Difícilmente podrá Rajoy explicar a sus militantes y votantes que él
representa la estabilidad política de España cuando no es capaz de
garantizar algo así dentro de su propio partido, el PP. Porque no es
precisamente -como tampoco lo fue la Diada del ‘España nos roba’ de
2012- una simple ‘algarabía’, lo que está ocurriendo en el seno del PP
sino más bien una rebelión escalonada en toda regla capitaneada por José
María Aznar y en contra de Mariano Rajoy.
Un Aznar que ayer volvió a la carga contra Mariano Rajoy, acusando al
presidente del Gobierno de haberle descalificado personalmente -porque
le dijo en Antena 3 TV que él dice las cosas a la cara y Aznar en
comunicados- pero sin rebatir el análisis que él había hecho sobre lo
ocurrido en las elecciones catalanas del 27-S. El que Aznar ha vuelto a
ampliar al advertir que Ciudadanos le puede quitar al PP en los comicios
generales del 20-D los electores del centro derecha, por lo que volvió a
reclamar una profunda ‘reflexión ‘en el seno de su partido. Lo que
nadie sabe muy bien que significa salvo que semejante ‘reflexión’ sea
sobre la idoneidad o no de Mariano Rajoy para presidir el cartel del PP
en las elecciones de diciembre.
Aznar ha subrayado que la victoria de Ciudadanos sobre el PP en
Cataluña, ‘algo que nunca había sucedido’ dijo el ex presidente, se ha
debido a que muchos de sus votantes ‘piensan que el orden constitucional
o la unidad de España pueden ser mejor defendidos por Ciudadanos que
por el PP”. Y este es otro torpedo de Aznar en contra de la línea de
flotación de Rajoy, al que ya había acusado días atrás de no haber
liderado en Cataluña la defensa de la Constitución y de la unidad de
España.
Asimismo, Aznar criticó las palabras de Rajoy en las que afirmaba
recientemente que estaba abierto a una reforma de la Constitución
diciendo que eso era otro gran error. Y todo esto lo ha dicho Aznar en
un foro de Vocento, (Grupo Editor del ABC) bajo los auspicios de su
presidente Santiago Bergareche.
Un detalle este último que no conviene echar en saco roto porque
tiene una lectura particular como podría ser que Vocento -que ya ha
publicado varios editoriales en contra del inmovilismo de Rajoy- también
está a la ‘caza de Aznar’. Si a todo ello le sumamos las portadas que
tanto el diario El Mundo como El País están dedicando a Inés Arrimadas,
Albert Rivera y a Ciudadanos veremos que la soledad mediática de Mariano
Rajoy crece sin cesar.
Naturalmente, el segundo ataque de Aznar a Rajoy -en menos de una semana- ha vuelto a caer como un nuevo obús en el palacio de la Moncloa y en la sede central del PP donde el vicesecretario Maroto ha salido por peteneras diciendo que los de Ciudadanos son de ‘centro-izquierda’ -y no de centro derecha como dice Aznar- y se perfilan como ‘una muleta de Pedro Sánchez para llegar a la Moncloa’.
Poca gracia y menos credibilidad tienen las palabras de Maroto porque
lo que está por ver ahora es quien es la muleta de quien, si como, dice
Aznar, Ciudadanos va a crecer y mucho de cara a las elecciones
generales del 20-D. Tanto como parece que ya lo anuncian algunas
encuestas que circulan por Madrid donde no se descarta que el PP se
convierta en tercer partido nacional detrás del PSOE y Ciudadanos. Lo
que de confirmarse abriría no ya una ‘reflexión’, como ahora pide Aznar,
sino más bien una grave crisis, como la que está sufriendo el PP
catalán convertido en sexta fuerza política de esa Comunidad Autónoma.
Sin embargo en todo este embrollo falta por saber con certeza para
qué y con qué objetivos quiere Aznar ahora una gran reflexión en el
interior del PP. Algunos de sus afines dicen que esa reflexión la
debería hacer Rajoy dando paso a un nuevo candidato del PP a las
elecciones generales del 20-D antes de que sea demasiado tarde. Aunque
tarde y es para todo en el PP porque estamos a tan solo dos meses y
medio de la jornada electoral y este espectáculo de enfrentamiento
público entre Rajoy y Aznar a buen seguro que no les va a ayudar.
(*) Periodista