MURCIA.- El director del servicio regional en Murcia
del Instituto Geográfico, José Ibarguen, asegura que "en cualquier
momento" se puede dar otro terremoto como el de Lorca, de magnitud cinco
o inferior "de segundo o tercer orden", en el sureste y sur español,
desde Valencia hasta Huelva.
De hecho, "han ocurrido bastantes a lo largo de la historia" como
fue el caso de los terremotos de Mula, y de las pedanías lorquinas de
Zarcilla de Ramos y La Paca en el años 2003. Especialmente, apuntó, es
probable en la línea Puerto Lumbreras, Lorca, Alhama de Murcia, Murcia y
Orihuela hacia Torrevieja.
Así Ibarguen ha puntualizado que un seísmo de primer orden tanto
en el sur como en el sureste de España sería unas 300 veces mayor que el
que ocurrió en Lorca, de una magnitud de 6,5 o 7 en la escala Ritcher.
Un terremoto, ha acentuado, que sería mucho más grave, pero,
remarcó, la probabilidad es muy pequeña, "puede ocurrir cada varios
miles de años".
El problema de Lorca, ha explicado, es que "el epicentro estuvo muy cerca de la ciudad y fue muy
superficial, solo a un kilómetro de profundidad".
La normativa sísmica existente tampoco puede garantizar una
seguridad 100 por cien, lo que se persigue, acentuó Ibarguen, es que los
edificios no colapsen, "pues esto evitará que se pierdan muchas vidas".
En Lorca, ha señalado, "sólo colapsó un edificio, que tenía cierto
problema de diseño por las heterogeneidades que existían en la planta
baja"; y aunque ha habido que derribar muchos edificios, "estos
resistieron a pesar de que la aceleración fue muy alta por haberse
producido el epicentro muy próximo a la ciudad".
Las vidas que se perdieron y los heridos de Lorca fueron
prácticamente por caída de elementos no estructurales, por elementos de
fachada, ha asegurado José Ibarguen, quien aconseja que ante un seísmo,
"la población evite situarse en lugares donde pueden producirse
desprendimientos".
Dentro de las viviendas, ha concluido, hay que evitar, por
ejemplo, dormir debajo de una estantería" y es que los terremotos como
el de Lorca del pasado año "pueden presentarse en cualquier momento y es
fácil evitar daños importantes".
Según un informe del seísmo de Lorca realizado por miembros del
Instituto Geográfico Nacional, Instituto Geológico y Minero de España,
la Asociación de Ingeniería Sísmica y las universidades Complutense y
Politécnica de Madrid, la serie sísmica de
Lorca fue producida por un pequeño tramo de la falla de Alhama de
Murcia.
La asociación de los terrenos del municipio a esta falla podría
implicar la ocurrencia de nuevos terremotos asociados con otros tramos
de la falla, aseguran. Por lo que opinan que el estudio del cambio de
esfuerzos local producido por el terremoto de Lorca en relación con los
segmentos Goñar-Lorca y Lorca-Totana de la misma falla "debe ser
analizado con prontitud", así "no debe desecharse la posibilidad de otro
terremoto de similares características en entorno próximo".
Tras lo que recuerdan otros terremotos en Lorca como los de 1579,
1674 --donde hubo víctimas mortales aunque se desconoce el número-- o
1818 --dos personas quedaron malheridas y se produjo el hundimiento de
tierras entre Lorca y Totana--, así como los seísmos de Cehegín de 1948,
Lorca en 1977, Mula en 1999, Bullas en 2002, de magnitud 5, y La Paca
en 2005.
El 23 de junio de 1948 se produjo un terremoto de magnitud 5,0 con
epicentro al norte de Cehegín (Murcia). El sismo fue sentido
ampliamente en las provincias de Murcia y Albacete, alcanzando el grado
VIII (Rey Pastor, 1949) aunque posiblemente fue menor de grado VII. En
Cehegín hubo que derribar por completo un pequeño barrio, aunque era de
alta vulnerabilidad.
El terremoto de Lorca de 1977 El 6 de junio de 1977 se registró un
terremoto de magnitud 4,2 (mbLg) con epicentro a unos diez kilómetros
de Lorca, que fue sentido con una intensidad máxima de VI y se
determinaron 192 réplicas.
El terremoto de Mula, que se produjo en febrero de 1999, fue de
magnitud 4,7 (mbLg) al norte de Mula y tuvo un premonitorio (3,5mbLg)
ocurrido 23 minutos antes. La serie tuvo 26 réplicas que duraron dos
meses y solo dos de ellas superaron la magnitud 3, concretamente 3,3 y
3,6. La intensidad máxima sentida fue de VI, con el mayor daño reportado
en las localidades de Mula, Las Torres de Cotillas y Campos del Río.
Durante las primeras 24 horas tras el terremoto de Bullas se
registraron 123 réplicas, de las cuales solo 24 superaron la magnitud 2 y
tres de ellas la magnitud 3, llegando una réplica a alcanzar el valor
de 3,9.
El terremoto de 29 de enero de 2005 en La Paca fue de magnitud
4,8, en las primeras 24 horas hubo 69 replicas, de las cuales 13
superaron la magnitud 2,0 y solo una alcanzó el valor de 3,4. Dos
replicas más notables se sucedieron durante la misma semana, de
magnitudes 4,3 y 4,0, siendo sentidas con intensidades 4-5 y 3-4
respectivamente. Las poblaciones mas afectadas fueron La Paca y Zarzilla
de Ramos, donde el seísmo principal alcanzo el grado VII.
El informe señala, asimismo, que la experiencia de este terremoto y
la práctica común en la mayoría de países sometidos al riesgo sísmico
indica que debería establecerse un protocolo de actuación oficial que
incorpore la realización de un Informe Geológico sobre los terremotos de
magnitud superior a 5 que se produzcan en España y en zonas próximas de
la Península Ibérica, así como un plan especial de estudio y protección
de monumentos histórico-artísticos susceptibles de ser dañados por
terremotos.