LORCA.- Apenas una semana después de que la concejala de Izquierda
Unida-Verdes Lorca, Gloria Martín, denunciara la intención de construir
dos macrocebaderos de porcino en la pedanía de Doña Inés (177
habitantes), esta mañana, vecinos de la diputación vecina de Avilés (286
habitantes) han alertado de la concesión de una licencia de actividad
para otra explotación de ganado porcino de cebo de 2.000 plazas.
El cebadero estará ubicado en el paraje del Bancal Viejo, a 98 metros
de la zona del policía de la rambla de Avilés (la legislación obliga a
que la zona de policía comprenda cien metros desde el Dominio Público
Hidráulico).
Además, requerirá forzosamente la apertura de un pozo de
agua para el abastecimiento de los animales y la limpieza de las
instalaciones, del que "desconocemos si cuenta con autorización de la
Confederación Hidrográfica del Segura", ha dicho Martín.
Al respecto, la concejala de Izquierda Unida-Verdes recordó que un
cebadero de esas características consume en torno a 22.000 litros de
agua al día, el equivalente a llenar, diariamente, una piscina de 6 x 5 m
y una profundidad de dos metros.
"Se está poniendo en riesgo la
pervivencia del acuífero, al margen de la contaminación del suelo y del
subsuelo", advirtió Martín.
Se da la circunstancia de que las Tierras Altas de Lorca son
deficitarias en recursos hídricos para su agricultura de secano y
ecológica. "No tiene sentido que se le niegue el agua a agricultores de
la zona, que desarrollan una actividad sostenible y respetuosa con el
medio ambiente, para beneficiar a empresas de fuera de los pueblos que
vienen a esquilmar sus recursos naturales para hacerse cada vez más
ricas", sentenció Martín.
Por ello, Martín consideró "un disparate" que la actividad cuente con
informes favorables de las direcciones generales de Regadíos y
Desarrollo Rural y la de Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura de
la Consejería de Agricultura y Agua del Gobierno regional.
Esta explotación también hará inviable la apertura de un
establecimiento de hospedería rural, construido en 2011, antes de la
tramitación de la licencia del cebadero, y que estaba previsto inaugurar
después del verano.
"Ningún turista en su sano juicio contrataría el
alquiler de una casa rural situada a menos de 200 metros de una nave de
2.000 cerdos y su correspondiente balsa de purines", explicó Martín.
Al
respecto, la edil recordó el daño que este tipo de macro explotaciones
hacen a la supervivencia de la agricultura ecológica y de secano, a la
diversificación económica, a la lucha contra la despoblación y al medio
ambiente.
En este sentido, Martín anunció que Izquierda Unida-Verdes elevará
una moción al primer Pleno municipal del presente mandato corporativo
para exigir la modificación puntual del Plan General de Ordenación
Municipal y la suspensión de licencias de edificación, tanto de obra
nueva como de ampliación o reforma sustancial, de explotaciones de
ganadería intensiva en todo el término municipal de Lorca.
"Es el
momento de frenar este dislate, pararnos a pensar en qué tipo de
economía y de ordenación queremos para los pueblos de nuestro municipio,
y que los diferentes grupos políticos se retraten", concluyó.
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