MADRID.- Nadie como los autónomos es consciente de la importancia del ahorro. En su caso, se debe a la pensión de jubilación que les queda cuando termina su carrera profesional. Este colectivo alcanza los más altos niveles de pobreza
entre los jubilados de Europa, lo que complica mucho la última etapa de
su vida. Pero su situación es especialmente delicada en España. La
renta de los autónomos jubilados en España es un 27% inferior
a la del resto de jubilados, lo que supone la mayor brecha de toda la
eurozona. En otras palabras, cobran casi un euro menos por cada cuatro
de renta, revela El Confidencial.
Los datos de la Comisión Europea,
obtenidos de la 'Encuesta de salud, edad y jubilación en Europa'
(Share, por sus siglas en inglés), reflejan hasta qué punto España tiene
un problema con la protección a los autónomos, y
también con su nivel de contribución al sostenimiento del Estado de
bienestar. Un problema que es, además, creciente, ya que cada vez hay
más empleo autónomo en las economías desarrolladas (una buena parte son
figuras ilegales en forma de falsos autónomos).
La renta media del autónomo jubilado en la eurozona en 2017 fue un 19% inferior a la del conjunto de jubilados, pero en España esta brecha alcanzó el 27%,
igualando a Luxemburgo. Sin embargo, hay otros países en los que la
diferencia es mucho menor: en Italia fue del 17%, en Alemania, del 19%, y
en Austria cayó hasta el 8%.
La consecuencia es que el riesgo de pobreza se dispara
entre los autónomos jubilados en comparación con el resto de
pensionistas. Según los datos de la Comisión Europea, el riesgo de
pobreza de los autónomos jubilados es el doble que el de los asalariados jubilados. En concreto, pasa del 27% de los asalariados hasta el 51%, 24 puntos porcentuales más.
La metodología de la encuesta Share eleva mucho los niveles de riesgo
de pobreza, pero en este caso lo más útil es la comparativa entre los
dos colectivos.
Los
datos muestran que el sistema de protección social para los autónomos
en España está muy lejos de ser el idóneo. Existen muchos agujeros en la legislación que dejan a este amplio grupo de la población desprotegido. Por eso, los autónomos son conscientes de la importancia de acumular ahorro para la jubilación, de
lo contrario tendrían que recortar significativamente su nivel de vida
tras el retiro.
Por ese motivo, la Comisión Europea ha pedido un esfuerzo a España
para evitar estos niveles de riesgo de pobreza entre los autónomos
cuando se jubilan. Actualmente, el Congreso está debatiendo la reforma
del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (Reta)
en una subcomisión creada a tal fin, pero las conversaciones van muy
lentas. Exactamente igual que en el resto de reformas pendientes.
El
problema de las cotizaciones de los autónomos es que no son como las
del Régimen General, que dependen de la renta. En el caso del Reta, es
cada trabajador el que elige la cuantía de su aportación,
siempre respetando un umbral máximo y mínimo que varía en función de su
edad y de su situación familiar.
El resultado es que sus cuotas a la Seguridad Social suelen ser muy bajas
(la mayor parte van al mínimo posible), lo que provoca que el cálculo
de su pensión sea muy bajo. A esto hay que añadir la existencia de la ‘tarifa plana’ por inicio de actividad que rebaja la aportación semanal hasta 50 euros mensuales.
En el caso de España, muchos autónomos tienen una carrera profesional en
la que realizan bajas aportaciones a la Seguridad Social, y de forma
intermitente si su actividad no es regular en el tiempo.
El resultado es
que muchos de ellos no llegan a cotizar lo suficiente como para percibir una pensión contributiva y tienen que recibir complementos a mínimos.
En otras palabras, una parte de su jubilación se paga con la
recaudación tributaria, lo que significa que su renta mensual es muy
baja.
En concreto, cuatro de cada 10 autónomos
jubilados tienen complemento a mínimos, lo que refleja hasta qué punto
llegan a jubilarse con aportaciones a la Seguridad Social reducidas.
Entre las opciones que barajan los
partidos políticos para elevar la aportación de los autónomos a la
Seguridad Social se incluye, entre otras, la obligación de cotizar por ingresos reales (ya
sea por el ingreso total o por tramos).
De este modo, las cuotas se
adaptarían a la actividad en cada periodo. Con esta medida, se
mejorarían los ingresos de la Seguridad Social y se lograrían pensiones más altas para los autónomos sin la necesidad de recurrir a los complementos a mínimos.
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