Las regiones de la Comunidad Valenciana, Murcia y el este de Andalucía gozan de un clima cálido, una tierra fértil, una experiencia y profesionalidad en la agricultura en general y en la arboricultura adquirida durante siglos, y una excelente calidad de sus productos reconocidos mundialmente. Su cultivo requiere un volumen adecuado imprescindible de agua para cubrir sus necesidades hídricas.
Sin embargo, la elevada demanda evaporativa y la escasez de precipitaciones que caracterizan su clima son escasos y competitivamente costosos. Conviene recordar que el 80% de la exportación nacional de esta actividad procede de las regiones antes mencionadas.
Su aportación decisiva al mercado de consumo interior, a la cobertura social, a la balanza exterior y al PIB obligan al Estado a plantearse la planificación y ejecución urgente del controvertido Plan Hidrológico Nacional de todas las aguas de superficie, que sin duda cubrirían, bien reguladas, todas las necesidades agrícolas, industriales y de consumo humano. De lo contrario, España pasaría a ser una economía en descenso continuado y caería a los últimos puestos en la clasificación de países avanzados en pocos años.
Los problemas provocados por políticos de determinadas comunidades autónomas, carentes de patriotismo nacional, cordura y preparación, pero dotados de torpeza, egoísmo e insolidaridad, proponen y exigen no sólo el cierre de los trasvases existentes, sino que se aprovechen, mediante desalación, las aguas procedentes de pozos y del mar como excelentes para la agricultura, y que se olvide definitivamente el Plan Hidrológico Nacional.
Conviene recordar de nuevo lo que Indalecio Prieto dijo en público sobre los trasvases a Alicante en el año 1933: “Es una obra de años, para la cual se necesita la asistencia de quienes gobiernan, de quienes estén en la oposición y, oídlo bien, de quienes sirven al régimen republicano y, oídlo bien, de quienes están en contra de él; porque quienes por patrocinar el régimen republicano una empresa de esta naturaleza le negaran su asistencia y su auxilio, serían, no enemigos del régimen, sino unos miserables traidores a España”.
Ejemplos de insolidaridad son públicamente conocidos procedentes de presidentes de algunas comunidades autónomas, que niegan la evidencia y apoyan lo inaceptable. Pero también sorprenden las manifestaciones públicas en favor de la desalación de algunos técnicos, presidentes de asociaciones y altos expolíticos, que rechazan la interconexión de cuencas y apoyan el uso de aguas nocivas.
El Tribunal Constitucional, mediante sentencia, ha puesto fin a los pretendidos blindajes de ríos por algunos gobiernos autonómicos, que trataban de controlar la gestión y planificación en exclusiva de sus aguas y evitar los tras-vases, lo cual suponía la invasión de las competencias exclusivas del Estado.
Expliquemos las razones técnicas reales que justifican el rechazo a la desalación del agua de pozos y del mar para riegos en la agricultura. De utilizarlas, sólo se conseguirá la desaparición de los cultivos y la muerte de la arboricultura. La escasez hídrica actua y el cierre del trasvase Tajo-Segura ya ha provocado un recorte del 12% en los empleos del campo y la deslocalización de empresarios a otras regiones con caudales suficientes para plantar y recolectar, como las cuencas del Ebro, Guadiana y Guadalquivir.
Las aguas de pozos y la desalinización de las del mar
Las aguas procedentes de pozos y del mar, a conductividades 0,2-0,3, eliminan primero los elementos mayores, que son los mejores, pasando por las mallas de la ósmosis inversa los más pequeños, que son los más nocivos; entre otros, el sodio, el cloro y el boro.
Los primeros perturban la absorción de los demás nutrientes que necesitan las plantas, mientras que los segundos disminuyen el potencial productivo por toxicidad en el suelo y en las hojas, terminando con el árbol de los frutales y cítricos en pocos años. Para una agricultura competitiva y de alta calidad sólo sirven las aguas superficiales y las pluviales.
Los efluentes de la desalación de las aguas de pozos, por no poner la Administración de los emisarios adecuados al mar abierto, se ven obligados a verterlos a cauces naturales, que a su vez los vierten en la costa y las playas, produciendo un daño ecológico y turístico difícil de revertir.
Además, la limpieza de las desaladoras conlleva ácidos, aceites y detergentes que igualmente vierten en las costas y las playas. Lo expuesto es el motivo de que las desaladoras cercanas a las costas dañen el medio ambiente, como ocurre con las del Golfo Pérsico, donde se autorizan normalmente, mientras que no se autorizan en países de avanzada tecnología agrícola, como el suroeste de Estados Unidos (California) o Australia.
Los nuevos sistemas
tecnológicos para riego
1.- El primer estudio –ante la necesidad de reducir el consumo de agua cuyos excesos pueden aplicarse a otros usos necesarios e imprescindibles (humano e industrial)– ha conseguido aumentar la eficiencia en el uso del agua de riego (EUA) mediante una nueva programación basada en el estado hídrico de la planta, en cuya metodología influye la meteorología, el suelo y la propia planta, y a partir de ello modular el estrés hídrico a que se
ha de someter el cultivo, sin incurrir en un estrés excesivo.
2.- El segundo, basado en la alta sensibilidad al déficit hídrico del potencial del tallo, lo convierte en el indicador de referencia. En ese sentido, las fluctuaciones del diámetro del tronco presentan la ventaja de su medida continua fácilmente automatizables. Los indicadores derivados de las fluctuaciones son la máxima contracción diaria del diámetro y la tasa de crecimiento diaria del tronco, estimando estos valores en base a la relación con variables meteorológicas.
3.- Recientemente, un equipo de investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad Politécnica de Cartagena ha encontrado otro parámetro derivado de las fluctuaciones del diámetro del tronco, denominado “contracción temprana del tronco”, que ha mostrado ser más sensible al estrés hídrico, detectándolo antes que el resto de los indicadores. Otros efectos beneficio sos del sistema son: las reducciones de las emisiones de dióxido de carbono, del consumo energético y del uso de los fertilizantes. En este contexto nace el proyecto Irriman Life+, cuyo objetivo ha sido poner en práctica, demostrar y difundir una estrategia de “riego sostenible deficitario controlado”, sin afectar a la calidad de los estándares exigidos por los mercados exteriores.
El proyecto ha logrado su implantación en los agricultores y en las comunidades de regantes, y la aceptación por la Administración Pública, superando los dos anteriores. Merece la calificación de excelencia en investigación e innovación aplicada a la optimi- zación del agua en la agricultura, siempre procedente de aguas de lluvia o ríos, ya que las de desalación de pozos y del mar, por las razones expuestas, conducen a la muerte global de la agricultura del Levante y sureste español, aunque se reduzca su consumo.
Paralelamente, se han conseguido nuevos avances en la nutrición vegetal para el aumento de su potencial tecnológico productivo. Hoy ya se sabe que las necesidades nutricionales de las plantas no la absorben como se pensaba, sino en forma de iones con su carga, absorbidos de manera ordenada y compensada. Su investigación ha conseguido la introducción de esta técnica denominada MOHT (siglas en ingles de Martínez Open Hidroponic Technology) en grandes empresas de muchos países, y ha merecido el premio internacional de nuevas tecnologías del Ministerio de Agricultura de Australia; curiosamente el autor y director es un ingeniero agrónomo y profesor jubilado español, Rafael Martínez Valero, olvidado en España pero distinguido y solicitado internacionalmente.
Los avances que se integran en el sistema MOHT son: control de la nutrición hidromineral, control fisiológico de las plantas, inyección de las soluciones nutritivas en tuberías a presión mediante el desarrollo de una máquina denominada Nutricompact.
El gran progreso en la nutrición vegetal en la actualidad, tanto por la innovación científica y tecnológica que se aporta, como por las grandes producciones de calidad alcanzadas en diversos países, se llama sistema MOHT y Nutricompact, ya implantado en España en una finca del valle del Guadalquivir.
(*) Economista y empresario