miércoles, 27 de marzo de 2019

Vox diseña las listas del PP / Ángel Montiel *

El lanzamiento de la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Violante Tomás, para la candidatura del PP al Senado es una respuesta-reflejo al único gesto 'político' que se ha observado en la opción electoral de Vox. Si éste ha fichado a Lourdes Méndez, que fue consejera popular de Trabajo y Política Social, para encabezar la lista al Congreso, en el PP han considerado que la mejor manera de neutralizar ese impacto es reclamar el voto para una personalidad equivalente. 

Violante Tomás es tan conservadora como Méndez en las cuestiones de trasfondo ideológico que definen la política social de la derecha, pero tiene la ventaja sobre la candidata de Vox de que maneja las riendas de la Administración e influye sobre decenas de asociaciones del sector. Ese conglomerado más o menos cautivo concentra muchos miles de votos, y la manera de que Méndez pesque lo mínimo en esas aguas propicias a los lemas rotundos es oponerle la gestión de Violante Tomás, que ha echado la caña durante estos años para la captura de esos colectivos. 

En la tarjeta de presentación de Tomás basta la propia denominación de su consejería: Familia, en singular, en tiempos en que todo es ya plural, sobre todo las familias; e Igualdad de Oportunidades, porque Igualdad a secas remite a una reivindicación feminista neta. Era mucho más progre el título de ese departamento cuando lo dirigía Méndez: Política Social, un concepto que comparte la izquierda. 

Por cierto que el otro fichaje de Vox en los caladeros exPP, Luis Gestoso (tercera plaza al Congreso), constituye un gesto más incontenido. Gestoso es algo así como una adaptación simpática de un Homer Simpson con causa, y si lo dejan suelto promete protagonizar en la Cámara Baja hazañas a las que no alcanzaría ni Gabriel Rufián.

La presencia en la candidatura del PP al Senado de Domingo Segado obedece, en lo general, a la 'cuota cartagenera', y en lo particular, a un recurso alimenticio. Con Segado los populares se autorrecetan una enmienda a la totalidad, pues sustituyen a Pilar Barreiro, la protagonista del esplendor actual de Cartagena, por sus enemigos internos, que medraron bajo su mandato sin mayor mérito. 

La sorpresa, y en positivo, es el fichaje de Marian Vicente, empresaria independiente de Molina de Segura, a quien en su entorno definen ideológicamente como de centroderecha, cuya presencia muestra que el PP todavía es capaz de atraer a sus filas a personas interesantes de la sociedad civil y con la vida resuelta.

Al Congreso, sin sorpresas sobre lo sabido. Teodoro García, cuya habitual sobreactuación pretende ser un veneno antiVox; Isabel Borrego, una paracaidista traída por el sempiterno Martínez Pujalte, y el axalcalde de Lorca Francisco Jódar, un misterio sobre la sobrevivencia política. 

La presencia de la concejala murciana Conchita Ruiz en el número cuatro debe ser un favor a José Ballesta para aliviarlo de compromisos.

¿Para esto tanto suspense?


(*) Columnista


No hay comentarios: