domingo, 14 de enero de 2018

El sindicato 'Satse' denuncia que la gripe pasa una «factura doble» al personal sanitario de la Región

MURCIA.- El sindicato Satse Murcia denuncia públicamente que la gripe "pasa factura doble a la enfermería: en salud y en sueldo. El personal sanitario, siendo el más expuesto por sus condiciones de trabajo, es castigado si contrae la gripe y causa baja. Según el Sindicato, una enfermera es penalizada hasta con 300 euros por una semana de baja laboral".

Y es que, según precisan, "más del 65% de los sanitarios que han causado baja por la gripe lo han hecho en el ejercicio de su profesión. Si encima les quitan de su nómina una parte importante de las retribuciones, se les castiga aún más por ponerse enfermos".
Esta medida, que solo se contempla estrictamente en el sector de sanidad, es tachada de injusta y gravosa hacia los trabajadores. 
El Sindicato de Enfermería Satse se lo ha expresado reiteradamente a la administración sanitaria y al Gobierno regional, "pero no dan respuesta en un momento en el que la Consejería de Salud reconoce que en la Región superaron esta semana el nivel de intensidad alto de contagios en la población por la epidemia de gripe".
"Los trabajadores sanitarios deberían ser los que estuvieran más protegidos en el sector laboral, ya que al tratar diariamente con enfermos y usuarios pueden propagar cualquier germen que lleven incubando. Al mismo tiempo, pueden ser contagiados por los usuarios o enfermos al tratarles, como es patente en el caso de la gripe", han señalado.
Satse denuncia que hay compañeros que acuden a su puesto de trabajo en esta época con una sintomatología griposa y son incapaces de coger una baja para restablecer su salud para que no tengan ese descuento en su nómina.
Por otro lado, recuerdan que "no se debe olvidar la presión asistencial y el estrés laboral que agrava la situación de su salud en momentos como el actual de atención masiva ante el pico de contagiados por el virus más alto registrado en la Región en los últimos diez años".

Feliz año 2008 / Ángel Montiel *

Ha empezado la campaña electoral. No sabemos si la de las autonómicas de 2019 o la de unas adelantadas generales de 2018, pero que estamos en campaña es bien seguro.

La segunda posibilidad es teóricamente remota, sobre todo porque quien tendría que convocar las generales está en franca decadencia, según las encuestas, pero precisamente por eso tal vez no se muestre en condiciones de manejar la situación si la cuestión catalana, que es la que gravita sobre todo esto, se complica hasta el punto de hacer definitivamente ingobernable la política nacional. 

Estamos a semanas vista de esta representación, de modo que pronto sabremos si Rajoy será capaz de escapar de su laberinto. Pero en cualquiera de los casos, y desde la perspectiva murciana, que es la que nos atañe, el partido del Gobierno afronta las elecciones venideras con el programa electoral de 2008 cuando todavía no se han apagado las campanadas que nos anunciaban la entrada en 2018.
El PP murciano está decidido a seducir a los electorales potenciales con un plan que podría resumirse en el lema «ahora sí que sí», es decir, que aquello que prometió hace diez años para el minuto siguiente y que quedó empantanado a causa de su impericia resucitará ahora como realidad tangible por obra y gracia de la magia de Fernando López Miras, y esto todavía antes de que en la Región se tenga completa constancia de quién es este repentino presidente, ya que el PP casi no ha dado tiempo a que advirtamos las cualidades de los sucesivos herederos del Sempiterno.
La matraca.
Diez años después, el programa es el mismo del pleistoceno valcarceliano: agua, infraestructuras y aguardiente. Hubo un tiempo en que el PP cumplía sus promesas: autovía a Madrid, autovía a Alicante, autovía del Noroeste... Pero eso fue en los primeros cuatro años de poder popular, allá por el siglo XX. Una vez bien apalancados en el poder empezó el vivalavirgen, y nadie recuerda un sustantivo logro de gestión en estos capítulos distinto a los mencionados.
El programa electoral que viene incluirá aeropuerto y AVE, dos epígrafes sonrojantes a la vista de su respectiva deriva. Si por fin se concluyen, cabrá pensar que alguna vez tendría que ser, pero a este ritmo es mejor que no prometan nada más, al menos para las generaciones que aún palpitan. Están tratando de convertir en un éxito lo que constituye un contundente fracaso: inaugurar hoy lo que debiera estar ya descontado y que por no estarlo gravita económica y socialmente a la Región con más impiedad que si tales proyectos no se hubieran concebido.
El aeropuerto, sin ir más lejos, es una infraestructura que jamás será amortizada, no ya sólo por lo empleado en ella sino por las incertidumbres sobre su rentabilidad. Parece evidente que si finalmente se abre lo será por imponderables políticos, forzado por la propia existencia de unas instalaciones varadas que cantan el fracaso de una gestión prepotente. 

Hasta llegar a que Aena se encargue por fin de la gestión ha sido necesario asistir a componendas cuyo relato espanta. En cuanto al AVE, lo paradójico es que lo que se supone un bien público haya acabado resultando un ejemplo de despotismo ilustrado al no adecuarse el proyecto a las necesidades y demandas de quienes quedaban determinados a sacrificarse ante un supuesto bien general, de tal manera que lo que se pretendía para beneficio electoral, incluso soslayando alternativas más racionales, eficaces y asequibles, se ha convertido en el principal foco de desafección a los benefactores.
De agua, mejor no hablar. El juguete retórico se ha acabado volviendo contra quienes lo instrumentaron, y las alas que concedieron a una parte del sector agrícola se han convertido en un poder crítico contra el Gobierno, una vez que se han visto las trampas de ese desarrollo y las incompatibilidades palpables entre la intensividad de los cultivos y la conservación del medio ambiente, al menos en la zona del Mar Menor. Este dilema es infernal para el Gobierno, que no puede optar entre la realidad de las consecuencias y la conformidad con esa parte del cuerpo electoral cuya fidelidad había alimentado.
López Miras ha irrumpido enarbolando otra vez la bandera del agua, pero ésta no arrastra ya a las masas porque, después de que la expansión urbanística y el empleo que creó quedó aparcada por la crisis, la reivindicación queda limitada al ámbito de los regantes, y éstos, además, acumulan suficiente experiencia para conocer la limitada capacidad del Gobierno regional acerca de esa cuestión. En realidad, tanta agitación y propaganda con el agua se ha acabado resolviendo en un retroceso hasta el extremo de los recursos disponibles, y esto con la aceptación de la misma casta política valcarceliana que ingenió el «Agua para todos» como una especie de correlato nacionalista.
En el bucle.
La pretensión de renovar el capítulo de fracasos como estandarte electoral renovado resulta algo cansina, incluso para los actuales dirigentes del PP. Tal vez podríamos consolarnos en que la ´nueva generación´ que ha heredado el desplome sufre de tanto aburrimiento como el conjunto del personal ciudadano que lleva años y años enredado en estas matracas sin ver el modo de escapar del bucle. Pero de aquí no hay quien salga, entre otras cosas porque el Gobierno regional está abandonado a su suerte por el central.
Para muestra, el botón de la reciente visita de Rajoy a la Región. Aparte de que su contribución al Año Jubilar de Caravaca, motivo del desplazamiento, se produjo pocos días antes de su clausura, lo que anulaba el ´efecto publicitario´ en beneficio del acontecimiento (habría tenido más sentido que se hubiera presentado por aquí al principio, no al final), la retahíla de iniciativas que anunció para Murcia, una serie de conexiones de carreteras, no estaba siquiera entre los proyectos prioritarios del Gobierno regional, lo que indica una vez más que a la Región se le ofrece lo que no pide y se le niega lo que exige. 

Algo así como cuando Valcárcel presumía de que Aznar le había aceptado que impulsara el aeropuerto de Corvera a la vez que el ministro Trillo potenciaba el de San Javier con una segunda pista cuando el plan consistía precisamente en trasladar éste a aquél. Lo que se viene llamando coordinación política y cuidado de los recursos públicos.
Por cierto que en la visita de Rajoy no se habló de la aplicación del ´155 del agua´, una ocurrencia de López Miras que el presidente del Gobierno central ha desoído o simplemente, como la mayoría, no ha entendido. Pero, en todo caso, quedó explícito que Rajoy atiende a lo que sus asesores le apilan para cuando va de visita, y que esto es independiente de lo que los gestores locales reclaman en cada caso. Lo que significa que los discursos en el PP van cada uno por su lado, según a qué Administración correspondan, y esto es una aviso sobre la soledad de López Miras.
En este contexto, hay que valorar políticamente, al menos en la intención, la voluntad del presidente murciano para intentar definir políticas propias. A esto obedecen iniciativas como la de esta semana, en que anunció la rebaja en el tramo autonómico del IRPF. Vale aplaudir su intento de buscar huecos por los que emerger sin recurrir al proyecto central de vender el embellecimiento de las ruinas heredadas, pero hay poca chicha bajo un intento de espectacularidad. Se trata también en este caso de volver a 2008, el año en que la aparición de la crisis acabó con todas las fiestas y se inició la etapa de recortes salvajes. 

Esta bajada de impuestos parece querer sugerir que la economía deja atrás las convulsiones y avanzamos hacia la recuperación, como un ´volver a empezar´ después de diez años de desasosiego. Pero la realidad es que los trabajadores preferirían antes una subida de sueldo, gesto mucho más denotativo de la ausencia de crisis, que una bajada de impuestos que apenas se notará en las nóminas y mucho en la recaudación, sobre todo en la de una Comunidad arrasada por una deuda que se confía a un futuro rescate in extremis, a la vista de que jamás podrá ser saldada. Y no es a la creación de empleo ni al fortalecimiento de los salarios a lo que invita la bajada de un impuesto que carece de interés para los empresarios.
El PP tendrá que hacer un esfuerzo de imaginación para avanzar a través de la campaña electoral que se ha abierto con el inicio del año si quiere contener su desgaste, agravado por el nuevo panorama político en que Ciudadanos le come los votos la velocidad de pokémon, para aportar ideas sugerentes y practicables en el corto plazo a fin de no comparecer en 2019 (o quién sabe si a mediados de 2018 en unas irresistibles generales) con el mismo programa, por lo demás falluto, que ya esgrimía, entonces todavía con alguna credibilidad, en los albores de 2008.

'A patadas' con los conceptos
El presidente del PP, Fernando López Miras, ´echará a patadas´ de su partido a ´quienes metan la mano´, pero preferirá hacerlo después de que lo dicte un juez. La primera parte de esta frase parece expresar una nueva contundencia contra la corrupción, sobre todo por la manera expeditiva y poco delicada que se deduce del modo concreto de expulsión del sujeto pillado en falta: a patadas. 

Pero la segunda parte nos devuelve al modelo rajoyano, que consiste en que en el PP no se pagan responsabilidades políticas hasta que no se hacen expresas las judiciales, y a veces ni con esas, según una expresiva relación de casos. Estamos en las mismas, y por ese lado será la oposición la que condicione la permanencia en los cargos de los políticos del PP que resulten sospechoso de cualquier tipo de tropelía, restando así credibilidad al partido que más irregularidades registra, consiente y mantiene. Sin novedad en el frente.

Pero en este caso López Miras ha ido más allá, sin querer, se supone. «Echaré a patadas a quienes metan la mano», dice, y todavía necesita que lo ratifique un juez. Hasta ahora, el PP no matizaba en esos casos, en los de quienes ´meten la mano´. Lo hacía dulcificando determinadas actuaciones como ´irregularidades administrativas´, que para ese partido podían ser disculpables si no existía beneficio económico personal a consecuencia de ellas. 

Para el PP, la corrupción se limitaba a quienes meten la mano en la caja, y todo lo demás lo disculpaba, pero al menos para aquéllos planteaba respuestas ejemplares, o al menos así ha actuado cuando no ha tenido más remedio a la vista de los hechos irremediables. El presidente murciano, tal vez involuntariamente, traicionado por un inhábil manejo de conceptos, deja también a cargo del juez de turno la expulsión consecuente de quienes ´meten la mano´, la última escala de cualquier proceso de corrupción en las artes políticas.

La cualidad de los ´nuevos políticos´ no se traduce en su juventud o en sus buenas intenciones, sino en cambiar los formulismos que han desgastado aquellos que los han precedido. Si un asunto tan medular como la corrupción política se sigue atendiendo desde la más alta responsabilidad de los partidos con los esquemas que no la han impedido sino que, por el contrario, la han alentado, de nada sirve presentarse con una factura de innovación o de nuevo impulso, pues todo resulta entonces postureo, sin avances cualitativos. 

Queda entonces en manos de los electores decidir si la novedad que precisan no estará en otros partidos cuando al que han venido apoyando se muestra tan remiso a cambiar, siquiera en la retórica, criterios básicos para la regeneración. Aquí, en vanguardia o nada.


(*) Columnista


Miedo escénico / Alberto Aguirre de Cárcer *

El miedo a la prisión ha quebrado el bloque independentista y ha dejado solo a Puigdemont con su lunática idea de gobernar Cataluña por vía telemática o, en su defecto, a través de un hombre de paja con boca de ganso. El denostado plasma pero llevado a su paroxismo, esta vez vía Skype.

El miedo a dar la cara tras el vapuleo a Podemos en Cataluña ha mantenido fuera de todo foco durante tres semanas a Pablo Iglesias, que al elegir la calle de en medio entre el constitucionalismo y el independentismo llevó a su partido hasta un callejón de difícil salida en el conjunto del país.

El miedo a un ‘sorpasso’ nacional de Ciudadanos entre los barones del PP ha provocado una cita, mañana en Génova, para fijar un plan de reactivación que detenga la hemorrágica herida infringida en las elecciones catalanas antes de que infecte a todo el cuerpo electoral. 

A ese encuentro llegan los dirigentes populares sin hacer autocrítica y con el pavor en el cuerpo por la primera encuesta que sitúa a Ciudadanos por encima del PP en intención de voto. Y del PSOE de Pedro Sánchez, que a la vista de las catalanas y los nuevos sondeos, temeroso, ya no reclama a Rajoy un adelanto electoral. 

Y es el miedo a que al mordisco electoral de C's se sume el de la formación de Alberto Garre lo que ha provocado, en buena parte, que el presidente López Miras anunciara esta semana una rebaja del IRPF con casi un año de antelación de su hipotética entrada en vigor. Excepto para Ciudadanos, que vive su momento más dulce, el panorama político secreta todo tipo de hormonas del miedo en vísperas de unas elecciones autonómicas y municipales que están a la vuelta de la esquina.

Dieciséis meses son un suspiro en términos políticos. Especialmente en una región como la nuestra donde los liderazgos políticos son más líquidos que sólidos y todo indica que nos encaminamos a una fragmentación aún mayor del arco parlamentario. La posibilidad real de que el PP pierda el poder (por el desgaste de tantos años de gobierno, no pocos errores de bulto, la circunscripción electoral única y el posterior proceso de alianzas) ha llevado a quien será su candidato autonómico a apostar fuerte con el anuncio de esa rebaja del tramo autonómico del IRPF. 

Una reducción fiscal, en línea con la bonificación del 99% del impuesto de sucesiones y donaciones, que está en consonancia con el ideario liberal en lo económico que Pedro Antonio Sánchez y ahora López Miras querían imprimir para dinamizar la economía, ahora que crece por encima del 2%, y recuperar de paso, así, el afecto de las clases medias de cara a las urnas. 

Pero no deja de ser una medida de alto riesgo y polémica porque la Región sigue necesitada de ingresos en sus arcas públicas y va a ser la única comunidad autónoma que incumplirá el objetivo de déficit en 2017. Un año más, el Tribunal de Cuentas nos acaba de recordar cómo fue necesario en 2015 aportar más de 400 millones adicionales a los presupuestados para mantener las prestaciones del Servicio Murciano de Salud.

Es verdad que buena parte de la infrafinanciación estatal procede del injusto modelo autonómico, y que existe una promesa política de reparar esa injusticia para con la Región a lo largo de este año, pero a día de hoy ni están aprobados los Presupuestos Generales del Estado de 2018 ni hay garantías de que el nuevo sistema autonómico de financiación se apruebe en cuestión de meses. 

Tampoco de que el Gobierno central acepte la propuesta de mutualizar la deuda de la Región derivada del fondo de liquidez autonómica. Y, entretanto, no serán pocas las comunidades que en el proceso de negociación del nuevo modelo echarán en cara al ministro Montoro que la región que más incumple los objetivos de estabilidad presupuestaria vuelve a bajar los impuestos.

Si esta apuesta política le sale bien y la rebaja del IRPF no queda en un recorte testimonial para el bolsillo de todos los murcianos, Miras dispondrá de una baza electoral importante porque prácticamente coincidirá la entrada en vigor de la reforma fiscal con la llamada a las urnas. Si, por el contrario, el presidente no cumple con las expectativas anunciadas, el batacazo será monumental. 

Cuentan en San Esteban que la propuesta del IRPF tiene el visto bueno de Rajoy (no sería de extrañar que entre las medidas que el PPnacional ponga sobre la mesa haya una reducción de impuestos), pero lo cierto es que hasta que no se aprueben los Presupuestos Generales del Estado todas las comunidades autónomas van a tener una merma mensual en sus ingresos. 

Y eso aumentará el riesgo de incrementar la morosidad de la administración regional en el pago a sus empresas proveedoras, lo que en nada ayudará a la dinamización económica. Al contrario.

López Miras ha precipitado su anuncio de manera plenamente consciente. Reconoció que aún no se han hecho los estudios necesarios para saber cuándo y cuánto se reducirá el IRPF. Pedro Antonio Sánchez anticipó con meses de antelación que suprimiría el impuesto de sucesiones y López Miras cumplió después con ese compromiso. Por tanto, si se hizo con anterioridad, esta nueva promesa fiscal puede volver a concretarse. 

Pero esta vez el objetivo es mucho más comprometido porque el Gobierno regional actuará sobre el tramo autonómico de un impuesto estatal que puede sufrir variaciones en Madrid, bien por decisión política del Gobierno central antes de las elecciones o bien durante la negociación del modelo de financiación autonómica. Precisamente, una de las hipótesis sobre la mesa apunta a una mayor cesión de lo recaudado por IVA e IRPF a las comunidades autónomas. 

De ahí que el objetivo político marcado por el presidente regional sea mucho más complicado que la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones. Miras sabe que tiene poco tiempo para consolidarse y ha decidido jugar fuerte, intentando marcar agenda política desde el arranque del año. 

Esta es, de hecho, su primera apuesta personal de cierta entidad. Ocurre que el riesgo de una decisión equivocada o precipitada no solo afecta al futuro político de quien hoy está al volante de la Comunidad, sino al conjunto de la sociedad murciana. Es de esperar que esté suficientemente meditada. Lo contrario sería para echarse a temblar.


(*) Periodista y director de La Verdad


http://www.laverdad.es/murcia/miedo-escenico-20180114071843-nt.html 

Ciudadanos, tres al día / Joaquín García Cruz *

Lo verdaderamente emocionante de la cadena de oro, aquella estafa piramidal que en los años ochenta reportó pingües ganancias a los más espabilados del juego (a costa de otros muchos pardillos), era llegar cada mañana al banco, actualizar la cartilla y constatar un día más el crecimiento fulgurante de la cuenta corriente a base de imposiciones anónimas de mil pesetas, que entraban por remesas y proporcionaban un chute de adrenalina similar al que Ciudadanos experimenta cada vez que consulta su base de afiliados y contempla nuevas incorporaciones. 

De los 22.000 inscritos que el partido de Albert Rivera registraba en España en noviembre pasado, 1.047 eran de Murcia, la segunda región con un mayor aumento de la militancia (22%), solo por detrás de Cataluña, donde Ciudadanos es la primera fuerza en votos gracias al triunfo de Inés Arrimadas en las elecciones del 21-D. El censo va ya por los 1.210 militantes (dato del viernes pasado), lo que confirma un goteo constante, a razón de tres altas al día, y dibuja una tendencia que parece destinada a consolidarse y está directamente relacionada con el desencanto creciente hacia el PP, sin duda el caladero donde más papeletas pescarán Ciudadanos y el nuevo partido de Alberto Garre.

La identificación de Rivera con la unidad nacional, cuando –y donde– más amenazada se veía esta por el independentismo, y la frescura de su candidata Arrimadas, explican un éxito cuyas razones resultan de difícil extrapolación a Murcia. De hecho, habrá que esperar a mayo de 2019 para verificar si las urnas confirman también aquí el robustecimiento de Ciudadanos que anticipan las encuestas, pero la subida de la afiliación es ya un hecho –especialmente llamativo en Murcia, Molina de Segura y Alcantarilla–, al igual que el aterrizaje en el partido de destacados miembros de la sociedad civil, algunos situados en puestos de responsabilidad dentro de los ámbitos de la Región en los que se mueven.

Ciudadanos prevé darlos a conocer en breve, envueltos en la vitola de grupos de expertos en economía, sanidad, justicia, educación y cultura. Algunos de ellos han llegado a la casa de la mano de Miguel López Bachero, profesor de la UMU y ex director gerente del Círculo de Economía, cuyo alistamiento en octubre pasado como secretario de Programas y Áreas Sectoriales insufla al proyecto autonómico de Albert Rivera una pátina de rigor y seriedad que viene a contrarrestar la idea primigenia de que Ciudadanos se nutre en parte de advenedizos y desechos de tienta, una imagen que hoy ya no se sostiene. 

López Bachero es el cazatalentos del partido, un ‘fichador’ de caras reconocibles en Murcia, por el momento colaboradores (no todos se han afiliado), entre los que hay personas a las que se asociará con el PSOE y otras vinculadas en mayor o menor medida al PP, si bien el perfil que se busca desde el Comité Autonómico responde a un dibujo distinto: influyentes, profesionales, clase media e independientes, etiquetas todas ellas muy queridas por los liberales, que también se enorgullecen de estar recibiendo un aluvión de mujeres.

A diferencia de Podemos, donde sus círculos asamblearios no impiden saber quién lleva la batuta (Óscar Urralburu), y de los partidos tradicionales, representados en el PP por un presidente (Fernando López Miras), y en el PSOE por un secretario general (Diego Conesa), en Ciudadanos se hace difícil localizar entre sus dirigentes a un líder omnímodo, alineados como están en una extraña estructura horizontal de mando en la que Albert Rivera sobresale por encima de las nubes, pero sin que haya un referente regional nítido. 

Miguel Sánchez tiene más visibilidad que nadie debido al altavoz que le da su doble faceta de portavoz en la Asamblea Regional y en el partido, pero en la parcela orgánica se sienta casi a la misma altura, aunque con voto de calidad, que Valle Miguélez (secretaria de Organización), López Bachero (Programas y Áreas Sectoriales), José Luis Ros (Comunicación), Francisco Álvarez (Acción Institucional) y María Dolores Jiménez (Relaciones Institucionales). 

Todos ellos son secretarios ejecutivos, junto con Miguel Garaulet (diputado al Congreso), Juan José Molina (diputado regional) y los portavoces municipales de Murcia (Mario Gómez), Cartagena (Manuel Padín) y Yecla (Antonio Puche). Ciudadanos cerrará la semana próxima la composición de siete comités territoriales, y sus respectivos coordinadores se sumarán al Comité Autonómico, que quedará formado por un total de dieciocho dirigentes y funcionará de forma parecida al Comité Ejecutivo en el PP o a la Comisión Ejecutiva del PSOE.

Miguel Sánchez figura como ‘primus inter pares’, pero ¿puede hablarse de él como un líder indiscutible de Ciudadanos? ¿Goza del respaldo mayoritario de los afiliados para superar las primarias del partido –a las que se presentará–, y de la confianza social necesaria para ganar las elecciones autonómicas? Hay quienes dudan de su liderazgo, pero él se ve fuerte, y convencido de sus opciones para vencer en las primarias que la formación naranja celebrará, probablemente a la vuelta del verano, para elegir a los candidatos a la Comunidad Autónoma y –atención– a las 45 alcaldías de la Región. 

El notable crecimiento de afiliados, y su certeza de que la política regional asiste ya a un cambio de ciclo, alimentan el entusiasmo de Ciudadanos, que tiene ya decidido un cambio sustancial con respecto a los comicios de 2015: el partido de Albert Rivera no volverá a suscribir un pacto de investidura. Si otro partido necesita a sus diputados, deberá compartir el poder con Ciudadanos, y pactar un programa de gobierno. Ciudadanos se ha cansado ya de estar en la oposición. 



(*) Columnista



Rajoy, el partido se ha acabado / Igor Marín Ochoa *

Puede que, con miles de peros y matices, Mariano Rajoy haya hecho la transición de la crisis al crecimiento económico. Puede que, con viento de cola ajeno a su gestión, haya logrado reconducir las cuentas. Y puede que… no haya nada más. Que encauzada la economía, insisto que con muchísimos interrogantes, el presidente del Gobierno no tenga absolutamente nada más que aportar.

El Gobierno de Mariano Rajoy está vacío de contenidos, de proyecto político, de ideas y de reformas que enganchen a su electorado. El rumbo timorato del presidente del Partido Popular se ha impuesto en una organización que camina perdida y enfrentada en peleas internas. Porque que no haya -de momento- contestación interna conocida (en esto todavía son mucho más listos que el PSOE) no quiere decir que no estén los afiladores de Génova cargados de trabajo.

Este Gobierno no tiene respuestas ni propuestas para nada, es desconocido por parte del gran público (¿cuántas personas podrían decir de forma espontánea el nombre de quien ocupa una cartera tan importante como Sanidad?) y está vacío ideológicamente (¿son liberales o proteccionistas en el caso de Abertis? ¿Y con las eléctricas?).

Rajoy, con su costumbre de no hacer nada, ha llevado a España al abismo. Su flema ha convertido la situación catalana en un polvorín, la recuperación económica en una mayor brecha entre ricos y pobres y la falta de capacidad política para pactar unos Presupuestos en una sima que pone en riesgo lo que se ha conseguido con el sacrificio de casi todos los españoles. Especialmente, de los que menos tienen.

Mientras tanto, Ciudadanos ha sabido ver y aprovechar este vacío. La formación de Albert Rivera se ha impuesto con creces en su mensaje. Ha lanzado una idea nítida y clara de lo que quiere para Cataluña. Tan nítida que le impide encontrar socios con los que pactar, pero que convence a sus posibles votantes y arrastra a quienes buscan un faro que seguir. Y las encuestas, como la publicada por 'El País', parecen darles la razón. Al menos, de momento.

 El PSOE ha encontrado un filón en la falta de ideas con el segundo gran problema que va a tener España: las pensiones. La propuesta de Pedro Sánchez para financiar parte de las pagas con un impuesto a la banca, con su múltiples lagunas y su escaso efecto real, es por lo menos algo sobre lo que debatir. Desde el Gobierno, como en todos los temas importantes, solo se obtiene el silencio, el vacío. La nada.

El Gobierno carece de toda capacidad de impulso. Ha renunciado a él, a liderar con sus ideas un país que se enfrente a grandes retos: reforma territorial, pensiones, saneamiento de cuentas… Está rodeado de juicios por corrupción, tiene a sus filas divididas y enfrentadas a la espera de la batalla por el sillón que deje Rajoy; un partido que pesca de forma constante en su vacío ideológico y un rival que por fin ha dejado sus luchas internas a la luz para centrarse en liderar la oposición de la mejor manera que puede o sabe. Frente a este panorama solo cabe hacer lo que peor se le da al presidente: algo.

Voy a explicarlo para que el presidente lo entienda. Hoy, Ciudadanos es el F.C.Barcelona. Y el Partido Popular, el Real Madrid. Y aunque queda Liga, Champions y Copa, la situación de los blancos es muy complicada. Y su entrenador, negando lo evidente y rechazando dar un golpe de timón en el vestuario, no ayuda. Eso mismo es lo que le pasa al Gobierno del PP. Los rivales se le escapan y su ‘líder’, por llamarlo de alguna forma, no ve ni ofrece ninguna solución.


 (*) Periodista


Daos presos, ilusos / Ramón Cotarelo *

Hay que prestar atención a la semiótica. La portada de El Periódico recuerda los carteles de "Se busca", despide un tufo a Comisaría. En este caso, española, porque el diario es reciamente unionista, como su rival La Vanguardia. Añade que Puigdemont está cada vez más solo. Sintetiza el odio al independentismo del que viene cargada la prensa española. 

El B155 dispone de una formidable división mediática que recuerda la famosa Brunete mediática de los años 90. Y la deja muy chica. Ahora no hay excepciones. Todos contra Cataluña empleando todos los medios. Todo por la Patria. La idea sigue siendo no negociar, no pactar nada; sofocar el independentismo al coste que sea. 

Baño de realidad reza el titular con esas connotaciones semióticas señaladas de los más buscados o los cabecillas vencidos. Pero es imposible ocultar el fondo verdadero del mensaje: la realidad es la cárcel, las multas, los procesos, los embargos. La realidad es la represión. Pero esa es una realidad que nadie acepta, ni siquiera quienes la aceptan. La represión no se acepta porque es represión y fracasa siempre, incluso cuando triunfa.  

El baño de realidad se verá en tres días, cuando se constituya un Parlament telemáticamente y ese Parlament empiece a debatir si la investidura también es telemática. Cosa perfectamente legítima y legal sin que haya argumentos de peso en contra. A reserva de los que esgriman los letrados del Parlament que, sobre ser discutibles, no son vinculantes. 

Interferir en el normal funcionamiento de las instituciones catalanas cuya recuperación es esencial para los independentistas, como señala Junqueras es un desatino porque solo puede hacerse invocando otra vez el 155. Lo que abocaría al país a unas elecciones nuevas que, en principio, nadie quiere. 

Aun en el caso de que la recuperación de las instituciones hubiera de hacerse invistiendo otro candidato al presidente que ya lo es legítimamente, la situación no se resolvería pues el govern republicano entraría en conflicto desde el minuto uno con el gobierno central monárquico que volvería a invocar el 155. 
 
Situación de ilegalidad patente. Incapacidad del gobierno para resolver la cuestión pacífica y democráticamente. Había una crisis constitucional larvada que el proceso constituyente catalán ha puesto en evidencia.

Porque, además de un conflicto territorial, hay otro sobre la forma de gobierno.

Y la represión no es la vía para resolver ninguno de los dos.
 
 
(*) Catedrático emérito de Ciencia Política en la UNED

Puigdemont debe intentar la investidura / José Antich *

Se cumplen este domingo dos semanas y media de las anómalas elecciones del 21 de diciembre, que otorgaron a las candidaturas de Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP la mayoría absoluta en el Parlament. Un resultado, 70 diputados de 135, que además estuvo acompañado de una participación en las urnas que cabe considerarla excepcional, ya que en ninguno de los comicios anteriores se había alcanzado el 80% de sufragios emitidos. 

Si a ello sumamos que las elecciones fueron convocadas por Mariano Rajoy, que la autonomía estaba y está, en la práctica, suspendida, y, además, que el Gobierno español ha tratado por todos los medios a su alcance de impedir la repetición de la mayoría política existente en el Parlament desde 2015, el valor político del resultado alcanzado el 21-D no solo es excelente, sino que también debe ser preservado.

Hecha esta necesaria precisión y asumiendo todos -también la oposición- que es esta mayoría política la que debe gobernar Catalunya los cuatro próximos años, la clave está en cómo debe orientarse la legislatura que oficialmente se abre este miércoles en el Parlament y que debe ser lo más estable posible y dar paso, en el plazo de tiempo más corto posible, a un Govern que empiece a restablecer las políticas hoy paralizadas. 

Dando por sentado que la estabilidad y la duración dependen de múltiples factores, algunos internos y muchos externos. Y que, en ningún caso, será un tiempo de normalidad democrática, ya que el exilio, la prisión y los procesos judiciales acompañarán la legislatura y el Tribunal Supremo acabará incidiendo en el día a día del Govern que se constituya.

En estos momentos, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana tienen una buena base de acuerdo en el pacto alcanzado a mediados de semana en Bruselas entre Carles Puigdemont y Marta Rovira, acompañados de Albert Batet y de Jordi Bacardit, respectivamente. En este compromiso, los republicanos asumían la presidencia del Parlament, como en la última legislatura con Carme Forcadell, y JuntsXCat, es decir, Puigdemont, recibía el apoyo de Esquerra para su investidura como president de la Generalitat.

En consecuencia, el president Puigdemont tiene los tres resortes necesarios para intentar la investidura en la Cámara catalana: la legitimidad histórica como president cesado por el artículo 155 de la Constitución, el Gobierno español y Mariano Rajoy; en segundo lugar, ser el ganador en el espacio independentista el 21-D; y, finalmente, tener el apoyo de Esquerra Republicana, lo que le garantiza -junto a la CUP- la mayoría absoluta en el Parlament. Por si hay dudas, todo ello quedará claro una vez haya un nuevo president del legislativo catalán y formalice la preceptiva ronda de conversaciones con los grupos parlamentarios.

Si eso es así, y nadie puede negar que sea así, ¿por qué Carles Puigdemont debería renunciar a acudir a la investidura e intentar llevar a cabo aquello que los catalanes con su voto han mandatado?

Es obvio que es una investidura incierta. Si Puigdemont vuelve a Barcelona será inmediatamente detenido y si utiliza cualquier otra fórmula será, probablemente, desestimada, quizás incluso por los letrados del Parlament. Además, gravitarán, quien sabe, otros impedimentos no menores: desde un pronunciamiento del Tribunal Constitucional prohibiendo la celebración del pleno o anulando los acuerdos adoptados por el Parlament, hasta una hipotética negativa del jefe del Estado a sancionar el nombramiento.

Pero esto es, hoy por hoy, poner puertas al campo y dar por seguro algo que aún no ha pasado y que, por ahora, forma parte tan solo de lo que hemos oído en declaraciones públicas. Cuando se inicie la investidura, habrá elementos reales y no solo declaraciones interesadas y, en muchos casos, tendentes únicamente a ejercer una determinada presión.

Dos últimas reflexiones: el auto del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena denegando a Oriol Junqueras su petición de abandonar provisionalmente la prisión de Estremera para acudir a la sesión de apertura de la duodécima legislatura y a la elección del nuevo president del Parlament y más adelante a la sesión de investidura, acogiéndose a un derecho que le reconoce explícitamente la Constitución y que tiene precedentes en el caso de un parlamentario de Herri Batasuna vinculado a ETA, es, en el terreno de los gestos, más importante de lo que parece: refleja que no va a haber ningún tipo de tregua judicial.

Al independentismo catalán se le aplicará legislación pensada para la lucha antiterrorista, las manifestaciones pacíficas del 11 de septiembre acabarán siendo una inaceptable presión al Estado y, como se ha visto, la policía culpará a los Mossos de la violencia del 1 de octubre por su inacción. Un relato lleno de fake news basado en una mentira tras otra. Además, puesta en marcha la maquinaria judicial no hay que contar con cambios bruscos. El caso de Junqueras es extensible a los otros dos diputados presos, Jordi Sánchez y Joaquim Forn.

En consecuencia, hay que pensar en un juicio en el Tribunal Supremo a todos los líderes políticos -miembros del Govern y responsables de los partidos independentistas- y también de las dos asociaciones más representativas del independentismo, la ANC y Òmnium, en el plazo de un año.

La segunda reflexión: en el nuevo Govern no deben adoptarse a priori restricciones que afecten a aquellos integrantes con procesos judiciales. La situación es suficientemente anómala como para que cada caso sea analizado individualmente a partir de la situación personal, la cohesión del nuevo Govern, la experiencia a aportar y el conocimiento del área a desempeñar. En todo caso, es obvio, el juicio y la posterior sentencia, si fuera condenatoria, obligarían a efectuar cambios. Pero eso tampoco está hoy en la agenda.


(*) Periodista y ex director de La Vanguardia


sábado, 13 de enero de 2018

Llega a la ciudad de Totana el retrato al óleo de S.M el Rey Felipe VI, obra del pintor murciano Navarro Menchón


TOTANA.- Ha llegado a la ciudad de Totana el retrato al óleo de S.M el Rey Felipe VI. Su autor, el murciano Antonio Navarro Menchón, es un digno especialista en retratos castrenses.

El cuadro llega a la familia Miras, totanera y miembro de la Unión Monárquica de España  para su colección particular con la intención de prestarlo para los próximos actos y celebraciones que este año se realizarán en la ciudad de Totana con motivo del centenario del título de ciudad por el Rey Alfonso XIII en 1918.
Una obra maestra, con dimensiones a tamaño real y vistiendo uniforme de gala del Ejército con las más altas condecoraciones del Estado.

López Miras: "El Camino hacia la Vera Cruz ya es un referente de espiritualidad y lo vamos a consolidar"


CARAVACA DE LA CRUZ.- El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, aseguró hoy que "el Camino hacia la Vera Cruz ya es un referente de espiritualidad en España y en todo el mundo, y vamos a seguir consolidándolo". El jefe del Ejecutivo regional hizo estas declaraciones durante el acto 'Gracias, Caravaca de la Cruz Año Jubilar 2017', organizado para reconocer la labor de todos los que han colaborado en la celebración del Año Jubilar.

"El Camino de Levante no cierra con el fin del Año Jubilar, sino que sigue abierto", subrayó López Miras, quien explicó que "con el proyecto 'Región de Murcia Sacra', en el que vamos a poner en valor el patrimonio religioso y cultural de 16 municipios de la Región de Murcia, vamos a seguir afianzando ese camino de Levante".
El jefe del Ejecutivo regional resaltó que "ha sido un Año Jubilar de éxitos, en el que se han cumplido las expectativas y hemos triplicado los peregrinos y visitantes que han llegado a Caravaca de la Cruz". 
Dijo que "el Gobierno regional ya empieza a trabajar de cara al próximo Año Jubilar", y que "vamos a seguir poniendo en valor que Caravaca es una de las cinco ciudades santas de la Cristiandad para que durante los próximos años continúen llegando peregrinos y visitantes".
Remarcó que "en tan solo un mes y medio han visitado Caravaca de la Cruz y la Región de Murcia Sus Majestades los Reyes de España, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo", y puso en valor el trabajo "que hemos hecho entre todos".
"Es justo este acto de reconocimiento a tanta gente que ha hecho posible que este Año Jubilar 2017 de Caravaca de la Cruz sea el acontecimiento cultural, turístico y religioso más importante de España, y uno de los más significativos del mundo".
"Ha sido un año en el que se han programado más de cien actividades", enfatizó el presidente, quien añadió que "todo el mundo se ha volcado con un proyecto ilusionante". Más de dos millones de personas participaron en dichas actividades y visitaron puntos de interés turístico, religioso y cultural de la Región. 
Asimismo, 502.470 peregrinos ganaron el jubileo llegando a la Basílica de la Vera Cruz, según los datos del Instituto de Turismo.
El mayor volumen de llegada de peregrinos a la Basílica se concentró entre los meses de abril a junio, y de octubre a diciembre, con más de 130.000 personas cada trimestre. La mayoría de los peregrinos han sido españoles, sobre todo llegados de Alicante, Madrid y Valencia, mientras que las nacionalidades extranjeras más representadas fueron la británica, la alemana y la francesa.
La Fundación Camino de la Cruz, de la que forma parte la Comunidad, ha coordinado eventos entre los que destacan las exposiciones 'Signum', 'Cruces de Caravaca', y la dedicada a 'Francisco Salzillo y la escuela de escultura de Caravaca'
En el ámbito medioambiental se ha realizado la reforestación y puesta a punto del Camino de Levante, que transcurre por once municipios (Orihuela, Beniel, Murcia, Molina de Segura, Alguazas, Campos del Rio, Albudeite, Mula, Bullas, Cehegín y Caravaca de la Cruz) y, en el deportivo, se ha llevado a cabo la Regata Punta Este y dos etapas de la Vuelta Ciclista a España.
Además, 'Las cocinas del jubileo', punto de encuentro para descubrir los sabores que identifican a la Región, conciertos como el de Ainhoa Arteta, el festival 'Vox in Crucem' y la actuación de cierre de la programación que ofrecieron el domingo pasado la formación murciana 'La Tempestad' y la actriz Nuria Espert son otras de las actividades organizadas por el patronato de la Fundación Camino de la Cruz.

Santa Eulalia de Mérida, regresa a su ermita de la sierra rodeada de miles de totaneros con su devoción intacta


TOTANA.- La Patrona de Totana, Santa Eulalia de Mérida, ha regresado a su santuario en Sierra Espuña rodeada por miles de personas, después de haber permanecido durante más de un mes en esta ciudad coincidiendo con las fiestas patronales y la Navidad.

La imagen de La Santa ha partido a las nueve de la mañana de la Parroquia de Santiago de esta localidad, donde previamente se había celebrado una misa en su honor. El volteo de campanas ha anunciado la salida de la imagen de la joven mártir, que era recibida por las numerosas personas que aguardaban en la plaza de la Constitución.
Se iniciaba así una romería que este año ha variado la fecha en que se venía celebrando tradicionalmente, ya que en lugar del 7 de enero, se decidió hace ya meses por parte de la Fundación La Santa, que tendría lugar el sábado siguiente a la festividad del Día de Reyes, con el fin de facilitar la máxima participación.
La imagen de Santa Eulalia, ataviada con su traje rojo martirio, emergía entre la riada humana, en su trono portado a hombros por los hermanos de La Santa, encargados de esta noble tarea y ataviados con sus tradicionales pañuelos rojos en la cabeza.
Al llegar la comitiva al Santuario de La Santa, ha tenido lugar una celebración eucarística en el atrio de la ermita, que ha estado cantada por la Tuna de Totana.
La jornada festiva se prolongó hasta bien entrada la tarde ya que eran numerosas las personas que disfrutaron del día en las inmediaciones del paraje de La Santa, donde grupos de familias y amigos se concentraron para pasar el día degustando  viandas y platos típicos como arroces o migas hasta la puesta de sol.


El área de salud de Cartagena implanta la interconsulta de enfermería de heridas crónicas por vía telemática

CARTAGENA.- La implantación de la interconsulta de enfermería de heridas crónicas por vía telemática en el área de salud de Cartagena se va a desarrollar de manera pionera en la Región de Murcia en cinco de los 16 centros de salud que la integran.

De esta manera, ante la complicación de una herida crónica de un paciente, el personal de enfermería de Atención Primaria podrá realizar una interconsulta al enfermero referente de área. Esta gestión se efectuará mediante el envío de un formulario con datos de la herida, acompañada de su imagen, de modo que la consulta pueda quedar reflejada en la Historia Clínica del paciente.
Dentro del nuevo 'Proyecto de continuidad de cuidados' que lleva a cabo la dirección de enfermería de Cartagena, esta iniciativa trata de mejorar la atención de pacientes que sufren complicaciones de úlceras y otras lesiones crónicas y que acuden a su centro de salud.
A través de ella no sólo se beneficiarán los usuarios, al acortarse posibles tiempos de espera y mejorar su calidad de vida dentro de las posibilidades que permite una herida crónica, sino también los profesionales, que podrán contar con una figura referente experta en heridas.
En la actualidad se está ofreciendo formación a los centros de salud de Barrio Peral, Cartagena Casco, San Antón, Mazarrón, y Puerto de Mazarrón, con el objetivo de que se desarrolle en el resto de centros progresivamente.

Heridas crónicas
Las heridas crónicas se producen sobre todo en pacientes encamados, crónicos, de larga duración y con movilidad reducida.
Las ulceras por presión (UPP) se consideran un problema de salud y están recogidas como un criterio de calidad por la Organización Mundial de la Salud y por el Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales e Igualdad, que las incluyó como un efecto adverso dentro del Plan de calidad del Sistema Nacional de Salud.
Estudios sobre mortalidad estiman que, de cada 100.000 defunciones en España, 165 están relacionadas con UPP, que se pueden prevenir con las tecnologías actuales hasta un 95 por ciento.
Por otro lado, las ulceras venosas afectan a unas 480.000 personas en España, sobre todo mayores de 65 años. Son lesiones recurrentes, por lo que requieren tratamientos de larga duración hasta su resolución.
Dada la evolución constante de los productos para el tratamiento de heridas y el deber de mejorar la calidad asistencial es precisa la formación continuada, a fin de abordar estas heridas desde una perspectiva integral y eficiente.

Abre en San Javier, Mar Menor norte, una de las áreas de estacionamiento de autocaravanas más grande de Europa


SAN JAVIER.- San Javier cuenta desde hoy con uno de las mayores áreas de estacionamiento de autocaravanas de Europa, “Camper Park La Ribera” , con capacidad para 210 unidades, ubicado en la avenida Romería de San Blas, junto al paraje del mismo nombre. El alcalde de San Javier José Miguel Luengo y el director general del Mar Menor, Antonio Luengo asistieron hoy a la inauguración de esta nueva infraestructura que ya tiene las primeras reservas de unas  25 autocaravaranas para la semana próxima.

Inglaterra, Francia, Alemania y el resto de países europeos se perfilan como los principales clientes sobre todo en la temporada de septiembre a mayo  que es la temporada alta para este tipo de turismo,  mientras que los nacionales son más habituales en los meses de verano  explicó el propietario de las instalaciones Antonio Fructuoso que anunció una tarifa fija para todo el año que rondará los 10 euros por día de estancia, aunque arrancará con un precio especial de siete euros.
Su experiencia como autocaravanista le ha servicio a Antonio Fructuoso para dar respuesta a las necesidades de este tipo de clientes que dispondrán de su parcela con conexión individual al a red de agua y electricidad, así como varios módulos con aseos, duchas, fregadores y lavadora. Un parque, zonas verdes y una cafetería con terraza junto al área de recepción completan el recinto cercano a la pinada de San Blas, que también dispondrá de wi-fi.
El alcalde José Miguel Luengo destacó la iniciativa empresarial “que generará más riqueza para el municipio y contribuirá a la desestacionalización del turismo ya que funcionará durante todo el año”. Luengo señaló asimismo, que se trata de un “segmento de turismo nuevo que acostumbra a pasar estancias prolongadas que consumirá en los establecimientos locales”. 
El director general del Mar Menor, Antonio Luengo felicitó a los promotores de las instalaciones  “que dan respuesta a una necesidad real para atender a un segmento de turismo que está en auge” y destacó la naturaleza sostenible del mismo. 

Rivera se arma para dar el 'sorpasso' naranja con las encuestas y el bloqueo de Rajoy

MADRID.- Ciudadanos se prepara para gestionar lo que las últimas encuestas anuncian como un ascenso imparable. Y lo hace en un momento clave, fruto del triunfo sin precedentes obtenido en Cataluña y con un PP paralizado tras el revés sufrido el 21-D e inmerso en dudas acerca del liderazgo y de su propio futuro, se escribe hoy en El Confidencial

El hecho de que estas encuestas empiecen a dibujar la posibilidad de que el partido de Albert Rivera se convierta en la primera fuerza política si se celebraran elecciones abre una puerta para la que la formación centrista ya se está preparando mientras en Génova comienzan a dispararse las alarmas. La premisa que envía la dirección naranja es clara: seguir como hasta ahora, mantener la coherencia en el mensaje como ha hecho Inés Arrimadas y no cometer errores frente a las embestidas que esperan, sobre todo, desde los cuadros populares.
La cúpula de Ciudadanos insiste en optar por la prudencia ante los sondeos venideros que podrían ir en la misma línea que el de Metroscopia, que sitúa al partido de Rivera en el 27,1% de los votos, superando a los populares en cuatro puntos (23,2%) y en seis a los socialistas (21%). 
La traducción de esos resultados a escaños, según un experto demoscópico consultado por este diario, podría suponer para los centristas un total de 100 escaños en el Congreso (68 más que actualmente), 97 para el PP (40 menos) y 85 para el PSOE, exactamente igual que en este momento. El batacazo también llegaría para Unidos Podemos, cuyo 15% se traduciría en 43 diputados.
En todo caso, nada hace pensar, al menos por ahora, que Rajoy se esté planteando un adelanto electoral. Es decir, todavía queda mucho tiempo para 2020. Incluso para 2019, cuando llegarán las primeras citas con las urnas (autonómicas y municipales). De hecho, la dirección naranja tiene claro que estas encuestas valoran el trabajo hecho hasta ahora y miden el clima social en un periodo especialmente dulce para ellos, pero que no son premonitorias al no haber una convocatoria oficial cerca.
Eso sí, conscientes de la importancia de dar pasos hacia adelante y en vista de que se puede encontrar ante una oportunidad histórica, Ciudadanos trazó esta semana en la primera reunión del comité ejecutivo del año las líneas estratégicas por las que se guiará los próximos meses, contando además con un escenario inédito. 
Primero, porque el triunfo en Cataluña convirtió en realidad lo que hasta ahora había sido una hipotética victoria sobre los partidos tradicionales. Segundo, porque la gestión del Gobierno en la crisis catalana y los paupérrimos resultados electorales (última fuerza) han dejado noqueado al PP hasta un extremo desconocido, generando gran inquietud entre los principales líderes regionales que demandan ya a Rajoy un plan de reactivación contra el 'fenómeno naranja'. Y tercero, porque la situación del resto de partidos podría ser igualmente determinante con el bloque de la izquierda desinflado y Podemos en sus horas más bajas.
Esta última cuestión es nuclear según el partido de centro porque en las pasadas elecciones generales Ciudadanos se encontró con un muro imposible de derribar: la polarización entre PP y el partido de Pablo Iglesias acaparó la campaña electoral y aglutinó, en el caso de los populares, el voto útil del centro-derecha. Se dio la circunstancia de que muchos de los votantes que apostaron por la opción naranja en las autonómicas se marchitaron el 26-J ante la estabilidad exhibida por los populares. 
Por lo tanto, en Ciudadanos entienden que la caída de Podemos —que según todas las encuestas publicadas y el 21-D habría tocado fondo por su postura en Cataluña para la que ahora busca un nuevo discurso y que además afronta una nueva crisis con Izquierda Unida— fomenta las posibilidades del partido naranja.
Con esa fotografía, favorable a todas luces pese a no haber unas elecciones a la vista, Ciudadanos considera 2018 un año decisivo. Por un lado, en este ejercicio pretenden seguir visibilizándose como "partido responsable y de Estado" dando apoyo al Gobierno en asuntos nacionales como los Presupuestos y, al mismo tiempo, presentarse como "alternativa seria y posible" retomando un perfil duro para las exigencias recogidas en el pacto de investidura. Tras el parón del verano y la campaña catalana, fuentes de la cúpula naranja aseguran que a partir de ahora esa volverá a ser la tónica dominante con algunos asuntos que ya están encima de la mesa: la dimisión de la senadora Pilar Barreiro tras ser imputada para dar el visto bueno a las próximas cuentas públicas o un calendario específico para garantizar la aprobación de las medidas acordadas en el pacto.
Todo ello mientras el PP sigue adelante en su intento por acercarse al PSOE para aislar a Ciudadanos de las cuestiones importantes. La financiación económica, el mantenimiento de las pensiones y la reforma de RTVE, entre otras. Sin embargo, el partido de centro tampoco considera que esa actitud le pueda ser desfavorable. 
"Al final se retratan y da la impresión de que se necesitan para seguir con el pasteleo habitual en RTVE, en la elección de los miembros del CGPJ o en mantener la ley electoral", zanjan. La formación naranja está decidida a pelear por las batallas que merezcan la pena; es decir, que le reporten éxitos plausibles o que sirvan para que las fuerzas tradicionales retraten su inmovilismo ante la opinión pública.
Antes de las generales, la cita de 2019 en regiones y municipios puede ser la otra pata fundamental en el desenlace. El primer objetivo de Ciudadanos es entrar en gobiernos y mostrar su capacidad de gestión. Aunque valoran positivamente el impulso que tienen en las encuestas, que demostraría una confianza de la sociedad en mayor o menor medida por su posicionamiento actual, la cúpula naranja ha fijado entre sus prioridades empezar e estar en la gestión directa a partir de las próximas elecciones. 
De ahí la importancia que tendrá la lucha por algunas de las principales plazas como es Madrid. Hasta ese momento, la hoja de ruta será la misma: mantener fielmente la coherencia en su mensaje y estrategia independientemente del lugar. Esa es su seña de identidad: "Decimos lo mismo en todas partes", insisten, conscientes de las peculiaridades de los distintos territorios con las que tendrán que lidiar a la par que neutralizan los ataques que, con toda seguridad, recibirán ahora más que nunca por parte de sus rivales.

Rivera, el azote de la izquierda


MADRID.- El pasado trece de diciembre, Albert Rivera abandonaba la fiesta navideña anual de premios de la Asociación de Periodistas Parlamentarios, en el Hotel Palace de Madrid, sin quedarse a las copas y, por segundo año consecutivo, con las manos vacías. Tampoco esta vez los informadores le habían elegido Mejor Orador, premio que si en 2016 recaía en Mariano Rajoy, esta vez le tocaba al portavoz del PNV, Aitor Esteban, relata http://www.libertaddigital.com.

Su fracaso era idéntico en otra de las categorías, la de Azote de la Oposición, en la que era el único diputado nominado no perteneciente al PP y en la que se imponía el propio Rajoy. Sin embargo, y en contra de lo que muchos de los asistentes a la fiesta se maliciaban, el líder de Ciudadanos no hubiera recibido como un regalo envenenado esa distinción, sino todo lo contrario.
Lejos de pensar que hubiera quedado como un ‘mamporrero' del Gobierno, Rivera ansiaba el premio, tanto, al menos, como el de Mejor Orador, en la creencia de que le hubiera ayudado a ser visualizado como el hombre que mete en vereda al bloque de la izquierda.

En el terreno del PP

Lo relatado, aun anecdótico, pone de manifiesto hasta qué punto la estrategia naranja pasa, casi un lustro después de su definitiva expansión nacional que comenzó a gestarse en la gira de Movimiento Ciudadano por toda España -dando a conocer por todos los rincones de la geografía nacional un manifiesto regenerador elaborado por el hoy portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta- por presentarse ante la sociedad española como el partido que puede sustituir al PP en el amplio espectro liberal conservador.
A principios de febrero se cumplirá un año desde que Ciudadanos abandonase, en su cuarta Asamblea General celebrada en la localidad madrileña de Coslada, la socialdemocracia que hasta entonces, por obra y gracia de uno de sus principales fundadores, el constitucionalista Francesc de Carreras, era una de sus señas de identidad, blandida por Rivera y los suyos cada vez que alguien trataba de colocarles en "la derecha". 
El líder del partido y con él toda su grey pasaron casi sin solución de continuidad a abrazar el credo de "los liberales Cádiz" como dijo el propio Rivera en Coslada, inaugurando la nueva etapa de su partido.
Un liberalismo que encaja con la familia política europea de Ciudadanos, la que representa el grupo ALDE en la Eurocámara; con la filosofía del gurú económico naranja, Luis Garicano, cuyas recetas llevan en el día a día los diputados Toni Roldán y Francisco de la Torre y con el alineamiento parlamentario de Ciudadanos, cada vez más lejos de una izquierda con la que, como en el caso del PSOE, llegó a alcanzar hace apenas dos años un acuerdo de Gobierno para la finalmente fallida investidura de Pedro Sánchez.

Contra la izquierda y a favor del comercio en el Congreso

En el año y medio que va de legislatura, Rivera ha cogido el toro por los cuernos de determinados debates que le sitúan como la voz del liberalismo español. Así, cuando ejerció como portavoz de su grupo en el debate sobre el CETA, el acuerdo comercial sobre Canadá, suscitado por el rechazo al mismo de Podemos.
En la tribuna del Congreso de los Diputados, el presidente de Ciudadanos habló, citando la obra del filósofo Antonio Escohotado, de "los enemigos del comercio" mientras la bancada morada se revolvía en abiertos menosprecios a su figura, tratando de ridiculizarla.
También ha destacado la postura contraria de Ciudadanos a la Renta Básica, otro de los debates de fondo llevado al hemiciclo por la izquierda, en este caso por el PSOE. Al igual que el propio Roldán no ha tenido reparo en comparecer conjuntamente con la ministra de Empleo, Fátima Báñez, para dar cuenta del complemento salarial para jóvenes, la medida alternativa a esa Renta Básica y una de las cruzadas particulares del equipo económico naranja, basada en una ayuda similar que, a su juicio, ha obrado el milagro de sacar de la pobreza a millones de personas en EEUU.

El ring electoral contra el PP

En cuanto a la estricta batalla electoral, las elecciones catalanas del 21-D ponen de manifiesto hasta qué punto Ciudadanos, como ahora afirman también algunos institutos demoscópicos, es la principal amenaza electoral que afronta el PP. Si bien es cierto, y a ello se ha agarrado el propio Mariano Rajoy recientemente, que el elector catalán es experto en votar de manera muy distinta según los comicios sean generales, autonómicos o municipales.
No le falta razón al presidente del Gobierno, al menos con los datos empíricos conocidos hasta ahora, si observamos cómo el mismo Ciudadanos que ha ganado ahora, tiene dificultades para obtener un resultado incluso bueno en las elecciones generales en las cuatro provincias catalanas, donde la confluencia de Podemos se alzó ganador en 2015 y 2016, o no tiene una sola alcaldía digna de mención en esa comunidad autónoma.
La escasa implantación municipal del proyecto naranja no es exclusiva de Cataluña y Rivera trabaja en paliarla de aquí a la primavera de 2019. Por un lado, el líder naranja confía en la experiencia adquirida la vigente legislatura en la oposición en grandes capitales y ciudades, así como en cursos de formación de candidatos que se van a llevar a cabo en 2018. 
Y por otro, no es ningún secreto que las aspiraciones son altas en lugares como Madrid, con uno de los rostros visibles más carismáticos del partido, Begoña Villacís, Barcelona, a tenor de la victoria en diciembre, o Valencia y Murcia, sitios donde el predicamento naranja es cada vez mayor. En el caso de la capital de España se confía en que el relevo, no resuelto aún, en el PP, visualice a Villacís como la verdadera alternativa al Gobierno de Manuela Carmena.

Cambios en las candidaturas naranja

Tanto en las municipales como en las autonómicas, y en las europeas que coincidirán en fecha, la elección de candidatos se cuidará con esmero. No es ningún secreto que nombres como el de Toni Cantó en Valencia o el de Felix Álvarez, ‘Felisuco’ en Cantabria están sobre la mesa, así como el del asturiano Ignacio Prendes, vicepresidente primero del Congreso de los Diputados, para el Principado. En cuanto al Parlamento Europeo, se da por descontado que no repetirá Javier Nart y se barajan ya otras opciones.
No parece casual, dentro de esta redefinición del posicionamiento ideológico de Ciudadanos culminaba este pasado 2017, que haya sido el año en el que Rivera, por primera vez, haya admitido con naturalidad su paso juvenil por las Nuevas Generaciones del PP, un asunto hasta ese momento tabú en el partido. Fue en el programa de televisión de Bertín Osborne donde se produjo esa asunción de su pasado, que ahora parece no chirríar en su cartel electoral.
Pero pese a todo lo dicho, en el cuartel general naranja son cautos a la luz de la experiencia. Tienen bien presente el sambenito de ser un partido que aparece mejor en la foto de las encuestas que luego en las urnas, donde de momento ni siquiera ha llegado nunca al 15% de voto, porcentaje mínimo a partir del cual se puede aspirar a grandes cosas en la política nacional.
Otro de los aspectos que se trabaja con denuedo, como prueba el próximo encuentro de Rivera con el ex primer ministro italiano, Mateo Renzi, es en la agenda internacional del líder naranja. Una estrategia que pasa por visualizar su sintonía con el presidente francés, Emmanuel Macron, hasta ahora el más exitoso representante en el viejo continente de la síntesis del "liberalismo progresista" que Rivera aspira a franquiciar en España. 
Todo con el objetivo de dar un sorpasso sobre el PP, que hasta hace poco hubiera sido considerado mera ciencia ficción política.

Elche quiere ser capital... en los carteles


ELCHE.- Elche quiere un tratamiento como capital de la provincia en la señalización. Y así se lo ha hecho saber el alcalde, Carlos González, al Ministerio de Fomento. No le vale el criterio provincialista que siguen los carteles de las autovías y las autopistas nacionales para hacer indicaciones a la circulación. Quiere que la ciudad esté en primera línea, al igual que ocurre con Alicante, València o Castellón, por ejemplo, según el diario Información

La junta de gobierno aprobó ayer una moción dirigida no solo al departamento de Íñigo de la Serna, sino también al delegado del Gobierno y al delegado territorial de Carreteras de la Comunidad Valenciana. El reclamo pasa por incrementar la visibilidad del municipio en la red viaria nacional, de manera que los conductores no tengan que esperar a estar veinte kilómetros de Elche para ver un cartel de la ciudad.
El regidor ilicitano pone el foco en reforzar la señalización sobre todo en las provincias limítrofes o cercanas como son Murcia, Albacete, València y Almería, teniendo en cuenta la alta tasa de visitantes que proceden de esos destinos y que llegan hasta Elche a través de las infraestructuras viarias.
De este modo, en ese escrito formulado por la junta de gobierno local, el tripartito realiza una objeción a la interpretación de la normativa del Gobierno central de señalización vertical en las carreteras, en la que prima a las capitales de provincia o de comunidades autónomas. 
Como contra esto Elche no tiene nada que hacer, el Ayuntamiento se acoge a una de las especificaciones que hace la normativa y que tiene que ver con las localizaciones de interés turístico. Y es que hay un apartado que detalla que los destinos susceptibles de ser señalizados en carteles de preseñalización y salida inmediata pueden ser «lugares de interés cultural, destinos naturales y ofertas de sol y playa».
Con esto sobre la mesa, el equipo de gobierno ha sacado toda la artillería y ha recordado al Ministerio los tres patrimonios de la Humanidad, los dos parques naturales en su término municipal, o sus diez kilómetros de costa en sus cinco playas.
Junto a estas virtudes, el tripartito tampoco ha querido dejar pasar por alto en su moción que Elche es la ciudad número veinte en el listado de municipios de toda España según su población, la ciudad con mayor número de empresas industriales de la provincia de Alicante y la segunda de la Comunidad Valenciana en lo que respecta a ese mismo indicador. La Universidad Miguel Hernández de Elche también forma parte de la lista de argumentos que el Ayuntamiento ha puesto sobre la mesa del Gobierno central.
Con todo ello, el Ejecutivo local quiere poner en el mapa a Elche y dejar de estar en un segundo o tercer plano, detrás de ciudades de menor tamaño por el hecho de ser capitales de provincia.

Bankia sube las comisiones anuales hasta un 40% a los clientes sin nómina


MADRID.- Bankia ha venido avisando en las últimas semanas a sus clientes de la nueva política de comisiones que aplicará en el arranque del nuevo año. La entidad ha decidido elevar la cuota anual de mantenimiento de cuentas y la de tarjetas de débito a aquellos clientes que no formen parte del programa ‘Por ser tú’, que no se verán afectados por el cambio de tarifas al tener los ingresos domiciliados en el banco. La subida se efectuará a partir del próximo 24 de enero, según publica Cinco Días.

En concreto, el incremento será del 25% en la comisión por mantenimiento, que pasa de 48 euros a 60 euros al año, y del 40% en el caso de disponer de tarjeta de débito, servicio por el que se pasará a cobrar de 20 euros a 28 euros anuales. Bankia explica mediante correspondencia electrónica que aquellos clientes que no estén conforme con las nuevas condiciones comunicadas “tienen derecho a resolver” sus contratos antes de la fecha indicada.
Las comisiones se han convertido en la gran salvaguarda de las entidades financieras para impulsar sus degradados márgenes de rentabilidad en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos que se prevé se mantendrá hasta finales de 2019 o incluso 2020, según concluyen los analistas a raíz de los últimos mensajes del Banco Central Europeo (BCE). Así, algunos bancos tiran de las comisiones para hacer caja a la espera de que la institución presidida por Mario Draghi inicie la normalización monetaria, dado que perciben menos ingresos por los créditos concedidos.
Con todo, Bankia mantiene su promesa de liberar de todas las comisiones a sus ya más de tres millones de clientes con ingresos de más de 450 euros mensuales (o una pensión de más de 200 euros) domiciliados en la entidad, en el marco de su campaña ‘Por ser tú’ que lanzó a comienzos de 2016. Además, al realizar cualquier operación bancaria estos clientes siempre reciben información sobre el importe ahorrado en comisiones.
Fuentes del banco detallan además que los clientes con haberes domiciliados están exonerados del pago de las comisiones de mantenimiento y administración de todas sus cuentas, no solo de aquella en la que tengan domiciliados sus ingresos. "El concepto es cliente sin comisiones, no cuenta sin comisiones", apuntan. 
Y añaden que estos clientes disponen, entre otros beneficios, de la tarjeta de débito de forma gratuita y con ella podrá sacar efectivo sin coste tantas veces como quiera en los cajeros de Bankia y cuatro veces al mes en los de Euro 6000 y Banco Sabadell.
También están exentos de comisiones, salvo por la tarjeta de crédito, y sin necesidad de domiciliar la nómina, los usuarios de la cuenta corriente 100% digital denominada ‘Cuenta On’.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri recaudó vía comisiones 636 millones de euros entre enero y septiembre de 2017, un 4,1% más que en el mismo periodo del año anterior, según la cuenta de resultados, que señala que esta partida se vio impulsada por “la recuperación del consumo y la creciente vinculación, compensando parte de la presión que aún ejerce la curva de tipos sobre el margen de intereses”.
La subida de las comisiones es una "estrategia que distingue entre clientes y usuarios sin vinculación", explican desde el banco, donde matizan que "cualquier usuario que quiera beneficiarse del programa sin comisiones, lo puede hacer en cualquier momento con solo domiciliar sus ingresos".