El conjunto del independentismo ha aceptado el envite de Mariano Rajoy horas antes de que expire el plazo de las 10:00 am. de este jueves 19 de octubre. Si el Estado activa el artículo 155
de la Constitución como así han asegurado tanto el gobierno español
como el PSOE y Ciudadanos, el Govern de Catalunya entenderá que es una
renuncia total y absoluta a la última oferta de diálogo y, en
consecuencia, se darán las condiciones para levantar la suspensión de
los efectos de la declaración de independencia llevada a cabo por Carles Puigdemont en su intervención en el Parlament el pasado 10 de octubre.
Puigdemont recibió este miércoles por la noche el
baño de masas en su partido que necesitaba antes del que seguramente es
el momento más decisivo de su presidencia. También absoluta carta blanca
para conducir el buque del PDeCAT en la dirección que acabe fijando. El
martes, el Govern se había expresado cohesionado con el mismo objetivo
ya con las detenciones de los Jordis encima de la mesa.
El efecto de la entrada en prisión de Sánchez y Cuixart ha sido letal
para los que sostenían con diferentes argumentos que había que exprimir
más la vía del diálogo. Uno de ellos, no tuvo reparos en expresarse así
en privado: "Nos hemos quedado sin fuerzas y sin argumentos".
En el seno
del Govern, incluso el conseller Santi Vila, ubicado
en los sectores más refractarios a levantar la suspensión de la
declaración de independencia, ha dado su brazo a torcer. Al menos, allí
donde se discuten las cosas.
Es muy probable que este jueves sea un día largo si el gobierno
español da los pasos que ha anunciado y desarrolla el inédito
artículo 155 de la Constitución, sobre el que tanto se ha especulado y
tanta discrepancias sobre sus límites existen entre los
constitucionalistas. El primer movimiento de la Moncloa y la respuesta
que reciba desde el Govern delimitará el terreno de juego de esta nueva
fase del conflicto en sus primeros compases.
Por ahora, el 155 light que
algunos han anunciado de una manera propagandística ya se ha traducido
en la petición por parte del Ministerio Fiscal de tres ingresos en
prisión y del que tan solo se ha salvado por ahora el major
Trapero. El máximo cargo de los Mossos salió de la Audiencia Nacional
con medidas cautelares y la Fiscalía ya ha anunciado a través de
diferentes conductos que confía en aportar nuevas pruebas inculpatorias y
que ingrese también en Soto del Real.
En cualquier caso, parece evidente que los hechos en la política
catalana se acelerarán en los próximos días y que la impresión del
president Puigdemont de que entraba directamente en un terreno
absolutamente desconocido no es en este caso una simple metáfora. Es un
hecho.
(*) Periodista y ex director de La Vanguardia
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