Se entiende que el Presidente del Gobierno Pedro Sánchez no quisiera
un debate a cuatro, en el que todos, incluido Iglesias, irían contra él,
que prefiriese un debate a cinco con la presencia de Vox para
visualizar que el peligro para el país, y para sus planes, era la “Gran
Derecha” y que no le aportaba nada un “Cara a Cara“ con el principal
líder de la oposición Pablo Casado.
Ese “Cara a Cara” era el objetivo principal del líder popular. Desde
el preinicio del Debate cuando, desde fuera del complejo de Radio
Televisión Española un grupo de militantes del PP le esperaba a la
puerta de Prado del Rey para aclamarle y cuando desde el principio quiso
imponer las reglas del debate reclamando incluso a la Junta Electoral
que, por ser el líder del principal partido de oposición, tenía la
obligación de abrir y cerrar el debate, poniendo en duda parte de las
reglas de juego que se habían pactado, por sorteo, los organizadores de
la televisión pública.
Quien desde el principio ha cogido el relevo para ese “Cara a Cara”
que Casado ha sido incapaz de imponer, probablemente condicionado por
todas las acusaciones que ha recibido estos días de sus excesos
verbales, ha sido el dirigente de Ciudadanos Albert Rivera que desde el
minuto uno, con una gran tranquilidad ha ido desgranando conceptos y
argumentos contra el Presidente del Gobierno al que dejó, desconcertado,
nada más empezar el debate al solicitar, nada más y nada menos que la
dimisión de la administradora única de la Televisión pública, una de las
responsables del conflicto creado por la crisis de los Debates, que
tanto daño le ha hecho al candidato socialista.
En todos los bloques del debate (política económica, fiscal y empleo;
política social, Estado de bienestar pensiones e igualdad; política
territorial, regeneración democrática y pactos postelectorales) ha
estado más crítico y duro con Sánchez el líder de Ciudadanos que Casado
en el intento del líder de Ciudadanos de recuperar posiciones.
Por otra
parte, en honor a la objetividad, hay que decir que Pablo Iglesias, ha
hecho un gran debate, una vez que ha descubierto la bondad de la
Constitución Española a la que ha defendido a capa y espada, después de
haber preconizado durante cinco años un “proceso constituyente” que,
inevitablemente, pasaba por romper el candado de la Constitución de
1978.
Hay que reconocer que aunque pierda muchos diputados ha conseguido
con este debate colocar su mensaje para que se vote a Podemos en su
intento de entrar en el Gobierno. Es decir que ha hecho un gran debate
lleno de sentido común, algo que en él parecía que era imposible.
Por último, hay que decir que Pedro Sánchez lo ha pasado mal. Se le
notaba en la cara, en la extrañeza de lo que le estaban diciendo, en las
críticas sobre sus cesiones al independentismo, y sobre todo, al miedo
que transmitía en cuanto salía a relucir el problema del Referendum
catalán, sus encuentros con Torra y los pactos postelectorales con el
independentismo . Y, sobre todo, el tabú de los indultos, algo que
descompone al candidato socialista. Temas todos que ha logrado soslayar
durante gran parte de la campaña electoral. Pero que hoy igual que
mañana se volverá a repetir…
Terminada la primera parte del debate, en lo que ha sido, un partido
de ida, que se ha desarrollado en los estudios de la RTVE, la segunda
parte se celebrará, como partido de vuelta, en los estudios del Grupo
Atresmedia, sin saber siquiera cuál ha sido el resultado real del primer
partido.
Periodísticamente habrá, a su vez, un debate sobre el debate,
un debate para saber quién ha ganado el partido de esta noche, aunque no
se sabrá, después de la insistente publicidad de que se trata de dos
debates “Decisivos”, qué efecto ha tenido, en ese treinta por ciento
largo de actuales indecisos, en los cambios de votos. Especialmente en
esos 800.000 votantes que antes de empezar el Debate no sabían, según el
CIS, si, al final, iban a votar a Ciudadanos o al PP.
La estricta y absurda Ley Electoral que prohíbe que, desde este
martes se puedan publicar encuestas, y que esa prohibición dure hasta el
domingo, fecha de las elecciones, impide conocer cuál ha sido el
“Efecto Decisivo” del Debate del lunes y del de este martes, sobre los
últimos sondeos que se han hecho público este lunes.
Y lo más
importante, si el Partido Popular continúa ostentando el liderazgo de la
derecha; si muchos de esos indecisos han resuelto la duda de votar al
PSOE y han optado, por Ciudadanos; si el Candidato socialista que tenía
todas las de perder, no ha perdido nada de su posición dominante o si
siguen existiendo muchas posibilidades de que Podemos se convierta en el
quinto partido, superado por Vox, lo que no impediría que, después de
perder 44 diputados como reflejan las encuestas últimas, que Pablo
Iglesias, entrará en un futuro gobierno de Pedro Sánchez .
Dentro de unas horas, será el partido de vuelta con el que,
prácticamente, se cierra, de hecho, la larguísima campaña electoral que
empezó el pasado día 15 de febrero, día que anunció elecciones generales
para el 28 de abril al ver rechazados sus Presupuestos Generales del
Estado.
(*) Periodista y economista
No hay comentarios:
Publicar un comentario