El ministro José Manuel Soria, que se vio obligado a renunciar el
pasado viernes, le ha dado el golpe definitivo al presidente del
Gobierno en funciones Mariano Rajoy que, definitivamente se considera
incapacitado para intentar cualquier tipo de acuerdo con PSOE y
Ciudadanos, de cara a la última ronda de consultas que la semana próxima
realizará el Jefe del Estado en un último intento de desbloquear la
situación política, antes de la convocatoria de nuevas elecciones para
el domingo 26 de Junio. Soria que está convencido de que hay toda una
“conspiración” contra él, piensa que, efectivamente, ha complicado la
posición política de Rajoy.
Las posiciones de Sánchez y Rivera se han endurecido todavía más a
raíz del caso del ministro de Industria, al bautizar al actual gobierno
como el “Gobierno de la vergüenza” y, cualquier acercamiento al PP
pasaría, previamente, por la retirada de Rajoy, algo a lo que el
Presidente se resiste, aun creyendo que aunque vuelva a ser el partido
más votado en una repetición de elecciones, el veto a su persona será
en Junio más duro que ahora, con lo que se encuentra en una situación
personal y política sin salida. Y eso que, este domingo, La Razón en un último tracking
de NC Report, sostiene que el PP no acusa el “golpe de Soria” ni la
detención del Alcalde de Granada, ya que ganaría por lo menos cinco
diputados respecto al pasado Diciembre, los mismos que perdería el PSOE;
Ciudadanos perdería dos, y Podemos ganaría también dos.
Una situación personal para Rajoy que se puede ir complicando más y
más, con las crisis en el partido en Valencia, Baleares y Canarias,
nuevos casos de corrupción que pueden surgir, y los movimientos que se
están produciendo en el partido, de cara a la sucesión y de los que el
ministro Soria, según está convencido el interesado, ha sido una víctima
en una operación, según sus allegados, manejada por la fontanería de la
Vicepresidencia del Gobierno.
La frialdad con la que ha tratado Soraya Sáenz de Santamaría, al ya
exministro de Industria; la condena a muerte pronunciada delante suya
por uno de sus hombres, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro
(“alguien que haya operado en paraísos fiscales no puede estar en el
Gobierno”), y la falta de apoyos con la que se ha encontrado quien,
según algunas versiones, pretendía ser Presidente del partido, en el
caso de un gobierno técnico presidido por el ministro de Economía Luis
de Guindos, han dejado tan aislado a Soria, que ni siquiera el grupo de
Ministros más cercano a Rajoy, el llamado G-8 (García-Margallo, Rafael
Catalá, Tejerina, Fernández Díaz, Ana Pastor, los ex Gallardón y Wert y,
el propio Soria ), ha salido en su defensa, una vez Montoro le condenó
públicamente y, además, posteriormente, anunció una investigación fiscal
de él y de toda su familia.
Por eso, desde el viernes, el ya exministro se ha multiplicado en los medios (13TV, diario El País, ABC y periódico El Mundo)
para insistir en que siempre ha contado con el apoyo del Presidente del
Gobierno, que el mensaje hacia él, del Presidente ha sido que lo que él
decidiese, estaría bien hecho y que toda su culpa ha sido no saber
explicarse y haberse equivocado en sus explicaciones, aunque se ha
negado a entrar en las mentiras y contradicciones en las que fue
cayendo, conforme avanzaban los datos que hacían publico los medios,
especialmente el dato definitivo de que, además de aparecer en los
“Papeles de Panamá”, y en el paraíso fiscal de Bahamas, aparecía
también, en el “paraíso fiscal” de la Isla de Jersey, una de las islas
del Canal de la Mancha.
Un dato que este domingo, el director de El Mundo aclara que
no se debe a “filtraciones del Centro Nacional de Inteligencia CNI,
periodistas con intenciones oscuras o traiciones palaciegas”.
“La
realidad – aclara David Jiménez – es que, tras varios días de
investigación del entramado de la familia Soria, El Mundo,
consiguió el documento que probaba su vinculación con paraísos fiscales
desde 2002, tras pagar en Internet las 50 libras que cuesta acceder al
Registro Mercantil de Jersey”.
Sin embargo, en el entorno de Soria se sigue insistiendo en la teoría de la “conspiración” y de la “venganza política”.
(*) Periodista