MURCIA.- La Fundación Adecco ha presentado el informe '#TuEdadEsUnTesoro: mayores de 55 años en el mundo laboral',
un trabajo que ha tenido como propósito visibilizar y generar
conciencia sobre las grandes dificultades que siguen encontrando los
profesionales más senior para acceder al mercado laboral y conservar su
empleo.
Entre las principales conclusiones que saca el informe de la Región de Murcia es que ya se contabilizan 13.600 parados que superan esta edad, más del doble que en 2009, cuando entonces eran 6.400.
Esto implica que los seniors representan una proporción cada vez mayor del total de parados murcianos,
debido al envejecimiento demográfico, así como a prejuicios y
estereotipos en las empresas que, unidos a las dificultades que
encuentran para actualizar sus competencias, les conducen a la
cronificación de su desempleo.
En
la comunidad murciana se ha alcanzado su máximo histórico del índice de
envejecimiento, registrando un 84%. Y es que se contabilizan 84 mayores de 64 años en 2018 frente a 100 menores de 16, una cifra que en 1980 se situaba en el 32%.
A pesar de representar una fuerza laboral en aumento, el 83% de los responsables de Recursos Humanos no ha seleccionado a ningún mayor de 55 años en el último año;
el 40% admite que la edad le genera dudas para la adaptación y el
desempeño del puesto, mientras que un 45% afirma que no ha tenido
oportunidad de contratar a seniors, al no haber recibido candidaturas de
este grupo de edad. Por último, un 5% alega otros motivos.
Algunas de las principales creencias que frenan a los reclutadores a la contratación de mayores son: "sus conocimientos estarán obsoletos" (75%), "tendrá una menor flexibilidad" (60%), "no encajará en una plantilla mayoritariamente más joven" (34%) o su absentismo será superior, debido a mayores problemas de salud (25%).
Adecco advierte que "estas creencias son producto de prejuicios y estereotipos muy asentados en el imaginario social,
que se trasladan a las empresas y dan lugar a la discriminación por
edad.
Sin embargo, son pensamientos anacrónicos que empobrecen a las
organizaciones y a la sociedad en su conjunto, al desechar valores tan
habitualmente presentes en los seniors como la experiencia, la madurez, la templanza o la fidelidad.
Además, resulta un absoluto contrasentido discriminar a un trabajador
maduro, en una sociedad en máximos históricos de envejecimiento en la
que la fuerza laboral senior va a ser la dominante y en la que la edad
de jubilación tiende a incrementarse".
Los
prejuicios a los que se enfrentan los seniors tienen un impacto directo
en su autoestima: el 90% opina que su edad le perjudica en la búsqueda
de empleo y admite sentir inseguridad cuando acude a las entrevistas de
trabajo. De hecho, un 58% considera que no podrá volver a trabajar
nunca.
Este trabajo recoge sus
conclusiones de una encuesta, confidencial y anónima, a 160
profesionales de Recursos Humanos, de cara a identificar sesgos
inconscientes y actitudes discriminatorias, combinada con otra encuesta a
600 desempleados mayores de 55 años. Todo ello utilizando como contexto
los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
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