“La Comisión”, reza la respuesta, “considera que, a este respecto, la transposición del anexo II, sección 3, letra b), a la legislación española es incorrecta, porque no toma en consideración los criterios de selección fijados en el anexo III de la Directiva para el establecimiento de los citados umbrales”.
Dicha directiva alude a los efectos de los proyectos públicos o privados sobre el medio ambiente, que en el caso de que superen un voltaje “igual o superior a 15 kv y una longitud superior a tres kilómetros” serán “sometidas a trámite de evaluación ordinaria de impacto ambiental” salvo que “discurran íntegramente en subterráneo por suelo”. 
Según el escrito de Lola Sánchez, “el actual proyecto de llegada de la línea de ferrocarril AVE a Murcia, que será en superficie mientras se realizan las obras de soterramiento, tiene una longitud de 3,57 km  y conlleva aparejada una catenaria de alta tensión de 20 kv”.
“La Comisión, por tanto, ha incoado un procedimiento de infracción, instando a España a que adapte su legislación a la Directiva”, reza la respuesta. 
“La Comisión recuerda, por último, que la Directiva EIA pone a disposición de las personas interesadas un sistema de revisión administrativa y judicial de las decisiones, actos u omisiones de las autoridades nacionales durante el procedimiento de evaluación de impacto”.
Se trata de un revés a los planes del PP en Murcia, donde un conflicto vecinal convive desde hace meses con la llegada del AVE: el Gobierno autonómico, que gobiernan los populares desde 1995, quiere que el AVE llegue cuanto antes y como sea, y para ello solo puede hacerlo por Alicante y en superficie, obligando a cortar los pasos a nivel y a instalar el muro. 
Los vecinos rechazan el muro y quieren que el tren llegue soterrado y que primero se entierren las vías, una obra que puede durar hasta dos años.
Los últimos pasos del Ministerio de Fomento que dirige José Luis Ábalos apuntan a esta dirección, además de cambiar la conexión hasta Madrid por Albacete en vez de por Alicante: de esta manera, un tren híbrido podría unir Madrid y Murcia en dos horas y 30 minutos en vez de dos horas y cuarenta por Alicante. 
Los vecinos de la plataforma pro-soterramiento logran así una nueva victoria por su parte. La Unión Europea acaba de fallar contra las pantallas de metacrilato.