miércoles, 2 de mayo de 2018

Despidos en banca: un empleado español atiende el doble de clientes que un alemán

MADRID.- Más de 3.000 em­pleados de la banca es­pañola han vi­vido el úl­timo día in­ter­na­cional del tra­bajo, el pri­mero de mayo, listos para aban­donar la en­tidad a la que per­te­necen por los dis­tintos ajustes de plan­tilla acor­dados con o sin los sin­di­catos en dis­tintos grupos ban­ca­rios. La re­duc­ción de un 31% de las plan­ti­llas no sólo con­lleva la sa­lida de miles de tra­ba­ja­do­res, sino una pre­sión mayor sobre los que que­dan, des­bor­dados por el ex­ceso de tra­bajo, relata Capital Madrid

Un bancario español tiene el doble de trabajo que un alemán, mientras que ante la reducción de entidades y sucursales asoman fantasmas de oligopolio y exclusión financiera.
Unos 83.400 trabajadores de banca han perdido sus empleos en el periodo entre 2008 y 2017, los años más duros de la crisis económica y financiera así como la década en la que la banca española ha acometido su mayor reconversión, tanto en la reducción de lo que se denominaba "exceso de capacidad instalada" (plantillas y redes) como del número de entidades bancarias.
Los principales sindicatos han lanzado continuas alertas durante este tiempo ante la tendencia que se vivía en el sector financiero. La última, o penúltima vuelta de tuerca, se producirá a lo largo de este ejercicio como consecuencia de los distintos expedientes de regulación de empleo (ERE) pactados en algunas entidades: Ibercaja; Santander-Popular; Bankia; Liberbank, y EVO Banco.
Comisiones Obreras (CCOO) ha sido el último en advertir de esta tendencia que afectará durante 2018 a más de 3.000 empleados. Ya durante el pasado ejercicio, las pérdidas de empleos en la banca española ascendieron a 1.830 puestos de trabajo. Pero el problema no sólo está en los que se quedan en la calle, sino en los que continúan como bancarios.
Según el sindicato antes citado, la disminución de las plantillas, "así como una desmesurada presión comercial, provocan la prolongación sistemática de la jornada laboral, puesto que no desciende ni el negocio ni la clientela". Se trata de las tan criticadas "horas extras" que ni se cobran ni cotizan a la Seguridad Social.
Aunque el grado de bancarización es más alto en España que en otros países de la Eurozona, las oficinas cuentan con menos empleados según datos de CCOO: 6,6 empleados en el mercado doméstico, frente a 9,8 en Italia, 10,9 en Francia ó 19 en Alemania. Según este sindicato, en la actualidad "un bancario o bancaria de nuestro país atiende el doble de clientes que uno alemán".
El secretario general de la agrupación del sector financiero de CCOO Servicios, Joan Sierra, se muestra aún intranquilo ante nuevos recortes de empleo ya que "va a depender de si se producen nuevos procesos de concentración, algo que no está descartado. Sin embargo, pensamos que el número de salidas posiblemente pueda ser más moderado", dado el duro ajuste ya sufrido en los últimos tiempos.

Doble riesgo
Si las plantillas se han reducido un 31% en la última década, el número de oficinas cerradas supone el 40% de las que había en 2008 (de 45.662 a unas 27.000 en la actualidad). Esta evolución ha reabierto la polémica de la exclusión financiera de algunas poblaciones, sobre todo rurales.
Tal vez por ello, el presidente de la Asociación Española de Banca (AEB), José María Roldán, lanzaba la propuesta de "oficinas multimarca" en zonas rurales para "ir a esquemas cooperativos", como dijo tras su reciente reelección al frente de la patronal bancaria.
Su modelo se ha acogido con cierto interés por parte de algunos consejeros delegados de la banca española. Desde "la buena noticia" que supone para el de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, que cuenta con la mayor red de sucursales en España, hasta el "estudio en detalle" de José Antonio Álvarez, del Santander. El número dos de Bankia, José Sevilla, recordaba que su grupo cuenta con un Ofibús con el que atienden unos 300 municipios.
Joan Sierra, secretario general de la agrupación del sector financiero de CCOO Servicios, considera que, a falta de conocer más detalles, "cualquier iniciativa destinada a garantizar el derecho de la ciudadanía al acceso a los servicios financieros es bienvenida", así como la estrategia de algunas entidades en su apuesta por oficinas de mayor tamaño, ya que requerirán de "una mayor dotación de plantilla".
Un informe del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) ya advertía que en 2016 (últimos datos disponibles) más de 4.000 municipios carecían de oficinas bancarias, un hecho que afectaba al 50,7% de los pueblos españoles y a más de 1,25 millones de personas (un 2,7% del total de la población). 
Además, un 15,8% de localidades (1.281 municipios) tan sólo contaban con una entidad única para casi un millón y medio de habitantes (el 3,1% de la población).
Esta situación lleva a plantearse si el sector bancario español se encamina hacia un oligopolio. Desde el presidente de la AEB a los distintos directivos de las entidades bancarias españolas se niega este extremo. Pero también hay excepciones. Hace casi un mes, el presidente de Ibercaja, José Luis Aguirre, ya advertía de que el grado de concentración ya es muy alto y "con riesgo de llevarnos a un oligopolio".

No hay comentarios: