martes, 12 de diciembre de 2017

Sansimonismo degradante a la murciana / Pedro Costa Morata *

Debido al inquietante activismo antiecológico de cierto número de ingenieros en la región, dentro y fuera de las instituciones político-administrativas, trataré (haciendo un esfuerzo que ni por asomo pretendo que coincida con lo que en realidad piensan los destinatarios de mi análisis, pero que sí se ajustará a lo que hacen) de encajar en algún marco ideológico de los existentes el actual giro de las políticas ambientales de la Administración murciana, sin dejar aparte la constatación histórico-entrópica de que las cosas pueden siempre ir a peor. 

Los planes que el consejero de Turismo, Cultura y Medio Ambiente, Javier Celdrán, muestra para el Mar Menor (o la Marina de Cope) retratan esta fase actual del desmadre y la incompetencia, y se basan en una clara incapacidad para entender de qué se trata; pero cuenta con un elemento básico determinante: el carácter vital-formativo del responsable que, siendo ingeniero, pone en evidencia cuando habla y opina que nunca nadie le ha podido insuflar el mínimo de sensibilidad ecológica necesaria para responsabilizarse de estos problemas, los ambientales, que hoy por hoy ya son los más serios en la región. 

Celdrán exhibe la mentalidad ingenieril más clásica, pese a lo cual se ha puesto en sus manos el medio ambiente regional con el agravante, insoportable, de que también se le han atribuido otras responsabilidades eminentemente contradictorias, las de turismo, seguramente con la intención, no de hacerlas compatibles, sino de que el enfrentamiento entre ambas, con pérdida cantada para lo ambiental, pueda resultar justificable, demostrable y hasta benéfico para la opinión pública, según la lógica y la práctica tecnocráticas propias del personaje.

Algo muy parecido (una sensibilidad ecológica ilocalizable) luce el director general del Mar Menor, Antonio Luengo (¡experto en robótica!) que espera poder salir con bien de donde lo han metido atrincherándose en un elocuente silencio. Pero la mentalidad ingenieril, ya lo he subrayado otras veces, no es exclusiva de ingenieros, y en esta región hacen gala de ella numerosos economistas y hasta abogados, puestos en la tesitura de gestionar la cosa pública. 

Un abogado como Pedro Rivera, por ejemplo, demuestra ser un lego radical en medio ambiente cuando propone 'ferrys ecológicos' para el Mar Menor; y tampoco se muestra más fino cuando, haciendo las cuentas de la lechera, anuncia que el AVE y el aeropuerto aportarán 250 millones de euros anuales a la región: este consejero de Fomento no parece saber en qué mundo vive ni (lo que es peor) cuál es la tierra que habita y en la que gobierna. 

Se me ocurre relacionar este relato de actitudes, digamos desarrollistas y claramente ajenas a cualquier conciencia ecológica, con el sansimonismo decimonónico (de Henri de Saint Simon, 1760-1825), que cabalgaba sobre el positivismo del momento, configurado por la Escuela Politécnica de París y que daba consistencia a la sociología original, casi exclusivamente francesa y muy poblada de ingenieros; y propugnaba que la sociedad estuviese gobernada por gente práctica y eficaz (positiva), es decir, ingenieros, empresarios, banqueros? 

Y de ahí el ahínco con que propugnaban la construcción y extensión de infraestructuras como ferrocarriles, carreteras, canales? para dotar de redes de comunicación e integración a los países que vivían la revolución industrial. Nuestros sansimonianos (como yo me empeño en considerarlos, pese a ellos) son forofos de las infraestructuras, pero no entienden el significado de red ni de integración territorial: sólo así se puede predicar que el AVE (que para ser velocísimo elimina paradas) integre, que un aeropuerto está bien construido a 30 y 70 kilómetros de otros dos existentes; que haga falta un nuevo puerto junto a otros dos funcionales y desahogados, etcétera. 

Aquellos sansimonianos, además, habían adquirido, en su mayor parte, una densa cultura en esa Politécnica, en la que se citaba y desarrollaba lo esencial de la ciencia europea en esos años de transición entre los siglos XVIII y XIX; ya quisieran nuestros actuales ingenieros parecerse a los de la Politécnica parisina, culta y revolucionaria. 

Este sansimonismo a la murciana parece surgir como un recurso a la eficacia de los técnicos una vez agotada la experiencia de los políticos, de balance ruinoso. Se trataría de un sansimonismo de pueblo, degradado y extemporáneo, perceptible en una fase que persigue trastocarlo todo en aras de una eficacia que se sabe de antemano imposible: pero que quiere ganar tiempo con proyectos empresariales efectistas. 

Porque las últimas Administraciones murcianas han optado por convertirse sin disimulos en peleles de los intereses empresariales, en cuyas manos ponen su supervivencia política: última desviación ideológica, de carácter fatalista y desesperado. Lo último ha sido seguir las descaradas instrucciones del factotum José María Albarracín (que lleva su injerencia en la política a niveles hasta ahora no logrados por los líderes de la CROEM) para sustituir el órgano ambiental competente por una Agencia del Clima y el Medio Ambiente que, por lo perversa y lacaya, el ecologismo murciano habrá de obstaculizar. 

A un sansimonismo tan trasnochado y perjuro (pero que, ¡ay! se ha topado con el obstáculo ecologista, que ni el inquieto Saint Simon o sus discípulos pudieron entrever) hay que adjudicar el sonoro y sistemático fracaso de todos (¡todos!) los grandes proyectos que, bien desde la incompetencia contrastada, la ambición ridícula o la estulticia exhibicionista, han ido desfilando en el último cuarto de siglo por esta tierra asombrada y mártir. 

Como la incisiva urbanización de Lo Poyo en el entorno del Mar Menor, la tan cacareada Marina de Cope, el infame aeropuerto, la ilusa inversión de la Paramount, la ruinosa autopista Cartagena-Vera, el fantasioso puerto del Gorguel? y por si fuera poco, hasta el acceso del AVE a Murcia se ha envenenado de tal manera, física y socialmente, que nos habrá de proporcionar otra travesía de años y frustraciones hasta que, fatalmente, se incruste en la capital, habiendo arramblado antes con millones públicos, prestigios políticos y energías vecinales derrochadas entre la espada y la pared.


(*) Ingeniero y profesor




La DUI de Fer / José Daniel Espejo *

  Estoy yendo demasiado lejos, con esto de las analogías, si digo que el presi López Miras se ha marcado una DUI? DUI. Acordaos. Una declaración unilateral de independencia. Sí, como Puigdemont. Ése. Va la actualidad tan rápida que mencionas algo un mes y medio después de que ocurra y ves cejas levantándose. Estos días hay ventolera por Murcia y se ven muchas banderas haciendo balconing (tal vez para hacer sitio al tradicional Papá Noel encalomao): ¿os acordáis de por qué estaban ahí colgadas? No, no es por el Mundial de Sudáfrica. Recapitulemos. 

El 27 de octubre, JxSí y CUP votaron una DUI en el Parlament de Cataluña. Una DUI fake, en realidad, porque solo hablaba de independencia en el preámbulo y lo que se votó fueron los acuerdos, como se ocupó de recalcar la presidenta Forcadell. Se trataba de salvar la cara ante el electorado indepe y, al mismo tiempo, de curarse en salud ante la judicatura. No funcionó. Ni se nadó ni se guardó la ropa. Pero dejemos el tema que se me acaba el artículo. Ya lo tenemos fresco, ¿no? 

Ok. Fer. Salvando los años luz de distancia, Fer se ha visto en una apretura parecida a la de Puigdemont. Aclaro: no llueve. En los tubos del trasvase se puede rodar un spaghetti western. El runrún de esos tractores que hicieron de la capital un párking está empezando a subir de volumen en todas las pesadillas, y las bandericas granas aparecen cada vez más en todas las manifestaciones. 

Mientras, el paro encadena cuatro meses seguidos subiendo, y los grandes proyectos para reactivar la economía regional reposan en la estantería del presi como venerables jarrones chinos, conteniendo cada uno las cenizas de un abuelo. 

El Mar Menor sigue en la UCI, la financiación autonómica se va a reformar cuando Montoro críe pelo y la percepción del (ejem) peso de nuestro presidente en Génova es, digamos, ligera. La tormenta (Ana o como se llame) perfecta para que algún asesor se atreva a decirlo: Fer, tenemos que hacer algo con esa imagen de pagafantas. 

Por ahí asoma Garre y los regionalistas despechados. Te han mandado a Bernabé a darte el abrazo del oso y de paso a clavarte el AVE en superficie por la espalda: si empiezas a bajar demasiado en encuestas puede que te lleve a dar un paseo de ésos de los que no se regresa. Y ahí lo tenemos, por fin. El gran revulsivo, el agua para todos, el presidente hídrico que Murcia necesitaba, la gran DUI de regadío de López Miras, dispuesto a todo (hasta a exiliarse en La Perdiguera) por la dignidad de esta gran nación. 

Pero acordaos que también ésta es fake, que la defensa de los trasvases caiga quien caiga de nuestro president solo está en el preámbulo, y si te fijas en el articulado lo único que firma Fer es llevar el asunto a la comisión de reforma constitucional, una medida tan revolucionaria y molesta en el PP nacional como pedirle el agua a la Fuensantica. 

Criticar a su propio partido la ausencia (tras seis años en el poder) de un nuevo PHN, o afearle algún gesto a la ministra Tejerina, o incluso quejarse de que diputados murcianos tan campechanos como Teodoro García Egea y Ascensión Carreño voten en contra de la propuesta (promovida por Cs) de moratoria al pago de infraestructura de trasvase, por parte de los regantes, mientras éste esté seco, ya tal. 

¿Se puede nadar y guardar la ropa, cuando el tema es el agua y el problema el PP? A Fer se le presenta un dilema: pagarse otra ronda de fantas o exiliarse en La Perdiguera, que me han dicho que está muy bonita en esta época del año.


(*) Filósofo


Desigualdad, corrupción, populismo y derechos humanos / Martín Alonso Zarza *

¿Quién puede evaluar el coste de los daños causados por las prácticas corruptoras de Odebrecht? Para dar una idea, una insignificante esquirla de ese grupo blanqueó en España  26 millones de euros, el equivalente al importe del salario mínimo anual de 2.625 personas. Habría que añadir ceros y ceros para calcular el monto total de lo calculable. 

Cambiando de escenario, el Eurobarómetro de 2014 revelaba que más de tres cuartas partes de los entrevistados pensaban que la corrupción estaba generalizada en su país; más de la mitad consideraba que se había incrementado en los últimos tres años. 

Un estudio de RAND Europa para el Parlamento europeo estima que la UE pierde entre  179 y 990.000 millones de euros cada año, incluyendo efectos directos e indirectos, debido a la corrupción. Los cuernos de la horquilla dan idea de la dificultad de afinar en la medida. Hace dos años la CNMV cifró en 48.000 millones la factura de la corrupción en la contratación pública

Estas anécdotas evidencian la distribución geográfica –dimensión planetaria– y la profundidad sociológica –dimensión sistémica o estructural– de la corrupción. Los daños estrictamente económicos son una pequeña parte del total porque la corrupción, a través de sus efectos inmediatos y  colaterales, es un fenómeno social total que puede representarse metafóricamente en la figura de la hidra. 

Como admite un informe de la UE: “Sin embargo, el verdadero costo social de la corrupción no puede medirse simplemente por la cantidad de sobornos pagados o fondos públicos desviados. Además de permitir que florezcan las ineficiencias económicas, la corrupción afecta negativamente a los objetivos del gobierno, que van desde una mejor distribución del ingreso hasta una mejor protección del medio ambiente. 

Lo que es más importante, la corrupción socava la confianza en los gobiernos, las instituciones públicas y la democracia en general”. En la cartografía oscura de la corrupción cabe destacar varios planos: ético (destruye la fibra moral de los seres humanos, reducidos a meros medios), social (pervierte las reglas de juego y distorsiona los criterios de justicia para la distribución de recursos), psicológico (daña la confianza y la autoestima de la ciudadanía damnificada y deshumaniza a los responsables), y político, al que se dedicará este artículo. 

El 9 de diciembre es el Día Internacional contra la Corrupción y el 10  de los Derechos Humanos. Esta proximidad cronológica puede tener algo más que un alcance simbólico. Robert I Rotberg, autor de The Corruption Cure: How Citizens and Leaders Can Combat Graft (2017), propuso la creación de un Tribunal Internacional Anticorrupción, habida cuenta de que los sistema judiciales nacionales no pueden ser operativos si los tribunales son permeables a la influencia, y la magistrada  guatemalteca Claudia Escobar ha caracterizado la corrupción como una violación de los derechos humanos, en la línea de otras propuestas encaminadas a crear la figura de los crímenes económicos contra la humanidad, algo que probablemente sería aplicable a prácticas de corporaciones como Odebrecht.   

Pero el término inicial del círculo vicioso que aquí se ventila no es la corrupción sino  la desigualdad. Eduardo Larraz, exconsejero delegado de Arpegio e imputado en el caso Púnica, y su mujer piden 10.000 euros al mes para subsistencia, porque entienden que es lo mínimo para llegar a fin de mes. Al matrimonio le fueron descubiertos 146 lingotes de oro en un banco suizo. Uno de los efectos del oro es que hace perder el sentido de la realidad (a veces también de la humanidad).  

Los Larraz no deben saber que 10.000 euros son más de lo se gana en doce meses de salario mínimo. Millet (caso Palau) pagaba el tabaco con billetes de 500 euros. Probablemente ninguno de estos y otros implicados tiene conciencia de la gravedad del delito de corrupción, arropados en esa especie de creencia implícita de que la corrupción es un delito sin víctimas. Pero de su gravedad da cuenta desde hace tiempo la literatura sociológica. En White Collar Crime (1961), Edwin Sutherland sostenía que los delincuentes de cuello blanco son los más peligrosos para la sociedad en cuanto a los efectos sobre la propiedad  y las instituciones sociales; son depredadores sociales que minan la moral pública y destrozan la organización social. 

En la misma dirección y partiendo de la tesis de Robert Putnam sobre el capital social, Mark E. Warren concluye que la corrupción es capital social malo y que este tipo de capital tiene más probabilidades de producirse en aquellas condiciones en que quienes soportan los costes de la externalidades negativas –las víctimas– carecen de recursos para resistirse a ellas. Warren apunta en una dirección congruente con el grueso de la filosofía política: “la teoría democrática sugiere la existencia de una conexión estrecha entre la distribución desigual del contexto de poderes (empowerments) y el funcionamiento negativo del capital social”.  

Una consideración que remite a una apreciación compartida: “la corrupción es profundamente subversiva para la democracia, porque mina los principios democráticos que estipulan que las personas deben tener las mismas oportunidades para influir sobre el debate público y el mismo poder en cuanto a la toma de decisiones”. 

Pero la corrupción adquiere una nueva coloración cuando se la relaciona con otra variable, con la cual mantiene una relación simbiótica porque se refuerzan mutuamente, la desigualdad. El politólogo Eric M. Uslaner ha explorado este campo en un ensayo titulado Corrupción, desigualdad y confianza y en elaboraciones posteriores. Si la corrupción funciona como una trampa que genera círculos viciosos, la desigualdad cumple las mismas funciones pero en una escala más amplia que da cabida a aquella. 

Según Uslaner, la desigualdad alimenta la corrupción por tres vías complementarias: 1) impulsando a los ciudadanos a ver la política como un sistema hostil, 2) generando en ellos un sentimiento de dependencia  y de pesimismo ante el futuro que mina el compromiso de tratar moralmente a los vecinos y 3) distorsionando las instituciones competentes para garantizar la justicia y la imparcialidad. De este modo se instala un modelo de proceso que funciona como un círculo vicioso:   desigualdad → baja confianza en el sistema político → corrupción → aumento de la desigualdad. 

Uslaner coincide con Warren en que la corrupción es “capital social malo” y, a la vez, un capital social que tiende a perpetuarse a través de malas prácticas, que resultan posibles gracias a la captura de las instituciones por las élites poderosas. Pero para romper ese círculo hay que situarse más arriba: “combatir la corrupción significa atajar el problema de la desigualdad”. 

La conexión entre los dos términos sirve de inspiración a un estudio detallado de Jong-Sung You. En ese estudio You propone una secuencia causal que enlaza la desigualdad con la corrupción. El primer impacto de la desigualdad es que escinde la sociedad entre una élite económica poderosa y una masa empobrecida. La primera ejerce su influencia de dos maneras: la captura y el clientelismo. La captura de la élite poderosa se expresa a través de prácticas como el soborno o las contribuciones a la financiación opaca de  líderes, partidos y campañas políticas que los benefician. 

El clientelismo, por su parte, se expresa en versiones distintas de corrupción política y compra de voto, así como el patrocinio y la corrupción burocrática.  La teoría política clásica coincide en asignar una función social, no meramente individual o egoísta, a la propiedad. La tesis weberiana sobre el origen del capitalismo incide en esta dirección subrayando el elemento ascético. El capitalismo que conocemos en este siglo no se reconoce, en términos generales,  ni en su talante ascético ni en su compromiso social.

Para Adam Smith en su obra clásica, “ninguna sociedad puede ser floreciente y feliz si la mayor parte de sus miembros están en la pobreza y en la miseria”. La desigualdad genera una riqueza que se desentiende de su obligación normativa de ser útil. La corrupción es una de las funciones de la propiedad sin función. De la ascesis que el capitán de empresa se imponía a sí mismo hemos pasado a la austeridad externalizada. 

La desigualdad en la distribución de los recursos tiene el poder de replicarse, como constató La Boétie refiriéndose a la situación que provocaría la revolución por excelencia: “los tiranos cuanto más saquean más exigen; cuanto más depredan y destruyen tanto más se les da, se les sirve; y tanto más se refuerzan y se vuelven cada vez más poderosos y más dispuestos para aniquilar y destruir todo”. 

Las respuestas sociales a las desigualdades sangrantes ha  sido tradicionalmente dos: la resignación y la revolución. La primera, obviamente, no deja huella en los libros de historia. La segunda sí. Branko Milanovic, exdirector económico del Banco Mundial y autor de Global Inequality: A New Approach for the Age of Globalization, recuerda que la desigualdad fue determinante en el desencadenamiento de la primera Guerra Mundial y ha resultado igualmente decisiva en las cuatro grandes revoluciones de la era moderna: francesa, rusa, china e iraní. 

Puesto que la igualdad, en cuanto isonomía, es una nota definitoria de la democracia, sería de esperar que la extensión de este marco político acabara poniendo coto a las desigualdades. Pero en el momento presente hay dos fenómenos que interfieren en esta exigencia: el neoliberalismo y el populismo. 

Los contornos que ha venido a adquirir esta forma postmoderna de capitalismo que denominamos neoliberalismo hacen sumamente difícil marcar una divisoria clara entre la economía blanca y la negra. El propio sistema dibuja una amplia y elástica zona gris donde la legalidad pierde su brillo y su jurisdicción. Con la particularidad de que la escolástica liberal es la ortodoxia, económica y también en buena medida política, del momento. Los economistas son los sumos sacerdotes. La economía de la oferta es un artefacto de probada eficacia para bombear recursos desde la base hasta la cúspide de la pirámide social. 

Una persona avezada en estas transacciones tiraba de léxico religioso: madre superiora, capellán, mosén, misales… Era un recurso literario. W. Benjamin escribió un artículo, “El capitalismo como religión”, en el que afirmaba que “el capitalismo es, presumiblemente, el primer caso de un culto que no expía la culpa sino que la engendra. Aquí, este sistema religioso se arroja a un movimiento monstruoso. […] El capitalismo es una religión hecha de mero culto, sin dogma”.  

Los paraísos –otra importación del lenguaje teológico– fiscales son  el más allá venturoso para la cosecha de la desigualdad y hay miles de bufetes de especialistas financieros dedicados al sacerdocio de oficiar transacciones ilícitas y otros tantos de togas doradas encargados de defender a los pecadores pillados. Los técnicos de Hacienda han identificado hasta 130 paraísos fiscales, sin duda un material tentador para añadir a esa soberbia exposición sobre la cartografía que muestra ahora la Biblioteca Nacional. Gabriel Zucman, catedrático de la Universidad de California, estima que en torno a un 8 % de la riqueza mundial se oculta en paraísos fiscales (The Hidden Wealth of Nations —The Scourge of Tax Havens, 2015). 

A falta de dogma tenemos los textos sagrados que dan cuenta de su existencia: Papeles de Panamá, Paradise Papers (¡), LuxLeaks, más otros menos solemnes como la lista Falciani. Por no hablar de cajas B y otros artefactos opacos de esta teología de la expropiación. 

Naturalmente cada teología crea su propia legalidad. La desigualdad no es un pecado y la corrupción oscila entre el mérito o el pecado venial; fácilmente amnistiable. Cuando a Jordi Pujol le comentaron que sus hijos andaban en negocios sospechosos contestó que lo hacían mejor que los demás, y así quedó la cosa; incluida la historia de la herencia paterna. Las historias del ático de Ignacio González –implicado en el caso Lezo con el negocio del agua de por medio– y los regalos de Mato, son de la misma escuela discursiva. La permisividad y la amnistía son la regla en esa zona gris en la que reina un liberalismo amoral. 

Se ha caracterizado la democracia como un sistema de controles y contrapesos. Uno de ellos se refleja en la dialéctica entre estado (democracia) y mercado (sistema económico). Es una obviedad que en los últimos años el fiel ha basculado brutalmente del lado del último. La trinidad neoliberal –desregulación, privatización, liberalización– ha erosionado hasta límites insospechados la soberanía popular y el zócalo de los derechos sociales. Para ello se ha manufacturado una artillería retórica asentada en el mito de que la gestión privada es superior.  

Lo que ha llevado a la merma de instancias de titularidad pública y está erosionando crudamente los pilares del estado social: sanidad, educación, agua, justicia, dependencia, pensiones. Defender la gestión pública es pura herejía y proponer gastos sociales pecado mortal. Del mito se desprende, asimismo,  de forma natural una cruzada mercantilizadora: nada puede sustraerse al mercado; todo es susceptible de compraventa, de los órganos a los recursos básicos, de la voluntad a la justicia. Los beneficios de los accionistas y los bonos se han convertido en el fulcro de la actividad económica. Los trabajadores son relegados al purgatorio de los costes laborales y las leyes no son más que estorbos que deben ser esquivados, torciendo su brazo o saltándoselas. 

Los castigos por estos delitos no causan estigma, no parece existir la pena social que correspondería a una transgresión insolidaria. Parecería que la corrupción misma es parte del mercado hasta el punto de que cabe hablar de un mercado de la corrupción,  con una demanda cada vez más cautiva por el crecimiento de la asimetría en la redistribución: Too big to fail, too big to jail. Nada está tampoco por encima del criterio del beneficio. La  finalidad económica se ha convertido en un fin en sí misma y ha capturado a la política. Las elecciones corren el riesgo de convertirse en un ritual sin mordiente efectivo, porque desde otras instancias rige un dogma inapelable, el de la disciplina de las reformas estructurales y los presupuestos austericidas.    

El otro escollo para la democracia es el populismo. El historiador Timothy Snyder escribe (Sobre la tiranía. Veinte lecciones para aprender del siglo XX, 2017): “Podríamos caer en la tentación de pensar que nuestro legado democrático nos protege automáticamente. Se trata de un reflejo equivocado. Nuestra tradición nos exige que examinemos la historia para comprender las profundas fuentes de la tiranía y que reflexionemos sobre la respuesta adecuada que hay que darle. No somos más sabios que los europeos que vieron cómo la democracia daba paso al fascismo, al nazismo o al comunismo durante el siglo XX”. 

Añade que los movimientos que desembocaron a la II Guerra Mundial fueron reacciones a las desigualdades y a la incapacidad de las democracias para hacerlas frente. Líderes mesiánicos encandilaron a las masas con los mitos de la raza, la nación o el imperio. Así, Weimar sucumbió en pocos años a las botas etnopopulistas (völkisch) del nazismo. 

Así, la razón se vio anegada por el mito y las emociones incandescentes que prometían devolver la grandeza perdida a las banderas. Make America great again, nos suena a déjà vu: la monserga del destino robado. No somos más listos pero somos probablemente más vulnerables. Goebbels no disponía de la división de cibermercenarios que han prestado unos servicios al parecer decisivos a Trump, los cruzados del Brexit, Marine Le Pen, Putin, Duterte, y antes a los liguistas, Berlusconi o Fujimori. El etnopopulismo no puede entenderse sin esta instancia de mediación que a través de las redes sociales produce realidades y verdades alternativas. Existe también un mercado de la (pos)verdad en la misma manzana del mercado de la corrupción. 

Con ello llegamos a la tercera pieza del argumento. Hemos visto la estrecha relación que existe entre desigualdad y corrupción. Estudios recientes han mostrado una conexión no menos inquietante entre corrupción y populismo. Un informe de Transparency International (Corruption and inequality: How populists mislead people) sostiene que el incremento de la percepción de la existencia de corrupción en los servicios públicos y de la impunidad que suele favorecer a los beneficiarios empuja a los países hacia líderes populistas que hacen del discurso contra las élites y de la promesa de acabar con la corrupción su bandera. 

El informe establece que “corrupción y desigualdad social están estrechamente relacionadas y son una fuente de malestar popular”; y añade que el “balance de los líderes populistas para hacer frente al problema es deprimente”. El estudio avala la tesis de la simbiosis, en términos más técnicos, la bidireccionalidad de la relación causal: los dos fenómenos interactúan en un círculo vicioso en el que la corrupción favorece la desigualdad en la distribución de poder y esta asimetría se traduce en una desigual distribución de riqueza y oportunidades. 

El título de uno de los apartados no puede ser más transparente: “captura del estado, corrupción a gran escala y muerte de la democracia”. Quizás habría que ir pensando en la figura de los delitos de lesa democracia. Entre tanto, han apuntado bien los organizadores de la “marcha contra la vergüenza”, que ha recorrido varias ciudades israelíes el 2 de diciembre pasado, precisamente para protestar contra la corrupción y el intento de Netanyahu de forzar las leyes para asegurarse la impunidad tras varios casos que le afectan. Vergüenza que  cabe sentir la ciudadanía de cualquier país afectado  por  haber elegido a esos políticos y haberlos colocado en las altas instituciones del estado, las que nos representan. 

A la vista de ciertos resultados electorales, parece claro que el populismo ha sabido aprovecharse del extendido descontento con un sistema o un régimen corrupto, presentándose como solución. Acaso el populismo es una suerte de clientelismo emocional que, como el otro, se aprovecha de la vulnerabilidad de los más pobres a los que, huérfanos de la protección que les debe el estado, no les queda otro remedio que agarrarse a estas soluciones mágicas y peores que la enfermedad. El populista pesca en el caladero de las frustraciones y capitaliza los resentimientos nacidos de la desafección hacia la instituciones (incapaces de proveer los servicios básicos) y la rabia contra la desigualdad (expectativas fallidas). 

En la medida en que el populismo pone el foco en el líder en vez de en el partido o la organización contribuye a menguar la confianza política (el líder populista es a menudo antisistema) y a debilitar la responsabilidad del electorado. La confianza es un factor clave. Como sostiene otro minucioso estudio, la corrupción debilita la confianza en las instituciones políticas y los populistas explotan esa veta del descontento. Por eso la recuperación de la confianza en la integridad de la política es la pieza clave para salir del círculo vicioso. 

Conviene mencionar un par de afinidades electivas entre neoliberalismo y populismo. Por un lado, se observa una variante de las puertas giratorias: figuras que han ocupado puestos de relevancia en instancias de las corporaciones financieras se incorporan luego a las filas de las formaciones etnopopulistas. Orban o Netanyahu entran en el lote; pero citaré un caso más novedoso, el de Alice Weidel, economista y empresaria, que inició su carrera en Goldman Sachs y fue figura destacada en la lista de AfD en las elecciones de septiembre. Weidel combate el euro, el ‘centralismo europeo’, el islam y la inmigración. 

Por otro, a menudo el populismo sirve como hoja de parra para tapar (con frecuencia con los colores de la bandera) las vergüenzas de la economía criminal. La demonización de los inmigrantes es un variante del mismo fenómeno. A veces los populismos pueden servir para ayudar  a los amigos en apuros: la decisión de Trump sobre el traslado de la embajada en Israel coincide con una ola de protestas contra Netanyahu por corrupción. 

La democracia tiene entonces que combatir una hidra de tres cabezas: la desigualdad, la corrupción y el populismo. El coste social de la desigualdad queda reflejado en estas palabras de alguien tan poco sospechoso de izquierdismo como el conde de Chateaubriand en sus Memorias de Ultratumba. 

 A la pregunta de si “un estado político donde unos pocos tienen millones, mientras que otros se mueren de hambre, puede subsistir cuando la religión no está ya ahí, con sus esperanzas fuera de este mundo, para explicar el sacrificio”, responde en vísperas de las revoluciones de 1848: “La excesiva desproporción de las condiciones y fortunas se puede soportar mientras se haya ocultado, pero tan pronto como esta desproporción es percibida de manera general, el golpe mortal está dado. Recomponer, si se puede, las ficciones aristocráticas e intentar convencer al pobre, pero cuando sepa leer no creerá más; intentar persuadirlo de que debe someterse a todas las privaciones mientras que su vecino posee miles de veces más lo superfluo. Como último recurso, deberán matarlos.”  

Desgraciadamente el populismo nos ha enseñado que no basta con saber leer, hace falta saber lo que se lee y lo que se escucha. El impacto de la corrupción también lo conocemos y no hace falta recurrir a la sofisticación de los modelos matemáticos de regresión y otros que hacen las delicias de los economistas. 

Yves Mény y Donatella Della Porta (eds. Démocratie et corruption en Europe, 1995) lo resumen en pocas palabras: “La corrupción pone en peligro los valores mismos del sistema: la democracia es herida en el corazón; la corrupción sustituye el interés público por el privado, mina los fundamentos del Estado de Derecho, niega los principios de igualdad y de transparencia favoreciendo el acceso privilegiado y secreto de ciertos agentes a los recursos públicos”. Se ha dicho que la corrupción es una de las consecuencias de la desigualdad y que las dos juntas alumbran el descontento (o el cinismo: recordemos algunos argumentos desde posiciones supuestamente progresistas apoyando a Trump) de que se alimenta el populismo, un “síntoma mórbido de una crisis política”, según Franz Bauman. 

No somos más listos que los europeos de los tiempos de la República de Weimar, pero podemos aprovecharnos de su experiencia. Porque sabemos, no solo que los ídolos caídos pueden volver a levantarse, como escribió G. Orwell, sino que muy bien estos  de pararreligión y pospolítica que son los populismos pueden estar incubando otros hasta ahora desconocidos. En inglés la expresión an elephant in the room hace referencia a un problema grave al que no se presta atención. Pero ignorarlo no le resta importancia, al revés. 

La ubicuidad de los efectos y la omnipresencia de las noticias alusivas pueden conducir a una especie de banalización por habituación, pero es difícil exagerar el peligro que augura la hidra. Por eso hay pocas tareas menos urgentes. No conviene olvidarlo estos días en que se habla tanto de Constitución. Pero sin duda el problema desborda las fronteras nacionales, de modo que convendría atender a dos propuestas que han adelantado algunos expertos: establecer la figura de los crímenes económicos contra la humanidad y, a la vista del carácter transnacional y global del mal, crear un Tribunal Penal Internacional Anticorrupción. Acaso no resulte a la postre tan anecdótico que el Día Internacional contra la Corrupción sea víspera del Día Internacional de los Derechos Humanos. 



(*) Doctor en Ciencias Políticas y Licenciado en Sociología, Filosofía y Psicología



Un ecuador de campaña con todo abierto / José Antich *

La campaña electoral para las elecciones del 21-D va a ser la más decisiva de todas las elecciones que se han celebrado en Catalunya. Nunca habían estado tan en duda tantas cosas: quién quedaría primero, quién acabaría formando Govern o si se tendrían que repetir las elecciones ante la imposibilidad de conformar una mayoría parlamentaria estable. 

La semana que ha transcurrido ha dejado claras unas cuantas cosas, pero no las definitivas, lo que otorga una importancia extraordinaria a los siete días de campaña que faltan y que acabarán decidiendo una situación u otra. 

Así, por ejemplo, hay dos impactos que hay que destacar: en primer lugar, la consistencia de Ciudadanos que no pierde fuerza electoral con el paso de los días. Su capacidad para succionar buena parte del voto no independentista, de una manera muy especial el del Partido Popular, está propulsando a la formación de Albert Rivera e Inés Arrimadas arriba de todo y, por ahora, sigue aguantando el vértigo de una posición tan importante.

En segundo lugar, la importancia de Oriol Junqueras en la campaña de Esquerra Republicana. Aunque la formación republicana tiene un elenco de personas conocidas, desde la propia Marta Rovira hasta Mundó, Tardá o Rufián, lo cierto es que el liderazgo de Junqueras no es hoy por hoy sustituible. No es un candidato mediático pero, en cambio, suple de sobras esta condición con su lenguaje fácilmente entendible y próximo. 

Los republicanos no han dado aún con la piedra filosofal para revertir esta ausencia y, además, sobre ellos se dirigen la gran mayoría de los ataques del resto de partidos. Esta situación, aunque no es simétrica, no es muy diferente a la del president Carles Puigdemont que, aunque puede hablar por videoconferencia desde Bruselas o a través de entrevistas, el impacto nunca es el mismo.

El avance del cuarto tracking de El Nacional que hemos publicado a las 22 horas de este martes lejos de despejar incógnitas ha vuelto a reabrirlas. El impacto de la manifestación en Bruselas del pasado jueves dio alas a todo el bloque independentista y de una manera especial a Junts per Catalunya. Cinco días después ese efecto ha disminuido en parte y parece evidente que el independentismo tiene una cierta necesidad de tocar a rebato entre sus electores si quiere asegurarse la mayoría absoluta. 

De no lograrla, el mapa político catalán amenaza con ser de una complejidad enorme y, por primera vez, no habría que descartar una situación similar a la de las elecciones españolas de diciembre del 2015 en las que acabó siendo necesaria una nueva cita con las urnas en junio del 2016, ya que ningún candidato tuvo los votos necesarios para ser investido. No es la principal opción pero no es descartable. Dependerá de la movilización de los bloques independentista y unionista en la última semana.


(*) Periodista y ex director de La Vanguardia


Este es el verdadero sondeo / Ramón Cotarelo *

Es el verdadero porque acierta el resultado al 100 por cien sin necesidad de muestreos, universos, rutas, márgenes de error y otras minucias. Acierta al 100 por cien el resultado porque lo impone por la fuerza. Así lo anuncia el presidente  del gobierno y presidente de un partido casi extraparlamentario en Cataluña con exquisito tacto en campaña electoral.

En teoría, cuando se convocan unas elecciones se asume que sus resultados pueden ser distintos, no uno único. Sin embargo, según se deduce de la última amenaza del presidente, sea cual sea el resultado de las elecciones, será siempre el mismo: 155. Si gana el bloque unionista, constitucionalista, españolista o del 155, este seguirá en vigor por libre decisión del gobierno unionista de la Generalitat. Si gana el bloque independentista, y pretende implementar su mandato, el 155 también seguirá en vigor para impedírselo.

Entonces, ¿para qué convocar elecciones? Los indepes lo preguntan siempre: ¿van ustedes a respetar el resultado del 21D? La respuesta es inequívoca: no. No la derecha y no el PSOE. Podemos va a lo suyo cuando se aclare sobre qué es. Aunque, al menos, ha recurrido al Constitucional la aplicación del 155, si bien en el último momento y bajo considerable presión. Podemos tiene un problema serio en su interior con la cuestión nacional. Es palpable en la controversia planteada por Bescansa, cuya oposición a una consulta referendaria en Cataluña la pone a un paso de integrarse en el bloque nacional-español del 155.

Con su Gramsci se lo guisen. La derecha del 155 lo tiene mucho más claro: nada de discutir sobre la nación, la autodeterminación, la plurinacionalidad y otras monsergas de rojos. A las elecciones se va como iba Teddy Roosevelt (el de los rough riders) a las negociaciones: "hablando dulcemente y llevando un gran garrote". En el garrote está la razón. La razón de Estado, que tiene muy mala fama, excepto cuando la esgrime uno mismo, momento en que asciende a noble y desinteresada motivación.

Así que, si el resultado de las elecciones está decidido en forma del guarismo 155, ¿para qué convocarlas? Esa es la prueba más evidente de que, a la vista del desastre del gobierno de la derecha en Cataluña, las cancillerías europeas, la UE en conjunto ha impuesto su convocatoria, obligando al gobierno a oganizar en forma de elecciones autonómicas el referéndum que trató de evitar sin conseguirlo.

El hecho de amenazar con el 155, además de buscar un efecto desmovilizador en el adversario, revela la desconfianza y el miedo del bloque del 155 de que el resultado numérico sea un triunfo independentista. La amenaza tiene un fundamento racional: no cabe respetar el resultado porque, siendo las elecciones autonómicas, dentro de la legalidad de la Constitución (que la propia Constitución ha suspendido mediante el 155), nada de lo que de él salga puede contravenir ese marco legal autonómico. Cualquier decisión que vaya más allá de las competencias de quien la adopte será un delito.

En esas condiciones, ¿por qué van los indepes a unas elecciones que muchos de ellos -si no todos- consideran ilegales e ilegítimas? En primer lugar porque no ir los pone directamente bajo el garrote. En segundo lugar porque, siendo las elecciones autonómicas un referéndum de hecho, interesa sobremanera que quede claro de modo fehaciente y "legal" qué apoyo social tiene en Cataluña cada una de las distintas opciones políticas y muy especialmente la dicotómica independencia/no independencia. 
 
Desde el momento en que el conflicto España/Cataluña se ha internacionalizado, la cuantificación objetiva de los partidarios y los adversarios de la independencia será la base para que se produzca la inevitable mediación exterior. Los indepes se juegan mucho en la participación en las elecciones y en el porcentaje del voto independentista,

Si el resultado es favorable a los unionistas, Cataluña se mantendrá en el marco autonómico, probablemente padecerá una política recentralizadora que rebajará el contenido de autogobierno y no habrá lugar a una petición de mediación exterior porque el gobierno estará aplicando la legalidad que apoya la mayoría de los catalanes y, desde luego, de los españoles.

Pero si el resultado es favorable a los independentistas, como parecen cantar las encuestas y favorable con holgura, se iniciará un proceso de negociación cuyo alcance estará abierto y será indeterminado. En ese proceso, las amenazas de Rajoy y el 155 carecen de eficacia sencillamente porque su cumplimiento no apunta a situación nueva alguna sino que es un retroceso al statu quo antes de las elecciones: un gobierno re-destituido, un Parlamente re-clausurado y unos dirigentes enviados de nuevo a la cárcel y al exilio. 
 
Eso sí que es un esperpento que la UE no puede permitir. Tendrán que devolver el 155 a la cueva de los horrores y sentarse a negociar una fómula con el gobierno legítimo de la Generalitat, surgido de unas elecciones que ellos mismos han convocado.

La salida de esa negociación, que se promete ardua porque involucra la dicotomía República/Monarquía, dependerá de la fuerza parlamentaria del independentismo. 
 
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Revista de Prensa / A. R. Mendizabal *


Martes con las por­tadas de la prensa eco­nó­mica y al­gunos di­gi­tales re­par­ti­das: por un lado, la co­lo­ca­ción del 7% de Bankia por el Frob con unas mi­nus­va­lías que unos cal­culan en 97 mi­llones y otros en 300; y por otro, la com­pa­re­cencia en el Congreso de la pre­si­denta de la Junta 'Unica de Resolución, Elke König, para ex­pli­car, o más bien no, qué pasó con el Popular. El gran ti­tular de El Economista re­sume: 'La JUR se burla del Parlamento y elude dar datos del Popular'. 

La prensa ge­ne­ra­lista y otros di­gi­tales tam­bién re­parten las aper­turas entre dos acon­te­ci­mien­tos: el ac­ci­den­tado tras­lado de las obras de arte de Lleida a Sijena y la mina que re­pre­senta la agenda del nú­mero dos de Junqueras, con los en­tre­sijos de la hoja de ruta, como que no se creían la uni­la­te­ra­lidad pero de todas formas hu­yeron hacia ade­lante en lo que El Español ti­tula sin va­se­lina: 'Las actas se­cretas del 'procés': así tra­maron Puigdemont y Junqueras su golpe al Estado'. 

Algunos otros ti­tu­lares des­ta­ca­dos. Vozpopuli: El Gobierno aco­rrala a la CNMV para que Florentino Pérez se quede con Abertis (Raúl Pozo). El Confidencial: Dos afrentas ita­lianas que Nadal re­cuerda para que Atlantia no se haga con Abertis (C. Hernanz). Diario Abierto: Atlantia per­fila una nueva es­tra­tegia ante la po­sible ju­di­cia­li­za­ción de su opa a Abertis (Tania Juanes). OKdiario: Los in­ves­ti­ga­dores sos­pe­chan que el Canal pagó en Panamá 40 mi­llones en co­mi­siones por Inassa (Manuel Cerdán). La in­for­ma­ción: Volkswagen ame­naza con co­brar a 50.000 clientes por re­parar el 'dieselgate': vendió en España más de 638.000 co­ches afec­tados por el fraude de las emi­siones y un buen nú­mero no ha pa­sado por el ta­ller (Víctor Gil).

Cinco Días: España re­cu­pe­rará en 2023 todo el em­pleo des­truido du­rante la cri­sis. Otro ti­tu­lar: Biotecnológicas y Gobierno ul­timan un pacto para aplazar cré­ditos por I+D. Otro ti­tu­lar: Arranca la nueva pa­tronal tec­no­ló­gica con 30 em­presas aso­cia­das, mu­chas huidas de Ametic. El Economista: Colombia pone a la venta su 32,5% en la fi­lial de Telefónica (Antonio Lorenzo). Otro ti­tu­lar: Los agentes so­ciale plan­tean subir más del 3% el sa­lario mí­nimo en 2018; al­gunas fuentes llevan el alza hasta el 7%. Otro ti­tu­lar: El fondo Abac ul­tima la compra de Gambrinus y Cruz Blanca a Heineken, por Araceli Muñoz y Javier Romera.

Opiniones. Editorial en La Vanguardia: ‘Sijena en su con­texto ju­rí­dico y po­lí­ti­co‘. Enric Juliana en el mismo dia­rio: ‘Argoneses: cuando el ca­mión llegó a Sijena, fal­taba una caja. Una caja llena de vo­tos, que pronto es­tará en manos del can­di­dato le­gi­ti­mista de Bruselas’. Editorial en El Periódico: ‘Desencuentro por las obras de Sijena‘. Ignacio Molina en el mismo dia­rio: 'Tomarse en serio la Catalunya de los tres blo­ques: si Iceta quiere de verdad apro­ve­char su iden­tidad trans­versal y con­ver­tirse en el re­fe­rente de los con­sensos ha de em­pa­tizar con las frus­tra­ciones de los dos po­los'. Editorial en El Mundo: ‘Sijena: cum­plir la ley no es op­cio­nal‘. Otro edi­to­rial: ‘El Govern mintió a los ca­ta­lanes el 1-O’. Enrique Gimbernat en el mismo dia­rio: ‘¿Rebelión, se­di­ción o nin­guna de las do­s?’. Editorial en El Español: ‘Sijena, ex­polio co­rre­gi­do‘. 

Editorial en El País: ‘Politización del arte: la de­fensa in­de­pen­den­tista del te­soro de Sijena es otra forma de vic­ti­mi­za­ción‘. Adela Cortina en el mismo dia­rio: ‘¿Es ur­gente re­formar la Constitución? El des­em­pleo, la pre­ca­ri­za­ción del tra­bajo, la aco­gida de emi­gran­tes, las pen­sio­nes, la fi­nan­cia­ción au­to­nó­mica, la co­rrup­ción y el mal­trato a las mu­jeres son pro­blemas prio­ri­ta­rios’. Luis Alcaide en Capital Madrid: 'Esperando a Borrell: la firma de Messi y M. de Montaigne: los crí­ticos de­por­tivos es­tu­dian la irra­cio­na­lidad eco­nó­mica del in­de­pen­den­tis­mo'. Juan Velarde en El Economista: ‘Cataluña: ar­gu­mentos va­lien­tes: la res­pon­sa­bi­lidad de quienes en el Gobierno Suárez, en 1979-1980, trans­fi­rieron la en­señanza a la au­to­nomía ca­ta­lana, es cier­ta­mente gi­gan­tes­ca’. 

Enrique Utrera en Expansión: ‘Bankia: los ex­pertos creen que la venta del 7% dará es­ta­bi­lidad al banco en Bolsa’. Teresa Freixes en Economía Digital: 'La cam­paña in­de­pen­den­tista y la sombra de Phil: vamos a pasar el ecuador de la cam­paña elec­toral del 21-D y el in­de­pen­den­tismo sigue en­ro­cado en el mismo ar­gu­men­ta­rio'. Fernando Garea en El Confidencial: ‘Expolios, exi­lia­dos, re­fu­giados y per­se­gui­dos’. Editorial en Cinco Día: ‘Un marco fiscal fle­xi­ble, equi­ta­tivo y efi­ciente para la eco­nomía di­gi­tal‘. Moisés Romero en La Carta de la Bolsa: ‘El crash de las pen­siones se ex­plica, entre otros asuntos muy gra­ves, por un ju­bi­lado, un vo­to…’. 


(*) Periodista


https://www.capitalmadrid.com/news_links/2512

lunes, 11 de diciembre de 2017

Todo parece indicar que se utilizó dinero del Frob para los complementos por jubilación en Caja Murcia con 'Caser' 2ª


MADRID.- El año 2010 se conformó como un año donde las ayudas del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), alcanzó una importante actividad en los procesos de integración y recapitalización de entidades financieras, incluida la todavía Caja Murcia.

Es una referencia adecuada a la aportación realizada con fecha 29 de junio de 2010 al SIP (Sistema Institucional de Protección), constituido por las Cajas de Ahorro de Baleares (Sa Nostra), Caja de Ahorros de Granada, Caja de Ahorros de Murcia y Caja de Ahorros del Penedés. El importe ascendió a 915 millones de euros en lo que se denominó Frob-1.

Ese año, en concreto diciembre, también fueron inyectados en una primera participación del Frob en Bankia, 4.465 millones de euros, en concreto a través de su “banco malo” el denominado Banco Financiero y de Ahorro.
Posteriormente, ambas entidades necesitaron otros aportes, que en el caso de BMN llegaron a alcanzar los 1.650 millones de euros y en el caso de Bankia los 22.424.
El 29 de junio de 2010 se produce la primera inyección de capital a BMN, fecha en la que todavía no operaba baja la fórmula jurídica de sociedad anónima, sino que se regía por un Sistema Institucional de Protección (SIP), cuya fecha de constitución se produce al día hábil siguiente, es decir el 1 de julio de 2010. 
Tendrá que pasar un año y dos meses para que BMN se constituya como banco a todos los efectos, en concreto el 14 de septiembre de 2011.
Unos meses antes, el SIP, se había hecho con los servicios del responsable de Lehman Brothers para España y Portugal, entonces aquella joven promesa de la economía española, que colaboró con el gobierno de Aznar ocupando el puesto de secretario de Estado de Economía (2002-2004).
Se trata de Luis de Guindos, que dimite de sus funciones en BMN (consejero externo y presidente del Comité de Auditoría) como consecuencia de ser nombrado ministro de Economía y Competitividad del Gobierno del presidente Rajoy el 22 de diciembre de 2011.
En este escenario, e independientemente de otras consideraciones, tal como se indica en las condiciones generales de la póliza de Caser con Caja Murcia 54.561, ésta se constituye con fecha 28 de octubre de 2010, alcanzando la prima satisfecha a Caser el importe de 2.065.062 euros.
Es decir, mientras que el Frob inyecta 915 millones para que los cuatro futuros socios (Caja Penedés, Caja Granada, Sa Nostra (Baleares) y CajaMurcia) inicien una andadura saneada, y que a corto y medio plazo se produzca una consolidación y su conversión en un Banco saneado y viable, la Caja de Ahorros de Murcia se dedica a contratar pólizas de vida, con el fin de reforzar el poder adquisitivo de sus “directivos”, procurándoles doradas jubilaciones. 
La suerte también recae en algunos de los empleados que eran plantilla fija a 29 de mayo de 1986, tal como se recogen en algunos certificados, pero desconociéndose todavía cuál es el criterio que finalmente permite “entrar al club”.
¿De dónde salieron los fondos para constituir esa segunda póliza? ¿Eran conocedores los socios de la Caja de Ahorros de Murcia, en concreto Caixa d’Estalvis del Penedés, Sa Nostra, y Caja Granada, de la contratación realizada a Caser y el colectivo público asegurado? ¿Qué ocurre en el resto de Cajas constituyentes del SIP inicialmente, y posteriormente de Banco Mare Nostrum?
¿Disponían de estos sistema de previsión social? ¿Estaban constituidos por un método mixto de Planes de Pensiones promovidos por el Empleador y pólizas de vida donde se instrumentalizaban esos derechos dimanados de los acuerdos recogidos en los convenios sectoriales?.
No se tiene conocimiento de que una reclamación de este tipo se haya producido en el resto de socios. Ignorando igualmente, si en estas Cajas todos los compromisos a la jubilación, estaban debidamente dotados con antelación al SIP, y posterior conversión en S.A.
La situación se torna más compleja como consecuencia de que el Frob, tenía el 65% de las acciones de BMN, y posee actualmente un porcentaje similar en Bankia.
No se sabe si noticias sobre estas pólizas, y la situación en la que se encuentran inmersas, habrán llegado al núcleo de decisión del Frob, pero es evidente que dibuja un escenario altamente preocupante, pues recientemente, con fecha 14 de septiembre de 2017, BMN fue absorbida por Bankia.
Para el Frob, accionista igualmente mayoritario de Bankia, y cuyo objetivo principal es la recuperación del dinero público inyectado, podría encontrarse con una hipótesis de retorno alejada de sus planteamientos iniciales, dado que si finalmente se demuestra que el colectivo reclamante, y que puede llegar a la totalidad de la plantilla fija de la extinta Caja Murcia a la fecha de 29 de mayo de 1986, tiene derecho a los Complementos a la Jubilación, será Bankia la que tenga que asumir las consecuencias de tener que pagar derechos a trabajadores que los tenían reconocidos, aunque se les hayan ocultado y en cuantía que pudiera llegar a un importante impacto en la cuenta de resultados y, por ende, en el Plan Estratégico del Frob, tanto en la inversión como en el plan de desinversión que retorne a las arcas públicas los casi 24.000 millones de euros que, entre unos y otro, han necesitado para evitar una hecatombe financiera y social.
Por otro lado, los presuntos incumplimientos incurridos pudieran tener un amplio recorrido jurídico que les lleve a transitar por sendas administrativas, civiles o penales. Porque antes o después se sabrá qué empleados han visto conculcados sus derechos.
Es incluso posible que este complejo asunto tenga una fácil explicación por parte del Tomador de la póliza 54.561 y que la negación de la información/documentación solicitada, haya conformado un escenario de inmensa confusión, que ha motivado el alimentar erróneas hipótesis.
Sin duda, un posicionamiento más proactivo de la Caja de Ahorros de Murcia, más fluido y colaboracionista, hubiese ayudado a demostrar su impecable comportamiento con todos y cada uno de sus empleados; empleados que durante muchos años según el “mantra” repetido hasta el infinito por el actual presidente del absorbido BMN, Carlos Egea Krauel, constituían su mejor activo para la Entidad.
Es por lo que existe en el seno del colectivo de exempleados de la Caja de Ahorros de Murcia una alta dosis de estupor, al ver su evolución a "pasivos tóxicos que no merecen consideración alguna".
Es seguro que una vez materializada la integración de BMN en Bankia, a partir de finales de enero del próximo año 2018, se hará un nuevo reparto de papeles. Quién sabe si Caser, sustituida de facto por la aseguradora Mapfre, decide ayudar a la comprensión del funcionamiento de estas pólizas, denunciando incluso llegado el caso, los incumplimientos realizados hacia el teórico colectivo asegurado.
Quizá incluso Caser pudiera ratificar de manera concluyente que todo ha sido una mala interpretación y que no es lo que parece, sino todo lo contrario.

Más información en estos cinco enlaces anteriores: 






La CARM y la C.R. 'Arco Sur' diseñan un programa para instalar barreras vegetales que protejan el Mar Menor


MURCIA.- La Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca está asesorando a la Comunidad de Regantes Arco Sur para el diseño de un programa para la instalación de barreras vegetales que mitiguen los efectos de las escorrentías hacia el Mar Menor, como establece el decreto ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad ambiental en el entorno del Mar Menor.

Tras la reunión mantenida por el director general de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura, Francisco José González Zapater, con ocho empresas de la Comunidad de Regantes Arco Sur, se ha avanzado en la instalación de estos setos en las distintas parcelas enclavadas dentro de la Zona 1 para que sean efectivas y compatibles con el desarrollo de la actividad agraria en la zona.
La instalación de estas cubiertas vegetales se complementa con otras medidas sobre gestión y manejo de la fertilización orgánica, fundamentalmente estiércol, que van más allá de lo fijado en el decreto ley y que limita su esparcimiento a una determinada época del año que ocasiona menores problemas a los turistas.
De forma paralela, el Gobierno regional ha establecido un programa de formación y asesoramiento con las Organizaciones Profesionales Agrarias sobre las obligaciones que tiene que cumplir el sector agrario en relación con el cumplimiento del decreto ley. Un ejemplo es el taller realizado con la asociación Proexport en el Campo de Cartagena para la instalación de estos setos, celebrado la semana pasada.
González Zapater agradeció "el interés del sector en establecer un programa coordinado con la Administración para implantar estas estructuras vegetales, lo que significa un ejercicio de responsabilidad del sector agrario a contribuir con la mejora del Mar Menor y minimizar los efectos de la agricultura sobre el medio ambiente".

José López recuerda a la alcaldesa que está en su mano seguir apostando por el cambio o gobernar con los de siempre en CT


CARTAGENA.- Ante las últimas declaraciones realizadas por la alcaldesa socialista Ana Belén Castejón, el ex alcalde José López (MC) ha manifestado al respecto que "no hay ninguna novedad, ya me advirtieron cuando cumplí mi palabra en junio, que Ana Belén Castejón nos traicionaría, que haría todo lo posible por apartar a MC del gobierno y así sigue sucediendo".

"Le recuerdo, eso sí, que mientras MC ostente las competencias en Hacienda, Contratación o Desarrollo Sostenible mantenemos nuestro compromiso con los cartageneros y con la transparencia", ha afirmado.
López ha recordado a Castejón que "por más que se esfuerce en tratar de ofendernos, no lo consiguen, porque los ciudadanos saben quiénes somos cada uno, y sólo ofende el que puede".
"Si la señora Castejón quiere cambiar la política de optimización del gasto e inversiones para todo el municipio, sólo tiene que volver a las políticas que durante 20 años permitieron que la corrupción anidara en Cartagena, entregar las obras a Hidrogea y dejar a un lado el criterio técnico".
José López ha puesto de relieve que "si lo que pretende la señora Castejón es llegar a Concejalías tuteladas por MC para así variar los criterios de limpieza y transparencia que siempre ha mantenido mi formación, le decimos que ya está tardando en cesar a todos los miembros del gobierno adscritos a este partido; pues será con MC en la oposición y, por tanto, con el voto de otros, la única manera de que pueda hacer con las cuentas municipales lo que le venga en gana y no lo que desde MC hemos defendido, que no es otra cosa que defender el criterio técnico, la buena praxis para con los caudales públicos y la limpieza en todos los procesos de contratación municipal".
Por último, el secretario general de la formación cartagenerista ha añadido que "esa foto se la podrá hacer con sus amigos del Partido Popular, no con ningún partido progresista y menos con ningún partido decente".
"MC y José López pueden renunciar a sillones, a cargos e incluso aguantar vacías pataletas redundantes, pero nunca renunciaremos a nuestros principios. Está en su mano y, en su firma, mancharse las manos y cesarnos para que vuelvan a gobernar los de siempre o seguir apostando por el cambio", ha concluido López.

Urralburu: "PP y Ciudadanos nos llevan a un 2018 de más recortes y más deuda pública"


CARTAGENA.- El portavoz parlamentario de Podemos en la Asamblea Regional, Óscar Urralburu, ha señalado que la enmienda a la totalidad presentada por Podemos apostaba por "conectar el crecimiento económico con el bienestar de la mayoría social. La clave de nuestra alternativa al PP la tenemos clara, ingresar más y gastar mejor para poder cuadrar las cuentas y mejorar los servicios públicos. Sabemos que se puede gestionar de forma distinta y lo hemos demostrado con unos presupuestos alternativos creíbles, detallados y que ponen el acento en desarrollar un modelo productivo eficiente y la lucha contra el fraude".

Óscar Urralburu ha explicado que el texto que ha presentado Podemos es una "alternativa real y factible al modelo económico del PP, de precariedad, trabajos con sueldos indignos y la falta de un modelo económico e industrial que nos haga salir del vagón de cola del país".
El PP, ha dicho el portavoz parlamentario de Podemos, "vuelve a hacer lo de siempre. Gastar mucho dinero en asesores, personal de gabinete, red clientelar del partido, etc. 
Mientras, vamos a tener más PIB que hace 10 años, pero somos mucho más pobres per cápita y estamos mucho más endeudados. Salen de la crisis los de siempre. Después de la profunda y sostenida pérdida de empleo durante una década, la economía murciana es mucho más desigual. Más del 50% de los asalariados cobran menos de 1.000 euros".
Podemos ha propuesto en su enmienda a la totalidad, ingresar 400 millones de euros a través, ha dicho Óscar Urralburu, de tener "una actitud reivindicativa con Montoro para mejorar la financiación autonómica. También trabajar de un modo mucho más eficaz en la lucha contra el fraude y la elusión fiscal. 
Luchando de verdad contra la economía sumergida la Región ingresaría 1.000 millones euros más a las arcas públicas. Además, corregir la política de deducción de la tasa fiscal sobre el juego. Una tasa que no tiene ningún sentido. Asimismo, tomarnos en serio la fiscalidad ambiental, en nuestra Región quien contamina no paga. 
Por último, revisar el formato de deducción al 99% del impuesto de sucesiones y donaciones En Podemos defendemos que pueda incluirse a los hermanos, tíos y sobrinos, con el mismo nivel de deducción pero hasta los 200.000 euros por heredero, y que aumente de modo progresivo a partir de esa cifra".
Según Óscar Urralburu, el PP ha perdido la oportunidad de "hacer grandes apuestas estratégicas para solucionar problemas que se están convirtiendo en verdaderos monstruos en el armario. Cuando acabe el ejercicio 2018 seguiremos atascados con las mismas infraestructuras, los mismos proyectos fracasados seguirán devorando partidas públicas sin nada a cambio. Nada van a notar en su día a día los murcianos y murcianas. Ni mejores escuelas, ni más profesores, ni aumento del personal médico o nuevos transportes interurbanos o conexiones con el resto de España".
Por ello, ha incidido Urralburu, "el PP está maltratando a la Región de Murcia. La ha hecho prácticamente invisible dentro de nuestro país y la gente está harta. El presidente López Miras no tiene ninguna capacidad para que esto cambie y esto ya empiezan a notarlo incluso dentro del PP. Nosotros sabemos que esto solo se soluciona cerrando 24 años de gobierno del PP, del gobierno de la corrupción y que sólo se ha encargado de hacer engordar a sus redes clientelares a costa de los demás".


 El PSRM quiere la reducción de la desigualdad, la mejora de los servicios públicos y en el municipalismo

Por su parte, el diputado y responsable de Economía del Grupo Parlamentario Socialista Ángel Rafael Martínez ha defendido en el Pleno de la Asamblea Regional la enmienda a la totalidad presentada por el PSRM a los presupuestos regionales para 2018, porque considera que son "una falacia". Esta iniciativa no ha sido aprobada en el Pleno de la Asamblea Regional.
Martínez Lorente recordó que el consejero reconoció el martes pasado en sede parlamentaria que ha presupuestado por debajo del coste del Servicio Murciano de Salud, es decir, "dejando para el acta de la sesión, que sus presupuestos mienten y que para cuadrar con el objetivo de déficit lleva los millones que le faltan al SMS, pues en ese apartado el control presupuestario es menos estricto".
El diputado socialista reprocha al consejero "que no haya sabido explicar cómo esperaba que se cumplieran sus previsiones de ingresos. En definitiva, el déficit de 2018 no será del 0,4% sino de entre el 1,5 y el 1,7% y la deuda se acercará a los 9.000 millones de euros".
Ante este escenario, el PSRM tiene una alternativa a estos presupuestos con numerosas medidas encaminadas a reducir la desigualdad de rentas como el incremento del presupuesto a la Renta Básica de Inserción, para eliminar los copagos que penalizan a los más débiles y para crear nuevas plazas residenciales para personas mayores.
También hay medida para los jóvenes, que sufren tasas de paro insoportables. El PSOE propone en su enmienda a la totalidad una renta básica de emancipación, así como el incremento a las ayudas para alquiler.
En cuanto a los parados, entre otras medidas, plantea que se establezca una partida suficiente para atender a los parados de larga duración, por medio de contratos de "servicios a la comunidad" a través de los ayuntamientos.
En materia de Mujer, el presupuesto de 2018 debería de haber tenido -en opinión del diputado socialista- una dotación presupuestaria suficiente para el desarrollo del Pacto Regional contra la violencia de género. Esto implica un incremento del presupuesto para los Centros de Atención a las Víctimas de Violencia de Genero (CAVI); la puesta en marcha del Observatorio Regional de Igualdad y contra la LGTBIfobia; además de más presupuesto para que los ayuntamientos puedan llevar a cabo contrataciones y formación de mujeres víctimas de violencia de género, además de un ambicioso plan de formación en igualdad y contra esta lacra.
Con relación al Medio Ambiente, las iniciativas socialistas pasan por un abordaje integral del problema del Mar Menor, con una autoridad única. "El intento que han realizado con la Dirección General del Mar Menor ha fracasado, como casi todo lo que intentan", criticó; otras propuestas son: deducciones fiscales tanto para la instalación de energías renovables como para la adquisición de vehículos eléctricos y apostar por la autosuficiencia energética de todos los edificios públicos, empezando por los centros educativos.
El diputado socialista apostilló que se teme "que las iniciativas sobre economía circular, que aparecían en el presupuesto de 2017 y que no se han ejecutado, vuelvan a convertirse en humo puro y duro".
Economía y empresa. La propuesta del PSRM en este área se fija en la transformación del sistema productivo de la Región, con tres pilares: la industria, la agricultura y el turismo.
En Industria, urge un verdadero plan para la transformación digital de la economía. También, aprovechar nuestro potencial en industria fotovoltaica.
El sector agrario y la industria agro-alimentaria y auxiliar, en opinión de Martínez Lorente, requiere urgentemente de una planificación hidrológica de la que carecemos. Es urgente un Plan Hidrológico Regional que tenga como base el Pacto Regional del Agua.
En turismo considera que el presupuesto de 2018 debería contemplar un Plan de Desarrollo del Turismo. "Provincias limítrofes con no más atractivos que nosotros nos superan en ocupación y en ingresos".
Martínez Lorente subraya que la industria, la agricultura y el turismo serán competitivos si son innovadores y para ello hay que invertir en I+D+i, "pero la I+D+i no es ni el 0,5% del presupuesto. Así no saldremos del vagón de cola".
En Sanidad el PSRM propone la mejora del equilibrio territorial de los servicios sanitarios públicos. Hay que acometer sin dilación la puesta en marcha de hospital del Rosell, los centros de Alta Resolución de Águilas y Mazarrón y la UCI de Caravaca para completar la red hospitalaria de nuestra Región.
 "Aunque nos tememos que estas inversiones serán de las que se caigan de la lista cuando al final no se ejecute ni la mitad de lo anunciado". Asimismo, propone un plan de calidad y eficiencia de la Atención Primaria, "la medicina más preventiva y más barata".
En materia de Educación, en opinión del diputado socialista es preciso un plan director "para conocer con precisión la situación de la red de centros públicos, anticuada e infradotada, y planificar con criterios de equidad". También hay que establecer mecanismos de cooperación con la empresa para un desarrollo pleno de la FP Dual, que contemple la necesaria integración y coordinación con las empresas.
La apuesta socialista por la Cultura contiene propuestas de modificación presupuestaria a través de la dotación para recuperar la red de teatros y el plan escena, ayudas a la producción audiovisual y a las compañías de teatro, ayudas a la red de bibliotecas y, en concreto, la recuperación presupuestaria de la biblioteca regional.
El PSRM defiende el municipalismo y que el dinero que recibe nuestra Comunidad, correspondiente a la Diputación Provincial, se destine en su mayor parte a los ayuntamientos, con criterios objetivos y claros.
En Infraestructuras el PSRM considera que la Región necesita un plan director de carreteras, que planifique la conservación y mantenimiento de una red de segundo y tercer nivel que está en muy mal estado.
"Es necesario, igualmente, definir la llegada del AVE a Cartagena y a Lorca y, lo más importante, avanzar en el proyecto del corredor Mediterráneo".
Por último, en Cooperación al Desarrollo plantea que se pase del 0,009% del presupuesto total al 0,7%, como recomienda la ONU.
Ángel Rafael Martínez Lorente agregó que "esta es nuestra alternativa a unos presupuestos falsos, a este juego de cartas marcadas, con trampa, que trae el PP y que de antemano sabemos que no podrá ser. Estas son nuestras prioridades, que seguro coinciden con las necesidades de la gente de nuestra Región".

En la UPCT comenzaron hoy las jornadas técnicas sobre el sistema ferroviario de la Región de Murcia



CARTAGENA.- La Escuela Técnica Superior de Ingeniería Industrial (ETSII) de la UPCT celebra desde hoy las I Jornadas Técnicas del Transporte: "El Sistema Ferroviario de la Región de Murcia". Estas jornadas están teniendo lugar en el Antiguo Hospital de Marina (sede de la Escuela de Industriales), situado en el Campus de la Muralla de la UPCT, durante los días 11, 12 y 13 diciembre 2017 de 18:00 a 21:00 horas.

Se trata de unas jornadas de carácter técnico dedicadas a aprender sobre el mundo del ferrocarril a través de especialistas en estas temáticas, y asimismo analizar los diversos aspectos relacionados con el sistema ferroviario de la Región de Murcia, a través de tres sesiones dedicadas a la red de ferrocarriles de cercanías y media distancia, el transporte de mercancías por ferrocarril y la llegada de los ferrocarriles de alta velocidad a la Región de Murcia.
Estas jornadas técnicas están dirigidas no sólo a profesores universitarios, personal técnico, estudiantes universitarios, responsables públicos y asociaciones profesionales, sino que asimismo están abiertas al público en general. Cada una de las sesiones contará con una serie de conferencias impartidas por especialistas en estos campos, seguidas de una mesa redonda en la que se analizarán las temáticas abordadas.
El transporte por ferrocarril es una temática de enorme interés para los estudiantes de las diferentes titulaciones del campo de la ingeniería industrial, estudiantes de otras diversas titulaciones de ingeniería y para el público en general. 
En el caso de los estudiantes de ingeniería industrial, la asistencia a estas jornadas es fundamental para mejorar su formación en relación con las importantes salidas profesionales que tienen a su disposición en la industria del ferrocarril, incluyendo la fabricación de ferrocarriles, desarrollo de sistemas estructurales, de control y de seguridad para las infraestructuras ferroviarias y otros diversos perfiles profesionales relacionados.
Desde la Escuela de Industriales de la UPCT se organiza estas jornadas con el objetivo de disponer de un foro de carácter técnico en el cual los especialistas en estas temáticas puedan transmitir sus conocimientos sobre ferrocarriles, analizar las problemáticas de estos medios de transporte y presentar sus propuestas de futuro, orientadas a la promoción de la movilidad sostenible, la mejora de la logística para el transporte de mercancías, la necesaria intermodalidad entre el sistema ferroviario y otros medios de transporte, y la intercomunicación entre las principales poblaciones de la Región de Murcia y con otras importantes poblaciones de nuestro país y del extranjero.
El programa de estas jornadas técnicas se puede consultar en el siguiente enlace de la página web de la Escuela de Industriales de la UPCT: http://www.industriales.upct.es/I_JTTSFRM.htm. En este programa se indica las temáticas a tratar en cada una de las tres sesiones comprendidas en estas jornadas, así como los especialistas que intervendrán en las conferencias y mesas redondas de cada una de estas sesiones. Estas tres sesiones tendrán lugar respectivamente los días 11, 12 y 13 de diciembre, todas ellas en horario de 18:00 a 21:00 h.
La sesión de este lunes 11 de diciembre estuvo dedicada a la mejora de la conexión por ferrocarril entre las principales poblaciones de la Región de Murcia, incluyendo aspectos tales como la intermodalidad con otros medios de transporte, la mejora del transporte por ferrocarril para los estudiantes universitarios y la electrificación de los trenes de cercanías y media distancia.
En la sesión de mañana martes 12 de diciembre se abordará las soluciones para el transporte de mercancías a través del Corredor del Mediterráneo, y comprenderá cuestiones tales como la ubicación de las ZAL, la intermodalidad con otros medios de transporte, el trazado de las líneas para los trenes de mercancías en la Región de Murcia y los problemas de seguridad en el transporte de mercancías peligrosas.
Por último, la sesión del miércoles 13 de diciembre estará centrada en el análisis de la llegada del AVE a Murcia, Cartagena y Lorca, abarcando aspectos tales como el trazado de las líneas de alta velocidad, la seguridad para los viajeros y para la población, la intermodalidad con otros medios de transporte y las soluciones para el desarrollo urbano futuro y movilidad sostenible.
En todas estas sesiones se hablará del pasado, presente y futuro del transporte por ferrocarril en todo el mundo, así como del sistema ferroviario de nuestro país y de la Región de Murcia. 
Aunque estas jornadas técnicas estén divididas en tres sesiones diferenciadas, todas estas sesiones están relacionadas por un nexo común puesto que el transporte por ferrocarril utiliza un sistema integral que sirve para dar servicio de manera global a los ferrocarriles de cercanías y media distancia, de transporte de mercancías y de alta velocidad.