VALENCIA.- El doctor del Hospital de La Fe en Valencia que realizó el trasplante de médula a Eduardo Zaplana emitió el pasado martes 31 de julio un informe clínico en el que alerta sobre el «deterioro acusado del estado general» de la salud del exministro y expresidente de la Generalitat Valenciana, que está en prisión desde hace diez semanas, según revela Las Provincias.
El doctor Guillermo
Sanz es jefe de Sección de Hematología Clínica y de la Unidad de
Trasplante Hematopoyético del Hospital público de La Fe, en
Valencia. Es el mismo doctor que ha tratado a Zaplana desde la operación
de trasplante, que tuvo lugar en 2015. Elaboró su informe después de
la última revisión de su paciente en el hospital, ese mismo martes.
En
el informe se señala que «la probabilidad de presentar una
infección grave con riesgo vital en los próximos tres meses es cercana
al 100%» y que «un retraso de horas en su diagnóstico y tratamiento
adecuado comprometería seriamente su vida».
«No
podemos asegurar que los cambios continuos de tratamiento que se
realizan en todas las visitas a este centro se actualicen de forma
inmediata en el centro penitenciario – añade el informe - Al
parecer las actualizaciones de tratamiento no se efectúan de forma
inmediata debido a las carencias de personal facultativo del centro».
La Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias, ACAIP, viene denunciando la pérdida
en los últimos cuatro años de un 15 por ciento de la plantilla en el
Centro Penitenciario de Picassent en el que Zaplana se encuentra
internado.
En su informe clínico, el doctor Sanz
solicita «que se tomen las medidas necesarias para garantizar el acceso
urgente del paciente a este centro en caso de precisarlo, así como de aquellas destinadas a evitar un mayor deterioro que comprometa el éxito del trasplante».
Tercer informe
El informe del hospital de La Fe coincide en el riesgo sobre la vida de Zaplana por hallarse en prisión con dos informes previos. Uno, de los médicos forenses de la Clínica Médico Forense de Valencia,
dependiente del Ministerio de Justicia, del 30 de mayo pasado,
que afirmaba que «la permanencia del paciente en prisión, a pesar del
tratamiento dispensado en ella, pone en grave riesgo la vida del paciente, por lo que se recomienda su salida de un lugar de las características de una cárcel».
Y otro solicitado por la familia de Zaplana al doctor Guillermo García-Manero, jefe de Sección de Leucemia del Hospital Anderson Cancer Center de Houston, en el que éste afirmaba el pasado día 16, que «si el paciente recae, la tasa de mortalidad es cercana al 100%, dado que no hay tratamientos de rescate para estos pacientes».
El doctor afirma que «la permanencia del paciente en prisión, a pesar
del tratamiento dispensado en ella, pone en grave riesgo la vida del
paciente, por lo que se recomienda médicamente su salida de un lugar de las características de una cárcel».
Atendiendo
al grave riesgo para la vida del paciente, su abogado ha remitido el
informe clínico del pasado martes a la juez del Juzgado de Instrucción
nº 8 de Valencia, reiterando su petición de que se le deje en libertad o se le permita estar en arresto domiciliario, «adoptándose todas las medidas de incomunicación que Su Señoría crea convenientes».
La familia de Zaplana ha declarado que «ya
tendrá ocasión de defenderse de las acusaciones que se presenten
contra él pero aún no ha sido juzgado y ahora, por razones puramente
humanitarias, debería estar en un lugar que no ponga en peligro su vida. Es un derecho que asiste a cualquier ciudadano o ciudadana de nuestro país».