Hay quienes no creían que PAS daría, como presidente de la Comunidad, el pregón de la Semana Santa de Lorca.
Lo dará. Está programado para el próximo viernes, y el calendario
político, acelerado por la moción de censura del PSOE, no interrumpirá
este rito. Me adelanto, con el titular de este comentario, a chafar el
de las crónicas de los compañeros que habrán de dar noticia de ese
evento. Por muy previsible que sea, la tesis central del pregón del
presidente se resumirá en que «la procesión va por dentro». ¿Y qué va
por fuera? Temple, y a esperar acontecimientos.
¿Miedo? Es lo que subrayamos hoy,
porque es inevitable que en el PP, en Murcia y en Madrid, se palpe la
tensión. Pero una pesquisa detallada nos permite entender que es el
miedo del niño que acepta subir al tren de la bruja a sabiendas de que
se expone a una sucesión de sustos y escobazos tras los cuales gozará
del alivio de salir por el otro extremo, ya a salvo y fortalecido por la
experiencia. Noticia: el PP no va a presentar hoy, último día de plazo,
una moción alternativa a la del PSOE. Otra noticia: PAS no va a dimitir
ni a pasar el testigo a otro diputado o diputada. Otra: sigue sin
existir algo parecido a un Plan B. A partir de hoy, el presidente y,
palabras mayores, el PP, quedan en manos de la voluntad de Ciudadanos.
Si Ciudadanos decide votar la moción de censura presentada por el PSOE,
adiós PAS, y no solo PAS: adiós PP. Pues bien, los populares se la van a
jugar sin red. Aguantarán a pecho descubierto hasta el mismo pleno de
la moción, convocado para los días 5 y 6 de abril. O PAS o Tovar. Ese es
el dilema que el PP va a dejar en manos del partido de Albert Rivera.
El PP se juega la casa, los muebles, el jardín, la finca y la cosecha. A
una carta. Todo, antes que retroceder o someterse a la presión contra
PAS. Dicen que se trata de no crear antecedentes, pues una cesión en
Murcia crearía nuevas dinámicas contra otros dirigentes. Y dicen también
que, antes que por esto, por la convicción de que PAS es inocente,
según la deducción de los servicios jurídicos de Génova, que no tienen
dudas sobre su comportamiento.
Bien, sea por lo que sea, el caso es que
el PP ha decidido jugar partido a partido, día a día, exponiéndose al
riesgo de que Ciudadanos, una organización política imprevisible en sus
actuaciones, dé un revés a las posiciones que proclama: «Que Tovar se
olvide de ser presidente», «Nunca votaremos una moción de censura que no
sea para convocar elecciones de inmediato», «No negociaremos un
programa político con Podemos»... En el PP escuchan estas frases como
agua de abril, nunca mejor dicho, pero no se fían. No pueden fiarse. Es
mucho lo que se juegan. No es ya la presidencia de PAS. Es el poder, con
PAS o sin PAS. ¿Miedo? Es poco. Terror.
Pero el terror abriga.
No van a dar ni un paso, rompiendo toda esperanza de Ciudadanos, para
que la presión de éste tenga efecto. El mensaje es, sigue siendo: que
Ciudadanos haga lo que tenga que hacer, ellos sabrán.
Mientras el
PP permanece quieto, PSOE y Ciudadanos han de moverse. Pero cada cual
mantiene, de manera inflexible, su posición inicial. González Tovar
aspira a gobernar los dos años que restan de legislatura; Ciudadanos
pretende que el socialista, una vez investido presidente, convoque
elecciones. Y de ahí no hay quien saque a unos o a otros. Resultado: la
moción de censura del PSOE fracasará. Y PAS seguirá siendo presidente.
Con la suerte de que hasta pasado un año no le será posible enfrentarse a
una nueva moción de censura, si es que se planteara, pues Tovar ha
derrochado toda la pólvora en ésta, es decir, la totalidad de las firmas
de su Grupo Parlamentario, aunque le era innecesario hacerlo. PAS
saldría sí definitivamente aliviado del trance del tren de la bruja.
¿Y
si, en el último momento, Ciudadanos se pliega a Tovar? Todavía el PP
podría salvarse proponiendo a otro candidato de su partido para
satisfacer el guion de Rivera. Esa baza siempre estará ahí. Pero, de
momento, en el PP afirman que PAS o muerte. Y si eso, que Ciudadanos
haga presidente a Tovar. Hasta el final del final. Así lo aseguran, pero
es difícil creer que desde la atalaya madrileña se presten a una
posibilidad de suicidio de manera tan entregada. De ahí que ayer
surgieran todo tipo de rumores, quinielas y suposiciones acerca de que
Génova está puesta de los nervios y ya maneja alternativas. En el PP de
Murcia aseguran que estos mentideros no se instalan en el barrio
genovés, sino en la calle de Alcalá, donde tiene su sede Ciudadanos. De
hecho, la terna de sucesores de PAS que ayer recorría las redes fue
lanzada por elespañol, un diario digital afín a Rivera.
Pero, sin
pretender incurrir en el surrealismo, sólo por apurar todas las
posibilidades, ¿qué pasaría si fuera al revés? Es decir, si Tovar
decidiera aceptar la tesis de Ciudadanos y utilizar la moción para un
adelanto electoral. Antes que nada, habría que preguntar a Podemos si
está por la labor, que no lo está, a pesar de que los sectores pablista e
IU reclaman elecciones. Pero si se diera esa solución, el PP no la
vería como un mal mayor, pues éste sería que los socialistas se hicieran
con San Esteban. Los populares no lo promueven (a la vista está que el
presidente no ha convocado elecciones para evitar la moción de censura,
cuando podía haberlo hecho), pero no parece a priori que sería el
partido más perjudicado si esa fuera la salida a la crisis.
De
momento, Ciudadanos se ha puesto duro ante las pretensiones del PP, que
quería aplazar el debate de la moción hasta pasada la Semana Santa.
Miguel Sánchez, el hombre de Rivera en Murcia para esta cuestión, ha
apoyado a los socialistas para que esa convocatoria parlamentaria se
celebre cuanto antes. Pero ¿es este un verdadero contratiempo para los
populares? En la práctica, no. La pretensión de PAS era relegar todo lo
posible ese debate a la espera de que la instrucción del ´caso
Auditorio´ se resolviera positivamente para él antes del pleno. No
parece que esto sea posible. Pero, a la vista de que las acusaciones
requieren constantemente nuevas diligencias y que la recusación al
magistrado Pérez Templado trastocan lo que inicialmente parecía un
proceso rápido, viene a dar igual.
Incluso es mejor para PAS que la
moción se celebre cuanto antes, pues así tiene más a mano zafarse de esa
amenaza si es que en poco tiempo PSOE y Ciudadanos no consiguen
establecer una posición coincidente. Hace unos días, a PAS le
beneficiaba el retraso de la moción; ahora, a la vista de que la
resolución judicial no será rápida (tal vez se prolongue uno o dos
meses), le vendrá bien que la censura fracase cuanto antes. Pasado ese
rubicón, la oposición ya puede cantar misa que PAS no se moverá si no es
porque lo llevaran al banquillo.
A partir de hoy, PAS quedará a
la intemperie. La imagen que sugiere es goyesca, la del paisano que con
los brazos elevados espera la descarga del pelotón de fusilamiento. Pero
si así se ha expuesto es porque cree, sin duda, que los trabucos están
cargados de pólvora mojada. Claro que mientras espera los disparos y
pronuncia el pregón de la Semana Santa de Lorca, la procesión irá por
dentro.
(*) Columnista