Tres magistrados de la Audiencia Provincial de Barcelona han dictado un auto referido a la actuación de las fuerzas de seguridad del Estado —preferentemente la Guardia Civil— en el IES de Sant Joan de Vilatorrada (Bages) durante el referéndum del 1-O en el que establecen que se produjeron excesos policiales y que su actuación no guardó proporcionalidad, algo que no valoraron los mandos policiales al usar porras o defensas y golpear a ciudadanos también sin mediar agresión física previa. 

El auto razona algo muy lógico y que se ha echado en falta estos últimos meses: por qué los mandos policiales no valoraron que para lograr su objetivo (impedir las votaciones) era altamente probable que se produjeran lesiones, como así sucedió en el centro de votación citado, donde hubo 14 heridos. Ni tampoco tuvieron en cuenta, señala el escrito judicial, el deterioro de la imagen de las instituciones.

Los 14 folios del texto de la Audiencia de Barcelona tienen enorme importancia porque nos retrotraen a un debate que hace meses se produjo respecto a la proporcionalidad en la actuación policial. En concreto, de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía por un lado, y de los Mossos d'Esquadra por el otro, ya que tuvieron aquel 1 de octubre comportamientos diferentes. 

Frente a la violencia de los agentes de la Guardia Civil y de la policía española, los Mossos recogieron las urnas de votación en aquellos colegios en los que pudieron hacerlo sin utilizar la violencia.

El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos —hoy ya general— responsable del dispositivo policial del 1 de octubre, al estar intervenido de facto el cuerpo policial catalán, siempre ha reprochado aquella actuación de los Mossos. De hecho, el major Josep Lluís Trapero y la cúpula policial están procesados en la Audiencia Nacional acusados de delitos tan graves como el de rebelión, para los que pide la fiscalía 11 años de prisión. 

Es cierto que son instancias judiciales diferentes, pero ante los reproches significativos de la Audiencia Provincial a la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía por su actuación no está de más preguntarse donde estaba la proporcionalidad. Los que hemos defendido que los Mossos hicieron correctamente su actuación aquel 1 de octubre hoy tenemos más argumentos para defenderlo.


(*) Periodista y ex director de La Vanguardia