jueves, 1 de febrero de 2018

¿Existe un plan Moncloa? / Leonor Mayor Ortega *

¿Existió un plan Moncloa para deshacerse de Carles Puigdemont? El ex president de laGeneralitat está convencido de que lo hubo: “El plan Moncloa triunfa. Espero que sea verdad que gracias a eso puedan salir todos de prisión”, aseguró en uno de los ya famosos mensajes que envió el martes por la noche al ex conseller Toni Comín desvelados ayer por Telecinco

Puigdemont daba a entender así que se produjo una conspiración para acabar con sus ambiciones para ser investido presidente de la Generalitat. Una conspiración orquestada por el Gobierno y secundada por el PDeCAT y ERC con la opción de liberar a Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Cuixart y Joaquim Forn como baza de negociación.

El Gobierno, el PP y las formaciones independentistas niegan la existencia de ese plan, aunque reconocen que hay “conversaciones constantes” entre todos los partidos sobre Puigdemont y su situación desde que a finales de octubre el ex president huyó a Bruselas y que esas conversaciones se han intensificado después de que se convirtiera en presidenciable tras lograr 34 escaños en las elecciones del 21 de diciembre con su lista Junts per Catalunya.

Puigdemont tiene muchos enemigos. El Gobierno ha hecho lo que ha podido a través de la vía judicial para impedir que su investidura llegara a celebrarse. Tampoco es santo de la devoción de Ciudadanos, que ganó las elecciones catalanas. Ni de los socialistas, que han cerrado filas con Mariano Rajoy contra el procés. Pero más peligrosos son las enemigos propios que los ajenos. 

A Puigdemont no lo quieren los de ERC, pues fueron a las elecciones convencidos de que el próximo presidente catalán sería de su partido. Y a una buena parte del PDeCAT le incomoda que Puigdemont mantenga sus ambiciones presidenciables. La dirección del partido es consciente que el ex presidente, que hizo una lista a su medida, se les ha escapado de las manos. 

Pero eso no significa que exista un plan para liberar a los presos a cambio de la cabeza de Puigdemont. El Gobierno lo negó ayer a través del ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido. Desde el PP explican que es imposible negociar con la libertad de las personas, porque eso no está en manos del Ejecutivo. “El Gobierno es una cosa y la Justicia, otra”, insisten.

“Si algún partido nacional, el que fuera, pusiera sobre la mesa un posible indulto, estaría acabado”, resumen fuentes populares en el Congreso. Y es que un indulto es lo máximo que se podría negociar, pues los procesos por los posibles delitos cometidos durante el procés son algo sobre la que solo pueden decidir los tribunales.

Las mismas fuentes añaden que antes de la celebración del 1 de octubre hubo conversaciones entre el Gobierno y el independentismo para tratar de aguar la consulta y convertirla en otro 9-N, pero que esas negociaciones se estancaron cuando la Generalitat puso como condición la obtención de indultos. No eran negociables.

Fuentes del PDeCAT en el Congreso niegan también la existencia de cualquier plan Moncloa. Reconocen que hay contactos con el Gobierno y también con otros grupos parlamentarios, pero afirman que jamás se ha hablado de liberar a los presos a cambio de Puigdemont, pues son muy conscientes de que el poder político no puede condicionar al judicial. 

Las mismas fuentes atribuyen el convencimiento del ex presidente de la existencia de un plan Moncloa al hecho de que el empecinamiento de Puigdemont en ser presidente aumenta la crispación. “Si las tornas cambiasen con un nuevo Govern que rebajase la tensión política, descendería también la presión judicial”, plantean.

Pero eso es todo. “Ojalá hubiera algún plan en Moncloa”, ironizan las mismas fuentes y lamentan “la falta de ideas del Gobierno para tratar de buscar soluciones políticas a la situación”. Algo parecido indican desde las filas del PSC, donde reconocen la existencia de conversaciones constantes con el Gobierno sobre asuntos como el del Constitucional, pero niegan tajantemente que se haya negociado con la situación de los políticos presos.

De esas conversaciones están excluidos Ciudadanos y Podemos. Fuentes de Ciudadanos consideran que “sería gravísimo que el Gobierno se hubiera atrevido a articular un plan de ese tipo”, pero creen que se trata “solo de un delirio del fugado Puigdemont”. No obstante, subrayan que no saben nada a ciencia cierta, porque las relaciones con Moncloa se han congelado desde que Inés Arrimadas ganó las elecciones del 21 de diciembre.

A Pablo Iglesias la cuestión catalana no le ha beneficiado políticamente y ha decidido alejarse del conflicto. La última vez que el líder de Podemos trató con Rajoy sobre este asunto fue antes del 1 de octubre. Y el PNV, a quien algunas crónicas han presentado como intermediario en ese supuesto plan Moncloa, niega también la mayor y asegura que no ha negociado nada, aunque reconoce también la existencia de conversaciones constantes con otras fuerzas políticas sobre la situación en Catalunya. 


(*) Periodista


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