VALENCIA.- “La historia se repite: los parlamentarios europeos del PP acaban de
votar contra el Corredor Mediterráneo en Bruselas, como hizo Ana Pastor
en 2012. No entiendo su voto negativo. Y me duele como coordinador del
Corredor Mediterráneo. Seguiremos trabajando por este proyecto”.
El
coordinador del Corredor Mediterráneo, el valenciano Josep Vicent Boira,
expresó su disgusto en redes sociales tras la votación que tuvo lugar
en el Parlamento Europeo esta semana para dar el visto bueno definitivo a
la revisión del reglamento de la Red Transeuropea de Transporte
(RTE-T). Un texto que, según explicó Boira a elDiario.es, se ha venido
negociando en los últimos dos años para generar el máximo consenso
posible.
Y la realidad es que lo ha obtenido, puesto que se ha acabado aprobando
con 565 votos a favor y 37 en contra, la mayoría de ellos de
eurodiputados del PP español, un hecho insólito teniendo en cuenta que
la mayoría de los populares europeos sí que han respaldado el reglamento
en el que se integran el Corredor Mediterráneo y el Atlántico.
Entre
los votos en contra destacan los de José Manuel García Margallo o del
exministro de Interior Juan Ignacio Zoido Álvarez, quienes consideran el
acuerdo nocivo para los intereses de España. También se han opuesto
eurodiputados de Vox adscritos al grupo ECR como Jorge Buxadé o Hermann
Tertsch, así como de Podemos e Izquierda Unida.
El acuerdo se cerró durante la Presidencia española del Consejo
de la Unión Europea y contribuirá “a una mejora de la conectividad entre
territorios y personas, haciéndola más sostenible y de más calidad, y
promoviendo el crecimiento y el empleo en toda Europa”, ha destacado la
eurodiputada Isabel García Muñoz, responsable de la negociación de este
informe por parte del grupo socialista en la Eurocámara.
El texto ha salido adelante a pesar del voto en contra del PP
español. “Una vez más, el PP se posiciona en contra de un acuerdo que es
positivo y prioritario para los intereses de España”, ha lamentado
García.
Con su voto negativo, los populares se oponen a proyectos de
infraestructura prioritarios que incluye el acuerdo final de la RTE-T.
Entre otros, la posición final contempla establecer medidas obligatorias
para ejecutar a tiempo los Corredores del Atlántico y del Mediterráneo y
las conexiones transfronterizas con Francia y Portugal.
“Acabar con los
retrasos en el lado francés es imprescindible para que el resto de la
red de transporte española funcione a su máximo potencial, y, por tanto,
para estimular el crecimiento socioeconómico y el desarrollo
empresarial en nuestro país”, destaca García. Por eso, “no se entiende
que el PP español haya votado en contra de los intereses de nuestro
país”, sostiene la eurodiputada.
El acuerdo incluye otros puntos prioritarios para España como el
establecimiento de requisitos obligatorios para mejorar el servicio
ferroviario, como tener trenes más largos y con una mayor frecuencia
tanto para mercancías como para pasajeros.
“El texto final refuerza la
movilidad como derecho fundamental de la ciudadanía europea, y facilita
que las empresas utilicen más el ferrocarril para su actividad
económica”, explica García. Además, se ha conseguido reconocer el nuevo
papel de los puertos como ejes energéticos y geopolíticos.
Así, será
posible incluir puertos como el de Santander a la red principal de la
RTE-T, además de apoyar el aumento de las rutas marítimas de corta
distancia que incrementará la actividad entre las regiones de costa
españolas y las islas Baleares y Canarias, y con los países vecinos.
Según los socialistas europeos, el PP español también ha votado
en contra de conectar los grandes aeropuertos con ferrocarril,
establecer planes de movilidad urbana sostenible, promover el transporte
público, y mejorar las condiciones de trabajo y seguridad de los
conductores profesionales mediante la construcción de aparcamientos
seguros a lo largo de la RTE-T.
Por último, García recuerda que el acuerdo incluye proyectos de
infraestructuras de transporte prioritarios para España y a los que el
ejecutivo comunitario sí ha dado el visto bueno:
“Algunos de los puntos
positivos han sido recuperar el trazado original del Corredor
Mediterráneo llegando a la frontera con Ucrania, así como la conexión de
la Ruta de la Plata; también hemos incorporado los enlaces de
Zaragoza-Tardienta y Zaragoza-Lleida-Tarragona al Corredor Mediterráneo
de mercancías, y los enlaces de Santiago-Orense en el Corredor
Atlántico de pasajeros y el Santiago-Vigo-Orense en el Corredor
Atlántico de mercancías”.
Las enmiendas que planteaban los populares,
explica la eurodiputada, “no han pasado el examen de la Comisión Europea
por no cumplir con la metodología, estricta y homogénea para los 27
estados miembros y por la que se rige el Reglamento RTE-T que responde a
criterios puramente técnicos y no políticos”.
Fuentes del Partido Popular han explicado que sus eurodiputados
han votado “en contra del acuerdo alcanzado por la Presidencia española
en diciembre de 2023 sobre la revisión de los mapas de la Red
Transeuropea de Transporte”.
En la posición del Parlamento previa a la negociación con el
Consejo, la delegación española del PP había conseguido introducir 25
enmiendas sobre infraestructuras de transporte esenciales para la
vertebración del territorio español. Sin embargo, “la mayoría de estas
inclusiones no ha quedado incorporada en el acuerdo final; por eso, el
PP ha votado en contra, como ya hizo el representante del PP en la
Comisión de Transporte y Turismo, Pablo Arias”.
La Red Transeuropea de Transporte (TEN-T) es el mapa de
infraestructuras de transporte que vertebra el territorio europeo. Se
compone de líneas y corredores ferroviarios, carreteras, vías navegables
interiores, rutas marítimas, puertos, aeropuertos y terminales
ferroviarias. “Estas infraestructuras son fundamentales para vertebrar
nuestras regiones, fortalecer la cohesión social e impulsar la
competitividad económica. Sin estas infraestructuras sólidas, perdemos
oportunidades de crecimiento y desarrollo” ha declarado Arias.
Según las mismas fuentes, pese a las 25 enmiendas del PP,
provechosas para España, que habían sido respaldadas por el Parlamento
Europeo, solo prosperaron 6 en el acuerdo final:
“Todo eso demuestra que
la Presidencia española tenía otras prioridades y no ha logrado
alcanzar el objetivo de mantener la posición alcanzada por el Parlamento
Europeo tan importante y necesaria para España, echando por tierra el
trabajo realizado en el Parlamento liderado por el PP. Por eso, creemos
que el acuerdo alcanzado por el Gobierno es un mal acuerdo para España.
Hoy no se votaba la inclusión del Corredor Mediterráneo en las redes
TEN-T. El Corredor Mediterráneo ya está incluido desde el 2013 y siempre
ha contado con el apoyo del PP”.
Con todo, según han explicado diversas fuentes consultadas por
este diario, muchas de las enmiendas presentadas no fueron admitidas
porque no cumplían unos objetivos mínimos, por ejemplo un mínimo de
carga de toneladas o de contenedores en caso de puertos. Además, han
destacado que de haber obtenido mayoría los votos en contra, hubiera
cobrado vigencia el reglamento de 2013 en el que no estaba incluido el
Corredor Mediterráneo Europeo.