El presidente
del Gobierno español ha sido uno de los primeros en rechazar
abiertamente la propuesta de las condiciones que la premier británica
Theresa May quiere imponer en las negociaciones del Brexit. Mariano
Rajoy, a su manera, ha dejado claro que España no aceptará la propuesta
del Reino Unido.
Las
condiciones no satisfacen a los socios comunitarios. No
podría ser de otra forma. May quiere apropiarse la parte ancha del
embudo y dejar la estrecha para los todavía socios comunitarios.
Rajoy,
al ser preguntado en la rueda de prensa posterior a la
celebración de la Conferencia de Presidentes, sobre su percepción
respecto de la propuesta de condiciones planteadas por Theresa May
para abandonar la Unión Europea, ha querido dejar bien claro que
“todavía a fecha de hoy, el Gobierno británico no ha planteado su
petición formal de salida de la Unión Europea”.
Según el
presidente del Gobierno, “mientras no se produzca, nadie va a
negociar”. Para añadir muy acertadamente que “lo único que ha dicho
la Unión Europea y yo suscribo, es que las cuatro libertades:
circulación, personas, mercancías y servicios, van juntas”. En
la breve rueda de prensa, el presidente del Gobierno no ha tenido el
menor reparo en responder a esta misma cuestión hasta en tres
ocasiones distintas, muestra de que para él se trata de una cuestión
relevante.
Resulta de agradecer la contundencia del
presidente en este asunto. Además de las cuestiones económicas tan
destacadas que hay en juego, con cifras que dan escalofrío, lo más
importante para España, son los cientos de miles de españoles
afincados en el Reino Unido. Está en juego su modo y su modelo de
vida. Las cifras oficiales hablan de unos 200.000 trabajadores
españoles establecidos allí.
Otros medios no oficiales
hablan de que esta cifra podría haberse casi doblado solo en los dos
últimos años. En cuanto a los británicos afincados en España, la
cifra es incluso superior. No menos de 300.000 británicos, según
fuentes financieras, reciben mensualmente su pensión en su
residencia en España. En su entorno todo es incertidumbre.
Podría
parecer que no es así en los mercados. Pero aunque la Libra ha
experimentado una subida de un 3 % a lo largo de este martes, la
mayor subida desde el año 2008, una parte de la subida la explican los
expertos a la debilidad del Dólar más que a la fortaleza de la
moneda británica.
Los expertos consultados por el Financial
Times explicaban este martes esta recuperación de la Libra debido
sobre todo a la claridad del mensaje de Theresa May. Así lo que
habrían premiado los mercados de divisas ha sido la claridad.
Pero
curiosamente esta claridad no ha sido suficiente para que
cierren en positivo los mercados de acciones. La caída del Dow
Jones que viene registrando record históricos cuestiona este
primer movimiento al alza de la Libra.
Entre otras razones,
porque aunque la propuesta de Theresa May ha servido para clarificar
en parte la propuesta inicial para abandonar la Unión Europea por
parte del Reino Unido, esta misma propuesta deja abierta numerosas
incógnitas.
Así, en los mercados de al contado, el peso de
las incertidumbres que todavía quedan por resolver ha superado
al efecto de la claridad del mensaje de Theresa May de que el Reino
Unido abandona el Mercado Único y dejará de someterse a las normas
del Tribunal Europeo de Justicia.
No van a ser meses para que los
profanos apuesten por intervenir en los mercados. Un histórico
asesor de la patronal CEOE comentaba a capitalmadrid.com que en
un reciente encuentro la pasada semana en la sede en Londres de uno
de los grandes bancos de inversión americanos le explicaron que le
consigna transmitida a sus agentes es privilegiar entre sus
clientes la inversión en otros productos que no sea el mercado de
acciones hasta tanto las tendencias se aclaren.
Todo hace
prever que la claridad no llegará en las próximas horas. Y la
confesión de un alto asesor del Gobierno: no esperábamos otra cosa.
(*) Periodista