerario habitual del fascismo hacia el poder, y por qué siempre acaba en la guerra; en definitiva, aclarar, enseñar y demostrar. 

Porque lo más cómodo es dejarse llevar por la inercia y la estupidez de que vivimos en el mejor de los mundos posibles; y dimitir del sentido crítico aun sabiendo que esto, en política, es siempre suicida.

Yo pediría a esta izquierda ―la homologable, por ejemplo, con la France Insumise, maldita precisamente por su euroescepticismo y su negativa a tachar de terrorista a Hamás― que piense en el martirio de Gaza, en la historia humillante de Palestina y en el sionismo criminal, y que actúe con la mejor de las reacciones políticas: la protesta activa, la reivindicación de la dignidad y la solidaridad a toda prueba; para señalar, como cómplice de los criminales, a esa UE manchada de sangre. 

Porque si miramos a Gaza y sentimos lo que nos llega y, sobre todo, lo que no dejan ver los criminales del Gobierno israelí, y si nos solidarizamos ―sin muchas más consideraciones― por nuestra condición de padres y abuelos, a más de ciudadanos universales de corazón sensible y mente justiciera, tendremos necesariamente que dejarnos llevar por una indignación suprema, que devendrá en infamia si no se expresa en consecuencia, actuando bajo el impulso de escrúpulos tan apremiantes.

La izquierda verdadera es, o debiera ser pedagógica, ya digo, por sobre cualquier otra misión, incluyendo la partidista-electoral. De ahí que esa izquierda “resida” en realidad desde hace mucho tiempo en los movimientos sociales, autónomos de los procesos electorales, de las remuneraciones (suculentas en el caso del PE) y de los cargos de poder.

 Y por eso, por haber dado paso a una izquierda electoralista y no ejemplar, todas las derechas avanzan y la derechización ciudadana nos abruma y desespera, empeorando cada vez un poco más ―pero como consecuencia lógica― los resultados electorales de quienes no cumplen con su verdadera misión. 

Mi texto original, el que iba a preceder a las elecciones europeas, proponía que esta izquierda emprendiera una “legislatura sabática” en la que, liberada del banal escenario europarlamentario, se dedicara a trabajar con fundamento y entrega, fundiéndose con los movimientos sociales y demostrando, de paso, que posee un patrimonio ético y político por transmitir. Que esperan y necesitan las fuerzas más dignas de esta Europa indeseable.


(*) Ingeniero técnico de Telecomunicación, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología (UCM) y licenciado en Periodismo (UCM). Doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, fue consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (1988-94) y Premio Nacional de Medio Ambiente (1998).

Fue profesor de la Universidad Politécnica de Madrid desde 2002 a 2015 y de la Universidad San Carlos, de Guatemala, desde 2015 a 2019.

Murciano de Águilas.

https://www.elsaltodiario.com/tribuna/supuesto-no-vote-europeas

sábado, 13 de julio de 2024

Los enigmas que se lleva ‘Maco’ / Manuel Segura Verdú *


Con su desaparición, Ginés Navarro García se ha llevado consigo muchos de los enigmas del urbanismo del siglo XXI en el término municipal de Murcia. Concejal en tres legislaturas, desde 1991 a 2003, Navarro ha muerto este pasado miércoles a punto de cumplir los 73 años. Ostentó la responsabilidad urbanística en la corporación de la capital desde 1999 hasta 2001. 

Los convenios de la zona norte, en especial lo relacionado con el proyecto Nueva Condomina, y sus reticencias ante esta ambiciosa iniciativa del empresario madrileño Jesús Samper, dieron al traste con una amistad cimentada durante varias décadas con el alcalde Miguel Ángel Cámara.  

Se quejaba Ginés Navarro de que aquel macro proyecto pasó fugazmente por la Gerencia de Urbanismo; que se lo despacharon en apenas diez minutos. Y que nunca hizo buenas migas con el que fuera presidente del Real Murcia

El suelo en el que se construyó el estadio de fútbol y el centro comercial tenía uso industrial; pero en 2000 pasó a ser residencial, algo que muy pocos conocían, pero sí Samper, por lo que se apresuró a firmar un protocolo de intenciones con la corporación municipal.   

Navarro lamentaba que todo aquel procedimiento, y la tramitación posterior, se gestionara directamente desde alcaldía, saltándose el protocolo preceptivo en el departamento que dirigía. 

Reconoció que fueron varias las ocasiones en las que le comentó a su amigo Cámara que en ese desarrollo urbanístico había demasiadas “cosas raras” que no le gustaban. Y que sus intenciones de sentarse a hablar con el primer edil se vieron truncadas, una y otra vez, por la negativa de este a escuchar sus razonamientos.

Licenciados en Química por la Universidad de Murcia, Ginés Navarro y Miguel Ángel Cámara se conocían desde que ambos estudiaron la carrera a comienzos de la década de los setenta. 

Cuando en 1995, tras una legislatura en la oposición, el segundo optó con serias posibilidades a la alcaldía de la capital por el PP, no dudó en tener cerca a su amigo y profesor de Química Agrícola. 

En la siguiente legislatura lo nombró concejal de Urbanismo y en 2001 lo cesó sin contemplaciones ante su postura contraria al convenio de Nueva Condomina

A Navarro no solo le dolió esto. Aún más que su antiguo compañero de estudios le retirara el saludo. Como cuando en el pleno de disolución de la última corporación de la que formó parte, tras las elecciones municipales de 2003, quiso felicitarlo por el renovado triunfo en las urnas y Cámara, indiferente, le dio la espalda. 

A comienzos de 2011, Navarro acudió a declarar en calidad de testigo en el denominado caso Umbra. Y ante el juez David Castillejos reconoció que el convenio con Samper le provocaba rechazo, aunque no detalló los motivos. Un informe del fiscal Anticorrupción, Juan Pablo Lozano, dejó claro que fue el alcalde el que impartió las instrucciones necesarias para que saliera adelante el proyecto “incluso en contra de su concejal de Urbanismo”

Prueba del sentido de la lealtad de Navarro, por el que nunca quiso airear en los medios sus discrepancias con Cámara, fue lo que dijo en 2018, de nuevo, en sede judicial: “Los trapos sucios hay que arreglarlos en familia y aunque manifesté varias veces al alcalde que había cosas que no me gustaban, no lo hice en prensa”.

Estos últimos años, Ginés Navarro, Maco para los amigos, los ha vivido alejado del partido y de toda actividad pública. Adelgazó y se refugió en su familia y en la docencia, de la que, probablemente, nunca debió salir. En 2004 obtuvo la cátedra de Química Agrícola, Geología y Edafología en la UMU. 

A algún allegado le llegó a confesar, no sin dosis de ironía en sus palabras, que igual había sido un político nefasto y un mal gestor. Sin embargo, los que lo conocieron destacan una entre todas sus virtudes: la honradez. 

Deja mujer y dos hijos. Es posible que, en los próximos días, no se publiquen demasiados obituarios que recuerden a alguien que se lleva con él gran parte de las incógnitas de aquel entramado que muchos consideraron como uno de los mayores pelotazos en la planificación urbanística de la Murcia contemporánea.  

 

(*) Periodista 


 https://www.eldiario.es/murcia/murcia-y-aparte/enigmas-lleva-maco_132_11518235.amp.html

miércoles, 10 de julio de 2024

Nuevo asalto a la Marina de Cope / José Luis Álvarez-Castellanos Rubio *


Hubo una época en la que Medio Ambiente y Ordenación del Territorio (Urbanismo) coincidían, y no precisamente para bien, en la misma Consejería dentro de la estructura político-administrativa regional; eran los tiempos en los que el Gobierno regional declaraba, en julio de 2004, la Marina de Cope como Actuación de Interés Regional; un pelotazo urbanístico que desprotegía el 80% de la superficie del Parque Regional Calnegre-Cabo Cope para construir en esos terrenos un complejo turístico para 60.000 personas.

 A pesar de que aquel proyecto fue tumbado por el Constitucional en 2012, y posteriormente por el TSJ de Murcia, la animosidad de tu Gobierno, Fernando, contra la propia existencia del Parque, anulando la efectividad protectora de su declaración como tal, sigue intacta. De otra manera no se entiende que, tras 29 años de gobiernos Populares, incluidos tus seis, siga sin aprobarse el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN), «el principal instrumento de planificación y gestión de los recursos naturales de la Región de Murcia y, en especial, de sus espacios protegidos», art.45 ley 4/1992 y 22.1 ley 42/2007. Un incumplimiento legal que raya en la prevaricación por omisión.

Este instrumento es prevalente sobre cualquier otro que trate de la ordenación o transformación de un territorio protegido y establece los criterios de la compatibilidad entre las distintas actividades que puedan desarrollarse y la protección medioambiental, de ahí tu interés en el retraso permanente de su aprobación, ya que, de existir, dichas actividades (ampliación de regadíos o instalaciones turísticas, por ejemplo) estarían, como mínimo, limitadas, si no prohibidas.

La alcaldesa de Águilas (PSOE) también lo ha entendido así y aprovecha permanentemente la inexistencia reglamentaria del PORN para promocionar instalaciones turísticas en la zona, algunas tan descaradas y tan carentes de la más mínima sensibilidad ambiental como el pretendido camping junto a la Torre de Cope, que escandalosamente Fomento autorizó, aunque, ante la movilización social y la posibilidad real de un nuevo revés judicial, Medio Ambiente terminó fulminando.

Pero Mari Carmen Moreno ya tiene otra bala en la recámara: un nuevo camping en la zona, que esta vez tiene visos de ir hacia delante. Parece que 50 años de lucha desde la proyectada central nuclear de 1973 no han sido suficientes para mantener la Marina de Cope a salvo de «piratas, asaltos y mandobles», como titulara Costa Morata en su último libro sobre La Saga de Cope. Seguimos, pues. 

 

(*) Coordinador regional de IU-Verdes

lunes, 1 de julio de 2024

Finiquitado El Gorguel por el Estado, se subleva el Cantón de los logreros / Pedro Costa Morata *


 




Solo la Historia y los ecologistas murcianos (que somos principalísimos protagonistas del combate con las diversas, sucesivas y cada vez más degradadas versiones del Cantón murciano), sabíamos que el proyecto de un nuevo puerto en El Gorguel era una estupidez de libro, y que no iría a ninguna parte, por más que la élite mandamás murciana (que es generadora infatigable de ocurrencias disparatadas) se auto atribuyera necesidades y hasta méritos para lograr tamaño chollo por parte del Estado.  

Este cronista ya se las había tenido tiesas con esta panda de incompetentes y logreros en más ocasiones de las deseadas, siendo las últimas y más recientes la del aeropuerto de Corvera, un majestuoso y ridículo derroche, la autopista Cartagena-Vera, ruinosa tras haber sido así anunciado por activa y por pasiva, y la mega urbanización Marina de Cope, necia y blasfema, lo del Gorguel era más de lo mismo, con una agravante digna de tenerse en cuenta, que es la insoportable arrogancia de su imaginero.

No puedo ocultar que lo primero que me sublevó, de ese proyecto era su autor “intelectual”, Adrián Viudes Viudes, cacique murciano de rancio abolengo que pretendía rematar con esta obra y la placa con su nombre, toda una vida de privilegiado de la historia más derechosa de la Región y de España, y finalizarla con este florón del valcarcelato: esa singular etapa del Cantón, con un líder que se paseaba entre los murcianos llamándonos tontos y marcando felonías, dejando un rastro de carnaza delicuescente para votantes impasibles de las que se ha ido escapando hasta el momento. 

De Viudes me llamaba la atención su estilo chulesco y autoritario, su analfabetismo ambiental, y sobre todo su actuación como presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena (APC), con abusos sin medida hacia los trabajadores y sus derechos, su exhibición de cifras, resultados y beneficios en un puerto facilón, cuyas cifras están dopadas por el petróleo, villano del planeta, y sobre todo, ya digo, su estilo de personaje de la aristocracia murciana, rancia y cansina, pese a sus ínfulas de moderna y pretenciosa. 

Todo eso me indicaba un vicio de principio de ese nuevo puerto, que esta figura de la taifa pepera quería añadir a los dos (o tres) puertos ya existentes. Es, pues, el rastro del Viudes encumbrado, primero, y desplumado, después, lo que me sirve de guion para mi contribución al feliz finiquito de las ínfulas neo portuarias de esa panda de insensatos que en su día él capitaneaba.

Han sido, con este, nueve los artículos que he dedicado a desacreditar el proyecto del Gorguel y a sus promotores, convencido de que mi enfoque crítico recogía la experiencia catastrófica de decenios con la ira que me han producido siempre los políticos del PP murciano como inagotable fuente de iniciativas y proyectos agresivos o inviables. Que esta región es un no vivir, que a muchos nos obliga a afrontar permanentemente a planificadores sin medida ni proporción, que dedican su tiempo y su poder a lanzar ideas contra la tierra y la gente.

Decía que mi guía en el asunto del Gorguel ha sido siempre Viudes, por ser el padre de la idea y por la inmensa antipatía que me ha producido siempre el personaje, neto producto de las dichosas élites murcianas de derechas de toda la vida y siempre mandando -franquista, ucedista, pepero…- que con el dichoso proyecto me dio la oportunidad de encontrarme con la definición -entera, diáfana, militante- de un fascista de tomo y lomo, lo que vino, como yo esperaba, con el tiempo y las cosas.

Mi primer artículo, “El Gorguel: sinrazón de la razón práctica” (La Opinión, 26 de junio de 2009) explicaba la imposibilidad de aceptar ese proyecto según la razón técnica, que en este caso se revestía de formas diversas, todas ellas falsas o falseadas: la razón técnico-ingenieril, la razón técnico-económica, la razón técnico-providencial y, la más decisiva, la razón técnico-erótica (también llamada genital). 

Una descripción, que quise completa pese a que, conociendo su capacidad y sensibilidad, sabía de antemano su alcance y efecto. En el segundo, “El Gorguel y la ingeniería indeseable” (La Opinión, 9 de enero de 2013), me encargué de analizar como ingeniero y politólogo lo que, siendo ingeniería política pretendía sin embargo pasar por proyecto técnico objetivo, reflexivo y útil, sin logar cubrir ninguna de esas exigencias; y llamaba tontuna, con la generosidad que me caracteriza, a la ocurrencia de tener dos aeropuertos a 30 kilómetros de distancia entre sí y tres puertos a cinco: hazaña a engrosar el libro de récord del Cantón murciano, y que anima siempre a atarlo corto . 

A mi crítica a fondo de lo que, no siendo ingeniería, era rimbombancia sin sentido, el amo del puerto fue presa de los nervios, quiso descalificarme (¡menuda originalidad y a buena hora!) y se obnubiló tomando por insultos lo que, simple y elegantemente yo tenía por calificativos objetivos de la idea y los fines; ahí ya vi más de cerca al personaje que preconocía por sus obras, pero del que me faltaba su embestida.

En mi tercer artículo, “Gorgueliana: cuento de la lechera para un tiempo siniestrado” (La Opinión, 27 de marzo de 2013) no tuve más remedio que contestar a sus coces de humano acosado por su mala cabeza con la mayor finura de que fui posible, echándole en cara, no obstante, su “rotunda declaración de amor al contenedor y al made in China” y -eso sí- trasladándole la poca gracia que me hacían sus chanzas sobre el camachuelo trompetero, avecilla que los de Anse detectaron en el paraje del Gorguel, lo que le sentó a cuerno quemado y me hizo advertirle que “esa falta de respeto sobre inocentes, pero ilustres y valiosos pajaritos, suele traer mala suerte: así que prepárese y luego no diga” (y en efecto, creo firmemente en la eficacia de “la venganza del camachuelo” hacia Viudes el bárbaro).

El cuarto artículo, “Gorgueliana: demasiado para economistas desatados…” (La Opinión, 27 de marzo de 2013), lo dediqué enteramente al estudio El nuevo puerto de El Gorguel. Una infraestructura necesaria y obligada, que ya con el título señala el baboseo de sus autores, que sin duda se lanzaron sin mirar mucho donde caían, a por el oro y la mirra. 

El estudio lo encargó Viudes a Juan Iranzo, un ultraliberal que se paseaba por España rebañando pellizcos contra el Estado, siempre a buen precio. Iranzo dirigía un equipo de “seis coordinadores y cinco investigadores”, más jefes que indios, decía yo, una masa de profesionales tan vistosa y prestigiada que olvidó contemplar los aspectos ambientales (por los que, mira tú esos liberales, el proyecto ha fracasado: ¡si es que…!). 

Yo me leí el estudio y lo enjuicié subrayando las fantasías de sus cuadros y estadísticas, la incapacidad de entender la crisis (permanente) mundial, su ignorancia sobre el comercio internacional y la fase decadente de la globalización, su enviciamiento en la idea nefasta del crecimiento per se, su necio empeño en colocar al carro delante de los bueyes… ¡menudo estudio! 

Y remataba con eso de que empeñarse en que el Gorguel sería “el puerto de Madrid” tenía mucho más de palurdez que de proyecto previsor y creativo. En el prólogo, con firma de Ramón Luis Valcárcel, gran protector de Viudes, ya aparecía la extensa lista de fantasías imaginadas, chorradas futuristas y empeños de pueblerinos acomplejados. (Observo el abundante subrayado con que rubriqué mi análisis de tan pedregoso texto y confieso que, de tener que leérmelo de nuevo, quizás preferiría antes cortarme las venas).

Fue en 2013 cuando los ecologistas lanzamos nuestras alegaciones contra el proyecto del Gorguel, al hacerse público y oficial, que once años después han tenido éxito; alegaciones que nuestro héroe menospreció, aun señalando que los enemigos del mismo eran “sindicatos, IU y ecologistas”. 

Y como, en efecto, el insigne Viudes mantuviera su ensoberbecido empeño portuario y yo me enterara de sus tropelías laborales en lo que sin duda consideraba su coto cerrado de la APC, tuve a bien enumerarlas en otro artículo, el quinto de mi serie, “El Gorguel: pirámide frustrada para un faraón de pies de barro”, que, dirigido según mi costumbre a La Opinión, fue bruscamente detenido por el cancerbero Ángel Montiel, ya convertido en esas fechas en sustancia inquisidora del periódico y bien enseñado a salvaguardar a quienes lo amamantan con su publicidad. 

Y todo porque yo aludía a Viudes como “envanecido perturbador de la legalidad vigente”, señalando, que tampoco es tanto, “esa costumbre que tiene de violar pertinaz y deportivamente las leyes laborales como si estuvieran de adorno y sin importarle acumular sentencias desfavorables que lo describen, sumándolas, como un gestor abominable de frustrada vocación esclavista”. 

Así lo demostraban una decena de sentencias condenatorias de los Juzgados sociales de Cartagena (2006-2010) por vulnerar el derecho a la libertad sindical, a la libertad de expresión, a la tutela judicial efectiva, a la huelga y por despidos injustificados, sanciones indebidas, prácticas empresariales ilegales… 

“Viudes acumula decenas de actas de la Inspección de Trabajo que recogen incumplimiento tras incumplimiento en un entorno de beligerancia implacable de la estibadora SESTICARSA (a la que controla la APC) con los trabajadores, a los que maltrata y ningunea. Contestando a Ascensión de las Heras, diputada de IU, el Gobierno ha emitido un informe (7-03-2013) sobre esa empresa, en materia laboral y de seguridad social, que cubre los años 2007-2012 y en el que alude al conflicto enquistado con la plantilla (que se mantiene congelada, aunque con despidos, por mor de la productividad salvaje), señala que la empresa debe a la Seguridad Social más de dos millones de euros y plantea la confidencialidad de los datos fiscales para no informar sobre sus relaciones con la Hacienda pública. 

Hace unos meses supimos del Tribunal de Cuentas que nuestro hombre en la APC adjudicó en 2003, sin la obligada publicidad, un contrato valorado en 10,3 millones de euros”. De aquel artículo, tan merecidamente ad nominem, reproduzco el final, y ya: “Creo poder encuadrar a Viudes entre esos dinosaurios de apariencia inmortal que son apacentados por un PP recalcitrante mientras mantienen caliente su larga cola con los rescoldos del franquismo”. O sea, que no era para tanto.

Me enteré entonces de que don Adrián, fervoroso católico como monárquico, aristócrata y ultra, era de misa diaria, a la que asistía a primera hora cuando, recogido y elevado, seguramente se encomendaba a Dios por las fechorías de cada día.

El sexto artículo, “El Gorguel y la reincidencia en el absurdo” (eldiario.es, 25 de febrero de 2020) vino motivado por el ímpetu con que la nueva presidenta de la APC, Yolanda Muñoz, tomó el asunto del Gorguel tras unos años de calma y silencio, haciendo resurgir otra vez los contenedores imaginarios y el fantástico puerto necesario. 

Con tal pasión que presumí que, por ser mujer, estaba dispuesta a dejar a sus antecesores masculinos en la miseria, por inútiles, que ella sí que iba a resolver el asunto. Lamentaba yo que “en lugar del sentido ecónomo, realista y matizado esperable del genio femenino, nos encontremos con una proclama de tonterías propias del más abominable estilo masculino hasta el punto de hacer pensar que doña Yolanda parece dispuesta a lograr lo que ningún presidente masculino anterior ha logrado, y esto resulta un enunciado (digamos, desolador) de feminismo atroz. 

Lo que no podía yo anticipar era que tan intrépida capitana acabara pronto señalada por los tribunales debido a su demasiado fiel continuidad en la estela de Viudes, dándole por las prácticas corruptas; y tuviera que dimitir tres años después sin rematar la insigne obra viudesiana que el destino había puesto en sus manos.

El séptimo artículo era el que yo esperaba redactar como agua de mayo, y que lo veía venir: “La soflama fascistoide de Viudes Viudes” (eldiario.es, 18 de agosto de 2021), y me lo sirvió en bandeja el fascistoide mentado, ya depuesto de su comandancia y dedicado a odiar, en buen cristiano, a diestro y siniestro. Pues nuestro héroe se despachó, que cómo estaría para ser tan sincero, con una de sus columnas en La Verdad, “El hacha de guerra y la pipa de la paz” (9 de agosto de 2021) empleando una jerga fascista prístina, desde el principio hasta el final: “Le sale del alma -decía yo- lo de la Memoria, y por eso no duda en afirmarse en la miserable mentira, que se la endosa sin pudor alguno, con que el franquismo y su adoctrinamiento nos sometió 40 años: ‘La república no se la cargó Franco: fueron socialistas, comunistas y anarquistas, supeditados por entero al genocida Stalin…’. 

Por supuesto que retoma, más de una vez, lo de ‘comunistas’ en el más actualizado estilo ultra, como si los comunistas españoles no hubieran sido democráticos tanto durante la República como en la reciente democracia. Son los ‘perdedores de aquella guerra incivil’, dice Viudes, los que nos quieren hacer pasar por el aro de aquella mentira, la de que fue Franco el enterrador de la República (¡Ah, los perdedores, que vienen para vengarse!). Es evidente que a Viudes le sobresaltan las noticias de (mínima) revisión histórica frente a las hazañas de la horda franquista, y sabe bien que las democracias nunca han plantado cara decididamente a la peste fascista; bueno, la democracia ejemplar de nuestra II República sí lo hizo, y por eso el golpe de una tarde se convirtió en una guerra de tres años, que aquellos infames militares ganaron por el apoyo impune de los fascismos europeos, lo que calla nuestro enrabietado”. 

Pero ese artículo es para enmarcarlo, repasarlo y no olvidarlo. A mí me sirvió para redondear mi teoría sobre el personaje y su obra, sospechando desde hacía años que -por su estilo, boca y sesgo- era un fascista a malas penas camuflado, y que acabaría por verse y saberse. Esto adornaba al proyecto del Gorguel con un aura imposible de ignorar: el proyecto de un fascista que abusa de sus continuados privilegios en un país confiado y una región secuestrada, y que maquina un gran regalo a los suyos (empezando por su ego, eso es verdad). De ahí el emotivo coro de llorones que nos trastorna cada día, y que incluye, por supuesto, a gente de la UPCT (institución, ojo al parche, cada vez más encaminada por los senderos ultras), ya beneficiados por la generosa teta de la APC.

El último, en realidad penúltimo, de estos artículos fue “Murcianos incorregibles y ese Gorguel que los trastorna” (eldiario.es, 31 de agosto de 2022), cuando la APC mostró su desacuerdo con el Estudio de Impacto Ambiental redactado por el Instituto Oceanográfico sobre el proyecto de nuevo puerto, que era negativo. 

Se desmelenaba doña Yolanda, proferían alaridos de indignación los de la CROEM, se mesaban las linotipias La Verdad y yo, queriendo cambiar de variable, por gusto y sin intención, remataba así mi sentida reflexión: “Que predicarles a estos irresponsables que lo urgente es reducir el comercio exterior en general y el tráfico portuario en particular, es tarea inútil y tediosa”.

*****

Una vez apeado Viudes del castillo de popa de la APC, al haber sido liquidado por aquel sucesor de Valcárcel, el -átono, insulso, gris y olvidado- Garre, Viudes se dedicó a lanzar improperios sobre todos los que consideró culpables de su descabezamiento, abandonando rápidamente su amado PP y dejando bien claro que su ideología tenía que quedar claramente relacionada con su lustre personal y su interés, que si no… 

Y lanzó continuas andanadas contra la perversa coalición que, primero, lo derribó de su galeón invencible, y segundo, se encargó de liquidar El Gorguel, su más estimable aportación a la Humanidad. 

Hoy, contestando en La Verdad al más entregado propagandista de los desafueros y agresiones -lo dejaré en ambientales- del poder pepero regional, el periodista Manuel Buitrago, nuestro personaje señala como culpables del fracaso del Gorguel, a más del puerto de Valencia, privilegiado según él por Madrid, “a los gobiernos de España, mientras que el ejecutivo regional y los socialistas murcianos tampoco se han interesado”, a despecho de la escandalera que tienen montada clamando al Estado por el dichoso proyecto. 

Pero él ha necesitado, para un más legendario mutis por el foro, que todos lo han abandonado: dramático espectáculo del héroe solitario a quien hubo momentos que todos le hacían la ola. (Pero recordará siempre que ecologistas como este cronista lo desafiamos desde el primer momento, se lo advertimos y le anunciamos que fracasaría.)

He aludido hace un momento a la tenacidad con que Manuel Buitrago lleva toda su vida profesional aireando, justificando y propalando proyectos antiecológicos, inviables o enloquecidos, desde un periódico, La Verdad, que lo explota obligándole a llenar páginas y páginas sobre esta historia de iniciativas que devienen en fracasos dejándolo una y otra vez con el culo al aire. Pobre. 

Solo recordar el papelón que ha hecho durante diez o doce años aireando la necesidad del AVE y comprobar en qué ha quedado la cosa, como obra integralmente nefasta, debiera producirle algún dolor de conciencia, pero no creo. Una región como esta, ha de dar periódicos y periodistas como estos: lo manda la sociología más clásica.

Nuestra prensa regional, institucional, dinástica y tal, es decir, siempre conservadora, o sea, La Verdad y La Opinión, ha reaccionado con diligencia al (anunciado) fracaso del Gorguel, respondiendo a los vínculos crematísticos e ideológicos que la unen con Viudes y la APC a través de los sustanciosos contratos de publicidad suscritos en su día. 

Primero ha sido La Verdad, faltaba más, con la pluma de Manuel Buitrago, quién mejor que él, que ha recogido en dos generosas páginas las razones y lamentos de Viudes tras el no ministerial, ciñéndose a su guion del resentimiento contra su (antes) amado PP y culpando, principalmente, a los desmanes del Estado el escamoteo de su (genial, salvador, providencial, etcétera) proyecto.

E inmediatamente lo ha seguido La Opinión, igualmente beneficiario de la generosidad publicitaria de Viudes-APC, convocando una jornada, “El Gorguel, a debate”, con empresarios, parlamentarios regionales, ecologistas… de la que me dijeron que consistió en una arremetida a coro de los pedigüeños despilfarradores con un ecologista acorralado -Pedro Luengo, de Ecologistas en Acción, que a quién se le ocurre acudir de Pepito Grillo a farsa tan mal montada, parece nuevo- y resultados redactados de antemano. El caso es que el periódico se aplicó a defender los facilones ingresos de la APC, y en eso está y estará

He dejado antes sin concluir el momentazo del escribidor Montiel cuando me rechazó mi artículo sobre la pirámide de un faraón con pies de barro, en el que relataba esa serie, tan impresionante, de violaciones de las leyes laborales y otras. 

Yo no le protesté porque mi acuerdo era que los artículos que me rechazara La Opinión no necesitaban serme explicados por sus causas, ya que era suficiente que se me dijera si se iba a publicar o no; pero el maleducado Montiel nunca ha cumplido con el mínimo deber de atender petición tan modesta de un colaborador de años y años (que además siempre lo ha hecho gratis); y mantuvo guardado en su cajón de munifacero opinador, de codera, manguito y visera en La Opinión, hasta que le inquirí noticias de lo mío; que fue cuando -excusatio non petita, acusatio manifesta- me juró por sus niños que no lo rechazaba porque peligrara el contrato de publicidad con Viudes, sino porque mis acusaciones eran duras y exponían al periódico y a mí a la acción judicial del interfecto. 

Una tontería, ya que esas acusaciones no eran sino mera información de las tropelías del amo, sin cosecha mía en absoluto. Tropelías que constaban en la sección de tribunales del periódico, claro, pero a las que el contrato de publicidad seguramente prohibía darles publicidad, pagando solo el silencio benévolo y la laudatio. Algo normal, humano, típico, periodístico, en fin, si bien poco ejemplar.

De aquel artículo rechazado diré que lo aproveché publicándolo en el digital laclavedelorca.es, desde el que pudo tener la misma, o mayor, difusión que desde La Opinión; y por supuesto nuestro héroe no dijo ni mu, y tampoco me llevó a los tribunales, envainándose el montón de señalamientos que lo describían como un peligroso elemento antisocial. 

Lo que sí sufrió fue mi larga amistad con Montiel, por culpa del proceso de maleamiento ideológico que ha sufrido la criatura, para lo que había sido; el final definitivo de lo nuestro vino cuando, poco después me devolvió otro artículo en el que yo señalaba con pruebas y datos, al magistrado Espinosa en sus correrías por El Chopillo (Moratalla), lo que lo puso de los nervios y hasta me insultó y todo. En cualquier caso, y dado que no son buenos los tiempos para la ética periodística, pelillos a la mar…

Cuando el Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) ha dicho finalmente que no a ese puerto, después -bastante después- de que la Evaluación de Impacto Ambiental resultara negativa y, por lo tanto, impidiera la obra, se ha elevado ese coro de lamentaciones, acusaciones y amenazas desde el amplio espectro de oportunistas murciano-cartageneros que, con sus perturbadas luces, no quisieron ver nunca las numerosas razones por las que eso que promovían no iría a ninguna parte. 

Teniendo que someterse una vez más, y como siempre a la fuerza, al superior, oportuno y más clarividente juicio de los ecologistas, que solemos ser los primeros en lanzar las advertencias de rigor a tan inquietante banda.

Tres respuestas de protesta, he de citar. La primera la de la CROEM, esa organización de empresas anti Estado que hace lo posible por beneficiarse del Estado en su versión cantonal-autonómica, erosionando continuamente los dineros regionales con subvenciones como premio a su adhesión inquebrantable a un poder caciquil, que se deja saquear. Con el procónsul Albarracín, hasta ahora plañidero en jefe de este elenco que asombra al país entero por sus logros y genio inversor. 

Ya se lo dije una vez: si están tan seguros de la rentabilidad del puerto del Gorguel y de sus inmensos beneficios para el PIB, el empleo y el lustre regional, que lo hagan ellos, que se asocien y, con la concesión correspondiente del Estado, monten un puerto de contenedores donde puedan y ¡a forrarse! Eso sí, cuando la ruina se abata sobre la obra, algo inevitable conociendo a esa gente y su historia, que actúe una cláusula de la concesión, que habrá de figurar necesariamente, para que obligue a los socios a desmontar con sus dientes y sus uñas las obras emprendidas que llevaron a la quiebra, dejando la costa libre e invicta (y que el Estado se prohíba a sí mismo acudir en su ayuda).

La segunda, la de Alfonso Hernández, presidente de la FREMM, de industrias del Metal, me ha recordado los buenos tiempos en que empresarios, políticos y periódicos, ebrios de euforia, lanzaban a la afición empleos por miles y niveles de vida por las estrellas si se cumplían sus proyectos (siempre falaces o envenenados). 

Me ha recordado a los 24.000 empleos de la central nuclear y los tropecientos mil de Marina de Cope, aunque los 41.000 que ofrece Hernández con El Gorguel parecen superar lo hasta ahora conocido. Y esto otro de que El Gorguel nos permitiría salir de ese 80 por 100 de renta per cápita respecto de la media nacional describe claramente los conocimientos del personaje, que debe creer en mitos como ese, el de que las grandes inversiones mejoran el nivel medio de renta o que el crecimiento y la tecnología generan empleo: falacias de manuales de economía de feria, indemostrables porque excluyen de un objetivo socioeconómico elementos indispensables que no son socioeconómicos. 

Todavía no se ha enterado que, acogiendo en la región uno de los polígonos petro-químicos más importantes de España, no nos hemos movido de los mismos puestos de cola de los años 1940, cuando el régimen franquista nos distinguió con tan descomunal, y sobre todo prometedor, obsequio. (¿Qué habrá estudiado Alfonso Hernández?)

Enternecedora me ha resultado la tercera cita que me ha interesado, la protesta de la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, con un lastimero “¿Quién es el MITECO para decidir sobre proyectos de futuro para Cartagena?”, porque no sabe lo que debería saber: que el puerto de Cartagena es un puerto del Estado, no de Cartagena, y en consecuencia quien decide es el Estado y no el Ayuntamiento ni la Comunidad Autónoma (decide el Estado, tanto si se trata de una nueva dársena como si de un dique para submarinos, y el Ayuntamiento ha de encajarlo, aunque siempre podría enarbolar sus atribuciones municipales, que son muchas y estimables, si se considera perjudicado, lo que no es el caso acerca de un proyecto idealizado, ergo inexistente, por charlatanes de pueblo y taberna). 

Pero, cómodamente asentada como miembro del Consejo de la APC creyó que eso le atribuía propiedad o mando verdadero, olvidándose de que estaba ahí enchufada para chupar del bote, y poco más.

¡Mira que no haberse enterado de esto doña Noelia! Hace menos de un año sufría de la misma dislexia competencial, aunque a la inversa, es decir, desentendiéndose de algo mucho más próximo y municipal que lo de este puerto remoto, cuando ante la protesta de los vecinos de las pedanías del Oeste municipal por un demoledor proyecto minero, contestaba que ella no podía hacer nada, que era cosa de Minas (de la Comunidad Autónoma).

 Tan cándida y elegante. Hubo que decirle- a ella y a sus enviados- de todo menos bonicos, para que espabilaran y acabaran diciendo que “no consentirían…”, etcétera, y rechazaron la mina. ¡Hay que ver cómo es nuestra gente al mando, qué reflejos, qué ejemplo de madurez, de entrega y sabiduría, qué barbaridad!

Porque nadie debe ocultar que esta es una lucha política en el fondo, y los ecologistas también somos los primeros en saberlo, no ya por la dimensión del riesgo presupuestario para las arcas públicas sino por la colecta de escándalos con que esta bendita región oscurece al país y el Estado, por obra y gracia de una partida de políticos cada vez más ultras, antiecológicos, antisociales, ignorantes y descarados. 

Este humilde cronista se consideró murciano de pro cuando pidió al Estado que lanzara un 155 contra la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia por su delicuescencia ambiental y su continuada rebeldía frente a las leyes del Estado; y me gustaría seguir pidiéndolo, y que el Estado asumiera las competencias ambientales, incluyendo las urbanísticas, durante al menos diez años, obligando a los cien más peligrosos miembros de la élite pepero-voxiana murciana a obligatorios cursos de ecología, lógica y poética durante ese interregno, con evaluaciones periódicas para comprobar que avanzan adecuadamente (la lista la ofrecemos los ecologistas, claro, y en ellas incluiremos unas buenas dos o tres docenas de servidores del Estado aliados con las tramas regionales).

Por lo que permitir a este hatajo de imprudentes manirrotos que jueguen con los dineros públicos como suelen y se les ha permitido (¡Remember Escombreras, Corvera, Cartagena-Vera!) debe quedar fuera de la acción del Estado, hasta que aprendan a comportarse y entiendan lo que es la función pública y sus obligaciones prioritarias, que no deben incluir macro-proyectos porque suelen ser causantes de todo lo contrario de lo que sus propagandistas, agentes interesados casi siempre, difunden. 

Felicitaciones al MITECO, y que los murcianos echen mano del hacha de guerra, cada día un poco más afilada, contra estos saqueadores -políticos de poder, empresarios codiciosos, periódicos seguidistas- de nuestra naturaleza y nuestra ética.

Y si el feliz conjunto de derecha y ultraderecha murcianas, ejemplo avanzado de descerebrados en el poder y de peste parda de la prometedora Europa que nos presencia, se relamía de gusto pensando en manejar, y pulirse, los (muchísimos) millones del proyecto que caerían en sus manos, que se enteren de que al fascismo hay que hacerle frente, singularmente, negándole el pan y la sal, no regalándole proyectos con los que financiar y multiplicar sus perversidades; y menos si se los inventan. No sé si me explico.

Mientras tanto, los que nos sabemos la copla y conocemos bien a los tonadilleros, quedamos a la espera de nuevas -y puede que más geniales- ocurrencias.



(*) Costa Morata es ingeniero técnico de Telecomunicación, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología (UCM) y licenciado en Periodismo (UCM). Es doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid. Fue consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (1988-94) y Premio Nacional de Medio Ambiente (1998).

Fue profesor de la Universidad Politécnica de Madrid desde 2002 a 2015 y de la Universidad San Carlos de Guatemala desde 2015 a 2019.

En 2011, encabezó la candidatura al Congreso de los Diputados en la lista de Izquierda Unida-Verdes de la Región de Murcia como independiente en las elecciones generales del 20 de noviembre.

En 1973-74 trabajó como ingeniero comercial de instrumentación en la empresa Fischer&Porter (actualmente integrada en el grupo ABB), empresa que suministró la instrumentación electrónica de la planta de residuos radiactivos de la central nuclear de Lemóniz (Vizcaya). 
 
En el verano de 1974, siendo comercial de Fischer&Porter, en una de sus visitas a la oficina de Bilbao del proyecto C. N. de Lemoniz, pronunció una conferencia en la Librería Herriak (C/ Licenciado Pozas) contra las centrales nucleares. 
 
Ese mismo año renunció a su puesto de trabajo y promovió las protestas para evitar la construcción de una central nuclear en el paraje aguileño de Cabo Cope, momento a partir del cual se va a iniciar lo que él mismo define como la “epifanía” del movimiento antinuclear español.

Se le considera pionero en la lucha antinuclear en España iniciada en los años 70.
 
En 2017 el Ayuntamiento de Águilas le nombra "Hijo Predilecto" de la localidad, donde hoy reside como jubilado. 
 

    Es autor, entre otras publicaciones, de los siguientes libros:

  • 1976 - Nuclearizar España
  • 1985 - Hacia la destrucción ecológica de España
  • 1996 - Electromagnetismo: campos magnéticos, silenciosos, ubicuos, inquietantes
  • 2011 - Ecologíada, 100 batallas: Medio ambiente y sociedad en la España reciente
  • 2021 - Manual crítico de cultura ambiental, editorial Trotta.
  • 2023 - ¡Rusia es culpable! Cinismo, histeria y hegemonismo en la rusofobia de Occidente, editorial El Viejo Topo.
 

https://surestepress.wordpress.com/2024/06/23/finiquitado-el-gorguel-por-el-estado-se-subleva-el-canton-de-los-logreros-1-de-2/

https://alteridadperiodicocultural.blogspot.com/2024/06/finiquitado-el-gorguel-por-el-estado-se_23.html 


jueves, 6 de junio de 2024

La parte oculta de don Nicolás de la otra Parte / Vizconde de la Vera Cruz

 


Candidato súbito don Nicolás por aceptación tácita del Nini de San Esteban (ahora en manos de unos cuatreros del lumpen mediático madrileño con el señuelo de una nécora) tras imposición exprés y sin rechistar de Génova 13. 
 
Como si no tuviésemos ya bastante con aquel impostor académico del lanzamiento de hueso de aceituna, Cieza nos sorprende ahora con otro paisano de corte y porte bien distinto pero intrínsecamente sospechoso por su biografía de ser un trolero del globalismo masónico más grosero, por otanista y belicista de ocasión de lo que no se exhibe pero tampoco se puede ocultar.

Este candidato trata de imbéciles por igual a todos los murcianos con su aparente buenísmo electoral y viene a epatarnos, con su carrera diplomática en destinos selectos, a gentes con currículos más brillantes y formación en mejores universidades que la suya de referencia. 

No crea don Nicolás que impresiona fácilmente a un sector de la Región que le da sopas con onda en cuestiones de pensamiento y acción con postgrados de escalofrío. Algunos, residentes en colegio mayor granero de altos funcionarios y casi pared con pared con la Escuela Diplomática ya desde antes de ingresar usted.

Una de las primeras cosas que aprendí en mi paso por la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense es que sin poder social previo no se puede tener poder político. Pues bien, a don Nicolás no se le conocía de nada por parte de la sociedad regional hasta que aparece de repente integrando una candidatura electoral a los comicios del domingo al Parlamento Europeo, diciendo que para representar a su tierra y defender lo que haya que defender. Lo cierto es que para los periodistas de Murcia había sido hasta ahora un ilustre desconocido.

Pienso yo que a alguna disciplina extraña obedecerá antes que a los intereses generales de los murcianos cuando con nocturnidad aparece como candidato por la Región de Murcia para sustituir a quien antes logró escaño en Bruselas-Estrasburgo por el PP, caso de la catedrática Cristina Gutiérrez-Cortines  y del ex presidente de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, sin que nadie del PP de aquí le haya escogido ni siquiera votado. Ni tampoco saber bien de quien se trata pese a las credenciales virtuales que exhibe de murciano de la diáspora.

El Clúster de la Industria de la Defensa organiza la conferencia de Nicolás Pascual de la Parte "Guerra híbrida y ciberguerra: El ejemplo de Ucrania". Mayo 2023, veo en Internet para no intuir, por muy torpe que se sea, quienes son sus mejores amigos. Y la cita es de hace un año nada más.

Lo que hay que preguntarle públicamente y con urgencia a este ciezano que rebaja un poco al matizar que pasó su infancia en Cartagena, es si quiere una guerra de Europa con Rusia para que la juventud murciana se desangre en los campos de Ucrania. Que lo sepan antes del domingo los padres de esos probables mártires sacrificados en aras de los intereses de la industria armamentística tan bien conectada con un no tan inocuo don Nicolás, que posa con los pescadores de Águilas aparentando que será su defensor en Bruselas.

Pero para qué se quiere sentar don Nicolás y otros en el hemiciclo, precisamente ahora, me pregunto con todo el recelo posible. ¿Para legitimar, tras animar, una guerra ofensiva en suelo europeo contra Rusia?  No tengo duda porque la biografía de este Pascual de la Parte es de por si reveladora de unas intenciones, que nos oculta, y que no pueden ser otras por más que intento encontrar argumentos en contra.

Porque don Nicolás ha sido, y eso imprime carácter, embajador Representante Permanente de España en el Consejo de la OTAN, el sancta sanctorum del gabinete de guerra, que la declara sin pedir permiso a los parlamentos de los respectivos países miembro por una presunta premura y el simple supuesto criterio técnico de gente como don Nicolás Pascual aunque posteriormente venga por fuerza la ratificación de lo ya decidido.

Ensangrentar los campos de batalla del viejo continente es lo que se busca de tapadillo trufando con afines como don Nicolás los escaños del Parlamento Europeo y buscando en su momento suficientes votos de refrendo de una muy peligrosa guerra en Europa por el arsenal superior y más avanzado que Rusia posee sobre los arsenales de la OTAN. 

Londres y París serían destruidas en pocos minutos y no quiero pensar qué futuro les espera a los pequeños países, recientemente advertidos por el propio Putin del enorme riesgo de jugar a la guerra.

Si todo lo que aquí se dice no fuese cierto, emplazo a don Nicolás Pascual de la Parte a una más que urgente carga de la prueba para que en 24 horas nos convenza de que no trabaja para fuerzas ocultas y sí, en cambio, que quiere nuestro voto para ser adalid de los puros intereses de España y, por ende, de la Región de Murcia. 

Y que está por soluciones diplomáticas imaginativas, aunque complejas, antes de que un artefacto nuclear ruso o bomba sucia caiga sobre nuestra base aeronaval de San Javier-Cartagena y acabe de golpe con la vida de un millón y medio de murcianos. 

Así que es ocasión para no actuar con frivolidad ni dar crédito a posiciones belicistas a pagar con sangre inocente de los chicos y chicas españolas. 

Le espero, don Nicolás, si es que me equivoco, a que me convenza de que es usted un mirlo blanco para su tierra. Si se calla, es que otorga.

domingo, 26 de mayo de 2024

Qué podemos hacer para salvar el Mar Menor / Luis Fernando del Rivero Asensio *

Son muchas y frecuentes las opiniones que se vierten por diferentes colectivos sobre la situación del Mar Menor, cuáles son sus causas y la posible solución a las mismas para poder disfrutar de esta joya, que aporta beneficios en el sector turístico sin que se vean afectados sectores de gran importancia económica, como la industria agroalimentaria y la pesca en el entorno de dicho mar.

En una breve descripción de sus características, el Mar Menor es una de las masas de agua que se presentan en el Mediterráneo separadas del mar por una barrera arenosa y conectadas al Mediterráneo por unos canales que permiten la salida del agua de estas masas al Mediterráneo o la entrada del Mediterráneo a las masas salobres, en el caso del Mar Menor y de la Mar Chica, saladas.

En concreto, el Mar Menor tiene una superficie de 135 km2, es decir, 13.500 ha., con una profundidad media de 4,5 m. y una salinidad en torno a los 40 gramos por litro de sales, básicamente cloruro sódico.

La evaporación potencial en la zona equivale a 1.700 mm. de altura de agua por m2 de superficie y la pluviometría a 300 mm/m2, lo cual nos da una evaporación de aproximadamente 190 hm3/año que deben ser aportados por el Mediterráneo. Igualmente, tiene una cuenca vertiente de 110.000 ha. concentradas en una serie de ramblas (la más importante la del Albujón) que aportan entre todas ellas una media de 30 hm3/año de aguas de avenidas con sólidos en suspensión de un 5%, sin que estas aportaciones tengan salidas al Mediterráneo, al estar interferidas por la presencia de la barra arenosa de La Manga.

Aparte de estos flujos naturales, a partir de 1930, pero de una forma más acelerada a partir de los años 60 del pasado siglo, ha ido recibiendo aportes de aguas procedentes de la acción humana, tanto residuales como de las procedentes de la lixiviación de 50.000 ha. de regadíos de alto interés nacional, que se estiman en un total de 8,5 hm3/año, 4 hm3 concentrados en la rambla del Albujón y el resto en una penetración difusa del acuífero del Cuaternario al Mar Menor. 

Por otra parte, a pesar de la reutilización para agua de riego de los efluentes de las estaciones de depuración de aguas residuales de todos los municipios costeros, y no costeros pero incluidos en la zona vertiente al Mar Menor, se producen un total de 1,5 hm3 anuales de vertidos directos al mar

Si recorremos todas las masas de agua anteriormente citadas en el Mediterráneo, nos encontramos, aparte del Mar Menor, la Albufera de Valencia, los Etang de la costa francesa procedentes de los ríos (principalmente el Ródano), igualmente, en Italia nos encontramos con las albuferas de Orbetello y la más importante del Mediterráneo, la Laguna de Venecia, como más adelante tendremos las masas de agua de la desembocadura del Danubio, ya en África las del Nilo, y marchando hacia el oeste en Marruecos, la Mar Chica, hoy Mar de Nador, siendo ésta la única, como el Mar Menor, cuya alimentación no es de ningún río importante, sino del propio Mar Mediterráneo y de las ramblas de sus respectivas cuencas vertientes con volúmenes muy inferiores a los aportados por el Mediterráneo, para compensar en ambos casos las fuertes evaporaciones de las albuferas saladas, necesitan unas conexiones importantes albufera salada–Mar Mediterráneo. 

Según la descripción que hemos hecho anteriormente, el Mar Menor cuenta con dos enemigos, uno es la naturaleza y el otro el hombre, y cada uno ejerce dos acciones que pueden ser perniciosas para la vida del mismo si no se ejecutan una serie de acciones que desarrollaremos a continuación. 

Como hemos visto, las ramblas vertientes al Mar Menor, todas ellas con caudales totalmente discontinuos y como consecuencia de las escasas pero concentradas lluvias en la cuenca vertiente, necesitan buscar una salida al Mediterráneo, pues si no, los aproximadamente 1,5 hm3 de lodos aportados anualmente por las ramblas terminarán colmatando la capacidad actual de 600 hm3 del Mar Menor en un periodo de aproximadamente 400 años. Para demostrar esto, incluimos la figura nº 1, en la que, en comparación con la figura nº 2, se aprecian los efectos de aportes de lodos en las avenidas producidas en un día de fuertes lluvias.

Igualmente, se pueden analizar los planos de 1817 en la figura nº 3, en la cual se observan los cambios de superficie con la actualidad, siendo de destacar que las torres de vigía del Rame y del Negro hoy se encuentran a 700 m. y 1.000 m. de la orilla, cuando fueron construidas en 1580 en tiempos de Felipe II y por Jerónimo de Ayanz a la orilla del Mar Menor.  

Por consiguiente, para combatir el aterramiento que las ramblas producirán en el Mar Menor, es necesario sacar éstas al Mediterráneo, como hizo la Confederación Hidrográfica del Segura con la Rambla del Hondón, que vertía al puerto de Cartagena aterrando el puerto pesquero. Esta actuación obviamente no es urgente, pero sí importante, y se deben aprovechar momentos de existencia de fondos europeos para defensa de las joyas ambientales. 

Así mismo, la naturaleza ataca al Mar Menor con los arrastres de arenas desde la desembocadura del Segura, atenuados en su intensidad por las construcciones de las presas del Segura en los últimos 100 años, pero que tienden a cerrar las conexiones o golas entre el Mar Menor y el Mar Mediterráneo. 

Esta actuación consistiría en dragados anuales de poco importe que mantuvieran las secciones de las golas en el estado que tenían en 1960. Para ello, vemos en la figura nº 4 unos planos de 1817, y en las figuras nº 5, 6 y 7 cómo en 200 años han disminuido en número, anchura y calado. 

Veamos ahora la acción del hombre sobre el Mar Menor. La primera se debe al incremento de la población instalada en sus costas, así como en los pueblos interiores pero en la cuenca vertiente al Mar Menor, que hoy día alcanzan una población estable de 80.000 habitantes en invierno y hasta 500.000 en los meses de julio y agosto. 

Inicialmente, los pueblos y pedanías costeros estaban dotados de pozos negros y fueron pasando a tener paulatinamente redes de saneamiento unitarias con tuberías de hormigón en masa, generalmente de 300 mm. de diámetro y con juntas de mortero, y las estaciones depuradoras estaban calculadas para la población estable. Se fueron mejorando, pero no era posible ante cualquier lluvia, por pequeña que fuera, que llegaran a las estaciones depuradoras de Torre Pacheco, San Pedro del Pinatar, San Javier, Los Alcázares, etc., cantidades muy superiores al caudal de diseño de las depuradoras, y se produjeran vertidos a las ramblas, que finalmente terminaban en el Mar Menor, a pesar de que el 100% de los caudales de diseño de las depuradoras estaban utilizados para riego, pero no así los excedentes sobre dicho caudal de diseño. 

Estos vertidos eran ricos en nitritos, fosfatos e incluso colis, y recordando las enseñanzas del profesor Margalef, los fosfatos se depositan en el suelo del mar y tienen una importante pervivencia que, unidos a otros nutrientes, pueden producir gran desarrollo en las algas y en el plancton del Mar Menor, fenómenos de eutrofización. A todo esto, se añadía la subida del nivel freático, que junto a la mala calidad de la red de saneamiento, aumentaba los caudales que teóricamente debían recibir las EDAR, con lo que se incrementaban los vertidos de los aliviaderos de las mismas a las ramblas tributarias del Mar Menor. 

Por todo esto, es necesario acometer una acción enérgica sobre los alcantarillados de todos los núcleos de población en las zonas limítrofes el Mar Menor, dotándolas de saneamiento separativo, es decir, que las aguas negras vayan a una tubería y las pluviales a otra paralela, ambas de alta calidad, totalmente impermeables, que adapten los caudales de diseño de las depuradoras al agua realmente recibida y, por consiguiente, no se produzcan vertidos a las ramblas de aguas residuales y éstas sean totalmente aprovechadas tras haber sido depuradas con tratamiento terciario en el riego de la zona dominada por la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena. 

De esta manera sólo irían al Mar Menor las aguas de lluvia, exentas de todo tipo de nutrientes. Esta es una inversión que debe ser realizada por los ayuntamientos, cobrando a los vecinos por contribuciones especiales y con las subvenciones que se puedan obtener de Europa, por la mejora que se produciría en el medio ambiente. 

Como segunda acción del hombre sobre el Mar Menor tenemos, como consecuencia de los riegos agrícolas, la penetración puntual en la rambla del Albujón y difusa a lo largo de toda la costa, estimadas ambas en un estudio de TRAGSA en 4,5 hm3/año para la penetración puntual y 4 hm3 para la difusa a lo largo de toda la costa, de aguas ricas en nitratos. 

Para todo esto, hagamos una breve historia

Hasta 1960 se regaban unas 500 ha. en la zona vertiente al Mar Menor con extracciones de agua superficiales con alta salinidad, pero que dieron lugar a una inicial escuela de riego en la zona. 

A partir de 1962 comenzó un desarrollo creciente del regadío por aprovechamiento de aguas subterráneas con pozos entre 100 y 150 m. de profundidad, con aguas de alto contenido en cloruros y sulfatos, de una conductividad del orden de 6.000 microsiemens no aptas para un riego continuo pero sí para un riego rotatorio que cada seis años repitiera el terreno y los cultivos fueran aptos a salinidades importantes, tales como el melón, el tomate, la alfalfa, el pimiento de bola, etc., llegando a tener 5.000 ha. rotatorias en riego. 

En 1976 comenzaron las obras de los regadíos de alto interés nacional de la concesión del trasvase Tajo-Segura, con una dotación de 122 hm3 a las zonas oriental y occidental del Campo de Cartagena. Dichas obras, proyectadas en un plan conjunto por el IRYDA y la Confederación Hidrográfica del Segura, contemplaban una red de tuberías a presión para riego, una red de caminos asfaltados al servicio del campo paralelos a dichas tuberías y una red de drenajes, imprescindibles en toda zona regable para conducir las aguas de lixiviación a una red de desagües que impidiesen la subida del nivel freático, evitando la asfixia radicular de las plantas, así como el lavado de sales procedentes de la fertilización de los riegos. 

Las obras tuvieron grandes dificultades en su ejecución, puesto que los propietarios de pozos veían en peligro su negocio, y movilizaron al campo de manera que, tras largas negociaciones, sólo se pudieron ejecutar las obras de la red de tuberías de riego y de caminos, dejándose suspendidas las redes de drenaje. 

En julio de 1979, con la llegada de las aguas del trasvase al Campo de Cartagena, comenzó el regadío en los 15 primeros sectores, que debido a la escuela de formación que habían supuesto los pozos existentes, fue un éxito fulminante. Esto permitió que tras haber finalizado las obras totales de 38.000 ha. en 1992, la Confederación Hidrográfica del Segura se plantease acometer las inacabadas obras de drenajes mediante el proyecto Desagües  que completan la red de la zona regable del Campo de Cartagena. Clave: 07.278.073/212 Modificado 2. 

Dichas obras se comenzaron en 1996. En ellas, la red de drenaje a cielo abierto era sustituida por tuberías perforadas rodeadas de material filtrante y en zanjas posteriormente cubiertas, de forma que era el equivalente al moderno drenaje de un campo de fútbol. Dicha red de drenajes vertía a la red de desagües en las ramblas naturales, que a la vez finalizaban en las que vertían al Mar Menor, siendo la más importante de ellas la rambla del Albujón. 

Durante la ejecución de dicho proyecto, ya sin ninguna oposición por ningún tipo de agricultor, se produjeron épocas de sequía con menor volumen de aportación del trasvase, lo que llevó a los regantes, previa solicitud a la Confederación Hidrográfica del Segura, a que sus pozos legalmente inscritos en el Registro o en el Catálogo de Aguas de la Confederación pudieran ser desalobrizados vertiendo el efluente rico en sulfatos y cloruros a la red de drenaje construido, y que finalizaba en vertidos a las ramblas, básicamente al Albujón, donde eran recogidas junto con el drenaje natural de la red construida con aguas ricas en nitratos, y ambos tipos de agua eran bombeados en una estación de bombeo del Albujón hasta una desalobrizadora situada en El Mojón (límite de provincias entre Alicante y Murcia), cuyas aguas producto eran elevadas al canal de riego del Campo de Cartagena para ser reutilizadas, y el agua rechazo, es decir, la salmuera, se conectaba al emisario de la desaladora de agua de mar de San Pedro del Pinatar, propiedad de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. Al mismo tiempo, estas desalobrizadoras bajaban el nivel del acuífero del Cuaternario,  disminuyendo la penetración difusa de los nitratos contenidos en éste en el  Mar Menor.

Esta situación se mantuvo estable durante unos años, y fue tan exitosa que en el año 2006 la Confederación Hidrográfica del Segura, junto con Acuamed, proyectaron una ampliación de la red de drenajes y de las impulsiones del Albujón y de la desalobrizadora del Mojón. 

Dichas obras licitadas, por problemas con el adjudicatario, tardaron en comenzar, dando lugar a que las desaladoras encomendadas a Acuamed como sustitución de la derogación del trasvase del Ebro en 2004, fueran terminadas en 2009, y ante la falta de venta de las aguas producidas por dichas desaladoras, Acuamed gestionara, con propietarios de grandes fincas fuera de la zona regable, contratos de suministro de agua desalada por el Estado, que más adelante darían lugar a los llamados regadíos ilegales, pues aunque tenían contrato de suministro con Acuamed, no gozaban de la concesión de aguas públicas que debía adjudicar el Ministerio. 

En tiempo anterior, la Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena concentró todas sus concesiones, aparte de las del trasvase Tajo-Segura, y se puso en regadío antes del año 2000 la llamada Cota 120 con 12.000 ha. de regadío con concesiones inscritas en la Confederación Hidrográfica del Segura. 

Con posterioridad, a partir del año 2016, comenzó un movimiento de alarma tras analizar las aguas de la red de drenaje procedentes de efluentes de las desalobrizadoras y las del drenaje natural a la rambla del Albujón. Se analizaron aguas con contenidos de nitratos, al haber caído en desuso la estación de bombeo del Albujón y la desalobrizadora del Mojón. 

Esto dio lugar a una serie de acciones que llevaron a la Confederación Hidrográfica del Segura en el año 2017 a levantar 76 km. de red de drenajes construidos por ella 20 años antes y que ahora eran llamados salmueroductos, produciendo una subida del nivel del acuífero que podía incrementar la entrada de nitratos en el Mar Menor. 

Posteriormente, en 2019 y 2021, se produjeron episodios de anoxia, que dieron lugar a la muerte de peces en lugares localizados, si bien la pesca en el Mar Menor mejoraba de año en año, tanto en la cantidad de capturas como en el tamaño de los peces capturados

Después de esta descripción de los hechos y las causas, es claro que la solución es evitar la entrada de aguas del acuífero situado a cota superior del Mar Menor en el mismo, a base de baterías de pozos o bien zanjas perimetrales de drenaje que condujeran el agua a estaciones de bombeo hasta la desalobrizadora del Mojón con las dimensiones del proyecto del 2006, evitando así cualquier penetración de nutrientes procedentes de la agricultura. 

Tanto la Administración regional como la nacional habían llegado al acuerdo del llamado Plan Vertido Cero, que incluso podía ser mejorado con el Plan Salmuera Cero, al instalar una segunda fase de desalobrización en las desalobrizadoras existentes. 

Actualmente estas actuaciones no se están llevando a cabo, siendo sustituidas por un mayor control de los abonos por parte de los agricultores, cosa que de cualquier manera es necesaria para ajustar tanto la cantidad de agua de riego como el abonado por cuestiones de eficiencia económica de las explotaciones. 

Conclusión

Se trata de conciliar la actividad turística, agrícola y pesquera de forma que sean compatibles y protegiendo el Mar Menor de los efectos de la naturaleza y el hombre, buscando no analizar sus efectos, sino evitar sus causas. 

Respecto al vertido de las ramblas tributarias, desvío de las mismas al Mediterráneo para evitar el aterramiento, dados los sólidos en suspensión que aportan y que indefectiblemente se posarán en el fondo del Mar Menor. 

Respecto al cierre de las golas, mantenimiento de su dimensión en 1960, recordando que la dinámica litoral en el breve periodo de 20 años aterró la Bahía de Portmán por los vertidos del lavadero Roberto de la empresa Peñarroya. 

Respecto a los asentamientos urbanos, renovación total del saneamiento con tuberías de calidad y juntas totalmente estancas en régimen separativo de aguas pluviales y negras, así como depuración terciaria en todos los núcleos, utilizando las aguas depuradas en riego y las pluviales en vertidos al Mar Menor. 

Respecto a la actividad agrícola, impedir la entrada de aguas de lixiviación de los riegos, estimada en un 7% de los aportes de riego de las zonas regables, por su alto contenido en nitrógeno (que debe ser disminuido por ajuste de los nutrientes, por otra parte necesario para la economía de la explotación agrícola), siguiendo a Margalef, que nos recuerda que si bien el nitrógeno pasa a la atmósfera, el conjunto fosfatos y nitrógeno puede producir fenómenos de eutrofización (exceso de vida vegetal en las algas y plancton con creación de turbidez, no deseada para la actividad turística), teniendo en cuenta que los fosfatos son el detonante clave de este fenómeno. 

Por ello, recoger el vertido en la rambla del Albujón, bombeando a la desalobrizadora del Mojón y en ésta enviar el agua producto al canal del Campo de Cartagena y el rechazo al emisario de la desaladora de San Pedro del Pinatar, de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. 

Para evitar la penetración difusa, recoger las aguas en una zanja perimetral drenante, siendo bombeadas a la desalobrizadora del Mojón, lo que se conoce como vertido cero. Igualmente, se puede conseguir este efecto con una batería de pozos en línea a 25 metros, si bien aquí habría que analizar la intrusión salina

Adicionalmente se podrían poner todas las desalobrizadoras en marcha nuevamente, pero al haber levantado la red de drenajes (convertida en red de salmueroductos), se debería añadir un segundo escalón de desalobrización obteniendo, no el vertido cero, sino la salmuera cero, pues el rechazo se convertiría en agua producto y una salmuera equivalente al 5% del agua tratada, que sería evaporada en eras de secado, utilizándose la sal obtenida en tratamiento invernal de carreteras. 

El seguimiento de estas medidas evitaría cualquier ley del Mar Menor, siendo necesaria la conservación de las infraestructuras construidas. 

Sería conveniente, sobre todo teniendo en cuenta que para 2027 se debe tener analizado el estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua de los dos acuíferos del Campo de Cartagena, que los 1.200 pozos inscritos en el Registro o en el Catálogo de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura fueran monitorizados tanto en nivel piezométrico como conductividad y contenido de sales, de manera que de una forma absolutamente transparente, la Confederación Hidrográfica del Segura, Consejería, Ayuntamiento, Comunidad de Regantes del Campo de Cartagena y regantes en general estuviesen al día de los parámetros de ambos acuíferos para tomar las medidas adecuadas, en su caso.

Posdata 

Cuando yo nací, el 6 de febrero de 1949, mis padres vivían en la calle Luis Federico Guirao nº 5, en Santiago de la Ribera, a 20 metros de la orilla del Mar Menor. Nací en Murcia, pero a los tres días ya estuve en Santiago de la Ribera hasta el año 1953, en el que mi padre, entonces capitán del Ejército del Aire, fue destinado de la Academia General del Aire a la base aérea de Alcantarilla.

Luego viví desde 1976 hasta 1979 (ambos inclusive) en el Paseo Colón, a orillas del Mar Menor en Santiago de la Ribera, como jefe de obra de los 15 primeros sectores de la zona regable del Campo de Cartagena, de la impulsión de Fuente Álamo, del canal del Campo de Cartagena y de la zona regable de la Cota 120, pasando todos los meses de agosto hasta el año 1999 en Santiago de la Ribera.

 

 (*) Ingeniero de Caminos y ex alumno del IES 'Alfonso X el Sabio'

 

Figura nº 1 

Figura nº 2 

Superficie: 135 km2. Profundidad media: 4 m. 


Figura nº 3

Canal Marchamalo 

(Anchura: 25 m.) 

Canal del Estacio 

(Anchura: 50 m.)

Figura nº 4 

Canal de las Encañizadas 

(Anchura: 20 m.) 

A modo de ejemplo, se adjunta la figura nº 8 con la anchura de la conexión  de la Mar Chica con el Mediterráneo.  

Figura nº 5

Salida a Mar Mediterráneo 

(Anchura: 300 m.)

Figura nº 6

Cronología de la actuación agrícola en el Mar Menor (Murcia) 

 
https://theobjective.com/elsubjetivo/opinion/2024-05-25/analisis-situacion-mar-menor/