Todo el mundo habla del Estado Profundo, del Gobierno secreto en la
Sombra o de la Camarilla Oscura mal llamada ‘Cabal’, puesto que
dicha palabra significa ‘camarilla’, y no tiene nada que ver con
la Cábala, pero nadie sabe definir con precisión este conglomerado
de poder, y si lo sabe, no lo dice, por aquello de la mafia de que
“en boca cerrada no entran moscas”.
El Estado Profundo es
como “tener una puta en la familia; todos comen de
ella, pero nadie quiere que se sepa”, porque es la parte más
honda de cada cosa, y lo más íntimo de cada persona involucrada.
Hay almas tan inclinadas hacia el mal que, si volvieran a
renacer en un planeta prístino, lo volverían a corromper, y se
volvería a repetir la misma historia que en la Tierra. Ese tipo
de almas no ascenderá por voluntad propia, sino que tendrá
que repetir curso en otro planeta más primitivo, donde volverán
a cometer los mismos errores, a tropezar con las mismas piedras,
hasta que aprendan la lección dentro de miles de años.
Si todos fuéramos como ángeles inocentes no tendríamos
necesidad de leyes, normas o reglamentos, pero a causa de
la maldad del ser humano tenemos tantas leyes y estatutos.
Cuando el Gobierno en la Sombra usurpa a las autoridades legítimas y
viola la separación de poderes, los ciudadanos son relegados a un
plato de entrada del menú en la mesa del festín de las élites
del poder.
El pueblo es visto por las élites como consumidores inútiles.
Los oligarcas privilegiados se ven a sí mismos como la nobleza en
una sociedad de esclavitud de su creación.
El objetivo es mantener
a las masas dependientes hasta eliminar a los
disidentes.- Sin un
despertar generalizado del ciudadano, triunfarían
las fuerzas de la maldad.
ORIGEN
Un Estado es una organización política constituida por
instituciones burocráticas estables, a través de las cuales se
ejerce el monopolio del uso de la fuerza, aplicada a una
población dentro de unos límites territoriales establecidos.
También se llama ‘Estado’ al conjunto de poderes y órganos
de gobierno de un país soberano, reconocido como tal en el orden
internacional, asentado en un territorio determinado, así
como a la forma de organización política que integra la
población de un territorio.
El calificativo de ‘Profundo’ se refiere a la parte más honda
de una cosa, a lo más íntimo de una persona u organización,
difícil de comprender, que penetra mucho o va hasta muy adentro.
Uniendo estas dos definiciones podemos definir al Estado Profundo
como un conjunto de poderes y órganos ocultos de
gobierno de un país soberano, así como una forma de
organización política íntima y secreta, que es muy
difícil de penetrar o comprender, a causa de intereses creados,
que son inconfesables por ser deshonestos.
También se puede definir al Estado Profundo como estructuras de
poder antidemocráticas incrustadas dentro de un gobierno. Dicho
de otro modo, el Estado Profundo que comete crímenes
no puede mostrar su propia mano al público. Es un Estado
escondido, una estructura secreta.
El término de Estado Profundo nació
en Turquía en 1996, para referirse a elementos respaldados por
Estados Unidos, principalmente en los servicios militares y de
inteligencia, que habían utilizado la violencia para interferir con
el proceso político de Turquía.
Pero la analogía con Turquía no es perfecta, ya que lo que existe
actualmente no es una estructura paralela, sino una amplia zona o
ambiente de contactos entre el Estado público y fuerzas oscuras
invisibles: las fuerzas de la riqueza, del poder y de la violencia,
que están fuera del gobierno. Esa conexión es la puerta trasera del
Estado público, que sirve de acceso a fuerzas oscuras situadas fuera
del marco legal.
HAGAMOS UN POCO DE HISTORIA
Al final de la segunda guerra mundial, los Estados Unidos era el país
más poderoso del planeta. Había financiado la guerra y, a través
del sistema de préstamo y arriendo de suministro de
armamentos, y a partir del lema "tenga ahora, pague después",
Europa se estaba ahogando en deuda con los banqueros
americanos, controlados por la élite.
Durante los gobiernos de Clinton y Bush, el Estado Profundo
pudo mantener un frente unido y compacto, contando con el poder
económico y militar de lo que todavía era una potencia mundial en
ascenso. Desde la intervención en Yugoslavia, hasta el bombardeo en
Afganistán, y hasta la guerra en Irak, la estrategia militar
ha sido un conflicto y una devastación a cambio de imposiciones
financieras que se centraron en mantener el dólar como
reserva o moneda de cambio para activos tales como el petróleo.
Mientras más terror pudiera ser utilizado contra los dirigentes y
personas que tratan de eliminar la dependencia de los banqueros de la
élite y las multinacionales, menos probable era que alguien más lo
intentase. En cuanto al efecto pretendido y al resultado obtenido, la
guerra de Irak se puede considerar el mayor fracaso
estratégico de EE.UU. desde Vietnam.
Al imprimir dinero sin interés, Obama permitió a la Reserva
Federal donar casi 800.000 millones de dólares a los bancos,
evitando que se derrumbaran, y se postergaran las consecuencias de la
próxima crisis financiera. El intento de Obama de aplacar el Estado
Profundo armando a los terroristas en Oriente Medio, poner a los
neonazis en Ucrania, bombardear Libia y rescatar los bancos sólo
aumentó el apetito del Estado Profundo.
Los componentes más importantes del Estado Profundo fueron los
medios de comunicación que, al difundir información falsa
de inteligencia, mediante manipulación y desinformación, con
el fin de justificar la agresión militar, condicionaron a las
poblaciones de Europa y Estados Unidos a tolerar el ataque a países
soberanos como Libia.
NUEVO ORDEN MULTIPOLAR
Una de las consecuencias de dos décadas de la política exterior de
Estados Unidos ha sido el nacimiento de un nuevo orden
mundial multipolar, con el estatus de superpotencia
estadounidense, que está siendo desafiado por potencias
competidoras. Países como Rusia, China e Irán están
comenzando a experimentar una revolución económica a medida
que abandonan el dólar y asumen el control de un Oriente Medio
devastado por años de guerra, mientras Moscú gana influencia en
la región.
En términos económicos, hay sistemas alternativos a los
centrados en el dólar; en términos de energía, hay una
serie de nuevos acuerdos con socios europeos, turcos o rusos; y en
términos políticos, existe una alianza entre China, Rusia e
Irán.
Trump ganó posteriormente el apoyo del ala militar, gracias a
la proclamación de que los Estados Unidos serán devueltos al
supremacismo mundial. El llamado “Rusia-Gate”
y las supuestas conexiones de Trump con Putin son falsas noticias,
creadas para sabotear la presidencia de Trump.
El momento unipolar estadounidense está llegando a su fin,
con los ataques del Estado Profundo contra la presidencia de Trump
impidiendo cualquier acercamiento con Moscú. Cuanto más fuerte
sea la presión del Estado Profundo sobre las potencias, tanto
mayor será la velocidad con la que el mundo multipolar
reemplazará al unipolar.
GOBIERNO SECRETO
También se refiere el Estado Profundo a un Gobierno
Secreto paralelo organizado por aparatos de
inteligencia, financiado por la droga, que se implica en acciones
de violencia de carácter ilícito, para proteger el estatus y
los intereses del sistema de las amenazas que representan los
intelectuales, los religiosos y en ocasiones el gobierno
constitucional.
No es exagerado decir que Wall Street puede ser el propietario
último del Estado Profundo y sus estrategias, simplemente porque
es el que tiene el dinero para premiar a agentes del gobierno con
una segunda carrera, que le es lucrativa, más allá de los
sueños de la avaricia y ciertamente más allá de los sueños del
salario de un empleado gobierno.
Es lo que en España se llaman las “puertas giratorias” de los
políticos, que después de su carrera política suelen acabar de
consejeros en grandes corporaciones, con sueldos muy elevados a
cambio de no hacer nada. Por eso la gente se mata por hacer
carrera política, porque así aseguran su futuro de ricachones
para ellos mismos y para sus familias.
Las principales fuentes de financiación del Estado Profundo
son los presupuestos negros, el tráfico de drogas y armas, el asalto
a las instituciones financieras, los contratos públicos, las
empresas vinculadas al Estado, y la
recopilación de información institucional y personal.
EL ORO DE FILIPINAS
Los rumores acerca de un tesoro oculto en Filipinas
han atraído a los cazadores de tesoros de todo el mundo durante más
de cincuenta años.
El oro de Yamashita, también conocido como el tesoro de
Yamashita, es el nombre dado al presunto botín de guerra
robado en el sudeste asiático por las fuerzas japonesas imperiales
durante la segunda guerra mundial, y escondido en cuevas, túneles,
complejos subterráneos, o simplemente bajo tierra en Filipinas.
Lleva el nombre del General japonés Tomoyuki Yamashita, apodado
"El Tigre de Malaya", quien asumió el mando de las
fuerzas japonesas en las Filipinas en 1944, y luego fue ahorcado por
los americanos tras un juicio militar sumarísimo.
Después de la segunda guerra mundial un gran tesoro de oro japonés
fue encontrado escondido en más de 175 lugares diferentes en las
Islas Filipinas por un miembro del General Charles Willoughby,
que fue Jefe de Inteligencia del General MacArthur. El tesoro
involucraba más de 300.000 toneladas de oro (unos cien billones de
dólares) y otros tesoros.
El oro que se encontró habría aplastado el valor del oro
monetario en todo el mundo. Debido a que el Gobierno de los
EE.UU. era el mayor tenedor de oro monetario, habría devaluado
significativamente las reservas de Estados Unidos si se hubiera hecho
público. Su revelación también habría permitido las
reclamaciones de algunos países asiáticos.
Esto habría roto el equilibrio de poder y riqueza en la región.
Pero los que juegan con el poder de Washington DC, como los Bush y
Dick Cheney, utilizaron este tesoro para avanzar en sus
agendas siniestras.- Cada presidente de Estados Unidos,
desde Truman, ha tenido conocimiento de dicho tesoro y
de las organizaciones que crecían a su alrededor.
Con los años, dicho oro ha sido utilizado como la principal
fuente de financiación encubierta por las agencias de inteligencia
occidentales de EE.UU. y para manipular los mercados financieros,
derrocar gobiernos, y enriquecer las arcas personales de los que
se han encargado de su administración.
(*) Periodista
