MADRID.- Los españoles están frustrados y enfadados tras verse abocados a votar
por cuarta vez en cuatro años y algunos dijeron que no acudirían a las
urnas, lo que dificultaba predecir cómo se podría romper el
estancamiento político.
España lleva en el limbo político desde que los socialistas
emergieron como el partido más votado en las elecciones parlamentarias
de abril, pero sin suficientes escaños para gobernar en solitario.
Los
partidos rivales en el fragmentado parlamento no han apoyado los
esfuerzos del presidente en funciones, el socialista Pedro Sánchez, para
formar un gobierno y el martes por la noche convocó a nuevas elecciones
para el 10 de noviembre.
Los analistas políticos creen que los
votantes están tan cansados de ser llamados a las urnas que la
participación podría ser menor de lo normal.
“Yo creo que esta
vez no voy a votar, sería la primera vez y me cuesta mucho pero creo que
no votaré”, dijo Rubén, de 47 años, gestor cultural.
“No
me representan, estos políticos deberían ser ciudadanos antes que
políticos, deberían acostumbrarse a escuchar, a escucharse y a buscar
soluciones, no a imponerlas”.
Con el fin de movilizar a sus
bases, los líderes políticos se han culpado rápidamente unos a otros por
la nueva convocatoria electoral. Los encuestadores de GAD3 publicaron
la semana pasada una encuesta que estima una participación del 70%, casi
seis puntos porcentuales menos que en abril.
Las encuestas de
opinión muestran que los socialistas podrían ganar más escaños en las
nuevas elecciones, pero aún así no obtendrían la mayoría.
Algunos
políticos han pedido una reforma constitucional para romper el
estancamiento en el Congreso. La vicepresidenta en funciones, Carmen
Calvo, dijo a la Cadena Ser a última hora del martes que sería
“razonable” adaptar las normas electorales al nuevo panorama político.
Incluso aquellos que planean votar se sienten frustrados.
“Voy
a votar pero estoy harto de la situación. Hemos llegado a esta
situación debido al inmovilismo que tienen todos los políticos”, dijo
Luis Delgado, un abogado de 40 años que se dirigía a su trabajo en el
centro de Madrid. “Que intenten defender un poco a España en vez de cada
uno sus propios intereses”.
El periódico liberal El País
destacó el riesgo de una alta abstención en un editorial titulado
“irresponsabilidad consumada” el miércoles.
“Nuestros líderes le han fallado gravemente a esta sociedad”, agregó en un artículo de opinión separado.
España
es la cuarta economía más grande de la zona euro. Aunque el impacto
económico del estancamiento político ha sido limitado, el crecimiento se
está ralentizando y los analistas financieros afirman que podrían
producirse nuevos retrasos en la aplicación de reformas en ámbitos como
el trabajo y las pensiones.
“Es un fracaso colectivo general y
todo esto perjudica a las inversiones, el empleo y las exportaciones”,
dijo a la radio Onda Cero Antonio Garamendi, presidente de la patronal
CEOE.
El índice bursátil IBEX apenas registraba cambios el
miércoles, situándose mínimos de hace dos semanas, pero sigue a un nivel más
alto que a comienzos de septiembre y de este año. La rentabilidad del
bono de referencia a 10 años cedía ligeramente desde los niveles del
martes, del 0,3% hasta el 0,26%.
Los líderes políticos se han
culpado unos a otros por el estancamiento y una serie de llamadas e
iniciativas de último minuto el lunes y el martes no lograron un gran
avance en la formación de un gobierno.
“No me gusta lo que está
pasando. Porque lo que se va a gastar en elecciones debería ser para
hospitales o colegios”, dijo Mariana Ruyo, ama de casa de 60 años.
“Por el pueblo no miran, miran por sus sillones y por sus sueldos”.
Algunos políticos reconocieron el miércoles que los votantes se habían quedado sin paciencia.
“Creo
que la gente está hasta los bemoles, de nosotros de todos nosotros.
Está hasta las narices”, dijo al Parlamento el diputado catalán Gabriel
Rufian.
España ha tenido dificultades a la hora de formar
gobiernos desde que varios partidos nuevos, entre ellos Podemos,
Ciudadanos y la extrema derecha Vox, aparecieron en la escena política
hace cinco años.
Durante décadas, la política ha estado dominada por el
Partido Popular conservador y los socialistas de centroizquierda.