VALENCIA.- El Ayuntamiento de Valencia está desarrollando una nueva tasa para cobrar los servicios municipales a las empresas que organicen grandes eventos en la ciudad y
que, por tanto, movilicen a una gran cantidad de personas. La intención
de la Concejalía de Hacienda es que el nuevo gravamen pueda entrar en
funcionamiento el año que viene, tras la aprobación de las ordenanzas
fiscales que se suele aprobar en diciembre, publica El Mundo.
La tasa de Vigilancia Especial pretende trasladar íntegramente el coste de los servicios municipales que movilice el consistorio a los organizadores del evento y evitar así las tensiones habituales en el presupuesto municipal.
El
Ayuntamiento, una vez autorizada la celebración de cualquier evento,
dispone de un operativo municipal en lo que respecta a la seguridad,
tráfico y limpieza en atención a las previsiones de público que
trasladan los organizadores.
De esta manera, en las grandes
citas deportivas o culturales el consistorio despliega un número
sustancial de policías locales y de funcionarios de limpieza para
atender las necesidades del público. Hasta ahora, estos servicios eran asumidos directamente por el consistorio, que afrontaba el coste de movilizar de manera extraordinaria a sus trabajadores.
La intención una vez entre en vigor este nuevo texto legal es calcular el operativo y pasar la factura posteriormente a los organizadores en función del número de funcionarios desplegados para la ocasión.
"Podemos
calcular qué coste ocasiona para las arcas públicas movilizar a cada
funcionario. Este sería el coste que tendrían que asumir los
organizadores de grandes eventos y que hasta la fecha estaba pagando el
Ayuntamiento", explicó ayer el concejal de Hacienda, Ramón Vilar.
La nueva tasa afectaría tanto a acontecimientos de carácter deportivo como el maratón como a culturales como a conciertos
de gran envergadura que tengan una afluencia masiva o a cualquier
actividad lucrativa con una asistencia de público importante.
No obstante, el edil socialista subrayó que se pretende incluir en la tasa un capítulo destinado a exenciones y bonificaciones.
Mediante esta salvaguarda, el consistorio podría bien asumir el coste
íntegro de los servicios empleados o bien reducir la factura final en
función de los intereses de la ciudad.
Sería,
por ejemplo, el caso del maratón de Valencia, un evento que moviliza
todos los años una gran volumen de funcionarios de Policía Local y de
limpieza, pero que es considerado de interés por el Ayuntamiento, ya que
implica una alta ocupación de los hoteles de la ciudad y su celebración impulsa la economía de los establecimientos de la ciudad.
Otra citas afectadas serían, por ejemplo, las paellas (que se realizó sin autorización municipal)
o algunos conciertos que no cuentan con el respaldo decidido del
consistorio. En este caso, el coste se trasladaría de manera íntegra a
los organizadores, que tendrían que sufragar el trabajo desarrollado por
todos los funcionarios destinados a prestar servicio para la ocasión.
La
tasa viene a completar un antiguo gravamen por el que se cobraba los
servicios que se prestaban ante el traslado de mercancías peligrosas.
Ahora, sin embargo, se establecerá con exactitud el coste que supone cada uno de los empleados públicos que presten servicio durante el gran evento y se pasará la factura al organizador.
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