VALENCIA.- El exministro y expresident de la Generalitat, el cartagenero Eduardo Zaplana, ha abandonado sin esposar este martes durante unas horas la cárcel de Picassent, en que está ingresado desde el pasado 24 de mayo por el caso Erial, para recibir tratamiento y los controles habituales por la leucemia que padece desde hace tres años.
Según han confirmado hoy fuentes sanitarias, el desplazamiento de Zaplana, que ha estado custodiado por agentes de la Guardia Civil, se ha producido al nuevo Hospital La Fe de Valencia, donde recibe tratamiento por su enfermedad.
El
diario Levante-EMV ha publicado esta tarde una fotografía tomada en el
interior del citado hospital en la que puede verse a Zaplana sin esposas acompañado
por dos guardias civiles bajando una de las escaleras y ha informado de
que algunos de sus familiares se han acercado esta mañana hasta La Fe para interesarse por su estado de salud.
Custodiado por una patrulla de conducciones de la Guardia Civil, el expresidente de la Generalitat ha llegado al Hospital La Fe de Valencia pocos minutos después de las nueve de la mañana. Su llegada ha pillado por sorpresa a los familiares de pacientes que aguardaban en la sala de espera de Hematología, donde tenía que someterse a tratamiento el exministro.
Para evitar estar junto al resto de pacientes que tenían que recibir la quimioterapia, Zaplana ha sido conducido a una sala separada donde ha permanecido vigilado en todo momento por los dos agentes del Instituto Armado.
Hasta el centro hospitalario han acudido su mujer, Rosa Barceló, también investigada en la causa, y una de sus hijas, aunque se desconoce si sus familiares han podido hablar con él o al estar bajo custodia de la Guardia Civil se les ha prohibido cualquier tipo de comunicación con el paciente y a la vez reo.
Zaplana ha permanecido en la unidad de Hematología del hospital hasta las 13.30 horas, momento en el que se ha solicitado su traslado en una ambulancia de regreso al centro penitenciario, una vez finalizado su tratamiento.
Su salida del centro hospitalario ha sido fugaz, pese a haber recibido sus ciclos periódicos durante varias horas, Zaplana ha bajado rápidamente por las escaleras de la entrada principal del hospital y ha subido a la ambulancia sin ayuda alguna. Su destino, de nuevo una celda de la unidad de Enfermería del centro penitenciario de Picassent, según crónica del diario Levante-EMV.
Custodiado por una patrulla de conducciones de la Guardia Civil, el expresidente de la Generalitat ha llegado al Hospital La Fe de Valencia pocos minutos después de las nueve de la mañana. Su llegada ha pillado por sorpresa a los familiares de pacientes que aguardaban en la sala de espera de Hematología, donde tenía que someterse a tratamiento el exministro.
Para evitar estar junto al resto de pacientes que tenían que recibir la quimioterapia, Zaplana ha sido conducido a una sala separada donde ha permanecido vigilado en todo momento por los dos agentes del Instituto Armado.
Hasta el centro hospitalario han acudido su mujer, Rosa Barceló, también investigada en la causa, y una de sus hijas, aunque se desconoce si sus familiares han podido hablar con él o al estar bajo custodia de la Guardia Civil se les ha prohibido cualquier tipo de comunicación con el paciente y a la vez reo.
Zaplana ha permanecido en la unidad de Hematología del hospital hasta las 13.30 horas, momento en el que se ha solicitado su traslado en una ambulancia de regreso al centro penitenciario, una vez finalizado su tratamiento.
Su salida del centro hospitalario ha sido fugaz, pese a haber recibido sus ciclos periódicos durante varias horas, Zaplana ha bajado rápidamente por las escaleras de la entrada principal del hospital y ha subido a la ambulancia sin ayuda alguna. Su destino, de nuevo una celda de la unidad de Enfermería del centro penitenciario de Picassent, según crónica del diario Levante-EMV.
Ayer lunes, la titular del Juzgado de Instrucción nº 8 de Valencia, que instruye el caso Erial en el que se investigan delitos de cohecho, blanqueo de capitales, malversación y prevaricación, desestimó dejar en libertad o en arresto domiciliario a Zaplana.
Su defensa solicitó la semana pasada, mediante un recurso de reforma, la libertad por razones humanitarias, o en su defecto arresto domiciliario del expresident de la Generalitat y exministro.
El
pasado viernes, el fiscal anticorrupción se opuso a esa libertad
condicional por considerar que existía riesgo de fuga y posibilidad de
destrucción de pruebas.
Fuentes de la defensa indicaron este lunes que la jueza había denegado la petición pese a los informes médicos,
incluido el forense, que informaban negativamente de la permanencia en
prisión de Zaplana, ya que sufre "un cuadro profundo de
inmunosupresión", lo que supone un "mayor riesgo de sufrir infecciones y
que puede llegar incluso a riesgo de muerte".
En el auto de
prisión del pasado 24 de mayo, la jueza acusó a Zaplana de los delitos
de blanqueo de capitales, cohecho, prevaricación, malversación de
caudales públicos, tráfico de influencias, fraude en la contratación, delito fiscal, falsedad documental, asociación ilícita para delinquir y grupo criminal.
En el caso Erial, el juzgado de Instrucción nº 8 de Valencia investiga, entre otras actuaciones, el presunto cobro de comisiones derivadas de la concesión de las Inspecciones Técnicas de Vehículos (ITV),
realizadas en 1997 durante la gestión de Zaplana al frente de la
Generalitat, y del Plan Eólico de la Comunitat Valenciana, puesto en
marcha en 2003.