MURCIA.- Decenas de peregrinos procedentes de la Diócesis de Cartagena acudieron este pasado fín de semana al Centenario del milagro de Fátima acaecido el 13 de octubre de 1917, destacando la tradicional representación de Yecla aunque también las había de Murcia, Cartagena, Lorca, Caravaca... De esa manera se volvía a demostrar la devoción de miles de murcianos por 'la Señora' y la relación muy especial de un grupo de yeclanos con la familia de los tres pastorcitos que afirmaron haberla visto y haber hablado con Ella, hace ahora exactamente un siglo. No hubo, sin embargo, representación oficial eclesiástica alguna de la sede cartaginense en el altar de las celebraciones ni de la UCAM en los actos, al menos de forma visible como en otras ocasiones.
El Obispo de Leiria-Fátima, Monseñor
António Augusto dos Santos Marto, presidió la
Peregrinación Aniversaria de Octubre. El 12 y 13 de octubre se celebraron
Misas, procesiones eucarísticas, la tradicional Procesión de las
Velas y el rezo del Rosario, a las que acudieron varios miles de católicos procedentes de todo el mundo a tenor de las decenas de banderas (entre ellas una oficial de Cataluña junto a un grupo de españolas) que ondearon en los actos y la casi completa ocupación de la gran explanada del santuario mariano luso.
El día 13 se cumplían 100 años desde la última aparición de la Madre de Dios a los tres pastorcitos y del Milagro del Sol. Durante toda la noche hubo vigilias durante la madrugada de oración, rosarios y vía crucis, a las que acudieron personas de todas las edades y de todos los confines del orbe, para recordar el “milagro del sol”, considerado el último de los hechos
extraordinarios producidos en 1917 en esta localidad del centro de Portugal.
El masivo acto religioso oficiado por el obispo de Leiria en el santuario luso de Fátima puso fin el pasado viernes a los actos realizados a lo largo
de este año para conmemorar el centenario de las apariciones de la
Virgen a tres niños pastores con la asistencia de unas 300.000 personas llegadas de países tan dispares como Polonia, Ucrania, Colombia, España, Australia, Filipinas, Vietnam, Suiza, Estados Unidos, Eslovaquia, Senegal, Venezuela, Argentina, Timor Oriental, Noruega, Mozambique, Papua Nueva Guinea, Lituania o Portugal, entre otros varios.
Miles de personas se concentraron en
la explanada del santuario para recordar el último de los episodios de
aquel 1917 que hizo célebre a este pequeño municipio portugués: el
conocido como "milagro del sol", un fenómeno sobrenatural ocurrido también entónces ante la presencia de miles de personas, muchas de ellas escépticas sobre las apariciones acaecidas desde el 13 de mayo y hasta el 13 de octubre de 1917.
Según las crónicas de la época,
el 13 de octubre de hace cien años una multitud de 70.000 personas vio cómo el sol se
movía, una suerte de milagro sobre el que habían advertido los tres
pastorcillos que aseguraron haber visto a la Virgen en varias ocasiones
desde el 13 de mayo de 1917.
Durante
la misa, el obispo de Leiria, António Marto, destacó al concluir el
centenario de las apariciones, que el mayor reto será mantener el contacto e
interés espiritual del hombre, y pidió acudir a la oración ante los
retos de la actualidad.
Entre ellos destacó el terrorismo y la amenaza nuclear, que dijo "es tan aguda ahora como hace 50 años".
También se pudo escuchar en lengua castellana por la potente megafonía del santuario un mensaje para la ocasión del Papa Francisco.
El Santo Padre afirmó que “todavía llevo
en mi corazón el recuerdo de mi pasado viaje a Fátima: las bendiciones que la Virgen quiso
darme y dar a la Iglesia en ese día”.
El Santo Padre estuvo en el Santuario de Fátima en mayo de este año y allí declaró santos a los pastorcitos Jacinta y Francisco.
En su mensaje de este 13 de octubre, el Pontífice hizo tres peticiones a los fieles:
1.- Nunca tengan miedo
El primero fue una
exhortación a confiar en el Señor a pesar de las propias debilidades:
“Nunca tengan miedo. Dios es más bueno que todas nuestras miserias, Él
nos quiere mucho”.
2.- Nunca se aparten de la Madre
“Sigan adelante, nunca se aparten de la
madre. Como un chico que esta junto a su madre y se siente seguro, así
nosotros al lado de la Virgen nos sentimos muy seguros. Ella es nuestra
garantía”, alentó el Papa.
3.- Recen el rosario
Para terminar, el Papa quiso dar un consejo a todos los fieles: “Nunca dejen el rosario, recen el rosario como lo pidió ella”.
Tras dar su bendición, Francisco reiteró su petición habitual: “Y recen también por mí, gracias”.
La
última jornada de celebración en Fátima, que concluyó por la tarde con la
asistencia del presidente de Portugal, el conservador
Marcelo Rebelo de
Sousa, puso fin a varios meses de destacados eventos que alcanzaron su
punto álgido con la visita del papa Francisco el 12 y 13 de mayo.
Fue
precisamente el 13 de mayo, cuando se cumplían 100 años de la primera
de las apariciones, cuando el Papa canonizó a los hermanos Jacinta y Francisco
Marto, los primeros niños no considerados mártires declarados santos.
Los
relatos de las apariciones convirtieron a Fátima en un lugar destacado
de peregrinación para los creyentes y devotos, que cada año visitan por miles este
pequeño enclave portugués.
En la tarde del jueves 12 de octubre, con la participación de los
enfermos, se realizó la procesión eucarística en el recinto de
oración, el saludo de los peregrinos a la Virgen en la Capilla de las
Apariciones; bendición solemne de las velas y Rosarios y a continuación
la procesión de las velas para concluir con una misa internacional en el
recinto de oración.
Asimismo, entre el 12 y 14 de octubre se proyectó por las noches en la
Basílica de Nuestra Señora del Rosario la exposición “
Fátima tiempo de
Luz”, donde se apreciaban efectos de iluminación mezclados con una banda
sonora.
Para exhibir esta producción de la empresa española
Acciona
Producciones y Design, se colocó en la fachada de la basílica una tela
especial de 3.100 metros cuadrados.
El Santuario indicó que esta muestra artística
“tiene el objetivo de
despertar la luz de Fátima en el corazón de cada creyente, aproximándolo
al corazón de Dios”.
El viernes 13 de octubre a las 6:30 p.m., hora local, después de las celebraciones
litúrgicas, se realizó la Sesión Solemne de Clausura de la Celebración
del Centenario de las Apariciones en la Basílica. En el evento estuvo
presente el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.
La velada comenzó con un concierto de la Orquesta y por el Coro
Gulbenkian que interpretaron las obras “
The Sun Danced” y “
Salve Regina” de los compositores James MacMillan y Eurico Carrapatoso, respectivamente.
Por una cuestión de orden, el Santuario de Fátima informó que a
partir de las 09:00 a.m. del día 12 de octubre y durante todo el día 13
la Basílica de Nuestra Señora del Rosario estaría cerrada y que no se
podría realizar la visita a las tumbas de los tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta.
Dos de los videntes, Francisco y Jacinta fueron canonizados el 13 de
mayo de este año por el papa Francisco en el marco del centenario de las
apariciones de la Virgen en Fátima hasta el 13 de octubre, fecha del considerado como el último de los hechos extraordinarios producidos en 1917.
La historia revelada
Los hermanos Jacinta y Francisco Marto, dos niños portugueses, junto con
su prima Lucía Dos Santos vieron a la Virgen el 13 de mayo de 1917 en
Cova da Iría, cerca del pueblo de Fátima, en el centro de Portugal.
La Virgen María apareció otras cinco veces a lo largo del año 1917
ante estos chicos pastores y les reveló tres “secretos” que tenían
relación con la crisis de la fe cristiana y de la Iglesia en el siglo
XX.
Los tres niños vieron sobre la cueva la imagen brillante de la Madre
de Jesús, quien les ordenó que regresaran cada día 13 durante los seis
meses posteriores.
Los denominados “secretos” de Fátima les fueron revelados durante las
apariciones de la Virgen del 13 de junio, 13 de julio y 13 de octubre
de 1917. El primero hablaba de la paz, el segundo sobre la conversión de
Rusia y el tercero, que debía ser divulgado en 1960, fue guardado
durante cuatro décadas más, hasta que lo reveló Juan Pablo II.
“Ustedes han visto el infierno donde van las almas de los pobres
pecadores. Para salvarlos, Dios desea establecer en el mundo la devoción
a mi Inmaculado Corazón”, rezaba el primer secreto.
El segundo, revelado en 1942, decía que “la Primera Guerra mundial
terminará pronto. Sin embargo -advertía-, si la Humanidad no deja de
ofender a Dios, otra guerra peor surgirá. Yo vendré a pedir la
consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión de
reparación de los primeros sábados”.
El tercer secreto alude al camino de los Papas –entre ellos el
atentado que sufrió Juan Pablo II en 1981- y de la Iglesia y convoca a
la penitencia.
Tanto Francisco como Jacinta murieron pocos años después, en 1919 y
1920 respectivamente, ambos aquejados de enfermedades pulmonares. Fueron
beatificados el 13 de mayo de 2000, en una celebración eucarística que
presidió Juan Pablo II en el santuario de Fátima.
Entre tanto Lucía ingresó, con el nombre de Lucía de Jesús, en 1946 al
convento de clausura del Carmelo de Santa Teresa de Coimbra, donde murió
en 13 de febrero de 2004 a los 97 años de edad.
El 13 de mayo de 2017, el papa Francisco declaró santos a Francisco y
Jacinta Marto, los pastorcitos videntes de Fátima, al inicio de la
multitudinaria misa que celebró en el santuario portugués. En cambio la hermana Lucía, fallecida en 2005, ha sido proclamada Sierva
de Dios y el proceso hacia la beatificación está en curso.