La Constitución española, como bien sabe Pablo Iglesias, afirma que
la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español y no en
cada una de las 17 autonomías como pretenden los secesionistas catalanes
y ahora también Podemos y En Comú, los partidos de Pablo Iglesias y Ada
Colau.
Los que anuncian para la Diada del 11 de septiembre un mitin en
defensa de la soberanía catalana y en consecuencia del pretendido
referéndum ilegal del 1-O.
No es nada nuevo porque Iglesias lleva tiempo anunciando propuestas
de ese tenor pero ahora va a dar unos pasos que lo sitúan al igual que a
los secesionistas catalanes en el camino de la ilegalidad y contra el
Estatut y la Constitución.
Y que Pedro Sánchez tome buena nota de todo ello porque este Podemos
que niega la soberanía nacional es su pretendido socio de viaje para una
moción de censura contra Rajoy o para un futuro gobierno de izquierdas.
Salvo que el proyecto ‘plurinacional’ de Sánchez coincida con el
regreso a ‘los Taifas’ que propone Iglesias regalando derecho de
autodeterminación a las 17 autonomías y por qué no y con igual argumento
a las 52 provincias o capitales de España.
Iglesias sabe que lo que propone es inviable porque necesita una
reforma constitucional que PP, PSOE y C’s no apoyarán. De manera que su
apuesta de soberanía catalana, como casi todo en él, es una táctica de
corto plazo porque saben que el referéndum no se celebrará y que lo que
buscan es posicionarse entre Rajoy y Puigdemont ante los comicios
autonómicos que sustituirán al referéndum.
La cita sobre la que Iglesias habló en secreto con Oriol Junqueras
para preparar un gobierno de izquierdas en Cataluña y si Sánchez entrará
en el juego y otro en España bajo el paraguas de la destrucción de la
soberanía nacional.
Estamos ante un episodio colateral del desafío secesionista catalán
que Puigdemont y sus aliados podrían poner definitivamente en marcha si
deciden aprobar las leyes de referéndum y desconexión del Estado que han
preparado para ello. Lo que, de confirmarse, provocaría la respuesta
del TC y acto seguido la intervención del Gobierno para acabar con lo
que a todas luces constituye un golpe de Estado en Cataluña.
Y es en una posición equidistante ante ese imparable choque de trenes
entre la Generalitat y el Estado donde Iglesias y Colau pretenden
colocarse con su cuento inviable de la ‘soberanía catalana’ para sacar
beneficio en los comicios autonómicos a costa de la unidad de España y
de la verdadera soberanía nacional.
(*) Periodista
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