SAN JAVIER.- La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, impuso este
viernes a la Academia General del Aire (AGA) la corbata de la Orden al
Mérito Civil, concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores a
petición de la Asamblea Regional, por unanimidad de todos los grupos
parlamentarios, con motivo de su 75 aniversario.
Cospedal,
que presidió el vino de honor tras finalizar la ceremonia castrense,
afirmó que «solo con unas Fuerzas Armadas plenamente equipadas y
preparadas se podrá conseguir garantizar la seguridad de todos los
españoles».
Y
es que, destacó, España «necesita que sus militares tengan sus
capacidades a punto y que éstas sean modernas y adecuadas», al mismo
tiempo que «se debe velar por la seguridad de los militares al utilizar
los equipos necesarios».
«La defensa de toda una nación nos reclama ese
esfuerzo y tenemos que estar a la altura de ese desafío», indicó.
Así
lo manifestó en una breve intervención en la que ha querido poner de
relieve el papel importante que ha desarrollado la AGA a lo largo de
estos 75 años desde su creación, por la que han pasado más de 10.000
alumnos de 73 promociones y en la que se han realizado casi un millón de
horas de vuelo.
Cospedal advertió de que la AGA deberá también
asumir el reto de «integrar el nuevo sistema de entrenamiento, ya que el
avión C-101, que tan excelente resultado ha proporcionado al Ejército
del Aire, alcanzará en poco tiempo el final de su vida operativa». «El
nuevo sistema de integrado de enseñanza en vuelo deberá estar plenamente
implantado antes de la retirada del servicio de este avión», avanzó.
Por
ello, expresó su confianza en que la AGA y el Ejército del Aire «sepan
adaptarse a los cambios que han de venir». Y es que, ha subrayado, «en
cada una de sus acciones operativas o de entrenamiento, el Ejército del
Aire sirve con orgullo su deber de proteger a la bandera y a España».
También
aprovechó para felicitar a los profesores y personal de la AGA porque, a
lo largo de estos 75 años, «han cumplido ese deber que establece que
proporcionará a los futuros oficiales del Ejército del Aire su
formación, adaptándose a las circunstancias y exigencias propias del
transcurso de los años».
«Confío en que sepan adaptarse a los
cambios que tienen que venir», ha dicho Cospedal, para después poner de
relieve que Murcia es región que «aprecia y respeta a los militares,
donde las Fuerzas Armadas, con una importante representación de cada uno
de los ejércitos, siempre se siente como en casa».
Cospedal
también tuvo palabras para los alumnos de la AGA, a los que les ha dicho
que «la cultura del esfuerzo, la disciplina, dedicación y vocación de
servir a España como aviador del Ejército del Aire son algunos de los
valores indispensables deben practicar en su carrera profesional».
«En
el ADN del Ejército del Aire se exige estar a la vanguardia de la
innovación tecnológica», señaló la ministra, quien puso de manifiesto
que «la enseñanza de esta academia y sus resultados son una prueba del
reconocimiento a nivel nacional e internacional hacia la mejora de la
calidad».
Ha terminado su intervención animando a la AGA a que
continúe realizando su labor de formación, «como lo han venido haciendo
hasta ahora, en estas casi siete décadas y media».
El acto
castrense comenzó puntual a las 12.00 horas con la llegada de la
ministra, que pasó revista a las fuerzas participantes que ya se
encontraban formadas en el Patio de Armas; la escuadra de gastadores,
banda y música, el escuadrón de alumnos y una formación de antigua
uniformidad de la AGA.
Tras la lectura del decreto fundacional del
28 de julio de 1943, la ministra, acompañada por el JEMA, Javier Salto,
y el coronel director de la AGA, Miguel Ivorra, impuso la corbata a la
Academia y, minutos después, el JEMA, en nombre de todas las promociones
egresadas, recogió un regalo institucional por parte de la AGA; un
boceto a escala del mismo monumento que se va a inaugurar con motivo del
75 aniversario.
La banda musical de la AGA interpretó la pieza
'AGA 75', tras lo que el coronel de la AGA resaltó el papel que la
Academia ha desempeñado a lo largo de estos 75 años, una «fábrica de
sueños», dijo, donde se desarrolla el espíritu aviador «al servicio de
España».
La ceremonia continuó con un desfile tanto terrestre, en
el que también se ha podido ver a seis alumnos de la Academia con
distintos uniformes de época, como aéreo, con aviones desde la época
fundacional que han prestado sus servicios en la AGA, el E-26 y Patrulla
Águila.
En concreto, participó un buen número de aeronaves que
han estado en servicio en la AGA a lo largo de sus 75 años de historia,
desde su creación el 28 de julio de 1943 con el Decreto, aún vigente,
que representa los valores que hacen posible que este centro de
formación haya cumplido con su misión.
Han volado en bloques y a
diferentes alturas. Así, la primera formación estuvo compuesta por tres
Bücker, un avión que estuvo en servicio hasta 1976; mientras que la
segunda formación ha estado compuesta por un T6, una avioneta Mentor,
una pillán y un C-101 de la Escuela Básica.
Por último, la Patrulla
Águila cerró el desfile aéreo en la avenida principal.
El recuerdo
a los caídos estuvo presente también en esta ceremonia castrense. La
corona se depositó junto al monumento del mismo nombre y se han entonado
los ya tradicionales acordes 'La muerte no es el final'.
Los alumnos
con uniforme especial fueron los encargados de depositar la corona de
laurel y han efectuado una salva de honor con munición de fogueo.
El
acto concluyó con la inauguración del monumento representativo de estos
75 años dilatados de historia, una escultura diseñada por los artistas
que trabajan para la fundición
Fundirmetal, taller de referencia en el
ámbito escultórico, que viene a representar el esfuerzo de su potencial
humano representado por un cadete, un piloto y un militar de apoyo
representantes de todos los colectivos, con el emblema del 75
aniversario.
El Defensor del Pueblo insta a Cospedal a respetar la neutralidad religiosa de los ejércitos
El Defensor del Pueblo ha instado al Ministerio de Defensa a que no vuelva a izar a media asta la bandera de España en Semana Santa como señal de duelo por la muerte de Cristo, pues “las Fuerzas Armadas están llamadas a identificarse con la sociedad española de la que forman parte y a la que sirven, y están constitucionalmente obligadas a la neutralidad religiosa, en función de los intereses públicos que representan”, recoge hoy El País.
El Defensor del Pueblo en funciones,
Francisco Fernández Margugán,
abrió un expediente sobre este asunto después de que un ciudadano se
quejase de que Defensa ice la bandera a media asta entre el Jueves Santo
y el Domingo de Resurrección, lo que supondría una discriminación
respecto a otras confesiones religiosas, a las que no se rinden honores
militares de ninguna clase.
Como conclusión a este expediente, Marugán ha dirigido una carta a la ministra de Defensa,
María Dolores de Cospedal,
en la que le recuerda que “nadie puede sentir que, por motivos
religiosos, el Estado le es más o menos próximo que a sus conciudadanos”
de otras confesiones.
Además, subraya que el Reglamento de Honores Militares de 2010 regula
los honores militares a la bandera de España, establece que la misma
“permanenecerá izada a media asta dia y noche cuando el Gobierno decrete
luto nacional” y “relaciona las personalidades con derecho [a recibir]
honores fúnebres militares. Se ha de concluir por tanto”, subraya, “que
no se establece, en ninguno de los supuestos regulados, el izado de la
bandera a media asta en Semana Santa”. Es decir, que la decisión carece
de amparo legal.
Aunque Defensa se ha escudado en la tradición para justificar esta
medida, Marugán considera “más adecuado a la lógica de un Estado
aconfesional prescindir de unos honores militares de tanto significado”
en Semana Santa y le recomienda que, “en lo sucesivo, las órdenes del
izado de la bandera de España se ciñan exclusivamente a los supuestos
previstos” en el vigente decreto de honores militares.
Este decreto, aprobado por la entonces ministra de Defensa,
Carme Chacón,
suprimió los honores militares al Santísimo Sacramento, previstos en el
reglamento de 1984. En aquellos años, 2010 y 2011, la bandera de España
no ondeó a media asta en los acuartelamientos por Semana Santa, pero el
primer ministro de Defensa del PP, Pedro Morenés, recuperó la costumbre
en 2012.
Ni siquiera está claro de quien partió la decisión cuestionada por
Marugán. La respuesta al primer escrito del Defensor del Pueblo no la
firmó la ministra ni el subsecretario, sino el jefe del Estado Mayor de
la Defensa, el general Alejandre.
Efectivamente fue este quien trasladó
la orden a las unidades dependientes de él, como los jefes de los
ejércitos lo hicieron a las suyas, pero ningún mando militar puede
ordenar que la bandera ondee a media asta en la sede central de
Ministerio de Defensa, un organismo administrativo y político creado en
1977 ya en democracia y ajeno por tanto a ese tipo de tradiciones.