lunes, 14 de octubre de 2019

Castillo presidirá el grupo “Desastres naturales” de la Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones de Europa

CARTAGENA.-La Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones de Europa (CALRE) ha comunicado esta mañana a la Asamblea Regional de Murcia la aceptación de la solicitud de su presidente, Alberto Castillo, para coordinar el Grupo de Trabajo "Desastres Naturales".

La petición fue planteada por Castillo durante el pasado mes de septiembre y formalizada a principios del mes de octubre, con motivo del plenario de la CALRE celebrado en Bruselas.
La Región de Murcia ostentará la presidencia del citado grupo de trabajo desde el próximo 1 de enero de 2020.
La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia ha sufrido múltiples desastres naturales.  Las recientes inundaciones, los terremotos de Lorca o los períodos de sequía son algunas de esas catástrofes que se han repetido en su territorio,  situado en el vértice de mayor riesgo sísmico del continente, y con una climatología que la convierte en una de las regiones más propensas a sufrir de forma cíclica desastres naturales de consecuencias imprevisibles.
De ahí el interés del presidente de la Asamblea en coordinar este foro, con el doble objetivo de llevar la voz de la Región de Murcia a Europa, y promover actuaciones que ayuden a prevenir o a minimizar las consecuencias de estos fenómenos, que, además de los cuantiosos daños que han ocasionado, han contribuido a agravar considerablemente el estado de parajes naturales de gran valor ecológico como es el Mar Menor.
Alberto Castillo propondrá en su plan de trabajo que el Grupo “Desastres Naturales” determine el papel de las asambleas legislativas regionales europeas ante un desastre natural en su área de influencia, mediante protocolos de actuación que no sólo tengan en cuenta funciones propias de un parlamento, como la elaboración de leyes, o  iniciativas de impulso y control a los respectivos gobiernos, sino también la utilización de foros, como la CALRE, para la puesta en común de buenas prácticas de sus miembros, y la conexión con otras instituciones europeas con capacidad ejecutiva.
En este sentido, Alberto Castillo ha recordado las actuaciones realizadas hace años para salvar la Albufera de Valencia: “Tenemos un ejemplo claro de buenas prácticas en la Península ibérica, que fue el caso de la Albufera de Valencia, que se encontraba en una situación caótica, con todas las alarmas encendidas.
Y allí todo el mundo se cogió de las manos: las Cortes valencianas con el Gobierno regional, con las universidades, con los ecologistas….
Todos pusieron como bandera prioritaria salvar la Albufera, y miren ustedes si lo han conseguido.
Hubo que tomar medidas muy drásticas, pero La Albufera se salvó. Y allí no hubo ni colores políticos ni banderas políticas. Todos con un mismo objetivo: salvar la Albufera”.

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