Transparencia. Hay que ver como se pasan
estos políticos de nuestros pesares. Primero, no nos dan una jodida
explicación de nada de lo que hacen y ganan, porque de lo que piensan
bien que lo cacarean, aunque nunca lo cumplan, y segundo, pasan de la
más enmohecida oscuridad al foco de luz en los ojos para dejarnos ciegos
con tanta transparencia.
Publicar las nóminas de una parte de los
funcionarios, con todo lujo de detalles, pensando que la plebe les
reconocerá su esfuerzo en aras de la transparencia, es una muestra más
de que a nuestros políticos la sesera no les carbura del todo bien.
Vamos
a ver, lo que la plebe quiere saber, no es que los funcionarios Miguel,
Juan o María Ángeles ganen 1.150 euros al mes, que no, que no se
enteran; bueno, sí se enteran, pero se hacen los tontos, cosa que no
les cuesta esfuerzo alguno.
Los que levitan se creen que
publicando la mierda de sueldo que ganan los funcionarios de base la
gente los va a subir a un pedestal, y ni mucho menos.
Señores
políticos, lo que las masas quieren saber es cuantos cuartos al mes se
meten ustedes en la zamarra, pero sumando salarios, dietas, planes de
pensiones, complementos salariales que paga el partido, complementos
sanitarios, privilegios, dádivas, taxis, comidas, por asistir a
comisiones, por ir a los pueblos, por los mítines, por la docencia, por
los asesoramientos, por las cajas de puros y por dejarse invitar a tomar
un café. Eso sí hay que publicarlo, eso sí es transparencia, pero
sacarle a los cuatro vientos lo que gana Mari la hija de la Maruja,
Luisa la hija del Perete o Antonio, el cuñao del Forraje, pues qué les
voy a decir, ¡que es una sinvergonzonería!
A ver si tienen lereles
a publicar lo que ganan los médicos y los maestros. ¿Qué sí? ¿Qué los
van a publicar?... ¡Padre, no los perdones que sí saben lo que hacen!
porque los funcionarios tampoco lo harán.
Imputación. La gente se
puede poner como quiera, pero tampoco es para tanto lo de Fina Marín, la
alcaldesa de Torre Pacheco. A la pobre se la quieren cepillar por un
contratillo que parece una irregularidad administrativa, pero ella no ha
robado, no ha tenido tarjeta black, no se ha apuntado dietas
irregulares, no ha urbanizado terrenos protegidos, no ha pagado obras
sin terminar, no ha atentado contra el medio ambiente y, que se sepa, no
ha cogido sobres con estampitas. Otra cosa es que por medio de esa
contratación irregular haya un trasfondo no demasiado claro de tapar
algunas cosillas de su anterior, y lo digo, no porque las haya, sino
porque el cargo de interventor es muy delicado; al fin y al cabo es que
quien fiscaliza y controla la legalidad de las actuaciones que mueven el
dinero público. Un interventor dependiente, a dedo, no es lo mismo que
uno independiente, por oposición.
De todas maneras, ¿qué pasa si
dimite? Tampoco es para tanto. Hace dos días estaba en su casa, pues que
se vuelva y en paz, que de donde sale un imprescindible entra otro
mejor, y más en política, que es donde más bajos coeficientes se
concentran por pesebre.
De todo esto lo llamativo es la mediación
de Alberto Garre con la alcaldesa para salvar una situación que le
afecta directamente a Pedro Antonio; vamos, tiene narices la cosa, el
que parece que quiere tener la cabeza de Pedro Antonio como Herodes la
de San Juan, ¡actuando de defensor de la causa! Casi ná, Fina y Alberto
ya deben estar entendidos, «¡nena, tú aguanta, que el que se va a ir es
el Pedro Antonio!» Como si lo viera. Cuántas vueltas da el molino de
Garre ¡Ay! Pedro Antonio, si es Alberto el que te tiene que salvar el
tipo date por...
Campaña electoral. Tengo un amigo que está
ofendidísimo con el PSOE de Pedro el guapo. Él siempre ha votado a los
socialistas, pero esta vez dice que el voto se lo va a dar a Podemos,
que es el único partido serio que conoce, pues aunque los podemitas que
hay por todos lados no le gustan, otra cosa es Pablín Iglesias.
Y
dice que va a cambiar su voto, no porque quiten ya de una vez la
Religión como asignatura obligatoria, que mira que está hundiendo notas
medias de buenos estudiantes, ni porque alarguen los estudios hasta los
18 años que eso está muy bien, ni porque eliminen la dictatorial ´ley
mordaza´, ni porque negocie con los catalanes, ni porque no, por nada
de eso dejaría de votar al PSOE de sus amores pero que lo de cerrar
todos los burdeles, ¡hasta ahí llegáramos! dice mi amigo; vamos, menuda
ocurrencia: Rajoy nos ha dejado sin un chavo y ahora los socialistas sin
el ratico de arrumaco, cubata y casquete... Chsss, ¡eh! querido lector,
que es él el que lo dice, no un servidor. Quede claro.
Nervios.
Si alguno de ustedes padece de los nervios y tiene que tomar algún
lorazepan, vaya haciendo acopio de esta medicación, y de algún valium
además, porque ya empiezan a escasear en las farmacias.
Desde que
las encuestas han dicho que el PP en el Congreso de los Diputados va a
perder más de cincuenta escaños, incluso el Gobierno con tanto cargo a
dedo, debe de haber un nerviosismo colectivo entre los buenos diputados y
entre los lamedores profesionales de ojetes, con una maraña de
traiciones y puñalás traperas, que no debe dejar vivir a ninguno de los
candidatos a continuar y/o entrar en el pesebre.
Digo yo que a lo
mejor no, que cómo no va a estar nerviosa mi Pilar Barreiro, a la que ya
no le queda más empleo que ser diputada o la esperanza de que luego la
coloquen si ganan los suyos, que dudosa está la cosa. O el altivo Andrés
Ayala, hombre de estirada figura y proceder, que tendría que volver a
la arena de donde salió, ¡después de tantos años a cinco centímetros del
suelo! O Jaime García Legaz, que nunca se las vio mejor que ahora, pero
que sabe que estos tiempos de gloria jamás volverá a vivirlos. ¡Ay!, y
que será a partir de ahora del cafetero de los miles de euros por
consejo, Pujalte, y que será de, ¡oye! mira, el que se quede fuera del
boato, coche oficial, chiringuito, buen sueldo, pelotillas y demás
prebendas, ¡que se joda! que nosotros hace mucho tiempo que lo estamos y
no pasa ná.
¡Qué gusto nos va a dar volver a veros entre nosotros!
(*) Empresario